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CAF mantiene de momento su apoyo a Trenasa

CAF mantiene su compromiso de dar carga de trabajo a Trenasa de Castejón hasta que Renfe adjudique unos contratos cuya licitación ha paralizado ahora y a los que optaba el grupo vasco. Así se lo trasladó la dirección de la planta de la villa ferroviaria al comité, en una reunión mantenida el pasado viernes tras conocer la plantilla el freno de los citados contratos que se hallaban en licitación y a los que “se nos vinculó en el acuerdo alcanzado el año pasado para, de esa manera, ‘tratar de evitar’ el cierre de Trenasa”, según indicaron desde el comité.

El Consejo de Administración de Renfe decidió volver a licitar la compra de 72 trenes de Media Distancia y Cercanías pendientes de adjudicación para priorizar las energías limpias y buscar una mayor eficiencia energética. Unas licitaciones que suponían un importe total superior a los 1.300 millones de euros y que, como anunció, serán sustituidas por otros concursos en los próximos meses para la adquisición de trenes con tecnologías como el hidrógeno.

Ante estas noticias, el comité de la fábrica de Castejón advirtió en un comunicado “del riesgo de ser nuevamente utilizados para continuar el ‘chantaje’ a Renfe”. Dicen estar hartos de sufrir “las estrategias empresariales de este gran elefante que es CAF”. “Hoy nos usan para chantajear a Renfe como en 2015 hizo con el Gobierno de Navarra. Con una ínfima parte del trabajo que se subcontrata a empresas muy cercanas podrían habernos evitado todo este sufrimiento gratuito. Esperamos no vengan con más, que ya está bien”, insistieron, al tiempo que afirmaron que, “a pesar de los 1.000 y un golpes, no nos sentimos derrotados y cuando llegue el día pelearemos una vez más hasta el último minuto por revertir nuestra situación”. Añadieron que están preparados “para lo que venga” y anunciaron que van a retomar los contactos con el Gobierno de Navarra “tras el parón por el cambio de consejero y las elecciones sindicales”.

Como apuntó Miguel Ángel Molina, delegado de CC OO en la factoría, “seguimos con la incertidumbre respecto al futuro de Trenasa, y ahora más prolongada en el tiempo, ya que estos contratos de Renfe se esperaba que se adjudicaran en verano, y ahora se retrasa la licitación igual para final de año, y luego hasta que se adjudique”. “Lo de Renfe no es nuestra carga de trabajo, nos han querido vincular a ella”, explicó. Añadió que el 30 de abril finalizó el ERTE que tenían desde junio, y que los 74 trabajadores que integran actualmente la plantilla “estamos ya todos trabajando”. Respecto a los trabajadores, afirmó que “hay gente que se va por la incertidumbre que hay, porque no se puede aguantar”.

Como se recordará, CAF anunció en septiembre de 2020 el cierre de Trenasa y el despido de sus entonces 109 trabajadores, lo que conllevó la huelga de la plantilla y otras movilizaciones. En octubre, CAF anunció que paralizaba el cierre a la espera de saber si Renfe le adjudicaba unos contratos que sacó a concurso y abrió un proceso de bajas incentivadas. A finales del pasado mes de enero, plazo dado por la empresa para confirmar si cerraba o no la planta de Castejón, la plantilla pidió que se aclarase su futuro, ante lo que CAF se comprometió a aportar carga de trabajo a la planta ribera hasta tomar una decisión.

Renfe busca diseñador para sus uniformes

El operador ferroviario trabaja en la definición de los uniformes para sus empleados, de tal forma que ofrezcan una imagen «de empresa moderna, sostenible y de calidad hacia los clientes», así como ofrecer unas prendas «cómodas, funcionales y de calidad» a los trabajadores. Renfe lanzará en los próximos meses una licitación pública para buscar diseñadores de alta costura que diseñen, fabriquen y suministren los nuevos uniformes corporativos para el personal operativo de la empresa pública, según publica el diario Expansión. Fuentes de la compañía destacan que, entre los criterios de valoración para elegir la empresa que se encargue de este contrato, habrá un punto que prime la experiencia en el sector de la moda, tanto a nivel nacional como internacional.

Renfe ha entregado un cuestionario al personal del colectivo afectado, el de conducción, intervención y estaciones, para que traslade las preferencias en cuanto al futuro uniforme. De los casi 8.000 empleados de estas divisiones, casi la mitad ya ha respondido a las preguntas, aportando las características que creen necesarias y ahora Renfe lo incluirá en los requisitos de la licitación pública. De esta forma, la compañía elaborará con estos datos un informe que determine las características de los nuevos uniformes. Además de los trabajadores, la empresa pública también contará con la participación de los representantes sindicales para elaborar las especificaciones técnicas del contrato y el pliego del concurso. Actualmente, entre los principios sobre los que la compañía está trabajando para su próximo uniforme destacan la identificación del uniforme con la imagen y valores de la marca, un fácil reconocimiento por parte de los clientes, trasmitir profesionalidad y sentimiento de equipo y unión, comodidad, adaptabilidad a las distintas épocas del año y climas, seguridad y confianza.

El mercado liberalizado plantea un nuevo escenario empresarial en el que Renfe utilizará todos los recursos a su alcance para competir y mantener su hegemonía. En este entorno, el uniforme, como portador de la imagen de la empresa, es un elemento imprescindible que permite a los clientes identificar a la compañía que los sirve. «Cuando el servicio es bueno, cuando es esmerada la atención al cliente, el uniforme absorbe la valoración hecha por los viajeros y, a la vez, proyecta una imagen de calidad que marca la diferencia», sostiene la compañía pública sobre el uso y objetivo de la uniformidad de sus empleados.

Durante los últimos años, Renfe ha hecho un esfuerzo por unificar la imagen de los uniformes de todos los trabajadores que se relacionan directamente con los clientes, ya sea en los servicios de tierra o a bordo de los trenes. Este diseño único, con determinadas variables en los complementos para diferenciar servicios, ha dado como resultado una uniformidad homogénea, elegante y funcional. La renovación de las prendas del uniforme responde a criterios de calidad y representatividad buscando en todo momento una imagen impecable. Cada uno de los trabajadores será responsable de solicitar al departamento correspondiente las prendas que precise para el desarrollo de su servicio en plenas condiciones de garantizar los criterios de imagen requeridos y que le sean necesarias para mantener su imagen», mantiene Renfe en su polìtica sobre la uniformidad.

No es la primera vez que Renfe recurre a las empresas del sector. En 1988 hubo un concurso abierto para modificar sus uniformes. Galerías Preciados y El Corte Inglés se presentaron a tal concurso. Los primeros resultados mostraron una realidad: Había que dotar a Renfe de una imagen y los trabajadores debían ser los embajadores de la marca. Eliminar las formas militarizadas, diferenciarse de otros cuerpos como Metro o Correos, aportar color, modernidad en las líneas y una favorable acogida entre los clientes estaban sobre la mesa. Tras los primeros resultados se imponía la necesidad de ampliar ideas para la nueva uniformidad que fue posible gracias a dos diseñadores de renombre: Alfredo Caral para Cercanías y Jesús del Pozo para Larga Distancia.

La Unidad de Negocio de Cercanías inició su particular renovación a finales de los 90 y el inicio del 2000 cuando se modificaron los uniformes de los trabajadores. El Corte Inglés se encargó de los uniformes de invierno y Confecciones Hermoso el de verano. Con la Ley del Sector Ferroviario de 2003 y la desagregación de Renfe en Renfe Operadora y Adif en 2005, originó una nueva revisión de la uniformidad, motivada, fundamentalmente por la necesidad de incorporar la imagen corporativa de cada nueva empresa. Renfe renueva toda su imagen asociando su nombre a todos sus servicios. En los sucesivos años se buscó un diseño funcional a la vez que elegante y cómodo recurriendo a tejidos ligeros y resistentes y colores suaves y relajantes. En 2014 se publica el Manual de Uniformidad de todos aquellos trabajadores que mantenían relación directa con los clientes, ya fuera en los servicios de tierra o a bordo de los trenes ya que si la imagen de la marca es de por sí importante, la inminente liberalización del mercado de viajeros por tren hace que adquiera una relevancia especial. Dinamismo, elegancia y frescura al mismo tiempo, complementos que aportan un toque de vitalidad y fácil reconocimiento por parte de los clientes es lo que muestran los uniformes actuales.

Sin acuerdo en el conflicto del tranvía de Zaragoza

La reunión en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (Sama) entre los trabajadores y la empresa del tranvía de Zaragoza ha finalizado de nuevo sin acuerdo, por lo que se mantendrán los paros parciales de media hora en las horas punta. Desde Tranvías de Zaragoza aseguran que el comité de empresa quiere seguir dilatando la negociación y convertir este proceso en «interminable», después de más de dos meses fallidos de reuniones en el Sama y dos años de conversaciones previas sobre el convenio.

Tras llevar más de dos años con el sueldo congelado y tener una de las peores remuneraciones del sector, los trabajadores del Tranvía de Zaragoza se han plantado. Y por mayoría valoraron de manera totalmente unánime continuar con los paros. «Se sienten infravalorados», dijo el presidente del comité de Tranvía de Zaragoza, quien recordó que han denunciado ante el juzgado el Erte que la empresa aplicó el año pasado con el consiguiente descuento en las nóminas.

La compañía acusa al comité de haber «tirado por la borda» los avances de los últimos meses, en una estrategia «orquestada» de manera conjunta con los trabajadores del transporte urbano tomando «como rehenes» a los ciudadanos como modo de presionar y de conseguir unas reivindicaciones «totalmente alejadas de cualquier realidad». Defienden que han realizado un ejercicio de responsabilidad, especialmente en el actual contexto económico y social y que han atendido, en la medida de sus posibilidades, las reclamaciones del comité sin asumir pretensiones «fuera de la realidad».

Los Tranvías de Zaragoza recalca el esfuerzo llevado a cabo al proponer un marco estable para los próximos años basado en cuatro ejes: mantenimiento del empleo, mejora del poder adquisitivo, mejoras en la jornada, la formación y la promoción interna y mejoras organizativas y del cuadrante laboral. Los paros se iniciaron el pasado 5 de enero, han continuado en febrero y van a mantenerlos desde el 9 de marzo hasta el 9 de abril. Hay condiciones, explican fuentes del organiosmo, a las que no piensan renunciar como el establecimiento de una jornada máxima de conducción ininterrumpida de 4 horas y media frente las 5 horas y media que vienen realizando los conductores, así como fijar su jornada en 7 u 8 horas diarias y no las 9 que están haciendo habitualmente.

Los trabajadores quieren evitar «turnos maratonianos» que hacen imposible la conciliación de la vida laboral y personal, reducir la jornada (ya que el proyecto de explotación marca 1.688 horas anuales de trabajo y hacemos 1.720) e incrementar los salarios «muy por debajo de los que tienen otros profesionales del sector». «Habíamos rebajado nuestras pretensiones. Les ofrecimos en el Sama el IPC más el 1,5% en lugar del 4% de nuestra propuesta inicial, pero la empresa a todo nos dijo que no». «La concesionaria nos ofreció darnos el IPC de estos años y crearnos una paga de nuestro IPC. Nos parece totalmente insuficiente», reiteran las mismas fuentes.

La compañía, mantiene su voluntad de alcanzar acuerdos y sigue tendiendo la mano para que en un gesto de responsabilidad y altura de miras el comité ponga en valor la propuesta planteada por la empresa tras más de dos años de negociaciones y las 50 reuniones mantenidas» dado que en ese tiempo «por la falta de acuerdo no se ha podido materializar la mejora que propone la empresa para los trabajadores». De cualquier forma, señalan «los paros realizados, con unos servicios mínimos del 80% o 90% se están desarrollando sin incidencias y sin afecciones de relevancia para los usuarios dado el escaso seguimiento inferior al 25% del global de la plantilla e inferior al 50% en el colectivo de conductores».

Paros parciales en Adif y una huelga

La situación laboral en el ferrocarril español se complica. A los paros convocados por el Semaf, se suma ahora el Comité General de Empresa de Adif, compuesto por los sindicatos UGT, CCOO, SCF, CGT y SF, que ha convocado seis jornadas de paros parciales -tres de ellos de dos horas por cada turno- y una de huelga de 23 horas en el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias por el empleo y en defensa de la empresa pública ferroviaria. Los paros parciales de dos horas por cada turno están convocados para el día 26 de febrero y los días 5 y 12 de marzo entre las 7.00 horas y las 9.00, y las 15.00 y 17.00, mientras que los sábados 27 de febrero y 6 y 13 de marzo estos paros se efectuarán entre las 00.00 y las 2.00 horas. La huelga de 23 horas es para el 26 de este último mes, de acuerdo con un comunicado del comité enviado este viernes.

Según la parte social, el incumplimiento de los compromisos del convenio colectivo en relación al ingreso de personal mediante una oferta de empleo público (OEP), plasmado en el plan de empleo plurianual, genera situaciones como externalizaciones, pérdidas de cargas de trabajo, cierre y reestructuración de dependencias o paralización de movilidad y de jubilaciones parciales, entre otras. Situación, añade el comité en su nota, que se ve paulatinamente agravada por las salidas derivadas de la elevada edad media de la plantilla (alrededor de 56 años).

Para paliar la falta de personal, el comité, reclama al menos unos 3.000 ingresos netos en los próximos tres años, fundamentalmente en puestos operativos y considera «urgente» el ingreso de un importante contingente de personal este mismo año «para paliar los enormes déficits ya existentes que comprometen la función social de Adif».

«Nos encontramos ante una situación crítica en cuanto a plantilla que debido a las jubilaciones que se multiplican de manera exponencial cada año, dada la media de edad de las y los trabajadores de nuestra empresa que sitúa en torno a los 55 años. Desde el año 2005 en el que Adif inicia su actividad, tras la segregación de Renfe en dos entidades, la pérdida de personal ha sido una constante a la que desde la dirección de Adif no se ha puesto solución», aseguran fuentes sindicales. «A las 224 bajas por la creación de Adif AV y las 844 del trasvase del Canal de Venta a Renfe Operadora, hay que sumar la pérdida de 2.359 personas trabajadoras en el periodo 2005 – 2020, de los cuales un 90% pertenecían al Personal Operativo. Se ha pasado de una plantilla de 13.937 trabajadores en el año 2005 a una de 10.373 en el 2020. Para los próximos años la evolución no es alentadora. En una plantilla cuya edad media se sitúa en los 56 años, en el periodo 2021 – 2024 se prevé la baja de 2.337 personas trabajadoras, lo que supondría contar con una plantilla de cerca de 8.000 efectivos», sostienen las mismas fuentes.

Las movilizaciones en Adif se suman a las cinco jornadas de huelga convocadas en Renfe por el sindicato de maquinistas Semaf, para denunciar los recortes en plantilla y mantenimiento que provocan supresiones continuas de trenes y harán imposible recuperar las circulaciones previas a marzo de 2020. Semaf insta también a que la dirección de Renfe «cumpla con el plan de empleo, tras destruir 700 puestos en el 2020 y retrasar deliberadamente todos los procesos». El Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios, Semaf, ha convocado cinco jornadas de huelga en el grupo Renfe para los días 16 de febrero, 2, 3, 9 y 10 de marzo para denunciar los recortes de plantilla y la falta de mantenimiento de los trenes, que, asegura, está obligando a suspender servicios.

Táboas alienta a los trabajadores de Renfe

El presidente de Renfe, Isaías Táboas, ha animado a los trabajadores de la compañía a afrontar 2021 con «motivación y profesionalidad» para seguir siendo «una de las empresas ferroviarias más importantes del mundo», a pesar de la entrada de la competencia en las líneas de Alta Velocidad a partir del próximo mes de mayo. En un vídeo difundido por la compañía en su perfil de Youtube, Táboas asegura que este año será «clave» para el AVE de Renfe por la entrada de competidores, lo que avanza que será un reto que afrontar pero también una oportunidad.

El presidente del operador público confía en el éxito de la compañía tras el «espíritu» que defiende que han tenido todos los trabajadores de la empresa con el paso de la borrasca ‘Filomena’, orientando todos sus esfuerzos a las necesidades de sus clientes. «Las personas que trabajamos en Renfe hemos aportado nuestro trabajo, nuestra dedicación y compromiso para superar esta situación en las estaciones, en los trenes, talleres o en vuestras oficinas y hogares. Habéis dado lo mejor para restablecer la normalidad de los servicios», ha señalado Táboas dirigiéndose a los trabajadores.

El presidente de la operadora ve la competencia como un estímulo para rejuvenecer un gigante público que este 24 de enero cumple 80 años, según explicaba recientemente en una entrevista. “Es una oportunidad para nosotros y para los ciudadanos”, señalaba. Renfe empezará a medirse con Ouigo e ILSA. lo que lejos de amilanar a la empresa que dirige Táboas supone «una gran oportunidad para demostrarnos qué es lo que hacemos bien, y para ver qué podemos aprender de otros competidores. Si tenemos algo que mejorar, lo haremos sin ningún rubor, aclaraba el líder de la operadora. «Tenemos desafíos como avanzar en el proceso de digitalización, con productos como la plataforma RaaS, para poner al cliente en el centro. También hay que insistir en la internacionalización, y no solo porque nos da dinero sino porque aporta nuevas experiencias que nos retroalimentan. Y esto enlaza con el cambio cultural: competíamos con el avión y con el autobús, y ahora lo haremos con empresas ferroviarias sobre los mismos raíles», sostenía Táboas.

Renfe tiene en marcha pedidos de trenes por más de 5.000 millones para modernizar la flota en muy diversos servicios. La empresa quiere adjudicar los contratos entre enero y abril, y estima que inducirá la creación de 54.000 puestos de trabajo durante varios años. La compañía afronta, además, la entrada de nuevos servicios como el Avlo, la digitalización de procesos y de la oferta, o la búsqueda de mayor eficiencia, elementos que constituyen algunas palancas para crecer en el nuevo mercado.

La pandemia ha causado algún retraso en la contratación de nuevos trabajadores, pero los planes de Táboas siguen adelante para contratar a nuevos empleados en función de la gente que se jubile o se desvincule de la empresa. Anualmente salen de Renfe unas 900 personas, con lo que se espera contratar unas 990 para absorber los crecimientos previstos. También se mantiene la confianza de la operadora en recuperar cuota de mercado a lo largo del 2021. «La sociedad española va a dar un giro en su percepción de la movilidad cuando comience la vacunación. En ese momento decidiremos sobre el lanzamiento de Avlo. Todo está preparado, pero debe desaparecer la incertidumbre para que gente que no cogía el tren se sienta ahora atraída. Espero tener tomada la decisión coincidiendo con nuestro 80 aniversario», explicaba hace unos días el presidente de la operadora.

Nuevos paros en Renfe

El sindicato CGT mantiene la convocatoria de paros parciales en Renfe y Adif para este jueves 5 de diciembre, víspera del puente de la Constitución, y una huelga de 23 horas el 20 de diciembre, que se suman a las movilizaciones llevadas a cabo los pasados días 31 de julio, 14 y 30 de agosto y 1 de septiembre. Los paros, que se realizarán en tres turnos (de 00.00 a 04.00 horas, de 11.00 a 15.00 y de 20.00 a 24.00 horas) han sido convocados en protesta por la falta de personal y la forma en la que Renfe ha aplicado la reducción de jornada.

Según CGT, la actuación de la operadora responde a criterios economicistas y no al cumplimiento de los objetivos de la ley en cuanto a conciliación de la vida personal con la laboral. El sindicato considera que la paulatina salida de trabajadores por jubilaciones y bajas, sumada a una plantilla envejecida, tiene como consecuencia la pérdida de calidad en el servicio, ya que las tasas de reposición son «totalmente insuficientes».

Renfe asegura que la actual tasa de reposición, que alcanza un 105% sobre las bajas causadas durante el año anterior, es la mayor del grupo, y que su distribución ha sido acordada con la mayoría de los integrantes de la comisión negociadora del convenio colectivo, en la que CGT tiene un representante de los doce que la conforman. Además, desde la dirección del grupo Renfe se ha solicitado una tasa de reposición adicional para acometer mejoras en seguridad. La tasa aprobada supondrá la incorporación de hasta 1.032 nuevos trabajadores, que se viene produciendo desde junio de 2018 y que ya ha superado el número de 950, han señalado a Efe fuentes de la operadora.

En el momento de la llegada a la Presidencia de Renfe de Isaías Táboas, en julio de 2018, la operadora pública ferroviaria contaba con 14.386 trabajadores, cifra que, a día de hoy, se ha incrementado hasta 14.615 personas, 229 más. Adicionalmente, antes de final de año, se espera la incorporación de 63 personas como operativos de Fabricación y Mantenimiento, que ya han hecho los exámenes; 60 militares que harán las pruebas la semana que viene; 30 candidatos como cuadros técnicos y de 80 a 100, para conducción con contratos temporales.

Sumado el personal que se prevé incorporar a final de año, Renfe podría alcanzar la cifra de hasta 14.868 trabajadores, 482 más, han detallado desde la empresa. Por otro lado, tras las «intensas negociaciones» del segundo convenio colectivo, se alcanzó un acuerdo para una disminución de la jornada en 78 horas anuales, desde 1.720 a 1.642, pero no en cuanto a su distribución, ya que las organizaciones sindicales solicitaron una reducción de diez días al año adicionales a los 35 naturales de vacaciones y a los 6 por asuntos propios. No obstante, se aplicó una reducción de dos jornadas completas, los días 24 y 31 de diciembre, y de 17 minutos diarios que, según la misma fuente, facilita la conciliación de la vida personal y familiar con la laboral, y posibilita la asunción del impacto productivo.

Asimismo, una reciente sentencia de la Audiencia Nacional, en relación a la demanda promovida tanto por el Comité General de Empresa como por CGT, desestimó la pretensión de una disminución de 10 días de trabajo anuales, ha agregado la misma fuente. En opinión de la empresa, mediante la convocatoria de huelgas en fechas estratégicas, CGT pretende «blanquear su existencia mediante publicidad televisiva gratuita que mejore su márketing sindical».

Inquietud en el Metro Barcelona

Los trabajadores del Metro de Barcelona exigen a la empresa la «retirada de los trenes en los que se haya detectado MCA (material con amianto) y la no manipulación del resto», como reclaman en una carta dirigida a Esther Chamorro, responsable de Relaciones Laborales de Ferrocarril Metropolitá de Barcelona SA. El hallazgo de pintura bituminosa seca a base de amianto en dos coches del metro barcelonés extiende la inquietud entre la plantilla, según fuentes sindicales. Barcelona ha retirado dos coches, mientras en Madrid, solo por los hallazgos del mineral cancerígeno en la pintura de los trenes, ya lleva 124 vehículos apartados de la circulación.

La carta, emitida este jueves por el Comité de Empresa y firmada en L’Hospitalet por José Manuel Moreno, delegado de Prevención de CCOO, exige que se aproveche lo ya investigado en las apariciones precedentes de amianto en el Metro madrileño y, por lo tanto, que «prioricen las revisiones en Barcelona con los elementos con MCA detectados en Madrid, y se realice una revisión profunda». Los trabajadores piden en su misiva una serie de medidas urgentes de prevención que hasta ahora no se están realizando. Entre ellas, que se limpien y aspiren los fosos de los talleres de mantenimiento de los trenes, que paren los trabajos en esas zonas mientras no se limpien, que «al personal que está en contacto con MCA se le lave la ropa en el centro de trabajo» y, además, un examen médico a toda la plantilla.

Esther Chamorro dirigió una nota al comité de empresa el pasado 16 de octubre afirmando que, si bien se detectó ese día «entre el cinco y diez por ciento» de crisolito de amianto en la pintura bituminosa de un tren de la serie 4000, la muestra hallada es «no friable». En estado friable están aquellas sustancias líquidas (como la pintura) que, una vez se secan y degradan, se fraccionan o convierten en polvo. El amianto ataca a los pulmones por la inhalación de sus microfibras.

Metro de Barcelona está realizando mediciones de la presencia de amianto en sus trenes desde julio pasado, concretamente en sus convoyes de las series 2000, 3000 y 4000, vehículos de la marca CAF algunos de los cuales también han dado positivos de mineral tóxico en el Metro de Madrid. Y recordó a sus trabajadores el 16 de octubre que «en todas las mediciones ambientales realizadas en los talleres de Metro, trenes y el resto de la red (…) no se ha detectado presencia de amianto que suponga un riesgo para la seguridad y salud de las personas».

En la carta de este jueves, los trabajadores exigen que se forme a todo el personal en los peligros del amianto y su adecuado tratamiento, enseñanzas que hasta ahora no se han impartido. Además reclaman que «se amplíe el número de muestreos» para «evitar falsos negativos», que se tomen muestras en las zonas de los trenes «donde haya mayor manipulación y puedan estar más deterioradas» y que a los delegados sindicales de prevención se les avise con tiempo suficiente «con el fin de estar presentes en las revisiones y toma de muestras».

Huelga en el metro de Barcelona en la Mercè

El comité de empresa del metro de Barcelona ha convocado paros parciales para los próximos 21, 22, 23 y 24 de septiembre, con lo que coincidirá con la celebración de las fiestas de la Mercè. Fuentes del Departament de Treball de la Generalitat confirman que el comité ha registrado este lunes en la ‘conselleria’ la convocatoria de los paros, que serán de dos horas por turno. Los sindicatos protestan con esta acción por el supuesto incumplimiento por parte de la dirección del metro del convenio y de los últimos acuerdos alcanzados con la representación de los trabajadores.

El comité del metro y la dirección de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) rubricaron hace poco más de un año, en julio de 2017, un acuerdo sobre el contenido del convenio colectivo para el periodo 2016-2019. El texto aseguraba «la estabilidad laboral y organizativa» para los próximos años, así como «unas condiciones laborales de calidad para la plantilla, con una mejora de las condiciones económicas y sociales», según asegura TMB. El convenio, que afecta a 3.500 trabajadores, preveía la recuperación de 46 puestos de trabajo y que 372 contratos parciales pasaran a jornada completa, además de un incremento salarial del 4,5% consolidable en tablas hasta 2019 y tres pagos únicos no consolidables.

El pasado viernes, 7 de septiembre, un grupo de trabajadores del transporte metropolitano se manifestó en la estación de Foc, durante la inauguración de la ampliación de las dos estaciones (Foc y Foneria), en el barrio de La Marina, de la L-10, por los paros por la «mala gestión» de los dirigentes del transporte metropolitano. ‘Los directivos de metro engañan a los trabajadadores. Son los culpables de la huelga’, se leía en una de las pancartas. La convocatoria de paro ya ha tenido las primeras reacciones políticas. El líder del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, ha exigido al Gobierno de Ada Colau «soluciones inmediatas para no perjudicar más a los ciudadanos». El dirigente socialista ha avanzado en varios apuntes en Twitter que pedirán la comparecencia del ejecutivo municipal para explicar «cómo puede ser que un año después se reabra el conflicto del metro y vuelvan las huelgas«, después de que se acordara el convenio colectivo el verano pasado.

«Este Gobierno, en lugar de solucionar problemas, crea nuevos y cierra los conflictos en falso. Los barceloneses no podemos pagar la incompetencia de un Gobierno en forma de huelgas», ha aseverado Collboni, que ha exigido negociación y soluciones.

El 23 de julio del 2017 la plantilla del metro ponía fin a tres meses de huelga, todos los lunes, al votar los trabajadores ‘sí’ a la propuesta del convenio que ya había aceptado la empresa. El acuerdo significaba unas mejoras por valor de 23 millones de euros. Estas se concretaban en revertir la externalización de los trabajos de mantenimiento con la recuperación de 46 empleados; incrementar los salarios (un 1% anual y un 4,5% en complementos que no se consolidan pasada la vigencia del convenio); y reducir notablemente los contratos parciales y temporales. Un total de 372 contratos parciales pasarían a jornada completa y 190 trabajadores de verano, a fijos en el 2022. Con estos incrementos, se solucionaría la falta total de personal para atender a los usuarios en algunas estaciones del metro.

El resultado de las votaciones del pasado año no fue contundente. Se registró un ajustado 57% de votos favorables y solo votaron 838 empleados de una plantilla de 3.500 (un tercio estaba de vacaciones). El presidente del comité de empresa, Pere Ramon (CGT), declaró que la propuesta de convenio, elaborada con la mediación de la Generalitat, recogía «casi todos los puntos» de la plataforma que habían acordado los trabajadores. También aseguró que la negociación mostró que la dirección de TMB “no es de fiar” y aseguró que velarían por el cumplimiento de lo acordado. Ahora, dicen, ante el incumplimiento de la empresa, los trabajadores han decidido volver a los paros, y hacerlo a lo grande: con las fiestas de la patrona de la ciudad como telón de fondo.

Paros en el metro de Granada

Un total de 96 trabajadores, 47 de ellos conductores, del metro de Granada están llamados desde este lunes a secundar los paros parciales convocados por el comité de empresa para reivindicar mejoras laborales en el marco de la negociación del convenio colectivo. Hay previstos servicios mínimos con un 40% de los trenes habituales.

Los paros serán entre las 6.30 y las 9.30 horas, entre las 13.30 y las 16.00 horas, y entre las 20.00 y las 22.30 horas, periodos de tiempo en los que están prevista concentraciones de trabajadores en la parada del Cerrillo de Maracena. Está previsto que estos mismos paros parciales se repitan los días 12, 14, 17 y 19 de septiembre, mientras que hay convocada huelga de 24 horas para el 21 de septiembre, primer aniversario de la puesta en servicio comercial del metro.

Los trabajadores reivindican que se les dote de un convenio colectivo, y mejoras como la equiparación salarial con los conductores y operarios de los metros de Sevilla y Málaga. El pasado jueves por la tarde, la asamblea de trabajadores de Avanza, adjudicataria del servicio del metro, votó por mayoría a favor de mantener los paros parciales y la jornada de huelga para este mes de septiembre, anunciados formalmente a mediados de agosto. La decisión llegaba después de una semana en la que se han intensificado las negociaciones para la mejora de las condiciones laborales de conductores y operarios, y la articulación de un convenio colectivo.

la Junta, administración responsable del metro, ha fijado el establecimiento de los servicios mínimos, conforme a la determinación de la autoridad laboral, en un 40% De la oferta habitual de trenes en los periodos afectados por los paros laborales este lunes. En concreto, «los servicios mínimos fijados por ley obligan a un 40% de la oferta habitual de trenes, y en el caso de los viernes 14 y 21 de septiembre, por ser jornadas de mayor demanda, a un 50% del servicio habitual». Esto significa que los trenes pasarán «con una frecuencia de 22 a 25 minutos durante las horas de paros parciales, y en el caso de los dos viernes, incluida la jornada completa del 21 de septiembre, con frecuencias de paso de cada 15 minutos».

El resto de la jornada que no se ve afectada por los paros parciales, la frecuencia de paso será la habitual, aunque también puede verse «afectada mínimamente debido a la dificultad en la regulación de los trenes«. Durante las jornadas de huelga y paros parciales, tanto el Puesto de Control Central como la Oficina de Atención a los Usuarios situada en la estación de Recogidas no se verán afectados, ya que «se ha establecido un 100% del servicio como obligatorio durante las jornadas de huelga».

Metro Madrid analizará 1.800 radiografías

Metro de Madrid contratará un servicio médico externo para analizar e interpretar las radiografías que se realicen en el seno de la compañía a los trabajadores para descartar posible exposición a amianto. Los reconocimientos médicos por el amianto se realizarán con medios propios de la compañía y en ningún caso se externalizarán. No obstante, sí que se ha optado por contratar un servicio externo para interpretar las radiografías que se realizan a los trabajadores, para lo cual se contempla un estudio de 1.800 casos con un importe de 30.000 euros.

Según han indicado fuentes del suburbano en relación con la información adelantada por el diario ‘El Mundo’, el contrato se adjudicará en septiembre y se analizarán los controles anuales sobre los 1.000 empleados objetos de estudio por exposición al amianto, sumado a los que soliciten esa revisión de forma voluntaria. En total, se estima una previsión de 1.800 estudios anuales.

Recientemente, Metro licitó un contrato para el servicio de desamiantado del material móvil y equipos de trabajo del área de mantenimiento del suburbano por un importe cercano a los dos millones de euros. Así lo recoge una resolución de la compañía publicada en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) y que fija como fecha límite para la presentación de ofertas el 21 de septiembre. El contrato está dividido en dos lotes. El primero está referido al desamiantado de coches de gálibo estrecho con un valor estimado de 1,25 millones de euros (sin IVA). El segundo lote se centra en el desamiantado coches de gálibo ancho y equipos de trabajo con un importe de 750.000 euros (sin IVA).

El plazo de ejecución de los trabajos se fija en dos años a contar desde el día siguiente a la formalización del contrato. Metro de Madrid y cuatro sindicatos (UGT, Solidaridad Obrera, Sindicato Libre y Sindicato de Técnicos) pactaron el desarrollo de un plan de desamiantado de las instalaciones de la compañía con una inversión de 140 millones de euros.

La previsión de la compañía es que antes de que finalice el año 2019 se retire este material del material móvil. La finalización de estas actuaciones se estima para el año 2025. La presencia del amianto, material potencialmente cancerígeno, ha generado polémica después de que se registraran cuatro casos de trabajadores con enfermedad profesional por exposición a este mineral.

El sindicato de Maquinistas asegura que un conductor ya jubilado ha desarrollado asbestosis también por estar en contacto con amianto. Por su parte, Metro de Madrid ha asegurado que no hay riesgo para usuarios y trabajadores de la compañía, dado que las piezas con amianto están encapsuladas, lo que imposibilita que se desprendan fibras.