Archivo de la etiqueta: Valencia

Renfe comprará locomotoras Euro 6000

Renfe negocia la compra de nuevas locomotoras Euro 6000 a la suiza Stadler para competir con la francesa SNCF en el negocio de mercacías, según aseguran fuentes del sector. La compañía presidida por Isaías Táboas está inmersa en el proceso de negociación y ha encargado de manera urgente a la consultora pública Ineco, dependiente del Ministerio de Movilidad, Transportes y Agenda Urbana (MITMA), que explore la idoneidad de la posible compra de locomotoras de alta potencia, asegura laInformación.

Aunque la división de Mercancías ha conseguido mejorar sus resultados durante el último año, donde tiene el 60% de la cuota de mercado, son las privada Captrain (SNCF) y Continental Rails (ACS) las que tienen más peso. Pese a todo Renfe no ha sufrido la crisis del coronavirus como el resto de unidades de negocio y ha incrementado de enero a abril tanto sus ingresos (10,4%) como las toneladas transportadas (6,74%). Las cifras consultadas, no obstante, también afloran pérdidas de 8,36 millones de euros para el mismo periodo.

La compañía apenas da pistas de los detalles de su compra. Ha licitado un contrato bajo la fórmula de negociado sin publicidad, es decir, un modelo restringido en el que evita hacer pública cualquier tipo de información. Así, Renfe ha buscado a su potencial comprador sin desvelar datos comerciales que pueda consultar la competencia. Solo es consultable el dinero licitado (76 millones de euros), el máximo que está dispuesto a ofrecer. La resolución de las negociaciones podría llegar este mismo mes de junio. La propuesta se llevaría al próximo consejo de administración de Renfe que, pese a no tener una fecha fijada, acostumbra a celebrarse el último martes de cada mes. En este caso, el 29 de junio. Preguntadas por la operación, Renfe y Stadler no han querido realizar comentarios, precisa el mismo medio digital.

La compra de Renfe sigue los últimos pasos de SNCF. El operador francés lleva tiempo presente en España más allá del sector viajeros. Cuenta en el país con su filial Captrain, que precisamente compró a Stadler una docena de sus locomotoras Euro 6000 el verano pasado. Se trata de vehículos con una capacidad de carga superior a la del resto de locomotoras del mercado. En concreto, ofrece la mayor capacidad de tracción de carga en Europa, lo que se traduce en poder transportar trenes más largos y pesados. La compra del operador francés se articuló a través de la compañía de arrendamiento de material rodante Alpha Trains, quien compraría los activos para más tarde alquilarlos. Todas estas locomotoras de nueva construcción, además, se fabricarán en Valencia y serán entregadas durante el segundo semestre de este año 2021.

Stadler ha vendido más de 2.200 locomotoras y es el referente europeo en el segmento de locomotoras diésel-eléctricas. Las Euro6000 forman parte de la familia de locomotoras Stadler Eurodual, que ofrece la mayor capacidad de tracción de carga del mercado europeo, lo que permite el transporte de trenes más largos y pesados y da como resultado una mayor rentabilidad de los servicios de transporte. «El éxito de nuestras locomotoras se basa en su alto rendimiento y la flexibilidad que ofrecen a los operadores ferroviarios para cubrir las operaciones de transporte de una forma eficaz y sostenible”, sostienen desde la firma suiza.

El hyperloop español se presentará en Dubai

Una maqueta realista del hyperloop, un transporte con cero emisiones, totalmente eléctrico y que puede viajar a 1.000 kilómetros por hora, se exhibirá a partir de octubre en el Pabellón de España en la Exposición Universal de Dubái. La cápsula de seis metros de largo diseñada por la empresa Zeleros se instalará en el área española que se estructura en tres espacios temáticas (oportunidad, movilidad y sostenibilidad) y tiene previsto reunir a más de 200 participantes y atraer más de 25 millones de visitantes, el 70 % de ellos internacionales. Con esta iniciativa, Zeleros pretende dar a conocer los beneficios de este sistema de transporte, un proyecto que se desarrolla a nivel internacional y cuenta con el apoyo del sector industrial y las instituciones y que «tiene mucho que ofrecer en los próximos años», según David Pistoni, cofundador de esta empresa nacida de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV).

La maqueta muestra las principales tecnologías del sistema de transporte hyperloop de Zeleros, que es escalable al incluir la mayoría de tecnologías integradas en él y no en la infraestructura y que puede conectar ciudades como Barcelona y París en cuestión de minutos, a velocidades de hasta 1.000 kilómetros por hora. “Crear algo nuevo que es costoso y arriesgado y nuevos desarrollos tecnológicos, como los programas de exploración lunar, se han producido a causa de esta financiación”, explicaba el ministro de Ciencia, Pedro Duque, durante la presentación del transporte en el Museo de las Ciencias de Valencia. Duque, que considera a la UPV “casi” como su universidad por ser la primera que le recibió como doctor honoris causa, ha indicado que en un momento crítico de la historia como el actual, la transición energética debe comenzar “cuanto antes” y hay que aprovechar algunos efectos de la pandemia, como la mayor conciencia de la sociedad y los gobiernos en el valor de la ciencia en los desarrollos tecnológicos.

La competición universitaria internacional abierta por Elon Musk, dueño de Tesla, para buscar las mejores soluciones para este medio de transporte se desarrollará en su sexta edición este verano en Valencia. El grupo de estudiantes de la UPV que se planteó hace unos años resolver este reto y que posteriormente se convirtió en Zeleros logró el premio a la mejor propuesta de hyperloop en Estados Unidos. Actualmente esta empresa es uno de los seis líderes internacionales que está desarrollando la tecnología. De este proyecto forma parte un equipo de más de 50 personas e involucra a más de 150 en el ecosistema y cuenta con más de 10 millones de inversión pública y privada (por ejemplo de Red Eléctrica, ArcelorMittal o Airbus, y CEDETI) para desarrollar una tecnología diferencial que permite reducir los costes de infraestructura -que son el 95 % de este tipo de productos- y que las presiones en su interior sean más parecidas a la aviación y más seguras y fáciles de certificar.

También el president de la Generalitat, Ximo Puig, ha destacado que ahora, gracias “al talento y el esfuerzo que nace de las universidades y los institutos científicos, tenemos la oportunidad de ser protagonistas” de la innovación. Ha reconocido que la primera vez que oyó hablar del hyperloop pensó, por ser tan disruptivo y en un escenario de “problemas en las Cercanías”, que “era algo muy lejano”, pero “ahora sabemos que en esta década del 20 al 30 se va a visibilizar”. Pistoni ha destacado que el proyecto está alineado con los objetivos de descarbonización de la Unión Europea y España cuenta con el sello de infraestructuras de alta velocidad, que “nos coloca en una posición muy privilegiada”. En la Comunidad Valenciana, hay dos proyectos tractores, la Alianza Valenciana de Baterías y E-Mobility Hub, y el ecosistema de Marina de Empresas, en la que trabaja Zeleros “mano a mano”.

Este nuevo medio de transporte busca revolucionar los viajes de larga distancia, haciendo las rutas de larga distancia rentables y energéticamente eficientes. Su fundador y CEO, David Pistoni, está convencido de que estamos ante el quinto medio de transporte, que tiene por delante el reto la integración y la seguridad, además de una responsabilidad para cambiar el modelo de movilidad y hacerlo más sostenible.

Mejores frecuencias en tranvía y metro Valencia

Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) mejorará las frecuencias del metro y el tranvía de Valencia con una inversión de 235 millones de euros hasta 2023. Con este programa de mejoras «se disminuirán los tiempos de paso de circulación en todos los tramos de la red, dando respuesta a demandas históricas de las personas usuarias de Metrovalencia», asegura el conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España, que ha presentado el Plan de Mejora de Frecuencias de la red de Metrovalencia previsto para los próximos años. El objetivo de este conjunto de actuaciones «aumentará la capacidad de transporte y se da un paso fundamental para consolidar el servicio que ofrece Metrovalencia, como una alternativa real al uso de vehículo privado».

El nuevo plan se ha presentado este martes a través de Twitch a los 37 municipios y ciudades por las que circula la red de metro y tranvía en Valencia y a las personas usuarias que se han conectado en directo. Para hacer posible esta mejora sobre la actual oferta de transporte de la red de metro y tranvía, se destinarán más de 235 millones de euros a nuevas actuaciones técnicas e incorporación de nuevos tranvías. De la cantidad anunciada, más de 90 millones de euros se invertirán en las líneas de metro para desdoblar tramos de vía única; aumentar los puntos de escape y cruce en diferentes tramos en superficie; suprimir pasos a nivel; y modernizar enclavamientos y sistemas de protección de trenes.

La inversión en la red tranviaria asciende a más de 127 millones de euros y comprende la adquisición de nuevas unidades; la ampliación del bucle de la zona de El Cabanyal-Canyamelar; la prolongación de los andenes actuales; la instalación de nuevos escapes y enclavamientos; y la modernización de los sistemas de protección y control de tranvías. «Las primeras actuaciones, que ya están en proceso de planificación y redacción de proyecto, se iniciarán en 2022, para que en 2023 las personas usuarias de Metrovalencia puedan apreciar las primeras mejoras», ha explicado el conseller. El conjunto de actuaciones anunciadas permitirán reducir «considerablemente» las frecuencias de paso, en diferente medida, en la totalidad de la red en superficie, por lo que lógicamente también se reducirán de manera considerable los tiempos de espera en el tramo subterráneo de Metrovalencia.

En algunos tramos, como L’Eliana-Empalme, se alcanzará una importante reducción de los tiempos de paso, al fijar una nueva frecuencia de doce minutos. La frecuencia actual en esta zona era de treinta minutos de Paterna a L’Eliana y de quince minutos de Empalme a Paterna. Asimismo, en el tramo entre Torrent y Picassent se reducirán los tiempos de espera en dieciocho minutos, por lo que se permitirá dar un mejor servicio a las personas residentes y que trabajen en la zona.

En los últimos años, FGV ha mejorado los servicios y frecuencias de paso en los meses de julio y en los días laborables de las semanas de las fiestas navideñas. Además, se ha puesto en servicio el horario nocturno, interrumpido por la pandemia del Covid-19 desde marzo de 2020. Una de las principales actuaciones previstas en la red tranviaria para hacer posible este nuevo plan de frecuencias es la ampliación en el bucle de la zona del Marítimo de las Líneas 4 y 6 de Metrovalencia, para mejorar el servicio de este medio de transporte en la ciudad de Valencia. De esta forma, se modificaría el recorrido de los tranvías por la zona marítima para mejorar las frecuencias de la conexión de los barrios de Orriols, Malva-rosa y El Cabanyal/Canyamelar con el trazado de metro, a partir de la estación de Marítim-Serrería. Con esta mejora, la frecuencia de paso media prevista será de aproximadamente 7,5 minutos, frente a los diez o veinte minutos actuales, dependiendo del punto de origen y destino.

Estaciones singulares: Norte Valencia

El ferrocarril llega a Valencia el domingo 21 de marzo de 1852, en presencia de los duques de Montpensier, Antonio María Felipe Luis de Orleans y su esposa la infanta María Luisa Fernanda, hermana de la reina Isabel II, invitados de la Casa Real. Mientras el pueblo sencillo, entre admirado y asustado, presencia el paso de la locomotora engalanada y sus coches, la sociedad más formada entiende que el nuevo transporte es una oportunidad del progreso al servicio de la economía, la cultura y el desarrollo. Es la tercera línea peninsular ferroviaria (1848 Barcelona-Mataró y 1851 Madrid-Aranjuez) que une el Grao con Valencia, tramo primero de la línea Ferrocarril del Mar a San Felipe de Játiva, comprada por José Campo al concesionario Volney, un trayecto llano y sencillo, entre Valencia y el Grao. El 18 de marzo, dos locomotoras -‘La Valenciana’ y ‘La Setabense’- realizan varias veces el recorrido entre las dos estaciones, con numerosos vagones, para ensayar y familiarizar al personal. Aunque el cielo está lluvioso, Valencia estalla en banderas, guirnaldas y músicas el día en que llega la primavera.

Aunque la estación más famosa sea hoy la del Norte, conviene precisar que Valencia dispone de una terminal somera y funcional en el centro valenciano, con esta misma denominación, que nace principalmente del enorme problema de comunicación que existe entre la capital y la zona portuaria del Grao. El primer proyecto de esta línea lo redactan en 1847 los ingenieros Beatty y Shepherd, de la sociedad de los Ferrocarriles de Madrid Valencia concesionaria de todas las obras, hasta que en 1850 el marqués de Campo compra los derechos de la línea y dos años después constituye la Sociedad de Ferrocarriles del Grao a Játiva, el primer ferrocarril valenciano. La ciudad del Turia experimenta las primeras reformas urbanísticas de gran calado, que culminan con la expansión urbana e industrial que inexorablemente topan con el puerto.

Debido a la gran distancia que media entre el puerto y la metrópoli, una única estación en el interior del recinto amurallado de Valencia, (justo en lo que es hoy una plaza frente al Ayuntamiento) resulta insuficiente. Para facilitar la conexión con la línea, se construye un edificio en el Grao para que viajeros y conductores de mercancías que vayan al embarcadero no tengan que abandonar el ferrocarril. Por tanto, se hace indispensable la colocación del embarcadero dentro de la ciudad y la construcción de la línea férrea Valencia el Grao. Otro problema derivado de la propia situación intramuros de la antigua estación del Norte en Valencia es la apertura de la cerca para permitir el paso del tren hasta el derribo de las murallas en 1865, que da lugar a una amplia avenida, donde se emplaza la actual estación del Norte de Valencia.

Ante las dificultades que tiene la sociedad de Campo, a finales de 1859 propone a MZA la fusión de ambas líneas, que esta rechaza por insuficiencias de infraestructura y un gran coste en su mejora. Campo no se amilana; funda la sociedad de los ferrocarriles de Almansa Valencia Tarragona (AVT); y casi en paralelo entra en funcionamiento la línea de Barcelona a Valencia. La estación de de Valencia se construye pese a asumir sus insuficientes dimensiones y con la perspectiva de una futura ampliación. En su diseño se aprecia claramente el gusto victoriano, presente en las estaciones inglesas, donde la funcionalidad y la economía del diseño constituyen las variables más dependientes para conseguir una arquitectura útil. Pero lo que realmente se percibe y empieza a calar, es el hecho de que la estación se satura cada vez más, por sus limitados espacios y dimensiones que impiden un servicio de calidad y competitivo.

Después de bastantes estudios e incluso pleitos por las expropiaciones que se propone para la nueva estación, se concluye con una sentencia favorable para la compañía A.V.T. Los planes expansionistas chocan con la vecindad de Ruzafa y de la plaza de toros que, por su singularidad, debe respetar. La muerte del marqués de Campo y la anexión de todas las líneas pertenecientes a la A.V.T a la Compañía de Caminos de Hierro del Norte de España complican la buena marcha del proyecto y se suceden las propuestas para el emplazamiento de la nueva terminal. De la mano del ingeniero Javier Sanz se propone en en 1904 evitar el paso de la calle Játiva. El espacio que deja la antigua estación tras su demolición da pie a la plaza de Emilio Castelar, entorno de un foco de fuertes especulaciones a la sombra del Ayuntamiento y del Banco de España, cuyos espacios se dedican principalmente a usos administrativos y comerciales, en un nuevo corazón de la ciudad.

Cuando comienzan las obras, Valencia vive una coyuntura económica positiva y gran expansión tanto comercial como industrial, que también se refleja en la propia Compañía del Norte que, en 1900 cuenta ya con 3.670 kilómetros de vía distribuidos por toda la península. La ciudad celebra dos acontecimientos tan importantes como la Exposición Regional de 1909 y la Nacional en 1910. Por lo que la iniciativa de la nueva estación se presenta óptima para sus promotores, que se permiten incluso recrearse en aspectos intelectuales y artísticos y aprovechar todos los avances industriales y tecnologías nacientes, entre ellos el del acero que permite, a diferencia del hierro, una mayor luz y esbeltez, aunque conserve la rigidez y la funcionalidad de fabricación.

Mientras se ejecuta los trabajos, los trenes continúan hasta finalizar su recorrido en la primegenia estación, si bien atraviesan la fachada principal de nueva la terminal por dos de sus puertas a la derecha; antes de nacer ya recibe los trenes aunque estos pasasen de largo, en un caso prácticamente inédito en la historia ferroviaria española. El nuevo proyecto cuenta desde el principio con la colaboración del joven arquitecto Demetrio Ribes Marco, que por entonces trabaja en la compañía Norte en las diversas obras y trabajos que tienen lugar en la madrileña Príncipe Pío (también se debe a Ribes el proyecto de los edificios de oficinas de Renfe en el Paseo del Rey). La nueva estación del Norte comienza sus obras el 2 de agosto de 1907 y se prolongan por espacio de diez años, ya que se inaugura el 8 de agosto de 1917.

El edificio de viajeros cuenta con 15.476 metros cuadrados frente a los escasos 5.000 de la antigua estación, en los que destaca fundamentalmente un grande y suntuoso inmueble con fachada principal en la calle de Játiva. Sus delicadas formas geométricas evidencian el esfuerzo subyacente para que todos los objetos que constituyen el entorno de la actividad humana sean una obra de arte. De la mano del ingeniero Enrique Grasset, corre el diseño de la cubierta o marquesina, una gran estructura metálica única sobre apoyos mínimos. Con una altura de 24,5 metros y 45 de luz, la marquesina se encuentra sobreelevada respecto a las alas laterales para incluir una banda de ventanales practicables electrónicamente, cuyo objetivo es incrementar la ventilación y reducir los efectos del vapor de las locomotoras que entran en sus seis vías disponibles, ya que se facilita la entrada de una gran masa de aire fácilmente renovable.

Curiosamente, la estructura de la cubierta la suministra la acreditada casa madrileña propiedad del hermano de Gasset y trasladada por partes a Valencia y montada gracias a un puente móvil a lo largo de las vías, sobre el cual se coloca una poderosa grúa para subir y trasladar los diversos elementos que la completan. Estas operaciones tan singulares llenan de orgullo a los valencianos, ya que se la estación presenta dimensiones que superan a las otras de capitales europeas tan importantes como París, Berlín o Viena.

En sus planteamientos de partida, arranca de los manifiestos del movimiento Arts and Crafts «la totalidad del entorno humano, una obra de arte»…y constituye un espacio arquitectónico en el que la ornamentación, el mobiliario y las inflexiones volumétricas forman un conjunto indisoluble. Esta premisa lleva incluso a integrar muebles y elementos en la arquitectura inmóvil, a participar en un diseño unitario y representativo de la ciudad, en el que predominan los motivos decorativos valencianos en barandillas, picaportes, vidrieras o incluso en los remates almenados, que reproducen las mismas coronas que rematan los mármoles de las fachadas de la lonja. Demetrio Ribes consigue reflejar en gran medida la imagen y personalidad de la ciudad, así como las características del país, y utiliza para ello elementos decorativos autónomos y singulares propios del modernismo, entre los que se merecen destacar los realizados en cerámica, de especial relevancia en la región por su belleza y alto grado de perfección. Imprescindible se hace mencionar el reloj de bronce, que originalmente está rodeado por la inevitable leyenda Caminos de Hierro del Norte, -desaparecida con la compañía -aunque no sucede lo mismo con otro símbolo: la estrella de cinco puntas de compañía. Y su remate, un mundo bajo un águila, la imagen de la velocidad.

El edificio es de planta rectangular con dos zonas claramente diferenciadas: el gran hangar, de planta igualmente rectangular y cerrado con estructura de arcos articulados de acero laminado, y el edificio de viajeros propiamente dicho, de planta en U y pilares independientes de la estructura del hangar. Se enmarca en el estilo modernista, donde se aprecian las influencias de la vertiente europea de la ‘Sezession’, y especialmente con Otto Wagner, a cuya influencia se añadirían, por un lado reminiscencias del gótico perpendicular inglés junto con inicios de lo que más tarde sería el racionalismo. En su construcción se emplean nuevos materiales introducidos a finales del siglo anterior, como la estructura metálica en forma de marquesina. La estación dispone de una fachada horizontalista, con tres cuerpos de edificación resaltados en forma de torreones. Estos cuerpos avanzan con respecto a la línea general de edificación y se sitúan a los extremos y en el centro.

La fachada, con motivos vegetales, naranjas y flores de azahar, se inspira en la agricultura valenciana e incluye, entre otras referencias a la ciudad, las cuatro barras rojas sobre fondo oro del escudo heráldico valenciano. La decoración es completada en el bloque central por dos mosaicos de José Mongrell simétricamente colocados. La ornamentación del interior del edificio se realiza, con cerámicas vidriadas, trencadís y mosaico de la fábrica de «La Ceramo» de Benicalap. En su vestíbulo, una combinación de maderas, cristal y mármol fusionan calidez, transparencia y brillo. Tiene un sinfín de elementos decorativos de cerámica, madera, metal, vidrio y otros materiales. La cubierta principal de la nave central, que cubre las vías, tiene forma de arco y guías que representan las vías del tren. Asimismo, tiene una gran abertura longitudinal destinada a que antiguamente escaparan los humos de las máquinas a vapor.

Los zócalos de cada puerta o ventanal interior del vestíbulo están hechos de madera y en los más altos se puede leer el lema «buen viaje» en distintos idiomas. Sus grandes ventanales presentan una rosa en su parte superior. Otro rasgo típico del Modernismo que se aprecia en la estación es la integración de todas las artes en una misma edificación: arquitectura, escultura, pintura y artes decorativos. la planta baja está exclusivamente destinada al público, mientras que el entresuelo y primer piso se destinan a oficinas.

La Gran Guerra (1914-1918) acaba repercutiendo en la reducción de importaciones de material ferroviario y la coyuntura económica derivada de la contienda mundial impone fuertes incrementos en los precios para los servicios ferroviarios, dada la reducción de beneficios, a lo que se suman diversas huelgas hasta final de 1917 y concluyen con la nacionalización de los valores de la compañía. Tal es el clima que preside la inauguración de la nueva estación del Norte, que se inaugura sin mayores celebraciones.

La estación de Valencia constituye uno de los mejores edificios de nuestra arquitectura civil y es punto de referencia monumental y representativo de la ciudad. Su estilo se adscribe al movimiento modernista, dentro de la corriente denominada «Sezesión Vienesa», pero es la manera peculiar con la que Ribes interpreta el estilo lo que la confiere de notable singularidad. La exuberante decoración de su vestíbulo, con un minucioso diseño de las taquillas y arrimaderos de madera, con incrustaciones de mosaico y decoraciones cerámicas con abundancia de Trencadís, azulejos troceados, como revestimiento de paredes y techos forman un conjunto de singular belleza.

Actualmente, las directrices que rigen su funcionamiento tienden a mantener un logrado equilibrio entre funcionalidad y conservación de los valores intrínsecos del edificio, funcionando al día de hoy con gran calidad y eficacia para un volumen diario de que supera los 40.000 mil usuarios. Es la primera infraestructura en recibir la catalogación de monumento histórico-artístico en 1983. El resultado es una hermosísima estación preparada funcional y operativamente para más de un siglo y muy admirada por el turismo que recibe.

(Fuentes. Dirección de Patrimonio y Urbanismo de Adif. Dirección Ejecutiva de Estaciones de Viajeros. Fundación de los Ferrocarriles Españoles. A.V.T.: Historia de 150 años del ferrocarril en Valencia. Telesfoto Marcial Hernández, en «Ferrocarriles y capitalismo en el País Valenciano». Vía Libre)

Accidente del metro del 3 de julio ¿fin del caso?

Las víctimas del metro de Valencia, el más grave de España y el quinto de Europa, lo han conseguido. El siniestro del tren de la línea 1 que descarriló sobre las 13.00 horas de aquel 3 de julio de 2006 no fue culpa únicamente del conductor, fallecido en el suceso. Las medidas de seguridad eran insuficientes. Cuatro exdirectivos de FGV admiten que cometieron imprudencia en un accidente que causó 43 muertos y que se podía haber evitado. Casi catorce años después la Asociación de Víctimas del Metro del 3 de Julio ve cómo se reconocen sus demandas.

Este lunes debía iniciarse un juicio de unos seis meses de duración y para el que se esperaba que se citaran a declarar a casi 300 personas. Tres días antes se había alcanzado un acuerdo entre la Fiscalía y la acusación que evitará el largo y complejo proceso. Cuatro de los ocho acusados aceptan penas de cárcel de un año y diez meses —aunque no ingresarán en prisión— y se retira la acusación a los otros cuatro. Estos exdirecivos de FGV, han admitido en la vista haber actuado con imprudencia y no haber prevenido con medios técnicos el accidente del metro.

“Queríamos justicia, no buscábamos la venganza, y hoy se ha hecho justicia”. Rosa Garrote, presidenta de la Asociación de Víctimas del Metro del 3 de Julio ( AVM3J), explica que el camino ha sido “largo y muy difícil”. El colectivo recibe de manera positiva el texto porque, aunque algunas de sus demandas no se han cumplido. Ya pueden pasar página al quedar probada la mala gestión de FGV y la responsabilidad que tuvo la empresa pública de ferrocarriles en el accidente.

Las cuatro personas que se han declarado culpables son el exjefe de la Línea 1, Sebastián Argente; el exresponsable de Auditoría para la Seguridad y Circulación, Juan José Gimeno; el exdirector adjunto de Explotación, Vicente Contreras; y el exdirector técnico, Francisco García. De esta forma, se retira la acusación a la que fuera gerente de FGV, Marisa Gracia; el que fuera director de Operaciones, Manuel Sansano; el exjefe de Talleres de Valencia Sud, Luis Miguel Domingo Alepuz; y el exresponsable de estudios y proyectos, Francisco Orts.

El abogado de las víctimas ha recordado la actuación de la la magistrada instructora del caso, Nieves Molina, que llegó a archivar la causa hasta en tres ocasiones. “Si no hubiese habido esa interrupción, esto habría acabado hace mucho tiempo, pero ha sido así por el mal hacer de la magistrada instructora. Hay que adaptarse a los límites del derecho. Nos hemos movido por dilucidar la verdad no por la venganza y eso nos lleva a que la pena sea menor. La prisión no iba a devolver a las víctimas”, argumenta el letrado.

La AVM3J intentó en repetidas ocasiones forzar una investigación que revelara las causas reales del accidente y que probara que la gestión política tras el suceso no fue la correcta. “En la Generalitat gobernada entonces por el Partido Popular no se promovió abrir investigaciones a la FGV, aun cuando el Conseller de Infraestructuras ostentaba el cargo de presidente de esta empresa —matiza Rosa Garrote—. Nuestra demanda era que averiguaran más sobre el accidente y que supieran qué falló para poder corregirlo”.

Tampoco existía, recuerda la presidenta, “ninguna oficina de atención a las víctimas, sino que el entonces Conseller de Agricultura, Juan Cotino, fue casa por casa a ‘ofrecer ayuda’ en vez de formar un protocolo transparente”. Garrote defiende que desde el Partido Popular siempre acusaron a la asociación de estar politizada, de tener “intereses ocultos” y de querer dañar la imagen del partido. “Ahora se ha demostrado que teníamos razón y que ellos no actuaron bien al adoptar esa conducta”, destaca.

Rosa Garrote reseña que el cambio de signo en Les Corts vino acompañado de una disculpa pública por la gestión política del caso, lo que supuso “un gesto importante, aunque nos queda la espinita de que no nos pidiera perdón las personas que habían ocasionado el daño”. Lo relevante, explica, fue que esa disculpa vino acompañada de hechos: una comisión parlamentaria que permitió averiguar muchos datos sobre el accidente. “Me quedo con la lectura positiva de que fue un trabajo de cuatro grupos parlamentarios —todos excepto el PP, que continuó defendiendo la versión oficial del 2006— de ideologías diversas, que dejaron a un lado sus diferencias para trabajar conjuntamente y buscar las verdaderas causas del accidente”. Esto demuestra, señala Garrote, que los partidos políticos “son capaces de trabajar juntos cuando ven una causa humana, justa y social”.

Garrote celebra que se ponga en evidencia que la lucha de la asociación “ha sido una lucha justa” al señalar como responsables a cargos de la FGV, aunque añade que es cierto que algunas demandas “se han quedado por el camino”. A Marisa Gracia, exgerente de la empresa y una de las personas más señaladas en el caso, se le retira la acusación: “Ella se puede acoger a que firmaba lo que el técnico en cuestión le aportaba, y quizás por eso no se puede establecer responsabilidad penal. Pero la mala gestión confirmada en el acuerdo señala, directa o indirectamente, a Gracia y al resto de directivos”. Más allá de cualquier interpretación, dice Garrote, “el hecho más objetivo que prueba la responsabilidad de la FGV por su mala gestión es que hubo un accidente y que no fue menor: murieron 43 personas”.

Garrote subraya que “hay que recordar todos los sucesos trágicos para evitar que vuelvan a pasar, porque cuando empezamos a olvidar es cuando permitimos que las cosas sucedan”. Señala en este punto a las empresas: “La propia FGV no se puede relajar nunca más en la gestión y tiene que marcar la seguridad como una prioridad. Todos los empresarios, de públicas o privadas, tienen que tener en cuenta que la prevención del riesgo debe ser prioritaria, mucho más que los beneficios”. También hace un llamamiento a la sociedad: “Es importante que se recuerde este hecho, porque si los ciudadanos no reclamamos responsabilidades a los políticos, puede pasar lo que pasó en 2006: no fueron señalados”. Fue a raíz del movimiento ciudadano que se exigió esta respuesta a los políticos. “Me gustaría que se recordara que debemos estar vigilantes”, reflexiona la presidenta de la AVM3J. Y concluye: «La lucha se ha acabado». ¿Seguro?

Madrid-Valencia, 160 años de historia

Con una exposición fotográfica se conmemora el 160 aniversario de la conexión ferroviaria Valencia-Madrid. La muestra está dividida en dos secciones: la primera de ellas se ha instalado en el vestíbulo de la estación de València Nord, mientras que para la segunda se ha elegido como escenario el interior de un tren AVE que cubre el servicion entre ambas ciudades.

En el vestíbulo de la estación se exponen doce fotografías de grandes dimensiones (4 x 3 m) del trayecto Madrid-València de un periodo que abarca desde comienzos del siglo XX hasta los años cincuenta. En las imágenes se pueden ver principalmente estaciones e instalaciones de vía, trenes en circulación con locomotoras de vapor en primer plano y vistas de la línea. Entre las más antiguas se cuentan las del fotógrafo oficial de la compañía MZA (Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante), Juan Salgado Lancha.

En el interior de un tren de alta velocidad se podrá ver hasta comienzos de marzo una exposición que sitúa al espectador/viajero en la historia de la línea a través de una selección de 198 fotografías que, en la mayoría de los casos, son el único testimonio de las diferentes épocas. Primeros planos, vistas panorámicas, referencias de ambientes y perspectivas generales, de trenes y estaciones conforman este viaje por el mundo del ferrocarril desde finales del siglo XIX. Una exposición en la que las imágenes no quedan grabadas, ni son estáticas, sino que adquieren vida propia en la contemplación de cada una de ellas en el interior del Ave.

Las imágenes están situadas en puntos estratégicos del interior de los coches, buscando la interacción con el público. Los trenes se transforman así en un nuevo concepto de espacio para la exposición de fotografías. Las imágenes llegan al tren, al encuentro de un público diferente. Un público dinámico, variado y en constante movimiento.

La historia ferroviaria de València quedó marcada en sus inicios por la opción gubernamental de que fuera Alicante la cabecera de la línea principal que debía conectar la Corte con el Mediterráneo, tal como decretaba la Ley General de Ferrocarriles de 1855. No obstante, a pesar de diversos reveses, en noviembre de 1859 València quedó comunicada con Madrid por ferrocarril de forma continua. Este primer trazado directo, por Albacete, tenía 490 kilómetros.

El trayecto desde Madrid que permitió enlazar con la línea a València lo inició el marqués de Salamanca, José María de Salamanca y Mayol, al iniciar el ferrocarril Madrid-Aranjuez que se inauguró el 9 de febrero de 1851 y que obtuvo la concesión para extender la línea hasta Almansa. Un ramal que primero se extendió a Alicante (donde el ferrocarril llegó en 1858) y que conectaría con la línea construida por el marqués de Campo en 1860, el año en el que circuló el primer tren desde València a Madrid a través de Albacete. Habría que esperar 82 años (1942) para que València y Madrid quedaran enlazadas por Cuenca (sin dar el rodeo por el sur).

Las actividades conmemorativas de este 160 aniversario son fruto de la colaboración entre la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, Renfe, Adif y Stadler Rail Valencia, con el fin de divulgar el conocimiento y la importancia que ha tenido y tiene esta línea para el desarrollo económico y social del territorio. Las fotografías de la muestra, que el sábado inauguró el ministro de Fomento en funciones (y que tendrá la cartera de Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana en el nuego Ejecutivo) forman parte de los fondos del Archivo Histórico Ferroviario del Museo del Ferrocarril de Madrid, gestionado por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles.

Valencia clama por el tren

Decenas de personas se han concentrado este sábado en la Estació del Nord de Valencia bajo el lema ‘Xiulem pel tren’ para reclamar una mayor inversión en trenes de cercanías y regionales, así como para denunciar «el maltrato continuo que sufren por parte de Renfe».

La portavoz de la plataforma ‘Indignats en Renfe’, Paola López, critica la desigualdad en la inversión de esta modalidad de transporte frente a la que se hace en AVE. «Se está dando toda la prioridad al AVE, que representa el 3% de los viajeros mientras que los cercanías y el resto de trenes mueven el 96% restante».

López ha remarcado que la inversión en estos trenes es «solo del 20% año tras año». «Estamos sufriendo un maltrato diario, retrasando y cancelando trenes continuamente. Se ha incrementado el tiempo de trayecto en cercanías entre València y Castellón, cuando antes era de una hora ahora es de una hora y 20 minutos», ha incidido la portavoz.

Por su parte, el portavoz de ‘Usuarios del tren valencià’, Rafael Villalba, ha recalcado que no están de acuerdo con «la gestión de Renfe en los últimos años». Consideran que esta «no es la forma de gestionar un medio de transporte tan importante como el ferrocarril, que se enfrenta a los nuevos retos de manera más ecológica que el resto». Villalba ha añadido que «si Renfe no lo quiere poner en valor, lo haremos nosotros los usuarios y usuarias».

En un manifiesto repartido durante la concentración, los convocantes protestan por la inversión de «60.000 millones de euros en AVE, un tren elitista y devorador de recursos económicos y medioambientales, que profundiza la discriminación social».

Al mismo tiempo, apuntan que entre 2017 y 2018 «se suprimieron 2.000 trenes por año en cercanías y regionales por falta de personal o mantenimiento y solo en València, se han perdido más de diez millones de usuarios por las obras del corredor mediterráneo», que según advierten «es un AVE camuflado, que no ha traído ningún beneficio a las usuarios».

En el manifiesto han elaborado un decálogo de reclamaciones entre las que se encuentran la «inversión en lo más necesario y urgente del ferrocarril, la reestructuración de horarios y contratación de personal para prestar un servicio de calidad, eliminación de barreras arquitectónicas para personas con diversidad funcional o la integración en un mapa que sume FGV, EMT y Renfe», entre otras.

Los manifestantes también han criticado la «prioridad» que se le da a los vehículos privados, el coche en este caso, ante un stand promocional de una marca de automóviles en la estación valenciana. «Renfe en lugar de promocionar el tren, tiene un coche en el hall de la estación, ningún concesionario haría eso con el ferrocarril», ha apuntado Villalba.

«Por un lado, nos dicen que no hay dinero para personal o mantenimiento pero hay cosas que no necesitan inversión como anunciar por megafonía de los retrasos cancelaciones. En cambio sí son capaces de decirte que debes validar tu billete, si no te multarán. Por otro lado, sí saben que si cancelan un tren, habrá más gente en el siguiente y no obstante, no ponen un tren de doble composición para que vayamos como borregos», ha reclamado López.

Al hilo de esta cuestión, la portavoz ha añadido que esta situación provoca que «mucha gente que coge el tren, como ve que no llegan a tiempo al trabajo o la universidad, dejan de cogerlo y van en coche, por lo que se contamina más y aceleramos el cambio climático, que es una realidad que no podemos huir de ella».

Treinta años de metro en Valencia

El metro de València cumple 30 años en servicio con cerca de 1.400 millones de viajeros transportados. El 8 de octubre de 1988, Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) ponía en servicio el primer tramo subterráneo que permitía que València se convirtiera en la tercera ciudad española con metro, tras Madrid y Barcelona. Tras tres décadas de servicio la red alcanza los 156 kilómetros (26,5 kilómetros en subterráneo), 138 estaciones (35 soterradas) y 63.843.233 usuarios acumulados en 2017.

FGV inició su servicio comercial el 1 de enero de 1987, una vez completado el proceso de transferencia de las líneas de Feve (Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha) a la Generalitat, pero no fue hasta el 8 de octubre de 1988 cuando entró en servicio el primer tramo subterráneo. La red de Metrovalencia ha ido creciendo hasta consolidarse como una explotación que combina metro, tranvía y servicio de cercanías. En 1988 contaba con 123,7 kilómetros de red (de los cuales únicamente siete eran subterráneos), con 79 estaciones (ocho soterradas) y 18.324.124 viajeros.

Tras la apertura del primer tramo subterráneo, se unía las líneas de ferrocarril de vía estrecha del norte de la ciudad en dirección a Llíria y Bétera, con la del sur hacia Villanueva de Castellón, a través de un túnel de siete kilómetros de longitud, con ocho estaciones: Beniferri, Campanar-La Fe, Túria, Ángel Guimerà, Plaça Espanya, Jesús, Patraix y Hospital (hoy Safranar). El túnel descendía al subsuelo desde la estación en superficie de Ademuz (hoy Empalme) y salía de nuevo a cielo abierto en València Sud. Posteriormente, se abrió, también en superficie, la estación de Sant Isidre, recuerda la entidad pública a través de un comunicado. El 21 de mayo de 1994 se puso en servicio la Línea 4 de tranvía, con 9,7 kilómetros y 21 paradas. Esta actuación permitió que la ciudad de València fuese pionera en España en la reimplantación de este sistema de transporte.

Casi siete años después de la apertura de las primeras estaciones de metro, el 5 de mayo de 1995, entró en funcionamiento un nuevo tramo entre las estaciones de Palmaret y la estación de Alameda, obra del arquitecto Santiago Calatrava. El 16 de septiembre de 1998 se prolongó la Línea 3 desde la estación de Alameda hasta la de Avinguda del Cid y se puso en servicio el ramal entre Colón y Jesús, llegando así el metro al centro de la ciudad. Además, se conseguía la conexión con Renfe, gracias a la estación de Xàtiva. En 1999, se completó la llegada del tranvía hasta Televisión Valenciana (TVV) y Feria Valencia y del metro hasta Mislata-Almassil. En 2001 se inauguró la nueva estación de Empalme, que se convierte en un importante eje intermodal de València y su área metropolitana.

En abril de 2003 se puso en servicio el primer tramo de la nueva Línea 5, con tres nuevas estaciones (Aragón, Amistat y Ayora) y 2,3 kilómetros de recorrido, que proporcionaría en el futuro un enlace entre la fachada marítima de València y el Aeropuerto de Manises. El 22 de septiembre de 2004 se inaugura la estación subterránea de Torrent Avinguda que se suma a la antigua estación de este municipio de l’Horta Sud. Un año después, el 3 de octubre de 2005 se abre la estación de Bailén. Concebida como núcleo intermodal de la red de Metrovalencia, conectada con la estación central. Este mismo año el tranvía llega hasta LLoma Llarga y Mas del Rosari.

En 2007 se consiguió completar la conexión entre puerto y aeropuerto. En abril se puso en servicio la nueva estación de intercambio de la Línea 5 Marítim Serrería y la prolongación en superficie, hasta la dársena del puerto (parada de Neptú, denominada hoy en día Marina Reial Joan Carles I). En el otro extremo de la Línea 5, el mismo mes de abril se abrió el tramo de prolongación entre Mislata-Almassil y el Aeropuerto de Manises. Con la apertura de estos nuevos tramos se configura un importante eje de transporte público que conecta los tres grandes centros generadores de movilidad del área metropolitana: puerto, aeropuerto y estación central de Renfe.

En octubre de ese mismo año entraba en servicio la línea 6 entre la plaza Tossal del Rei y la estación de Marítim-Serrería, a través de un recorrido de 9,2 kilómetros. En diciembre de 2010 abren las estaciones subterráneas de Alboraya (Palmaret y Peris Aragó) y en mayo de 2011 las de Benimámet y Les Carolinas-Fira que sustituyeron a las antiguas estaciones en superficie. Y el 6 de marzo de 2015 metro llega hasta Riba-roja de Túria, tras años de espera, coincidiendo con la reestructuración de la red de Metrovalencia y el cambio de nomenclatura de las líneas.

Unidos en la calle para no perder el tren

Aragón y la Comunidad Valenciana unen fuerzas para reclamar mayores inversiones ferroviarias desde Zaragoza hasta Sagunto y han convocado una manifestación este domingo. Llegarán más de 20 autobuses fletados desde Teruel y se llenará el tren del servicio regular. La convocatoria parte de las federaciones vecinales de Aragón y Valencia, a la que se han sumado agentes sociales y económicos de ambas regiones y los partidos políticos. La manifestación por el tren en Valencia la encabezarán alcaldes de Teruel, asociaciones vecinales, empresarios y sindicatos.

Todos salen a la calle para “no perder el tren” y poner en el mapa a la capital más pequeña de España. Teruel fue la última capital de provincia a la que llegó el ferrocarril y sigue siendo la única que no dispone de conexión directa por tren y autovía con Madrid, recuerda el portavoz de Teruel Existe, Manuel Gimeno.

El tramo norte, desde el Cantábrico hasta Zaragoza, tiene invertidos o comprometidos 12.000 millones de euros, frente a los 335 del tramo sur, según denuncian desde la coordinadora. Esta inversión en una vía que “está peor que hace cien años”, dice Gimeno, no permitirá hacer las inversiones de fondo que necesita, tanto en la plataforma como en el trazado. Para esta entidad, se trata de un “parcheo” de la línea, que tiene tramos con limitaciones de 30 kilómetros por hora en las que un tractor en paralelo a las vías le gana la carrera al tren, tal y como mostraba la coordinadora en un vídeo que se ha hecho viral.

Según Gimeno, el corredor del Cantábrico al Mediterráneo solo está previsto “hasta Zaragoza y muere en Zaragoza”, y se teme que su continuidad se plantee por Cataluña por la presión de factores económicos. Ello jugaría en contra tanto de Teruel como de Valencia, “la vía natural de comunicación” por ser la vía más recta.

Aragoneses y valencianos piden un compromiso del Gobierno central para que reclame a Europa que se incluya la inversión en este tramo como una prioridad. También apelan a que ese compromiso del nuevo gobierno socialista se manifieste en los presupuestos. Por eso ahora salen a la calle a hacer evidente su preocupación y reclamar una línea entre Zaragoza y Sagunto de doble vía y electrificada, no solo de mercancías, sino también para pasajeros.

En esta marcha conjunta se podrá ver a delegaciones de alto nivel. Por el PSOE acudirá su número dos, Daría Villagrasa, y la líder y consejera de Educación, Mayte Pérez. Por el PP lo hará la cúpula del partido en la provincia turolense. En la del PAR estará al frente su presidente, Arturo Aliaga; en la de Ciudadanos, su responsable de Organización, Ramiro Domínguez; y en la del CHA, su máximo dirigente, también consejero en el Gobierno regional, José Luis Soro. El presidente aragonés, Javier Lambán, se reunirá este lunes en la Moncloa con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y, entre otros asuntos, le reclamará la necesaria inversión en el corredor.

El juez reabre la causa del accidente de Valencia

La Audiencia Provincial de Valencia ha ordenado al juzgado instructor que reabra la causa del accidente de la Línea 1 de Metrovalencia, ocurrido el 3 de junio de 2006, en el que murieron 43 personas y otras 47 resultaron heridas, al ver indicios de delito. El proceso ha sido archivado en tres ocasiones por el Juzgado de Instrucción número 21 de Valencia y reabierto por decisión del tribunal. También se acuerda ofrecer la posibilidad de que declaren como investigados a Marisa Gracia, exgerente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) y otras siete personas más: Salvador Orts -ocupaba el cargo de jefe de estudios y proyectos y miembro del Comité de Seguridad-; Francisco Gracía -director técnico de la explotación y miembro del Comité de Seguridad-; Vicente Antonio Contreras -director adjunto de la explotación-; Sebastián Argente -exjefe de la Línea 1-; Juan José Gimeno -entonces director de la Auditoría para la seguridad y circulación-; y Manuel Sansano, exdirector de Operaciones.

El Juzgado de Instrucción número 21 de Valencia archivó el procedimiento el pasado mes de mayo -por tercera vez desde que se inició la investigación- al descartar que existieran responsables penales y al no ver acreditado que en el siniestro «tuviese incidente un fallo o mal estado del material móvil o de la infraestructura». Tanto la Fiscalía como la Asociación de Víctimas del Metro 3 de Julio y otros afectados a título personal recurrieron esta decisión de sobreseimiento y ahora la Audiencia Provincial les ha dado parcialmente la razón y ha ordenado a la instructora que reabra el caso y ofrezca la posibilidad de tomar declaración como investigadas a ocho personas. Sin embargo, ha rechazado practicar otras diligencias pedidas por las acusaciones.

Según informa el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) en su cuenta de Twitter, esto supone que se ordena la apertura de juicio oral, que es una de las posibilidades contempladas en ese artículo. Tras esta diligencia, el tribunal señala que si no resultan necesarias diligencias de investigación que se deriven de estas declaraciones, se debe continuar con lo previsto en el artículo 779 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal «en congruencia con el contenido» de la resolución.

La Audiencia advierte a la instructora tras ver indicios de criminalidad: «No se trata de llegar a la convicción o constatación de que exista indicio o prueba de culpabilidad, materia reservada a los órganos jurisdiccionales que tienen encomendada la valoración probatoria, sino el descubrimiento de que existe algún indicio racional de criminalidad, suficiente en el procedimiento ordinario para dictar el correspondiente auto de procesamiento». Tras este paso judicial, lo siguiente sería la apertura de juicio.

La Audiencia afirma que la instructora ha hecho un «extraordinario ejercicio de instrucción procesal» a partir de una investigación extensa y prolongada por más de 10 años, pero considera que se abren «alternativas razonables» que impiden ratificar el sobreseimiento acordado. Entre ellos, advierte de que las actas del Comité de Seguridad, en la circulación en relación con los problemas puntuales del sistema FAP, «evidenciaban anomalías» en el sistema e «incidencias» propias de la instalación de un nuevo sistema tecnológico, «llegando incluso a reclamar la asamblea de maquinistas de 20 de septiembre de 2005 la necesidad de instalar balizas previas a todas las señales luminosas».

También sostiene la «necesidad» de haber prevenido el riesgo generado por el exceso de velocidad, «que se minimizó por la falta de respuesta adecuada»; y recuerda que tras un accidente de septiembre de 2005, el colectivo de maquinistas exigió a la directora gerente de FGV el dictado de normas de procedimiento y control más estricto del cumplimiento del Reglamento de circulación «sin que ello ocurriera». Junto a estos argumentos, recoge que se habían producido dos descarrilamientos previos al accidente por exceso de velocidad en la línea 4 en octubre de 1998 y marzo de 2006 e incluso se redujo la velocidad de 50 a 40 km/h en ese mismo tramo «sin adoptar medidas de seguridad adicional a la señal de limitación de velocidad».

El tribunal considera que existen indicios de que las omisiones detectadas en torno al análisis y valoración de riesgos, del lugar, trazado, descarrilamiento, infraestructura, material, incumplimiento de límites de velocidad, «pudieron crear un riesgo jurídicamente desaprobado o socialmente intolerable«. «Una vez adoptada la medida correctiva de limitación de la velocidad a 40 km/h en el tramo donde el siniestro se produjo, no se adoptó ninguna medida adicional que redujera el riesgo derivado de omisiones de cuidado por parte del maquinista», agrega la resolución. «Con dicha limitación -sostiene- la diligencia debida para el cumplimiento de la prohibición se hacía recaer exclusivamente sobre la acción del maquinista y ello no evitaba posibilidades aparentemente previsibles de incumplimiento de los cánones exigibles de velocidad máxima autorizada».

También ve como indicios que la existencia de una baliza previa, incluso con el mismo sistema FAP, hubiera podido evitar el siniestro; que si la velocidad hubiera estado controlada por baliza, previsiblemente se hubiera evitado el descarrilamiento; y que las deficiencias detectadas en el material móvil o en la infraestructura pueden ser indiciarias de la existencia de factores que podían aumentar por su propia naturaleza el riesgo de accidente y disminuían en paralelo la seguridad de las personas.

El tribunal rechaza una serie de diligencias solicitadas, en su mayor parte, por la Fiscalía, al considerar que no son necesarias. Se refiere a la impugnación del perito Andrés María Cortabitarte, sobre el que las acusaciones cuestionaban su objetividad y capacidad técnicas. Al respecto, la Audiencia estima que la valoración de la credibilidad del mismo corresponde a los órganos de enjuiciamiento. También rechaza que se designe a cuatro especialistas en transporte metropolitano al cuestionar la imparcialidad de los peritos de la Dirección General de Ferrocarriles, organismo dependiente de Fomento; así como que se requiera a la Agencia Ferroviaria de la Unión Europea para que designe a dos peritos con el mismo cometido que los cuatro anteriores. La Sala estima que no hay razones justificativas para la repetición de las pericias.