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Huelga en León por «agravios ferroviarios»

El sector ferroviario en la provincia de León irá a la huelga en tres días distintos de finales de junio, según anuncian el Sector Ferroviario de Comisiones Obreras (CC.OO.) y el Sector Federal Ferroviario de la Confederación General del Trabajo (SFF-CGT) «ante los constantes incumplimientos y decisiones unilaterales por parte de las diferentes sociedades del Grupo Renfe». El día 23 se producirá la primera huelga de 13:00h a 17:00h y de 22:00h a 23:59h. Dos días después, el viernes 25 la huelga se llevará a cabo durante prácticamente todo el día, desde las 00:00h hasta las 23:00h. La última de las tres huelgas anunciadas por los sindicatos se producirá el día 27 de junio entre las 13:00h y las 17:00 y entre las 22:00h y las 23:59h.

«Los agravios ferroviarios continuos a los que se ve sometida la provincia de León motivan la convocatoria de huelga, con afectación social además de laboral», afirman los sindicatos. Apuntan a varias razones para establecer la huelga. El cierre del Centro Médico de la provincia, «si fecha próxima de reapertura en las condiciones previas, evidenciando la política de vaciado de contenido previo al muy probable cierre».

Por otro lado, señalan hacia la «externalización constante de y pérdida de cargas de trabajo y plantilla en las Bases de Mantenimiento» del Colectivo de Talleres. Reclaman una «reposición de la plantilla en estaciones y servicios a bordo así como en los Trenes de Alta Velocidad del CGO». Además, piden la «creación de la residencia de intervención Servicios Comerciales. Reivindicación que pretende adecuar las condiciones laborales a las que realmente desempeña la plantilla».

Sobre el colectivo de conducción, reclaman a Renfe la habilitación del personal del vehículo S-114 y comercialización del producto Avant hasta León y la reposición de plantilla y la «Recuperación de las circulaciones existentes previas a la covid-19 (Trenes Hotel e Intercity Galicia-País Vasco) u otras circulaciones sustitutivas, acorde al compromiso de recuperación del 100% de las mismas».

La convocatoria de la huelga coincide con la noticia de que, por fin, el Administrador de Infraestructura Ferroviaria (Adif) «en menos de dos meses» acabará con el famoso fondo de saco de la que en un principio era una estación provisional para León cuando se construyó en 2011, pero que ha terminado sustituyendo a la centenaria Estación del Norte. Una integración que debería haberse terminado a finales de 2018 según el último ministro de Fomento del PP, Íñigo de la Serna y que la propia Adif decía que se tenía que haber abierto el año pasado, pero que la pandemia ha retrasado otro año más.

La presidenta de Adif asegura en una entrevista que los trenes con destino y origen de Asturias pasarán de forma directa por la provisional de León «este verano». Reconoce que podrían circular los Alvia por los túneles de la variante de Pajares el próximo año; pero eso sí, por ahora, «en ancho ibérico». Isabel Pardo de Vera dice que se está «acabando el montaje de vía» reconociendo que «el tramo más crítico sería La Robla, hasta que empieza el tramo del Pajares» y que se va «a poner la pasante de León en verano para que los trenes no tengan que hacer inversión de marcha, que ya ahorra unos veinte minutos«.

Paros residuales para el Día de la Mujer

Este lunes 8 de marzo se celebra el Día de la Mujer, que este año estará marcado por la pandemia del coronavirus. Más allá de las marchas, no hay convocada una huelga general a nivel estatal, aunque sí se ha convocado huelga feminista, por ejemplo, en Cataluña, a diferencia de lo que suele ser habitual cuando llega esta fecha tan señalada en el calendario de reivindicaciones feminista. La Intersindical Alternativa de Catalunya (IAC) y la Confederación General de los Trabajadores (CGT) han convocado paros de manera general para el lunes, junto con Sindillar, el Sindicat de Periodistes y otras organizaciones que dan apoyo a la convocatoria. Los convocantes han manifestado que, a pesar de las dificultades para organizarse —debido a la pandemia de coronavirus— han decidido continuar con la huelga general para dar cobertura legal a todos los sectores y a toda la clase trabajadora catalana.

Precisamente en el área de Barcelona, todos los operadores de transporte público ofrecerán como mínimo el 85% del servicio durante la jornada del 8M, con motivo de esta huelga. Metro, Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), Rodalies Renfe, Tram Barcelona, el bus urbano de la ciudad condal y el metropolitano, interurbano y otros buses urbanos ofrecerán este mínimo de servicio, tal y como ha confirmado la Autoritat del Transport Metropolità (ATM). En comparación con otras ocasiones, este año los servicios mínimos se han incrementado al considerar imprescindible que se garantice el funcionamiento normal de un servicio esencial y como medida de contención de la propagación de la covid, para evitar aglomeraciones.

El Gobierno balear ha aprobado también servicios mínimos ante la convocatoria de huelga por parte de CGT Menorca para este lunes, servicios que afectan a todos los trabajadores de todos los ámbitos sectoriales, públicos y privados, funcionarios, de la isla de Menorca. El acuerdo alcanzado, sin embargo, garantiza los servicios esenciales de sectores estratétgicos y de emergencias al 100% y establece diferentes servicios mínimos para los ámbitos educativo, sanitario y de transporte, pero también para la administración y entes públicos.

Hace más de 45 años que la Organización de Naciones Unidas oficializó el día 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer con el objetivo de acabar con la desigualdad y desde entonces (y antes también, aunque no tan institucionalizado) es un día que ha ido siempre de la mano de reivindicaciones. No obstante, desde hace unos años las protestas de los ochos de marzo dieron un paso más, y en España se convocaron las primeras huelgas de mujeres para demostrar que, efectivamente, el mundo se para si se para la mitad de la población. Después de huelgas generales y de multitudinarias concentraciones en todo el país, 2020 se celebró de otra manera, aún con manifestaciones (envueltas en polémica) pero sin convocatoria de huelga. Y este año, los paros anunciados son casi residuales.

Secretarias, guardagujas, limpiadoras, informadoras, vendedoras de billetes… Eran los trabajos que realizaban las mujeres desde los inicios del ferrocarril y que se mantuvieron a lo largo de décadas. Fue ya a mediados del siglo XX cuando las mujeres llegaron a formar parte del personal administrativo, aunque a las mujeres contratadas en trabajos auxiliares de administración, se las excluía automáticamente en la promoción de la escala administrativa y, en el caso de que contrajeran matrimonio, se las separaba del servicio por la prescripción de ‘excedencias forzosas por matrimonio’. Y, casi en las postrimerías del siglo, se incorporaron las primeras mujeres a otros oficios como factor de circulación o maquinista.

Renfe trabaja en la actualidad por la consecución de la paridad de su plantilla. Actualmente trabajan en Renfe 1.863 mujeres, el 13% de los 14.435 empleados de la compañía. El plan de desvinculaciones vigente en el Grupo y los procesos de selección e incorporación de nuevos trabajadores, han permitido dibujar una estrategia de reducción de la diferencia para llegar a alcanzar una representación femenina cercana al 25% en 4 años y del 50% en diez.

Sin acuerdo en el conflicto del tranvía de Zaragoza

La reunión en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (Sama) entre los trabajadores y la empresa del tranvía de Zaragoza ha finalizado de nuevo sin acuerdo, por lo que se mantendrán los paros parciales de media hora en las horas punta. Desde Tranvías de Zaragoza aseguran que el comité de empresa quiere seguir dilatando la negociación y convertir este proceso en «interminable», después de más de dos meses fallidos de reuniones en el Sama y dos años de conversaciones previas sobre el convenio.

Tras llevar más de dos años con el sueldo congelado y tener una de las peores remuneraciones del sector, los trabajadores del Tranvía de Zaragoza se han plantado. Y por mayoría valoraron de manera totalmente unánime continuar con los paros. «Se sienten infravalorados», dijo el presidente del comité de Tranvía de Zaragoza, quien recordó que han denunciado ante el juzgado el Erte que la empresa aplicó el año pasado con el consiguiente descuento en las nóminas.

La compañía acusa al comité de haber «tirado por la borda» los avances de los últimos meses, en una estrategia «orquestada» de manera conjunta con los trabajadores del transporte urbano tomando «como rehenes» a los ciudadanos como modo de presionar y de conseguir unas reivindicaciones «totalmente alejadas de cualquier realidad». Defienden que han realizado un ejercicio de responsabilidad, especialmente en el actual contexto económico y social y que han atendido, en la medida de sus posibilidades, las reclamaciones del comité sin asumir pretensiones «fuera de la realidad».

Los Tranvías de Zaragoza recalca el esfuerzo llevado a cabo al proponer un marco estable para los próximos años basado en cuatro ejes: mantenimiento del empleo, mejora del poder adquisitivo, mejoras en la jornada, la formación y la promoción interna y mejoras organizativas y del cuadrante laboral. Los paros se iniciaron el pasado 5 de enero, han continuado en febrero y van a mantenerlos desde el 9 de marzo hasta el 9 de abril. Hay condiciones, explican fuentes del organiosmo, a las que no piensan renunciar como el establecimiento de una jornada máxima de conducción ininterrumpida de 4 horas y media frente las 5 horas y media que vienen realizando los conductores, así como fijar su jornada en 7 u 8 horas diarias y no las 9 que están haciendo habitualmente.

Los trabajadores quieren evitar «turnos maratonianos» que hacen imposible la conciliación de la vida laboral y personal, reducir la jornada (ya que el proyecto de explotación marca 1.688 horas anuales de trabajo y hacemos 1.720) e incrementar los salarios «muy por debajo de los que tienen otros profesionales del sector». «Habíamos rebajado nuestras pretensiones. Les ofrecimos en el Sama el IPC más el 1,5% en lugar del 4% de nuestra propuesta inicial, pero la empresa a todo nos dijo que no». «La concesionaria nos ofreció darnos el IPC de estos años y crearnos una paga de nuestro IPC. Nos parece totalmente insuficiente», reiteran las mismas fuentes.

La compañía, mantiene su voluntad de alcanzar acuerdos y sigue tendiendo la mano para que en un gesto de responsabilidad y altura de miras el comité ponga en valor la propuesta planteada por la empresa tras más de dos años de negociaciones y las 50 reuniones mantenidas» dado que en ese tiempo «por la falta de acuerdo no se ha podido materializar la mejora que propone la empresa para los trabajadores». De cualquier forma, señalan «los paros realizados, con unos servicios mínimos del 80% o 90% se están desarrollando sin incidencias y sin afecciones de relevancia para los usuarios dado el escaso seguimiento inferior al 25% del global de la plantilla e inferior al 50% en el colectivo de conductores».

Semaf desconvoca la huelga

(Actualización 9.20 horas). La huelga en Renfe convocada por el Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (SEMAF), para los días 16 de febrero, y 2, 3, 9 y 10 de marzo, ha sido desconvocada tras el cuerdo alcanzado entre empresa y sindicato durante una reunión celebrada a última hora del viernes. Fuentes de Renfe y del sindicato SEMAF han confirmado la desconvocatoria del paro tras el acuerdo alcanzado que reconoce, en opinión sindical, la solución a sus principales demandas.

Entre ellos estaría la fijación de los recursos necesarios para recuperar el servicio anterior de la pandemia de coronavirus y garantizar la seguridad ocupacional de los trenes en circulación que según SEMAF era motivo de bastantes incidencias últimamente, sobre todo en la comunidad catalana. Además, según dijeron las fuentes sindicales se ha acordado adelantar la formación de nuevos maquinistas, lo que permitirá las movilidades internas y agilizará la salida de personal prevista para los próximos años.

Renfe tenía prevista la suspensión de la circulación de 894 trenes, 259 AVE y larga distancia, con más de 30.000 viajeros afectados, y 894 de media distancia, durante las cinco jornadas de la huelga ahora desconvocada.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) había determinado los servicios mínimos de carácter obligatorio para asegurar la prestación de los servicios esenciales de transporte ferroviario de viajeros y mercancías, ante las jornadas de huelga, de 00.00 a 23.59 horas, convocadas en Renfe por el sindicato Semaf para los días 16 de febrero y 2, 3, 9 y 10 de marzo de 2021. Según la Resolución del Mitma, los servicios mínimos esenciales se establecían en el 100% en hora punta en los trenes de Cercanías y en el 75% del servicio habitual en el resto del día.

El Semaf había convocado cinco jornadas para el próximo jueves, 16 de febrero, y 2, 3, 9 y 10 de marzo de 2021, de 00.00 a 23.59 horas, durante las cuales, Renfe planteó unos servicios mínimos del 100% de circulaciones en hora punta y un 75% en hora valle, una propuesta que el sindicato calificó de «abusiva» que «privan del derecho de huelga a los trabajadores del Grupo». Semaf ha precisado los incumplimientos que han propiciado el conflicto abierto con la Dirección del Grupo Renfe, debido a la falta de recursos, entre otros problemas.

«El Semaf desconvoca las huelgas previstas con el fin de no ahondar en las dificultades que ya padece el usuario del tren, por la actual reducción de trenes y circulaciones respecto al pasado ejercicio. El Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios considera que la circulación de trenes ha de ser plena y se debe recuperar el 100% del servicio lo antes posible. Más en esta situación de pandemia que aconseja aumentar el distanciamiento de las personas en espacios cerrados», señala el sindicato en un comunicado.

Entre las medidas acordadas, a propuesta de Semaf, se estudiarán mejoras en la eficiencia del mantenimiento de los trenes en materia de seguridad operacional. Con el propósito de que estén en condiciones óptimas para circular. Así mismo, el acuerdo permite dar cumplimiento a los procesos internos del Plan de Empleo. Evitar la situación de personal desplazado y solventar las necesidades de plantilla de cada residencia ferroviaria. Además de posibilitar las salidas previstas para 2021. El sindicato de maquinistas ha logrado que el Grupo Renfe adquiera el compromiso de elevar a ámbitos superiores las reivindicaciones del colectivo ferroviario, en cuanto liberalización del sector ferroviario, Obligaciones de Servicio Público (Cercanías y Media Distancia) y el crecimiento de los tráficos de mercancías por ferrocarril.

A pesar de la desconvocatoria, Semaf como organización sindical apolítica, que representa a casi la totalidad de los maquinistas del estado (4250 de los 5000 existentes) expresa que vigilará el cumplimiento de todos los compromisos adquiridos. Acuerdos que tienen el fin de velar por la prestación de un transporte público y de calidad para servir al ciudadano.

Paros parciales en Adif y una huelga

La situación laboral en el ferrocarril español se complica. A los paros convocados por el Semaf, se suma ahora el Comité General de Empresa de Adif, compuesto por los sindicatos UGT, CCOO, SCF, CGT y SF, que ha convocado seis jornadas de paros parciales -tres de ellos de dos horas por cada turno- y una de huelga de 23 horas en el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias por el empleo y en defensa de la empresa pública ferroviaria. Los paros parciales de dos horas por cada turno están convocados para el día 26 de febrero y los días 5 y 12 de marzo entre las 7.00 horas y las 9.00, y las 15.00 y 17.00, mientras que los sábados 27 de febrero y 6 y 13 de marzo estos paros se efectuarán entre las 00.00 y las 2.00 horas. La huelga de 23 horas es para el 26 de este último mes, de acuerdo con un comunicado del comité enviado este viernes.

Según la parte social, el incumplimiento de los compromisos del convenio colectivo en relación al ingreso de personal mediante una oferta de empleo público (OEP), plasmado en el plan de empleo plurianual, genera situaciones como externalizaciones, pérdidas de cargas de trabajo, cierre y reestructuración de dependencias o paralización de movilidad y de jubilaciones parciales, entre otras. Situación, añade el comité en su nota, que se ve paulatinamente agravada por las salidas derivadas de la elevada edad media de la plantilla (alrededor de 56 años).

Para paliar la falta de personal, el comité, reclama al menos unos 3.000 ingresos netos en los próximos tres años, fundamentalmente en puestos operativos y considera «urgente» el ingreso de un importante contingente de personal este mismo año «para paliar los enormes déficits ya existentes que comprometen la función social de Adif».

«Nos encontramos ante una situación crítica en cuanto a plantilla que debido a las jubilaciones que se multiplican de manera exponencial cada año, dada la media de edad de las y los trabajadores de nuestra empresa que sitúa en torno a los 55 años. Desde el año 2005 en el que Adif inicia su actividad, tras la segregación de Renfe en dos entidades, la pérdida de personal ha sido una constante a la que desde la dirección de Adif no se ha puesto solución», aseguran fuentes sindicales. «A las 224 bajas por la creación de Adif AV y las 844 del trasvase del Canal de Venta a Renfe Operadora, hay que sumar la pérdida de 2.359 personas trabajadoras en el periodo 2005 – 2020, de los cuales un 90% pertenecían al Personal Operativo. Se ha pasado de una plantilla de 13.937 trabajadores en el año 2005 a una de 10.373 en el 2020. Para los próximos años la evolución no es alentadora. En una plantilla cuya edad media se sitúa en los 56 años, en el periodo 2021 – 2024 se prevé la baja de 2.337 personas trabajadoras, lo que supondría contar con una plantilla de cerca de 8.000 efectivos», sostienen las mismas fuentes.

Las movilizaciones en Adif se suman a las cinco jornadas de huelga convocadas en Renfe por el sindicato de maquinistas Semaf, para denunciar los recortes en plantilla y mantenimiento que provocan supresiones continuas de trenes y harán imposible recuperar las circulaciones previas a marzo de 2020. Semaf insta también a que la dirección de Renfe «cumpla con el plan de empleo, tras destruir 700 puestos en el 2020 y retrasar deliberadamente todos los procesos». El Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios, Semaf, ha convocado cinco jornadas de huelga en el grupo Renfe para los días 16 de febrero, 2, 3, 9 y 10 de marzo para denunciar los recortes de plantilla y la falta de mantenimiento de los trenes, que, asegura, está obligando a suspender servicios.

El Semaf convoca 5 jornadas de huelga

El Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (Semaf) ha convocado cinco jornadas de huelga en el grupo Renfe para los días 16 de febrero, 2, 3, 9 y 10 de marzo para denunciar los recortes de plantilla y la falta de mantenimiento de los trenes, que, asegura, está obligando a suspender servicios. Según Semaf, se han perdido más de 700 puestos de trabajo en el último año y este déficit de personal aumentará ante lo que consideran unas nulas previsiones de reposición para 2021 y el incumplimiento del Plan de Empleo de Renfe con retrasos «deliberados» de todos los procesos de incorporación.

Los maquinistas denuncian que está habiendo una continua pérdida de puestos de trabajo que hará imposible recuperar las circulaciones previas a la pandemia de coronavirus, al no haber personal suficiente para hacer frente a la circulación del número de trenes programados diariamente. Además, asegura que Renfe está aduciendo a la covid-19 para paralizar el Plan de Empleo cuando, sostiene el sindicato, sus incumplimientos comenzaron con anterioridad a la pandemia.

El sindicato asegura que hay un escaso mantenimiento de los trenes y poca vigilancia de los mismos, lo que provoca que cada día aumenten los trenes que no están en condiciones técnicas y de seguridad para prestar servicio, teniendo en muchos casos que ser suprimidos. Semaf señala que esto se debe al mal funcionamiento de los trenes por fallos técnicos y mecánicos o a que no están en condiciones de circular con seguridad, ya que los grafitis impiden al maquinista ver la vía o a los pasajeros ver el exterior y las salidas de emergencia. A este respecto, el sindicato de maquinistas apunta a que ha presentado «innumerables» denuncias sobre las unidades que presentan deficiencias para su puesta en circulación. Solo en el ámbito de las cercanías de Cataluña (Rodalies) Semaf asegura que ha presentado 1.500 denuncias al respecto.

Además, Semaf ha acusado a Renfe de presionar a los trabajadores para que conduzcan trenes que no están en condiciones de seguridad para circular y de coaccionar a los maquinistas para que trabajen en turnos que no les corresponde a fin de cubrir el déficit de personal. Ello, añaden, está aumentando el riesgo que asumen los trabajadores de la compañía y los usuarios y trasgrediendo los derechos laborales. En este contexto, marcado por la pandemia de coronavirus, el colectivo de trabajadores ferroviarios teme el desmantelamiento del sector público ferroviario y una privatización encubierta de circulaciones.

Durante la jornada de ayer, la mayor parte de las líneas de Cercanías Madrid sufrieron retrasos en la circulación, que Renfe achaca a una huelga de celo que habrían iniciado los maquinistas. Los retrasos en la llegada de los trenes han provocado aglomeraciones en andenes así como en el interior de los coches, como han denunciado algunos viajeros. También Renfe advertía este lunes la posibilidad de retrasos en Rodalies. Desde la operadora, se asegura que los maquinistas llevan desde la semana del 25 de enero protagonizando una huelga encubierta que causa alteraciones en el paso de los trenes de Rodalies. Según Renfe, esta «huelga encubierta» solo responde a reivindicaciones salariales, entre ellos el cobro del 100 % de la prima variable de producción de 2020 o el incremento de 5 días de vacaciones para los colectivos de conducción.

Oficios del tren: el director*

La Compañía de Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (MZA) y la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España se constituyen y terminan como las dos grandes compañías del sector antes de la creación de Renfe (1941), precisamente por la nacionalización de estas y el resto de firmas que operan en nuestro país. El capital de los Rothschild y los Pereire se hace patente en ambas concesionarias, respectivamente, lo que propicia su crecimiento y expansión de forma que, al inicio del siglo XIX, ya controlan algo más de un tercio de la red ferroviaria. Pese a su antagonismo, sus accionistas rubrican un acuerdo para repartirse tráficos, fijar precios de transporte conjuntos y asignarse áreas de influencia. Norte cuenta con 3.205 kilómetros de red y MZA, 2.701 kilómetros.

Por volumen de activos, Norte pasa de ser la decimoctava empresa de Europa en 1890 a ser la décima del continente a partir de 1917; de igual forma, MZA pasa de ser la decimonovena, a la undécima de Europa en los mismos años, siempre detrás de la concesionaria de los Pereire, pero muy cerca de ella. Ambas firmas no solo sellan grandes pactos, sino que llegan a vislumbrar la fusión. Las dos grandes empresas de capital francés creen que la unión refuerza su posición frente al Gobierno y frente al mercado. Aunque nunca llegan a fusionarse, hay tres momentos en los que se acercan (1904, 1919 y 1931). En los tres intentos, la iniciativa parte de Norte y la indecisión la protagonizan los accionistas de MZA. Entre otras razones, establecen como puntos negativos la deficiente estructura de gestión, su mala situación económico-financiera y la equivocada estrategia de confundirse respecto a su principal enemigo, el Estado. Pero no culminan la fusión, principalmente, porque los directivos de ambas empresas consideran que pierden su posición económica y de poder; algunos son consejeros de ambas, y creen que al fusionarse pierden una de las gratificaciones. Tampoco la quieren los políticos; pierden lo que hoy en día se conoce como ‘puertas giratorias’, ya que muchos acaban su vida profesional en los consejos de Norte y MZA.

Estas diferencias de criterio provocan la pérdida de perspectiva de directivos y accionistas, ya que de poder sumar ambas empresas, la resultante sería aún más relevante; la potencial nueva firma alcanzaría una de las posiciones más importantes de España, y se situaría entre las once más importantes de Europa. Pese a los evidentes beneficios que se pueden ver desde el exterior, son pocos los que actúan desde dentro para llevar a buen puerto este propósito y los tímidos intentos por sumar se diluyen como un azucarillo en el agua.

Nuevamente me veo obligado a hacer una precisión sobre el tema elegido para el epígrafe de esta sección y justificar el asterisco del inicio (*). Sensu stricto, la dirección no es ningún oficio, sea en el ferrocarril o en cualquier sector de la economía. El oficio requiere una habilidad manual o de esfuerzo físico y un dominio o conocimiento de la propia actividad laboral. Si bien es evidente que a los directores se les presupone el entendimiento sobre las tareas ferroviarias (aspectos claves para la explotación del negocio), no es menos cierto que no suelen baja al barro, como vulgarmente se dice, para demostrar su saber. Ni tienen por qué hacerlo. Además corresponde su designación al consejo de administración que solo responde de sus decisiones ante los accionistas y nunca ante los trabajadores.

La gestión de las compañías ferroviarias recae sobre los directores, cuya continuidad resulta, además, muy importante para la buena marcha de las misma, más incluso que la de consejeros y presidentes. La figura de dos directores destaca sobre todos los demás. Eduardo Maristany y Gibert (1855-1941) y Félix Boix (1858-1932) son en MZA y Norte, respectivamente las figuras más preclaras, aunque en este caso la balanza se inclina claramente hacia el primero. MZA está mejor gestionada, con un capital organizativo muy desarrollado, centrado en un gran líder como es Maristany. Norte tiene el consejo dividido, con empleados poco eficientes, y con un director como Boix, considerado por la cúpula de MZA, como un mal gerente. Norte y MZA están enemistadas en origen por las dos familias francesas, pero posteriormente se contemplan unidas por los dos directores españoles.

Maristany es un ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, que durante muchos años dirige la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante. Es el prohombre de las empresas ferroviarias, especialmente desde su ascenso en 1908 a la dirección de MZA, hasta que en 1934 se jubila voluntariamente. Destaca como constructor, con el túnel de Argentera, y escribe multitud de artículos y libros. También sobresale por su visión de las relaciones laborales, propia de un liberal puro, y su influencia decisiva en la política ferroviaria de la época. Este catalán deja una profunda herencia en la gestión y procedimientos de trabajo, que se prolonga más allá de la nacionalización ferroviaria de 1941. Sustituye a Nathan Süss, quien alega para abandonar el puesto, tras nueve años al frente de la dirección, estar necesitado de prestar atención al cuidado de su salud. Sin negar esta razón, en realidad las empresas ferroviarias deben “españolizar” sus órganos de dirección desde hacía tiempo, y MZA fija su atención en este ingeniero que tiene 53 años cuando es nombrado para el cargo, con 24 años de experiencia en el ferrocarril.

Su papel en la compañía de los Roschild es complejo, dado que también forma parte del consejo de administración, así como de los organismos directivos de la empresa. El catalán representa los intereses de la propiedad en la dirección, ya que son los accionistas mayoritarios quienes lo designan y, por tanto, es la pieza clave de su delegación para supervisar el trabajo de los directivos. Desde su llegada a la dirección general todos los nombramientos del consejo de MZA pasan por sus manos, y París se limita a asentir sus propuestas. «Maristany es una espectacular ‘correa de transmisión’ del engranaje fundamental del gobierno corporativo en cualquier empresa, en el siempre difícil juego de la delegación y supervisión entre accionistas, consejo de administración y directivos», sostienen los autores de un trabajo biográfico sobre su figura.

La participación de la banca y los financieros no supone que su intervención dé forma a estrategias o estructuras organizativas. Todos juntos en el consejo de MZA constituyen un poderoso grupo de presión, en una operación organizada y controlada directamente por Maristany, quien cuenta con el respaldo de París. Pero además Maristany está en la cúspide de los directivos. Es un perfecto conocedor de los ferrocarriles estadounidenses y escribe sus «Impresiones de un viaje a los Estados Unidos», en el que aborda todos los temas ferroviarios, incluidos organización, explotación, régimen comercial y de personal. «Es decir, conoce las ideas de la figura del ingeniero Poor, realzada por Chandler, quien considera que la eficacia en la gestión ferroviaria radica en la organización para conseguir una división interna del trabajo; en la comunicación para crear sistemáticamente un flujo de información acerca de todas las tareas llevadas a cabo en las diferentes líneas; y en la información para efectuar un análisis continuo de todos los informes relativos al trabajo realizado. Así, los ejecutivos y directores generales se aprestan a tomar decisiones, siendo la estadística y la contabilidad sus piedras angulares», detallan los académicos citados anteriormente.

Fruto de la formación académica recibida en la Escuela de Caminos de Madrid y de la experiencia acumulada en la gestión de las empresas Nord y MZA, el ingeniero catalán desarrolla una filosofía social propia sobre las relaciones laborales en armonía de intereses y del optimismo, y el papel que en ella juegan “el esfuerzo personal, el progreso tecnológico y la independencia del científico». Cuando Maristany se convierte en director general de toda la red de MZA en 1908, se encuentra en su madurez y no viene ligero de equipaje formativo. Además, la ferroviaria tiene consolidado un sistema bien definido de relaciones laborales, que en lo sustancial él sólo retoca. De la dirección general emana la estructura piramidal del resto de la compañía. La regulación y control de los empleados se realiza en dos planos: orden general interno y orden específico de servicio. Maristany genera un verdadero alud de información, donde se muestra hasta qué punto ya rige en la empresa la lógica de mercados internos de trabajo.

Con sus “puertos de entrada” inicial, sus “escaleras” de promoción laboral y sus mecanismos de adquisición de habilidades y conocimientos en el puesto de trabajo, permiten reducir costes de transacción en la relación contractual empleador-empleado, y, por tanto, constituyen una forma eficiente de afrontar un novedoso y difícil problema de gestión de personal, consistente en seleccionar, formar, disciplinar y fidelizar a un número tan elevado de trabajadores para desempeñar un amplio abanico de tareas muy específicas. «Para obtener un personal debidamente capacitado y diestro -señala- es preciso que, además de exigirle al ingreso las condiciones de edad, robustez, moralidad e instrucción general, cuando se trata de empleos administrativos (…), el agente aprenda y se instruya en las diferentes especialidades del ferrocarril, tan varias y diversas”. Lo que se conseguirá mediante “una práctica de aprendizaje en el propio servicio”. Pero, en el caso del personal más cualificado, es obligado recurrir a los “cursos apropiados” impartidos en centros ad hoc como Universidades o Escuelas Especializadas».

Conocida también es la trayectoria ferroviaria de Félix Boix, ingeniero de caminos como el anterior de MZA, inicia sus primeros pasos en los caminos del hierro cuando ingresa en 1895 como director técnico en la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Cáceres y Portugal. Años más tarde en la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España, donde llega en 1908 a director, cargo que mantiene hasta su muerte, con un breve paréntesis entre 1919 y 1920 cuando dirige el Canal de Isabel II. Su figura es tanto o más conocida por su impronta en el mundo del arte, como coleccionista, bibliófilo, alentador de ediciones y exposiciones, crítico de pintura, académico de San Fernando y autor de diversas obras sobre la ciudad de Madrid, a la que en 1927 dona parte de sus colecciones que fueron el germen del Museo Municipal de la capital. El historiador ferroviario Francisco Wais Sanmartín cuenta que el consejo de administración de Norte encarga a Victorio Macho un busto escultórico colocado, pocos años antes de su muerte, sobre un pedestal de granito de tres metros de altura en el vestíbulo de la madrileña estación Príncipe Pío, lugar donde permanece hasta la primavera de 2001, fecha en que ingresa en el Museo del Ferrocarril de Madrid.

Entre 1908 y 1914 se produce un gran crecimiento de Norte, con mejora de sus finanzas, pero la Gran Guerra causa dificultades en la explotación, lo que, junto con una subida de precios, con las tarifas congeladas, provoca la crisis de todas las compañías ferroviarias. La crisis es objeto de debate en el II Congreso de Economía Nacional de 1917, en la Asamblea Ferroviaria de enero de 1918 y en el I Congreso de Ingeniería, ya a finales de 1919. En estos foros empieza a cuajar la idea de la nacionalización, como solución a los problemas del sector. Las posturas de las compañías de MZA y del Norte, personificadas por Maristany y Boix, son bien distintas: más combativa la de MZA, y más contemporizadora, la del Norte. Una de las consecuencias de la crisis es la decisión de electrificar determinados tramos de la red. El 24 de julio de 1918, con Francisco Cambós al frente del Ministerio de Fomento, se promulga la ley mediante la que el Estado concerta con la Compañía del Norte la electrificación del tramo de 60 kilómetros, entre el puente de los Fierros y Busdongo, en el Puerto de Pajares. Después Norte electrifica otros tramos, como los de Madrid-Ávila-Segovia y Barcelona- Manresa. Otra consecuencia es la subida de tarifas, autorizada por ley el 26 de diciembre de aquel año.

En 1919, Boix sale de la sociedad, por diferencias con el presidente del consejo de administración, y pasa a dirigir el Canal de Isabel II. Sin embargo, al cabo de poco tiempo, en junio de 1920, se reintegra a Norte con el puesto de administrador-director. Lo más destacado de su estancia al frente del Canal es la concurrencia de este organismo a la exposición del Congreso de Medicina e Higiene de 1919, en la que se otorga al Canal de Isabel II la Medalla de Honor. El ingeniero permanece al frente de la compañía hasta su fallecimiento, secundado por tres subdirectores eficientes: Olanda, Moreno Ossorio, conde de Fontao, y Enrique Grasset. Colabora en los trabajos del Consejo Superior de Ferrocarriles y es miembro de la comisión permanente de la Asociación Internacional de los Congresos de Ferrocarriles.

La relación de amistad entre Boix y Maristany se fomenta por ciertas casualidades de su perfil personal y profesional. Ambos son oriundos de Barcelona, hacen la carrera prácticamente al mismo tiempo y su formación es similar. Por un lado, viven en épocas similares; Boix nace en Barcelona en 1858 y muere en Madrid en junio del 32, mientras que Maristany nace en la Ciudad Condal en 1855 y muere en la misma en mayo de 1941. Por otro lado, acceden en el mismo año (1908) a la dirección general de las dos empresas rivales que nacen en los mismos años (MZA en 1857 y Norte en 1858), matrices de dos familias rivales francesas (Rothschild y Péreire) controladas por sus dos comités de París. Maristany dice que sólo reverencia en temas ferroviarios a Félix Boix” (destaca el biógrafo, ensayista, historiador y periodista García Venero).

Cuando este dimite de la dirección de Norte (para volver al año y medio), Maristany al ser requerido para emitir una opinión sobre temas varios por el Ministerio de Fomento argüía: “He de consultar a Don Félix Boix… Necesito conocer la opinión de Don Félix Boix” (García Venero). Son dos personas con una fuerte personalidad, pero con un carácter bien distinto, que se manifiesta en la forma de dirigir su organización: Norte con el conservador Boix y MZA con el más flexible Maristany. El diferente rasgo del responsable da dos perfiles de empresas bien distintas. Boix considera a Maristany como “siempre tuyo buen amigo y compañero” (Carta de F. Boix a Eduardo Maristany, 27 de noviembre de 1923). Por otro lado, García Venero, considera a Boix y Maristany como “fraternales amigos y al tiempo colegas”.

Boix y Maristany discrepan sobre las relaciones laborales y la dirección de la empresa. Cuando en 1912 se regula el descanso dominical, Norte carece aún de normas precisas sobre este particular, lo que se traduce en condiciones de trabajo muy duras, jornadas demasiado largas y descansos reducidos, no generalizados y a menudo sin retribuir. En marzo, se producen paros en los talleres de reparación de material móvil y motor de Norte en Valladolid. En ese mes, el sindicato de la Federación Nacional de Ferroviarios eleva sendos escritos al Gobierno y a la dirección, en los que figura como primera exigencia el cumplimiento de la Ley de Descanso Dominical. Norte considera que en ese año cumplía con lo estipulado en el contrato y además proporciona a los obreros una serie de ventajas sociales como economatos, ayudas económicas y gratificaciones.

En este clima de tirantez, en octubre de 1912, Boix remite a su colega Maristany y al ministro de Fomento sendos informes, uno “sobre las peticiones formuladas por el Congreso Ferroviario” y otro en el que detalla las “instituciones establecidas por la compañía a favor de su personal”. Estima Boix, que tales peticiones son disparatadas por su elevado coste (más de 20 millones de pesetas) y se muestra convencido de que el personal ferroviario, y muy en particular el de su red, está bien retribuido y tiene garantizado el puesto de trabajo, además de disfrutar de otras muchas ventajas laborales desconocidas aún en la mayoría de las industrias. Según Boix, carece de toda justificación esa manera “improcedente y arbitraria de exigir sacrificios no justificados” a una compañía que en este terreno siempre va por delante no sólo de todas las demás ferroviarias, sino también del propio Estado, como queda de manifiesto en los informes que adjunta. Con esto, Boix deja claro su rotunda negativa a reconocer ningún tipo de capacidad negociadora a los movimientos sindicales.

Norte también tiene un gran protagonismo en la primera huelga general indefinida de España, proclamada el 13 de agosto de 1917. La compañía de los Pereire se niega a readmitir a los despedidos por el conflicto de la violenta huelga general de Valencia de 19 de julio, al final desconvocada. El 2 de agosto de 1917, el Sindicato de Norte propone a la Federación Nacional de Ferroviarios una huelga general para el 10 de agosto. Las negociaciones entre empresas, trabajadores y gobierno fracasan. Los representantes sindicales deciden ir a la huelga el día 13. Norte despide a 6.000 operarios para reprimir la propuesta. A partir de 1917 se entra en un periodo de crisis debido al agotamiento de la guerra y a que las exportaciones generan escasez de alimentos, sobre todo en el interior del país. La falta de alimentos produce la crisis española de 1917 y la posterior huelga general.

La huelga tiene menos virulencia para MZA, a pesar de que concede menos ventajas a sus trabajadores que Norte. Por ello, resulta normal que una posible fusión inquiete en la primera porque consideran que el personal de Norte es más incómodo de dirigir que el suyo propio. Ambas compañías tienen diferencias de salarios, pero también del resto de ventajas de que disfrutaban los trabajadores. Norte concede muchos más privilegios sociales que MZA, por ello esta última empresa no ve clara una fusión pues tendrá que igualar por arriba y ello significa un considerable aumento de los costes. MZA teme, sobre todo, la desigualdad que existe entre ambas empresas respecto a la edad de jubilación y las consiguientes pensiones; mientras en Norte los trabajadores se pueden jubilar a los 55 años, en MZA no lo hacen hasta los 60.

El intento de fusión realmente concluye con el fallecimiento del director general de Norte, Boix, en mayo de 1932, el cual es uno de los principales promotores de este proyecto. Este director de Norte tiene gran prestigio entre los dirigentes de su compañía, sobre todo, porque es el interlocutor natural de Maristany. Curiosamente, el primer director de Renfe en 1941 es un directivo de Norte, Francisco Javier Marquina y Borra, un arquitecto guipuzcoano que posteriormente dirige el Puerto de Pasaia. Eduardo Alfonso Quintanilla, director de MZA en 1934 y 1935, sustituye a Gregorio Pérez Conesa en la presidencia de Renfe, tras tres años de permanencia en el cargo.

(Imagen, Eduardo Maristany, izquierda, y Félix Boix)

(Fuentes, Tomás Martínez Vara, Miguel Muñoz y Pedro Pablo Ortúñez Goicolea, en «Eduardo Maristany Gibert (1855-1941). Director general de MZA». Francisco de los Cobos Arteaga y Tomás Martínez Vara, en «Los Pereire y las Compañías de Norte de España y Midi en la definición de las conexiones ferroviarias franco-españolas 1832-190». Miguel Ángel Villacorta Hernández, en «Intentos de fusión entre las dos principales empresas de un sector: el caso MZA y Norte». Emerenciana Paz Juez Gonzalo, en «La conflictividad laboral en las antiguas compañías de ff.cc. de España”.)

La SNCF se desangra

La SNCF anunció la semana pasada la venta de 400.000 billetes a precio reducido para intentar recuperar la confianza de sus usuarios. Con esta medida, la operadora francesa intenta mejorar la imagen para que la huelga que desde noviembre llevan a cabo sus trabajadores (y otros miles de otros gremios) no repercuta negativamente sobre sus 14 millones de usuarios diarios. Hace escasos días una revista de consumidores le otrorgaba el premio ‘Cactus d’or’ como peor empresa francea de 2019.

Los efectos de los paros se hacen notar sobre el negocio de la SNCF. Algunos TGVs ahora cuestan el precio de un TER. Un viaje París-Estrasburgo en Ouigo se vende por 22 euros. Algunas líneas, que antes costaban entre 80 y 130 euros, han visto sus precios divididos por cuatro o incluso cinco, lo que no es suficiente para llenar las líneas, algunas de las cuales sólo están llenas en dos tercios.

Desde el 5 de diciembre, el coste directo de la huelga de los trabajadores ferroviarios para la SNCF se estima en 700 millones de euros. Veinte millones de euros al día. Sin embargo, esta huelga representa la suma de 19 euros por hogar fiscal y 41 euros por contribuyente. Esto se suma a los 215 euros que la SNCF cobra anualmente a cada francés.

Y no es la primera vez que una huelga afecta a las finanzas de la operadora francesa. Del 3 de abril al 28 de junio de 2018, la SNCF perdió cerca de 790 millones de euros como resultado de los paros en el sector ferroviario. Esta suma supera con creces los 679 millones de euros de beneficio neto para el año 2017. Si nos limitamos a los movimientos de 2018 y 2019, se esfumaron unos 1.500 millones de euros. En los dos últimos años, 1 de cada 20 euros de subvenciones públicas concedidas a la SNCF se ha utilizado directamente para compensar el coste de las huelgas de los trabajadores del ferrocarril.

Pero en la actualidad, la situación es aún más grave. Creada como EPIC desde una ley de 1982, la SNCF es una sociedad anónima de capital público desde el 1 de enero, volviendo a su situación anterior a los años 80 cuando era una sociedad anónima de capital mixto. La competencia en el transporte ferroviario entró en vigor sólo dos días antes de que comenzara el conflicto, sin apenas ruido y prácticamente sin que la sociedad francesa se enterara.Este cambio de estatus se basa principalmente en la situación de los ferrocarriles alemanes, donde el ferrocarril está abierto a la competencia desde 1993. Desde la reunificación de las empresas ferroviarias a través del Rin en 1994, Deutsche Bahn también se ha constituido como sociedad anónima con capital 100% estatal.

La huelga de 2019 ya ha dado lugar al reembolso de 1,4 millones de euros a los usuarios y a la cancelación de la tasa de febrero para las suscripciones anuales. Todas estas medidas tienen como objetivo compensar la creciente exasperación de los usuarios. Si bien los salarios de los huelguistas constituyen un gasto menos, se compensa con la capitalización de los activos no utilizados. Estos son los mismos activos que la SNCF planea vender para mantener su trayectoria presupuestaria. Además de estas cuestiones financieras, la SNCF también tiene que pagar sumas astronómicas en multas, movilizaciones de autobuses y gastos de comunicación.

Los únicos que salen ganando con este proceso son precisamente los competidores de la SNCF. El año pasado, en medio de la huelga, BlablaBus estaba de hecho planeando dos millones de plazas de coche compartido y de autobús, el equivalente a 5.000 trenes TGV. Este movimiento se refleja en el aumento del número de pasajeros, de 50 a 100.000 cada día, pero también en el número de destinos, que pasó de 320 a 400 en toda Europa.

FlixBus también ha aumentado su número de empleados: 400 autobuses al día frente a los 320 que había antes de la huelga, y un aumento de la actividad de la mitad, de los cuales el 20% es consecuencia directa del movimiento social. 500 millones recaudados en julio del año pasado. El panorama para la operadora francesa es más bien sombrío.

(Fuente Contrepoints)

La SNCF pierda ya 400 millones por la huelga

Las huelgas salen caras. La Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF) pierde por cada jornada de paros unos 20 millones en ingresos, según asegura su presidente, Jean-Paul Farandou, en una entrevista publicada esta semana. Es decir que, en los veinte días de conflicto que vive la sociedad francesa, la factura de la huelga asciende ya a 400 millones de euros. Y se esperan aún nuevas moviliaciones una vez acaben las fiestas de Navidad.

La reforma de las pensiones del presidente francés, Emmanuel Macron, ha lanzado a la calle a millones de personas que protestan por los cambios, que afecta en otras cuestiones a la edad de jubilación, principal escollo de las negociaciones ente el Gobierno y los sindicatos. La solución al conflicto no parace fácil y las posibilidades para acercar posturas son aún lejanas. El gremio ferroviario también se ha sumado a las protestas. Sufre un importante y repentino aumento de las bajas por enfermedad; y la ausencia de los conductores de metro se ha triplicado en comparación con diciembre del año pasado.

Farandou subraya que es demasiado pronto para hacer un balance completo de la situación para la empresa, entre otras cosas porque las protestas prosiguen, pero avanzó que sus cuentas de 2019 estarán «fuertemente impactadas». Los trenes son, con el transporte metropolitano de París, los sectores con más seguimiento de las movilizaciones que se iniciaron el 5 de diciembre, y afectan un día más a millones de personas en sus desplazamientos cotidianos.

El primer ministro, Édouard Philippe, presentó el lunes un calendario de negociaciones sobre su proyecto de reforma a partir del 7 de enero con los sindicatos y la patronal mediante múltiples reuniones con los ministros competentes. Pero Philippe Martínez, el líder de la Confederación General del Trabajo (CGT, el principal sindicato convocante de los paros), advirtió este martes de que no le ha gustado la forma utilizada por el primer ministro Philippe para ese anuncio -un comunicado en lugar de una invitación- y dijo que no sabe de qué se va a discutir, en una entrevista a la emisora «France Info».

El secretario de Estado para las pensiones, Laurent Pietraszewski, insiste, por su parte, en que la pelota está en el tejado de los sindicatos para encontrar un compromiso porque el Ejecutivo ha manifestado su disposición con sus propuestas y la negociación que ha abierto, en otra entrevista al canal «BFMTV».

El próximo momento importante de la pulseada entre sindicatos y gobierno se producirá el sábado 28 de diciembre, con una jornada de acciones descentralizadas en todo el país. Sin embargo, el Ejecutivo, que quiere remplazar los 42 regímenes especiales de jubilación existentes por un sistema universal «por puntos», volvió a afirmarlo esta semana en la voz de Pietraszewski: «De ningún modo daremos marcha atrás con la supresión de los regímenes especiales».

Renfe cancela 271 trenes por la huelga

Renfe cancela 271 trenes, 39 de ellos de AVE y Larga Distancia, para este viernes a consecuencia de la jornada de huelga convocada en la compañía por el sindicato CGT coincidiendo con la operación salida del fin de semana de Navidad. Así se establece en el decreto de servicios mínimos dictados por el Ministerio de Fomento. Estos garantizan el 90% de los trenes AVE y Larga Distancia habituales, y el 63% de los de Media Distancia (regionales). La compañía ofrece a los viajeros afectados recolocarlos, en caso de que sea posible, en trenes que circulan en otro horario o bien cambiar el billete para viajar otra fecha, en ambos casos sin coste.

Para los servicios de Cercanías que la operadora presta en una docena de ciudades, los servicios mínimos son el 50% de los habituales, si bien ascienden al 75% en las horas punta en el caso de Madrid, y del 46% y el 65%, respectivamente, en el resto de ciudades. Fomento atribuye estos porcentajes de servicios esenciales al hecho de que este viernes se considera un día de “excepcional movimiento de viajeros” por coincidir “la movilidad propia de un día laborable con el inicio del fin de semana y de las vacaciones del periodo navideño”.

La huelga impulsada por CGT, sindicato minoritario en el comité de empresa de Renfe, sucede a la jornada de paros parciales que llevó a cabo en la compañía ferroviaria el pasado 5 de diciembre, en ese caso en plena víspera del puente de la Constitución. Esta convocatoria, que según Renfe fue secundada por 152 trabajadores, obligó a cancelar 155 trenes a nivel nacional. Con estas movilizaciones, el sindicato denuncia las “privatizaciones y externalizaciones” que considera se están realizando en el ferrocarril y la “falta de personal” de Renfe y Adif por la jubilación de sus “envejecidas plantillas”.

A los usuarios de cualquier tipo de tren que se vean afectados por las cancelaciones, Renfe indica que les ofrecerá, siempre que sea posible, la opción de viajar en otro tren en un horario aproximado al del billete que se había adquirido. Sin embargo, si lo desean podrán anular o cambiar para otra fecha el viaje sin coste adicional. Para hacerlo podrán contactar con Renfe a través de cualquiera de sus canales de venta o consultar en la web de la compañía.

Esta segunda opción es tan sencilla como introducir en el buscador de trenes, como si fuese a adquirir un billete nuevo, la ruta y la hora programada y verificar que el tren está completo o se siguen vendiendo billetes. En caso de no estar disponible le aparecerá un icono rojo de una exclamación en la que le indicará que el vehículo se ha visto afectado por la huelga así como cuáles son las opciones que tiene para reprogramar su viaje como cliente de Renfe.