El Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (Semaf) ha convocado cinco jornadas de huelga en el grupo Renfe para los días 16 de febrero, 2, 3, 9 y 10 de marzo para denunciar los recortes de plantilla y la falta de mantenimiento de los trenes, que, asegura, está obligando a suspender servicios. Según Semaf, se han perdido más de 700 puestos de trabajo en el último año y este déficit de personal aumentará ante lo que consideran unas nulas previsiones de reposición para 2021 y el incumplimiento del Plan de Empleo de Renfe con retrasos «deliberados» de todos los procesos de incorporación.
Los maquinistas denuncian que está habiendo una continua pérdida de puestos de trabajo que hará imposible recuperar las circulaciones previas a la pandemia de coronavirus, al no haber personal suficiente para hacer frente a la circulación del número de trenes programados diariamente. Además, asegura que Renfe está aduciendo a la covid-19 para paralizar el Plan de Empleo cuando, sostiene el sindicato, sus incumplimientos comenzaron con anterioridad a la pandemia.
El sindicato asegura que hay un escaso mantenimiento de los trenes y poca vigilancia de los mismos, lo que provoca que cada día aumenten los trenes que no están en condiciones técnicas y de seguridad para prestar servicio, teniendo en muchos casos que ser suprimidos. Semaf señala que esto se debe al mal funcionamiento de los trenes por fallos técnicos y mecánicos o a que no están en condiciones de circular con seguridad, ya que los grafitis impiden al maquinista ver la vía o a los pasajeros ver el exterior y las salidas de emergencia. A este respecto, el sindicato de maquinistas apunta a que ha presentado «innumerables» denuncias sobre las unidades que presentan deficiencias para su puesta en circulación. Solo en el ámbito de las cercanías de Cataluña (Rodalies) Semaf asegura que ha presentado 1.500 denuncias al respecto.
Además, Semaf ha acusado a Renfe de presionar a los trabajadores para que conduzcan trenes que no están en condiciones de seguridad para circular y de coaccionar a los maquinistas para que trabajen en turnos que no les corresponde a fin de cubrir el déficit de personal. Ello, añaden, está aumentando el riesgo que asumen los trabajadores de la compañía y los usuarios y trasgrediendo los derechos laborales. En este contexto, marcado por la pandemia de coronavirus, el colectivo de trabajadores ferroviarios teme el desmantelamiento del sector público ferroviario y una privatización encubierta de circulaciones.
Durante la jornada de ayer, la mayor parte de las líneas de Cercanías Madrid sufrieron retrasos en la circulación, que Renfe achaca a una huelga de celo que habrían iniciado los maquinistas. Los retrasos en la llegada de los trenes han provocado aglomeraciones en andenes así como en el interior de los coches, como han denunciado algunos viajeros. También Renfe advertía este lunes la posibilidad de retrasos en Rodalies. Desde la operadora, se asegura que los maquinistas llevan desde la semana del 25 de enero protagonizando una huelga encubierta que causa alteraciones en el paso de los trenes de Rodalies. Según Renfe, esta «huelga encubierta» solo responde a reivindicaciones salariales, entre ellos el cobro del 100 % de la prima variable de producción de 2020 o el incremento de 5 días de vacaciones para los colectivos de conducción.