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La fusión de CP y KCS, primera red norteamericana

Canadian Pacific Railway Ltd. y Kansas City Southern anuncian que han llegado a un acuerdo de fusión, según el cual CP ha acordado adquirir las acciones de KCS en una transacción en efectivo por valor de 29.000 millones de dólares (24.280 millones de euros), que incluye la asunción de unos 3.880 millones de dólares (3.180 millones de euros) de la deuda pendiente de KCS. La transacción, que cuenta con el apoyo unánime de los consejos de administración de ambas empresas, valora a KCS en 275 dólares por acción (230,27 euros), lo que representa una prima del 23%, basada en los precios de cierre de las empresas el 19 de marzo. Tras el cierre en un fideicomiso de voto, los accionistas comunes de KCS recibirán 0,489 de una acción de CP y 90 dólares en efectivo por cada acción común de KCS que posean, según un comunicado de prensa. La propuesta de adquisición de KCS por parte de CP es la mayor operación del sector en décadas, y crearía una «convincente red ferroviaria entre Estados Unidos, México y Canadá«, según un informe de Baird Equity Research.

Tras la aprobación de la Junta de Transporte de Superficie (STB), CP adquirirá el control de KCS y el actual presidente y director general de CP, Keith Creel, será el director general de la compañía combinada, que se llamará Canadian Pacific Kansas City (CPKC). Calgary será la sede mundial y Kansas City, Missouri, será designada como sede en Estados Unidos. «La combinación propuesta crearía la primera red ferroviaria México-Canadá que conectaría los puertos de las costas estadounidenses del Golfo, el Atlántico y el Pacífico y ofrecería trayectos de una sola línea a través del continente», escribieron los analistas de Baird.

KCS ha sido visto durante mucho tiempo como un objetivo de adquisición dado su tamaño relativo más pequeño y la exención de las normas de 2001 de la STB que rigen las fusiones y adquisiciones que involucran a la Clase Is, señala el informe de Baird. En septiembre de 2020, los medios de comunicación indicaron que KCS rechazó una oferta de adquisición de compradores de capital privado. «Dada la limitada superposición de franquicias (Kansas City, Missouri, es el único punto de conexión) y la interpretación actual de las normas que rigen la STB, creemos que la aprobación del acuerdo es más probable que no», señala el informe de Baird. Aunque seguirá siendo la más pequeña de las seis Class Is de EE.UU. por ingresos, la empresa combinada será una red mucho más grande y competitiva, que operará 20.000 millas de ferrocarril, empleará a cerca de 20.000 personas y generará unos ingresos totales de 8.700 millones de dólares, según los responsables de CP y KCS.

«Esta transacción será transformadora para América del Norte, proporcionando impactos positivos significativos para nuestros respectivos empleados, clientes, comunidades y accionistas», dijo Creel. «Esto creará el primer ferrocarril entre Estados Unidos, México y Canadá, uniendo dos ferrocarriles que se han centrado en proporcionar un servicio de calidad a sus clientes para liberar todo el potencial de sus redes». CP y KCS han sido los dos ferrocarriles de clase I con mejores resultados en los últimos tres años en cuanto a crecimiento de ingresos». Además, la competencia que la entidad combinada aportará al mercado del transporte en Norteamérica «no puede producirse lo suficientemente rápido, ya que el nuevo Acuerdo Comercial entre Estados Unidos, México y Canadá entre estos tres países hace que la integración eficiente de las cadenas de suministro del continente sea más importante que nunca«, dijo Creel.

La combinación proporcionará una alternativa competitiva a los proveedores de servicios ferroviarios existentes y se espera que dé lugar a un mejor servicio a los clientes, dijeron los funcionarios de CP y KCS. Los transportistas de cereales, automóviles, piezas de automóviles, energía, intermodal y otros se beneficiarán de la mayor eficiencia y simplicidad de la red combinada, que se espera que estimule una mayor competencia entre los ferrocarriles y apoye a los clientes en el crecimiento de sus volúmenes ferroviarios, dijeron. Creel y el presidente y director general de KCS, Patrick Ottensmeyer, dijeron que la combinación de dos Class Is también reconoce el «importante papel que desempeña el ferrocarril en la reducción de las emisiones globales del transporte». «Esta combinación avanza nuestras promesas compartidas basadas en la ciencia en línea con el Acuerdo de París para mejorar la eficiencia del combustible y reducir las emisiones en apoyo de una cadena de suministro más sostenible de América del Norte», agregaron.

El soterramiento en Almería «es inasumible»

El alcalde de Almería ha decidido dejar al margen su entrevista con los responsables de Transportes o de Adif para hacer públicas las dudas que le plantea las noticias que le llegan sobre la financiación de la integración del ferrocarril. Según explica Ramón Fernández-Pacheco, «Adif pretende construir otras cuatro torres más detrás de la estación en sus terrenos, desarrollar la zona de los antiguos talleres con la construcción de un edificio comercial de 80.000 metros cuadrados y otra torre más en esa parcela» porque así se permite en el plan, pero que «la intención siempre ha sido que todo eso se materialice cuando Adif financie el soterramiento. Esa fue siempre la pretensión cuando se firmó el convenio con el Gobierno de Zapatero». Sin embargo, las primeras comunicaciones, «extraoficiales porque no hay forma de comunicarse oficialmente con ellos, es que los tiros no van por ahí. Es que ellos quieren sus torres, quieren sus desarrollos urbanísticos, pero quieren exigir al Ayuntamiento que se haga cargo de unas cantidades que son del todo inasumibles”.

Fernández Pacheco sostiene que en su momento se aprobaba el Plan Especial del Sistema General Ferroviario con la intención de que con los aprovechamientos urbanísticos de estos suelos se pudieran costear las obras de integración. Reconoce el regidor de la capital que la preocupación va creciendo ,porque de momento, “no hay una propuesta en firme y que se está negociando”, por eso no habla de porcentajes definitivos que tendría que abonar el Ayuntamiento, pero que al no reunirse en ningún momento el Consejo de Administración de ‘Almería Alta Velocidad’ ni al haber encuentro alguno con representantes de Transportes o de Adif para hablar del tema».

Asegura Fernández-Pacheco que van “a pelear por una financiación justa” pero que no se disipna las dudas del Consistorio. Preguntado por los porcentajes que en su día se marcaron para la actuación asegura que “solamente hay un convenio para la primera fase, la correspondiente al paso a nivel de El Puche, pero no para la segunda porque aún ni siquiera hay un proyecto decidido”. Tantas vueltas han dado los proyectos, las intenciones, las fases e incluso el uso o no de la estación histórica en la última década, que ahora toca casi empezar por el principio que es establecer quién paga qué y cuándo.

La cuestión es que estos planes se firman el 7 de mayo de 2010 cuando se formaliza el acuerdo entre el Gobierno central -entonces representado por el ministro de Fomento, José Blanco-, la Junta de Andalucía -con la presencia de la consejera de Obras Públicas Rosa Aguilar, y el Ayuntamiento de Almería -con el alcalde Luis Rogelio Rodríguez-Comendador a la cabeza-, en el que se establecían los primeros porcentajes de participación en esta integración del ferrocarril en la ciudad. Unos porcentajes que se hacían patentes en julio de ese mismo año cuando el estudio informativo de esta actuación se sometía a información pública. Se hablaba entonces de una inversión de 244,16 millones de euros, cuantía que ha variado con los muchos cambios que ha ido sufriendo la idea original de la infraestructura. Pero ahí sí que se reflejaba un reparto de las aportaciones: el Gobierno pagaría el 74,2% de la obra contando por un lado, con las aportaciones que se consiguieran con los suelos propiedad del Estado, es decir, sus parcelas del Toblerone y la correspondiente a los antiguos talleres, y por otro, inversiones directas. Al Ayuntamiento de Almería le correspondería el 12,3% de la inversión mientras que a la Junta le tocaba aportar el 7,4% y a los privados el 6,1.

Según los presupuestos generales previstos para 2021, la Línea de Alta Velocidad entre Almería y Murcia y su extensión a Granada se va a convertir -ya lleva un año de vuelta a los tajos- en el principal proyecto de infraestructura de los próximos años en Almería y uno de los caballos de batalla del Ejecutivo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en Andalucía. La línea Almería-Murcia recibirá una asignación de 395 millones de euros para avanzar en los tramos ya adjudicados (Pulpí-Vera, Los Arejos-Níjar, Níjar-Río Andarax y los accesos a la capital). Además, se destinan, atención, 192,93 millones de euros al proyecto denominado como ‘corredores TEN-T’ y que incluye la adecuación de la línea convencional entre Almería y Granada a estándares europeos: ancho AVE y electrificación, entre otros. El proyecto ya está redactado y no requiere en principio de declaración de impacto ambiental puesto que discurre por suelos ya ferroviarios, lo que permitiría incluso que se iniciaran los trabajos en 2021.

Nueva fase para el tren fronterizo coreano

Expertos y funcionarios de Corea del Sur y la República Popular Democrática de Corea (RPDC) ejecutan la segunda fase de la inspección conjunta del ferrocarril fronterizo con vistas a modernizarlo e interconectarlo. Los equipos estudiarán en esta ocasión 800 kilómetros de vías férreas y los trabajos deben concluir el próximo día 17.

La primera parte del proyecto se extendió del 30 de noviembre al 5 de diciembre último y sondearon 400 kilómetros de raíles. Al término de la inspección, ambas Coreas comenzarán las negociaciones con el Comando de las Naciones Unidas sobre algunos procedimientos para proceder con la fase de renovación e interconexión.

La semana pasada, un tren surcoreano cruzó la frontera hacia Corea del Norte por primera vez en una década. Fue el preludio de que las dos Coreas reconectaron sus ferrocarriles, después de haber estado separadas durante más de medio siglo. Corea del Sur está decidida a impulsar el desarrollo ferroviario, a pesar de la falta de progreso en el problema nuclear de Corea del Norte.

El estudio se efectúa luego que Seúl recibió el mes pasado una exención de las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU y Estados Unidos para enviar a la RPDC los materiales requeridos en ese proyecto. Es la primera de su tipo realizada desde 2007, cuando las dos naciones revisaron el tramo de 412 kilómetros entre las localidades de Kaesong y Sinuiju.

Seúl y Pyongyang analizaron ese tema y también la interconexión por carretera y aérea en distintas rondas de diálogos, como parte del proceso de acercamiento que desarrollan en este 2018 para avanzar hacia la desnuclearización, fomentar la paz y estabilidad de la península que comparten. Desde que reactivaron los contactos en enero de 2018, han celebrado reuniones sobre diversos tópicos de interés mutuo y con consensos positivos para normalizar sus vínculos. Destaca el acuerdo sobre el desminado, el retiro de las tropas y armas, más la destrucción de 20 puestos de guardia en la frontera, pues buscan así reducir las tensiones, prevenir enfrentamientos accidentales y construir la confianza mutua.

Por ahora, los turistas pueden viajar en el tren DMZ, un tren turístico de tres coches, hasta Dorasan. Está decorado con palabras como «amor», «paz» y «armonía» en varios idiomas, imágenes de animales que habitan en la zona desmilitarizada, incluidos ciervos y grullas, y fotos de soldados estadounidenses que luchan en la Guerra de Corea. El tren pasa por la línea Gyeongui, que se construyó a principios del siglo XX. Corre a través de Pyongyang, la capital de Corea del Norte, y llega hasta Sinuiju, en el río Yalu, que forma la frontera con China.

Algunas zonas del norte no han visto un tren surcoreano desde que se dividió la península en 1945. Los trenes transportaron brevemente los suministros a Kaesong, una zona industrial conjunta al norte de la frontera, en 2007, pero el servicio se suspendió en medio de las tensiones del año siguiente.

Pelea por el tranvía de Jaén

El gobierno local de Jaén mantiene un compromiso «total con la puesta en marcha del tranvía» de la ciudad, que lleva más de siete años parado, y reclama «un compromiso real y efectivo de la Junta de Andalucía para que cumpla con lo acordado con el Ayuntamiento» al respecto del funcionamiento de esta infraestructura. El teniente de alcalde y concejal de Hacienda y Contratación, Manuel Bonilla (PP), muestra «la sorpresa del Ayuntamiento, porque no entendemos que la Junta de Andalucía esté poniendo trabas a cumplir el acuerdo alcanzado para la puesta en marcha del tranvía».

El escollo para el acuerdo viene, según el consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, de la pretensión del Ayuntamiento de que los vagones que adquirió el consistorio por 11,9 millones de euros, «acabe ahora siendo soportado en un 75% por la Junta de Andalucía, y eso no tiene ningún fundamento«. Ha subrayado que cuando se hizo la inversión global, sobre 120 millones, los trenes supusieron 11,9 millones de euros, casi un 10% del coste de la inversión global, mientras que la Junta de Andalucía ha soportado el 89% restante.

El concejal de Hacienda espera que la presidenta de la Junta, Susana Díaz, «no esté más pendiente de los cálculos electorales que del acuerdo para el tranvía», al que «hay que dar una solución viable» porque es «la mayor inversión realizada en la ciudad en los últimos años», según explica. Bonilla añade que «no se entiende que pretendan concesionar el sistema tranviario y quieran que los jiennenses sigan pagando los vagones del tranvía». «Lo normal es que quien explote el tranvía se encargue del coste y mantenimiento del material móvil», apostilla.

Manuel Bonilla señala que «hay un acuerdo cerrado con la Junta que está ratificado por el Pleno del Ayuntamiento, donde se aprobó que el coste de explotación del tranvía fuera asumido en un 25% por el Ayuntamiento y un 75%» por la Administración autonómica, después de que el consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, apelase este jueves a la responsabilidad del Ayuntamiento para que «no se dilate más» la puesta en marcha del sistema tranviario, y advirtiese de «una cierta inquietud» en la Junta porque pasa el tiempo y sigue sin echar a andar.

El concejal de Hacienda y Contratación señala que «no tiene sentido alguno que la Junta de Andalucía se quede con el sistema tranviario, recepcione toda la infraestructura y también el material móvil, para adjudicarlo a una empresa privada, y ahora le pida al Ayuntamiento que siga pagando los vagones porque es una adulteración del acuerdo alcanzado». «Supondría que el déficit real asumido por el Ayuntamiento sería más del 60%», explica el edil.

«Entendemos que por parte de la Junta se pretende beneficiar claramente a una empresa privada, que ve cómo tiene unos vagones gratuitos para explotar sin pagar sus costes de explotación, que los seguirían pagando los jienenses», manifiesta Bonilla. Para el concejal de Hacienda y Contratación, «Susana Díaz lo que tiene que hacer es preguntar a los empresarios de cualquier sector si no es suficiente que ellos tengan que asumir los riesgos de sus negocios para que venga ahora la Junta de Andalucía a intentar adjudicar un negocio a una empresa privada sin que tenga que asumir riesgos, porque la Junta pretende que se lo paguen los jienenses».

El concejal de Hacienda y Contratación apunta que la Junta «sabe que es un acuerdo contrario a la Ley de defensa de la libre competencia, y que puede volver a ser impugnado y suspendido por los concesionarios de los transportes públicos urbanos de Jaén, taxistas y autobuses urbanos, al privilegiar a una empresa a que explote un sistema sin asumir carga alguna, mientras que los taxistas y la concesionaria de autobuses compran sus vehículos y deben pagar sus amortizaciones y costes, afectando todo ello en el precio final del billete».

Bonilla agrega que la Junta «conoce perfectamente que un incremento de los gastos por parte del Ayuntamiento con consecuencia en los presupuestos municipales no sería aprobado por el Ministerio de Hacienda, que ya ordenó y requirió al Ayuntamiento que procediera a una rebaja de gastos de las cuentas municipales». Así las cosas, el responsable de Hacienda invita a la Junta «al diálogo para cumplir lo acordado y que los jienenses disfruten del sistema tranviario en iguales condiciones que otras ciudades andaluzas».

El plazo límite que se marcó la Junta de Andalucía para aprobar dicho convenio «en términos de conveniencia» fue hasta final de septiembre y ya se ha sobrepasado. Por eso, «sin ánimo de echar sal y vinagre que acabe agriando las relaciones porque queremos seguir manteniendo unas relaciones cordiales», ha apuntado que «no tiene sentido» que todavía no se haya aprobado el convenio y que «haya 120 millones de euros de inversión que estén en el dique seco todavía».

España ratifica su interés por el tren bioceánico

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su homólogo boliviano, Evo Morales, firmarán este martes un acuerdo que abrirá la puerta a la participación de empresas españolas en la construcción del denominado tren bioceánico, un proyecto para unir los puertos de Ilo (Perú) y Santos (Brasil) a través de Bolivia. Sánchez y Morales rubricarán este acuerdo en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra, donde recalará el jefe del Ejecutivo español en la segunda jornada de su gira latinoamericana que empezará este lunes en Chile y que le llevará también a Colombia y Costa Rica.

La línea ferroviaria que se pretende construir, de 3.755 kilómetros de longitud, costaría unos 14.000 millones de dólares para obras que, en el caso de Bolivia, ya comenzaron en unos 150 kilómetros con una inversión cercana a los 221 millones, según datos del Gobierno boliviano. Aunque el corredor bioceánico está proyectado para unir el puerto peruano de Ilo con el brasileño de Santos atravesando Bolivia, también se beneficiarían Paraguay, Uruguay y Argentina mediante la construcción de un ramal del ferrocarril desde territorio boliviano hacia una zona portuaria en suelo paraguayo vinculada a la hidrovía de los ríos Paraguay-Paraná.

En Bolivia, según fuentes del Gobierno, pretende lanzar un mensaje de pleno apoyo a la cooperación española en América Latina y, en ese contexto, firmará un acuerdo que impulse esa ayuda en los próximos cuatro años. Pero junto a ese acuerdo se firmarán otros dos, uno de ellos de cooperación judicial y otro que será el que permita la participación de las empresas españolas que lo deseen en las obras de desarrollo del ferrocarril bioceánico.

Alemania y Francia han sido dos de los países que han firmado ya acuerdos similares para que sus empresas puedan estar presentes también en la construcción de esta gran infraestructura de especial interés para Bolivia por lo que supone de vertebración del país. El Gobierno asegura que hay empresas españolas interesadas en el proyecto. Casi medio centenar de ellas participaron el pasado mes de febrero en una jornada informativa organizada de forma simultánea en La Paz y en Madrid y mediante videoconferencia por el Instituto de Comercio Exterior de España (Icex) y la Oficina Comercial en Bolivia y en la que recibieron información detallada del proyecto.

El futuro ferrocarril internacional, que en su tramo principal Santos-Ilo sería de unos 3.800 kilómetros, prevé que en Brasil serán rehabilitados unos 1.900 kilómetros de vía; en Bolivia deben ser rehabilitados o construidos unos 1.500 kilómetros, y en Perú se prevé la construcción de los restantes 400 kilómetros. Está prevista también la construcción de un ramal entre Paraguay y Bolivia, de longitud no divulgada aún, en tanto que Uruguay se conectaría al corredor por vía fluvial.

“Hay un enorme interés por participar, porque las empresas españolas tienen una gran experiencia en el tema ferroviario, tanto en España como a nivel internacional”, resalta el embajador español en este país. Enrique Ojeda cita como ejemplo el tren de alta velocidad construido por un consorcio español entre las ciudades saudíes de La Meca y Medina.

Deshielo en las líneas de tren norcoreanas

Seúl podría modernizar las líneas de tren norcoreanas para una futura conexión ferroviaria entre los dos países, según acuerdo alcanzado por ambos y detallado por los medios de Pyongyang. En una reunión celebrada el martes en la frontera entre los dos países, técnicamente aún en guerra, se acordó realizar un estudio conjunto de viabilidad que arrancará el próximo mes de cara a adecuar las decrépitas líneas férreas norcoreanas.

«Durante las conversaciones, ambas partes trataron los aspectos prácticos relacionados con la reconexión, modernización y uso de los ferrocarriles en las costas este y oeste», destaca la agencia estatal norcoreana KCNA. A raíz de lo acordado, el estudio conjunto de asesoría arrancará el próximo 24 de julio en la parte norcoreana de la línea que -antes de la división de la península- unía Seúl con la ciudad de Sinuiju, en la frontera con China. Después los estudios se centrarán en el flanco oriental norcoreano, en la línea que une el Monte Kumgang, junto a la frontera con el Sur, con la localidad china de Tumen, limítrofe con Corea del Norte.

Este acuerdo responde al acercamiento y la mejora de lazos acordados en su cumbre del pasado abril por el presidente sureño, Moon Jae-in, y el líder norcoreano, Kim Jong-un. El deshielo entre ambos países ha reabierto la posibilidad de que los vecinos reconecten sus redes ferroviarias, lo que, aprovechando las líneas de China y el Transiberiano ruso, permitiría virtualmente unir Europa con la península coreana a través del ferrocarril.

Algunos expertos dicen que la actualización de los trenes de Corea del Norte, que crujen lentamente a lo largo de los raíles que se instalaron por primera vez a principios del siglo XX, requeriría un esfuerzo masivo que podría llevar décadas y decenas de miles de millones de dólares. Japón completó una línea de ferrocarril de 310 millas (498,897 kilómetros) que conectaba Seúl y Sinuiju en 1906, principalmente para trasladar soldados y suministros militares, antes de que se anexara la península en 1910. La línea de Gyeongui se separó en 1945 al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando la península liberado del dominio colonial japonés pero también dividido entre un lado sur controlado por los Estados Unidos y un norte controlado por los soviéticos. La península permanece en un estado técnico de guerra después de que la Guerra de Corea de 1950-53 terminara en un armisticio, no en un tratado de paz.

La línea de Gyeongui se reconectó temporalmente durante una era anterior de acercamiento entre los rivales en la década de 2000. Las Coreas iniciaron en diciembre de 2007 servicios de carga entre la estación de Munsan en Corea del Sur en Paju y la estación de Pongdong en Corea del Norte, que se encuentra cerca de la ciudad fronteriza de Kaesong. El sur usó los trenes para mover materiales de construcción hacia el norte, mientras que la ropa y los zapatos fabricados en un parque fabril operado conjuntamente por las Coreas en Kaesong fueron enviados al sur. La línea se cortó nuevamente en noviembre de 2008 debido a las tensiones políticas sobre el programa nuclear de Corea del Norte y las políticas de línea dura de un nuevo gobierno conservador en Seúl.

Sin embargo, para que estos proyectos se conviertan en realidad debe producirse antes un levantamiento de las sanciones internacionales que pesan sobre el régimen norcoreano, algo que está ligado a sus avances en el desmantelamiento de su programa nuclear inicialmente acordado con EEUU en su reciente cumbre de Singapur.

En esta histórica cita del pasado 12 de junio el presidente de EEUU, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un firmaron una declaración que inaugura una nueva etapa de relaciones y abre las puertas a la desnuclearización del régimen norcoreano a cambio de que Washington conceda garantías para su supervivencia.

China y Nepal, unidos por ferrocarril

China y Nepal acordaron construir una línea de ferrocarril que una los dos países a través del Himalaya, anuncia un medio estatal durante una visita a Pekín del primer ministro nepalí. Katmandú intenta actualmente estrechar los lazos con su vecino chino, del que espera entre otras cosas que invierta en infraestructuras y un mejor suministro de energía.

Nepal, un país enclavado entre India y china, es teatro de una lucha de influencias entre las dos potencias. La creciente influencia diplomática y económica de Pekín de los últimos años es vista con desconfianza por India, aliado tradicional de Nepal. La futura línea de tren unirá la capital nepalí, Katmandú, con la ciudad de Shigatse, en el Tíbet (sudoeste de China), según el diario anglófono China Daily, que cita al viceministro chino de Relaciones Exteriores, Kong Xuanyou.

El diario no da detalles sobre el calendario ni el costo de los trabajos, que pueden ser muy complejos debido al relieve y la altitud, con la ciudad de Shigatse situada a más de 4.000 metros. La propia Shigatse está conectada por tren a Lhassa, capital de Tíbet y conectada con el resto de la red ferroviaria china desde 2006.

Los enlaces viales y ferroviarios a través del Tíbet podrían ser rutas comerciales alternativas para el suministro de productos básicos a Nepal. La nueva línea ferroviaria conectará el puerto comercial de Gyirong en la ciudad de Xigaze en el Tíbet con la capital nepalesa, Katmandú, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores, Kong Xuanyou, citado por el China Daily, después de las dos reuniones. El Kathmandu Post cita al ministro de Relaciones Exteriores de Nepal, Pradeep Gyawali, diciendo que el informe detallado de planificación del proyecto (DPR) de la línea ferroviaria Kerung-Kathmandu se completaría en un año y medio más o menos. También dijo que la construcción se completaría en otros cinco años.

China ha estado construyendo enlaces ferroviarios, viales y aéreos en el remoto Tíbet gastando miles de millones de dólares. En 2014 se puso en funcionamiento una línea ferroviaria que une a Xigaze con la capital provincial de Tíbet, Lhasa. Xigaze, también conocida como Shegatse, es la ciudad tibetana más cercana a Nepal. Anteriormente, había informes en los medios oficiales chinos de que la línea ferroviaria se extendería hasta la India.

Pekín y Katmandú firmaron el jueves una decena de «documentos de cooperación» durante una visita oficial a China del primer ministro nepalí, K.P. Sharma Oli, según la misma fuente. Según medios indios, chinos y nepalíes firmaron el miércoles ocho acuerdos por un valor total de 2.400 millones de dólares (2.100 millones de euros) en el sector hidroeléctrico, los recursos acuíferos, el cultivo de fritas y la agricultura.

El primer ministro chino, Li Keqiang, expresó el jueves a su homólogo nepalí su esperanza en que los dos países inicien negociaciones sobre un acuerdo de libre comercio «lo más rápido posible», según la agencia oficial Xinhua.

¿La paz social llega a Renfe?

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Los maquinistas de Renfe desconvocan las huelgas, establecidas entre el 24 y 29 de junio y el 1 de julio, tras lograr un acuerdo con la empresa. Renfe y Semaf logran ese acuerdo fruto de la vía de diálogo que abrieron el pasado miércoles, después de que las tres primeras huelgas llevadas a cabo por los maquinistas afectaran a centenares de miles de viajeros por cancelaciones y retrasos de trenes. La operadora parece asegurarse así la paz social para este verano.

«Ambas partes hemos trabajado conjuntamente para encontrar los puntos de acuerdo que nos permitan avanzar en el doble objetivo de creación de empleo y modernización y eficiencia en la empresa pública», destaca la directora general de Operaciones de Renfe, Berta Barrero

El sindicato de maquinistas Semaf y la operadora aseguran haber llegado a un acuerdo sobre el plan de empleo de la compañía, un sistema por el que se habilitan bajas voluntarias junto a nuevas incorporaciones. El objetivo del programa es rejuvenecer la plantilla de la compañía, que cuenta con una edad media de 54 años, e incorporar nuevos profesionales que aporten valor a la empresa. Semaf tenía programadas varias jornadas de paro justo los días de la primera ‘operación salida’ de las vacaciones de verano. Además, los maquinistas habían advertido de su intención de extender las huelgas a los meses siguientes en caso de que no lograran acuerdo.

En virtud del acuerdo con Semaf, la empresa se compromete a mantener en plantilla a los maquinistas con contratos eventuales en caso de que no logren consolidar su puesto de trabajo en la oferta de empleo actualmente en marcha en la empresa. Además, la compañía contratará como becarios a 130 nuevos maquinistas en julio, y pondrá en marcha nuevos cursos de formación en septiembre.

La empresa analizará las necesidades de conductores del servicio de vía estrecha de la extinta Feve y se compromete a abordar medidas para mejorar el negocio de mercancías. Renfe destaca que el acuerdo y la desconvocatoria de los paros «permiten avanzar en la implementación del plan de empleo, adelantando la incorporación de nueva plantilla para garantizar una transición ordenada ante las desvinculaciones voluntarias de trabajadores previstas para este año».

El acuerdo casi se había anunciado horas antes de que se produjera. La ministra en funciones Ana Pastor expresaba su confianza en que los paros no tuvieran lugar, dado que el servicio de tren «es un servicio público fundamental». La ministra considera que «hay lugar para el entendimiento», y recuerda que Renfe «ha hecho la oferta de empleo de maquinistas más importante de los últimos veinte años«.

Los usuarios respiran aliviados ante la desconvocatoria de los paros. La próxima semana se producen miles de salidas en tren, con el cambio de mes. Ahora solo falta que el acuerdo apacigüe los ánimos y evite más problemas.

La Audiencia Nacional verá el recurso de Montcada contra Fomento por el soterramiento del tren

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La Audiencia Nacional admite a trámite el recurso contencioso administrativo que el Ayuntamiento de Montcada i Reixac (Barcelona) presentó contra el Ministerio de Fomento por incumplimientos del acuerdo que implicaba el soterramiento de la línea de Portbou a su paso por el municipio catalán. El consistorio, que presentó en febrero un requerimiento previo a Fomento y a Adif, ha decidido presentar este contencioso «ante el silencio administrativo» del Gobierno central, explica el Consitorio. La línea divide desde hace décadas la ciudad.

El contrato, firmado en noviembre de 2007 por el Ministerio de Fomento, Adif, la Conselleria de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat y el Ayuntamiento, establecía que dichas actuaciones «deberían ejecutarse de manera coordinada con las obras de construcción de la Línea de Alta Velocidad«, asegura la administración local.

Esta obra compleja y cara se pactó solemnemente en el 2007 como compensación por el túnel del AVE, en ejecución, que cruza también la población por el mismo corredor. Ayuntamiento y vecinos insisten reclaman desde hace años los trabajos. Pero las dificultades del Estado para pagar nuevas inversiones alteran muchos planes. Fomento (por boca del secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán) decía en 2010 que el proceso de soterramiento seguía delante, pero que el inicio de la obra que se preveía en el 2011 pasaría a 2012. Nada se sabe ahora, tres años después. Además del Ayuntamiento, la plataforma ciudadana Tracte Just Soterrament Total lleva dos décadas luchando para que el tren desaparezca de la superficie.

El proyecto de soterramiento prevía crear un gran paseo en la amplia franja de suelo que ganaría Montcada con la operación. Las obras incluían también la construcción de una nueva estación bajo tierra y un cruce a distinto nivel entre las líneas de Barcelona-Portbou y de Barcelona-Manresa (R-4).

La alcaldesa de la localidad, Mari Carmen Porro, dice que «después de haber agotado todas las vías de negociación con el Estado, el consistorio ha decidido acciones jurídicas» para que se cumplan los compromisos. Esta decisión se suma a la acción conjunta de Montcada, ya que en el pleno de noviembre de 2013 los grupos municipales y la Plataforma Trato Justo-Soterramiento Total, que representa a la ciudadanía, consensuaron la voluntad de soterrar esta línea ferroviaria.

Renfe llega a un ‘preacuerdo’ sobre la segregación con tres sindicatos mayoritarios de su comité

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Renfe ha alcanzado un «preacuerdo» con tres sindicatos mayoritarios de su comité de empresa (CC.OO., UGT y Semaf) sobre el proceso por el que, con el comienzo de año, la operadora se segregará en cuatro sociedades, según anunció el Ministerio de Fomento. El principio de acuerdo contempla el «marco de relaciones que regularán la implantación del nuevo modelo societario de la compañía ferroviaria, que será efectivo a partir del 1 de enero de 2014», según detalla el Departamento que dirige Ana Pastor.

Los otros dos sindicatos del comité de empresa de Renfe (CGT y Sindicato Ferroviario) mantienen un calendario de movilizaciones en contra de la segregación de la empresa, que prevé una huelga de 24 horas en la jornada del próximo 20 de diciembre. La reunión con los sindicatos es una farsa porque somos convidados de piedra. La empresa no atiende ni nuestras manifestaciones ni nuestras alegaciones», comentan desde el sindicato CGT.

El operador ferroviario viene tratando con los sindicatos desde el pasado verano cómo acometer su segregación en cuatro empresas de cara a la liberalización del sector programada por Fomento. El proyecto inquieta a los sindicatos por las repercusiones que puede tener a medio o largo plazo sobre el empleo. Y la tensión ha procado algún que otro incidente durante las reuniones. Sin ir más lejos, según relatan fuentes sindicales, el pasado lunes la reunión acabó en pelea entre el repsentante del CGT y el gerente de relaciones laborales.

Las versiones varían según los testigos que asistieron a la reunión. Pero, al parecer, el representante de CGT invalidó una primera acta al escribir «corruptos» en la hoja de firmas de los asistentes. Una segunda acta fue rota en pedazos en presencia de todos. Al salir de la reunión, el gerente abordó al representante sindical por el pasillo y al grito de «impresentable», le agredió tirándolo al suelo. El resto de sindicatos y personal de recursos humanos tuvo que interponerse para que la pelea no derivara en lesiones más graves entre el sindicalista y su jefe. La reunión se celebró en las oficinas de Renfe en la madrileña Avenida de Barcelona, próximas a la estación de Atocha.

En cuanto al «principio de acuerdo» firmado por Renfe y tres de sus sindicatos, Fomento asegura en un comunicado que «el acuerdo aporta estabilidad al proceso de creación de sociedades en la operadora, que permitirá a la compañía competir en un mercado liberalizado en condiciones óptimas». Según explica el Ministerio, el preacuerdo aborda «los aspectos más vinculados a los trabajadores», como son los relacionados con el marco competencial entre la sociedad ‘holding’ y las cuatro sociedades, los derechos de los trabajadores, y la movilidad geográfica y funcional entre las sociedades. También regirá el modelo de interlocución sindical y el convenio de grupo, los órganos de representación y negociación colectiva, el marco de referencia para futuros expedientes de regulación de empleo (ERE), las relaciones intersocietarias y la «estabilidad en la titularidad pública de la compañía».

Renfe se ha comprometido con los sindicatos a abordar su futuro en el «supuesto» de que se «plantee la apertura a la participación privada» del capital de alguna de las cuatro sociedades en que la operadora se segregará con el principio del nuevo año. La «supuesta» privatización parcial de la compañía «en ningún caso será mayoritaria» y «se hará a través de la negociación con los sindicatos». «Las cuatro nuevas sociedades» en que se dividirá la operadora estarán «inicialmente participadas en su integridad por la entidad pública Renfe, iniciando su actividad con un capital social 100% público y con la vocación de mantener ese carácter público en el desarrollo de sus actividades en el nuevo modelo empresarial». No obstante, apunta que «en el supuesto de que en un futuro se plantee la apertura a la participación accionarial privada en alguna de las sociedades, que en ningún caso será mayoritaria, se hará a través de la negociación con los representantes legales de los trabajadores». En este caso, la compañía también garantiza que «en el caso de variación en la participación accionarial, los trabajadores de la sociedad afectada permanecerán en el grupo Renfe «.

Renfe se convertirá el próximo año en un ‘holding’ del que dependerán cuatro sociedades filiales. Tres de ellas canalizarán los actuales negocios de la operadora (transporte de viajeros, tráfico de carga y talleres), mientras que la cuarta se dedicará a alquilar trenes a operadores privados.

Con esta reestructuración, la operadora pretende contar con una organización más adecuada para afrontar apertura a la competencia del transporte de viajeros en AVE que Fomento prevé abordar de forma «inminente» con el fin de que sea una realidad y otras empresas compitan con Renfe en el primer semestre de 2014.