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CAF mantiene de momento su apoyo a Trenasa

CAF mantiene su compromiso de dar carga de trabajo a Trenasa de Castejón hasta que Renfe adjudique unos contratos cuya licitación ha paralizado ahora y a los que optaba el grupo vasco. Así se lo trasladó la dirección de la planta de la villa ferroviaria al comité, en una reunión mantenida el pasado viernes tras conocer la plantilla el freno de los citados contratos que se hallaban en licitación y a los que “se nos vinculó en el acuerdo alcanzado el año pasado para, de esa manera, ‘tratar de evitar’ el cierre de Trenasa”, según indicaron desde el comité.

El Consejo de Administración de Renfe decidió volver a licitar la compra de 72 trenes de Media Distancia y Cercanías pendientes de adjudicación para priorizar las energías limpias y buscar una mayor eficiencia energética. Unas licitaciones que suponían un importe total superior a los 1.300 millones de euros y que, como anunció, serán sustituidas por otros concursos en los próximos meses para la adquisición de trenes con tecnologías como el hidrógeno.

Ante estas noticias, el comité de la fábrica de Castejón advirtió en un comunicado “del riesgo de ser nuevamente utilizados para continuar el ‘chantaje’ a Renfe”. Dicen estar hartos de sufrir “las estrategias empresariales de este gran elefante que es CAF”. “Hoy nos usan para chantajear a Renfe como en 2015 hizo con el Gobierno de Navarra. Con una ínfima parte del trabajo que se subcontrata a empresas muy cercanas podrían habernos evitado todo este sufrimiento gratuito. Esperamos no vengan con más, que ya está bien”, insistieron, al tiempo que afirmaron que, “a pesar de los 1.000 y un golpes, no nos sentimos derrotados y cuando llegue el día pelearemos una vez más hasta el último minuto por revertir nuestra situación”. Añadieron que están preparados “para lo que venga” y anunciaron que van a retomar los contactos con el Gobierno de Navarra “tras el parón por el cambio de consejero y las elecciones sindicales”.

Como apuntó Miguel Ángel Molina, delegado de CC OO en la factoría, “seguimos con la incertidumbre respecto al futuro de Trenasa, y ahora más prolongada en el tiempo, ya que estos contratos de Renfe se esperaba que se adjudicaran en verano, y ahora se retrasa la licitación igual para final de año, y luego hasta que se adjudique”. “Lo de Renfe no es nuestra carga de trabajo, nos han querido vincular a ella”, explicó. Añadió que el 30 de abril finalizó el ERTE que tenían desde junio, y que los 74 trabajadores que integran actualmente la plantilla “estamos ya todos trabajando”. Respecto a los trabajadores, afirmó que “hay gente que se va por la incertidumbre que hay, porque no se puede aguantar”.

Como se recordará, CAF anunció en septiembre de 2020 el cierre de Trenasa y el despido de sus entonces 109 trabajadores, lo que conllevó la huelga de la plantilla y otras movilizaciones. En octubre, CAF anunció que paralizaba el cierre a la espera de saber si Renfe le adjudicaba unos contratos que sacó a concurso y abrió un proceso de bajas incentivadas. A finales del pasado mes de enero, plazo dado por la empresa para confirmar si cerraba o no la planta de Castejón, la plantilla pidió que se aclarase su futuro, ante lo que CAF se comprometió a aportar carga de trabajo a la planta ribera hasta tomar una decisión.

CAF paraliza el cierre de Trenasa

La dirección de Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) paraliza de momento el cierre de la planta filial de Trenasa ubicada en la localidad navarra de Castejón ante la posibilidad de atender nuevos pedidos de trenes de Renfe, según se ha comunicado a los sindicatos, tal y como informa CC OO. Tras semanas de movilizaciones y presión por parte de los 110 trabajadores de la fábrica ahora se produce un parón, en principio,mínimo de tres meses. “La empresa ha comunicado la decisión a representantes del sindicato ante la posibilidad de cerrar algunos contratos en el mercado ferroviario español en los próximos meses”, asegura CC OO a través de un comunicado. La plantilla, eso sí, seguirá sujeta a un Erte, que fue negociado el pasado mes de junio y queda suspendido el proceso de extinción del empleo.

El desmantelamiento de la planta de Castejón iba a producirse a pesar de que CAF se adjudicó el primero de los contratos de suministro de trenes que Renfe va a adjudicar entre este 2020 y 2021 para la renovación del parque ferroviario. La empresa con sede en Beasain ganó el pedido de 31 trenes de ancho métrico y seis trenes alpinos, además de su mantenimiento parcial durante 15 años, por 258 millones de euros (el presupuesto de licitación era de 287 millones). Una circunstancia que hizo que la ministra de Industria, Reyes Maroto, afirmara el pasado 6 de octubre en el Senado, que CAF podía aportar carga de trabajo a la fábrica en jaque y, con ello, lograr su continuidad. El sindicato CC OO insiste en que la instalación es estratégica para la industria navarra y en que debe abrirse una reflexión “sobre el retorno social de las subvenciones públicas y sobre los resorte legales que dispone Navarra para evitar prácticas empresariales poco éticas”.

El primer pedido del plan de renovación de flota de Renfe, valorado en su totalidad en algo más de 5.000 millones de euros, fue a manos de CAF el pasado mes de junio. El encargo incluyes 31 unidades de ancho métrico, de las que 26 tienen propulsión eléctrica y cinco son híbridas. El operador público busca sustituir trenes con una antigüedad media de 28 años. La adjudicación incluye la opción de hasta seis trenes eléctricos más, y otro tren híbrido, para la flota de ancho métrico Estos nuevos trenes de la factoría de CAF tendrán como destino Galicia, Cantabria, Asturias, Castilla y León, y Murcia. Entre sus prestaciones figuran una velocidad de 100 kilómetros por hora, la posibilidad de ensamblar dos o tres coches, o un sistema de impulso por baterías una vez que se aproximan a las estaciones.

El fabricante vasco también dotará a Renfe de media docena de trenes alpinos para modernizar la línea de Cercedilla-Cotos, en la Comunidad de Madrid. Algunos de los trenes en circulación en la sierra del Guadarrama alcanzan los 40 años de antigüedad. Fuentes del sector aseguran que no hay noticia oficial sobre la eliminación de CAF de un concurso que debería ser adjudicado antes de final de año. La empresa afectada tampoco ha recibido notificación y considera que sigue en la pugna. Además del encargo de trenes de alta capacidad de Cercanías, Renfe también lanzó contratos para trenes regionales y locomotoras que mantienen a CAF y sus competidores a la espera de posibles cargas de trabajo.

La representante del PNV en el Senado María Mercedes Garmendia afeó al Gobierno que CAF hubiera sido «eliminada» del macroconcurso de trenes de alta capacidad para las Cercanías, presupuestado en 2.700 millones de euros. Garmendia señaló que los ministerios de Industria y Transportes debían haber velado por dar mayor protección al mayor fabricante español de trenes. Maroto se remitió entonces a la adjudicación de junio y negó que CAF estuviera eliminada para la nueva contratación.

«Tendremos que negociar mejor el Erte, pero por ahora la situación ya ha cambiado«. Desde finales de septiembre y principios de octubre, cuando CAF, propietaria de Trenasa, anuncío el expediente de cierre colectivo de los trabajadores, estos no pararon de reclamar una solución no sólo con protestas en la calle, sino también hablando con los distintos representantes políticos y con las instituciones correspondientes. De hecho, CAF, a través de Trenasa recibió inversiones del Gobierno de Navarra por un importe de prácticamente 8 millones por proyectos que iban a desarrollar en la Ribera navarra, precisamente en Castejón, con la producción de prototipos de vagones de tren o de autobuses eléctricos y la generación de empleo directo e indirecto en la zona, que se estimaba que podía alcanzar los 400 empleados en plantilla.

Trenasa cierra su planta de Castejón

La dirección de la planta de Trenasa (Trenes de Navarra, S.A.) en Castejón anunció este viernes a sus 110 trabajadores su intención de cerrar la factoría el próximo 31 de diciembre. La decisión del cierre de esta factoría, filial de Construcción y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), se la ha comunicado el abogado de este grupo multinacional a los tres representantes del comité de empresa (dos delegados de CCOO y uno de USO), en la reunión que dirección y comité debían mantener para negociar el calendario de trabajo para el mes de octubre, ya que desde junio tienen un ERTE aprobado por la crisis del Covid-19.

«Hemos venido a negociar el calendario de trabajo para el mes de octubre y se nos informa de que a final de año se cierra la empresa», han asegurado los representante de CCOO y USO, Miguel Ángel Molina y Manuel Ruiz, respectivamente, que han añadido que «la sorpresa ha sido mayúscula, nos hemos quedado en estado de shock, no nos lo esperábamos». A continuación, el comité ha comunicado la decisión de la empresa a la plantilla y la respuesta de los trabajadores ha sido llevar a cabo «una marcha espontánea» hasta la N-113, carretera que han cortado durante 15 minutos, hacia las 15.00 horas.

La empresa ha justificado el inicio de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por causas de naturaleza económica, productiva y organizativa, que afectará a toda las plantilla y que se propone iniciar a partir del próximo 2 de octubre. «Los proyectos que teníamos adjudicados van con retraso, pero teníamos pedidos, igual no para el 100 % de la plantilla, pero sí para la mitad de los trabajadores. Sabíamos que venían tiempos difíciles, pero no creíamos que 110 trabajadores de la empresa íbamos a ir a la calle», destacaron. En este sentido, remarcaron que «resulta paradójico que hasta ayer estaban haciendo contratos fijos y hoy nos presentan un ERE de extinción para la plantilla, ha sido todo muy chocante».

Los trabajadores, que por la tarde se concentraron a la entrada de la fábrica, lo que repetían esta sábado a las doce del mediodía, realizaron una llamamiento a la CAF. «Les pedimos que no paguen los platos rotos con nosotros, con 110 trabajadores, que en los 14 años que llevamos desempeñando nuestro trabajo hemos demostrado hacerlo bastante bien». Desde el comité recordaron que hasta el próximo miércoles no tienen derecho a ir a la huelga y subrayaron que la plantilla está unida en la defensa de los puestos de trabajo: «El lunes realizaremos otra asamblea y la idea es llevar a cabo una marcha de 5 días hasta Beasain, donde está la empresa principal de CAF, para pedir trabajo, que es lo único que queremos».

El Ayuntamiento de Castejón ha mostrado su apoyo a la plantilla e Izquierda-Ezkerra, el grupo municipal del alcalde, David Álvarez, trabajador en excedencia de Trenasa, ha instado al Gobierno de Navarra a que intervenga para evitar el cese de la actividad de la empresa, al mismo tiempo que ha solicitado a la firma que reconsidere su decisión al considera que la planta de Castejón tiene capacidad suficiente de producción. I-E considera «una catástrofe para Castejón y la Ribera la pérdida de 110 puestos de trabajo en la zona, que ha sido muy castigada por el paro. Se trata de un duro golpe, que es preciso evitar». Asimismo, ha registrado una Declaración Institucional en el Parlamento de Navarra, que espera tenga el apoyo de todos los grupos, en el sentido de rechazar el cierre de la empresa Trenasa y los despidos. También ha registrado una pregunta oral al consejero de Desarrollo Económico y Empresarial, Manu Ayerdi, así como una sesión de trabajo con el comité de empresa.

La apertura de la Soria-Castejón en el horizonte

Los municipios agrupados de la línea férrea Soria-Castejón, cerrada al tráfico en 1996, han decidido solicitar una reunión al ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, para abordar la posible reapertura de este trazado ferroviario y hacerlo competitivo. A la convocatoria del Ayuntamiento de Soria han acudido representantes municipales de Valdegeña, Ágreda, Matalebreras y la Diputación provincial, además de Cervera del Río Alhama (La Rioja), Fítero y Cintruénigo (Navarra), de un total de 17 municipios incluidos en este corredor ferroviario.

La corporación soriana ha convocado a otros ayuntamientos del corredor ferroviario para estudiar el anuncio en el BOE de crear un centro de pruebas ferroviario en Corella, con una concesión de 20 a 35 años y la posible creación de 40 puestos de trabajo. El alcalde de Soria, Carlos Martínez (PSOE), explica que los municipios de este corredor ferroviario respaldan el desarrollo de la reapertura de la línea en Corella, como banco de pruebas, pero han exigido además la reapertura de la Soria-Castejón, cerrada al tráfico en diciembre de 1996. «Ni el Ayuntamiento de Soria ni ninguno de los ayuntamientos que nos sentamos en esta plataforma, estamos en contra del desarrollo de ningún tipo de infraestructuras. Nosotros podemos respaldar también la reapertura del tramo en Corella, pero no puede ser lo que limite la reapertura de la línea Soria-Castejón», argumenta.

Martínez señala que se trata de defender el desarrollo de todo un territorio que se extiende por cuatro comunidades autónomas y que está afectado por la despoblación. «Hemos solicitado una reunión con el ministro de Fomento, a la mayor brevedad posible, para poder caminar en ese sentido. Necesitamos que los compromisos de palabra se trasladen a hechos en Presupuestos del Estado, en el sentido de la modernización y reapertura de la línea Soria-Castejón», apunta.

Martínez informa que Cintruénigo ha apoyado la iniciativa de reabrir este trazado ferroviario, siempre que se consiga un servicio actualizado, moderno y competitivo, y que incluya modificaciones en el trazado, para evitar por ejemplo el paso por el casco urbano del municipio navarro.

La línea Soria-Castejón es una línea sin servicio desde 1996 de las que componían la red ferroviaria española. Forma parte de la línea Torralba-Castejón que comunicaba la línea Madrid-Barcelona en Torralba con las líneas Zaragoza-Bilbao y la Castejón-Alsasua en Castejón, discurriendo por las provincias de Soria, Zaragoza, La Rioja y Navarra. Proyectada a finales del siglo XIX e incluido en el Plan Preferente de Ferrocarriles de Urgente Construcción de 1926 sus obras se alargaron durante décadas.

Si bien en la República se le dio más impulso, el estallido de la Guerra Civil detuvo las obras. Durante 1938 y 1939 un total de 150 prisioneros estuvieron trabajando para concluir una obra que se inauguró en el año 1941. El 30 de septiembre de 1941, el diario ABC narraba la inauguración de la línea en la que participaron ministros y altos cargos de la dictadura en un viaje que partió de Soria y paró en cada una de las estaciones.

El fuerte fusilero de Castejón, último vestigio de arqueología ferroviaria de la Guerra Carlista

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Hay estaciones donde el tiempo parece haberse detenido. Circulen pocos o muchos trenes, merece la pena pasar un tiempo examinándolas minuciosamente, más si cabe cuando la visita se ha prolongado tanto en el tiempo que apenas si se recueradn los detalles. Castejón es uno de esos puntos donde merece la pena volver. Han desaparecido los vagones y coches allí almacenados; los viejos edificios y los tinglados ferroviarios que quedan en pie no son ni la mínima parte de lo que llegó a tener. Y el transporte ferroviario también conoció mejores tiempos.

Históricamente ha sido uno de los nudos ferroviarios más importantes de la zona Norte. Aquí enlazaban la línea proveniente de Bilbao (inaugurada en 1863), con la de Pamplona-Zaragoza, en servicio desde 1861, y que en 1865 quedó prolongada hasta Alsasua, donde empalmaba con la de Madrid-Irún. Más tarde, en 1941, se abrió al tráfico ferroviario la nueva línea Castejón-Soria, hoy abandonada, que acortó sensiblemente la distancia entre Pamplona y Madrid. Aún conserva una amplia playa de vías y trenes de media y larga distancia que Renfe hace parar en su estación. Pero no es lo que fue; ni mucho menos.

Sin embargo, aún sigue soprendiendo al viajero una antigua estructura de ladrillo rojizo que se alza imponente junto a la entrada de la estación, en la dirección de Pamplona a Zaragoza. Es uno de los escasos edificios de la Guerra Carlista que aún se mantiene en pie: un fuerte artillero. La construcción, de planta hexagonal, constaba de dos plantas con galerías aspilleradas para disparos de fusilería. Tenía un remate de almenillas triangulares, hoy desaparecido, y se cubría con un tejado de estructura rebajada, a seis aguas. Al piso de arriba se subía por una escalera de caracol en torno a una columna metálica central.

El fuerte fusilero es uno de esos vestigios que hacen único este enclave ferroviario navarro. Es además uno de los últimos supervivientes militares de este tipo en las vías españolas e incluso en las europeas. El interior se halla casi enteramente desmantelado, pero las paredes exteriores se encuentran en un aceptable estado de conservación. Y con su construcción se pretendía defender uno de los puntos claves para la comunicación del Norte.

Las vía férreas constituían uno de los principales objetivos militares. Mucho más aún durante la Segunda Guerra Carlista (1872). Las fuerzas de Don Carlos tenían especial fijación sobre el tendido férreo y sus planes militares invitaban constantemente a su destrucción. Cortes, voladuras de puentes y viaductos, incendios de estaciones e incluso asaltos a los trenes, se pusieron a la orden del día. Para prevenir en lo posible un ataque al depósito de locomotoras de Castejón, se encargó al Cuerpo de Ingenieros un proyecto de fortificación de aquellas instalaciones. El fuerte debía blindar el nudo ferroviario, protegerlo y seguir intacto ante el posible devastador ataque enemigo. Y a fe que ahí sigue.

Antonio Ortiz y Puerta
, de la Comandancia de Ingenieros del I Cuerpo del Ejército del Norte, firma el proyecto de construcción. Los planos de las obras para la defensa de la Estación de Castejón, en la línea Zaragoza-Pamplona se pueden contemplar en los Archivos Militares de Madrid. Llevan la fecha impresa que atestiguan que el 20 de enero de 1875 se activó la defensa de este importante enclave. Según el plano, la estación, con una estructura muy distinta de la actual, fue rodeada de un recinto defensivo con varias casamantas y caponeras, uno de cuyos elementos más caracterizados era el fuerte fusilero que preside aún hoy la entrada en Castejón. Se proyectó otro similar en el extremo opuesto, mirando a la parte de Zaragoza. Fue desmontado en 1935 y sus ladrillos rojizos se reutilizaron para construir el mercado de abastos. Tras perder su función, el edficio se remodeló y amplió en 2005 para albergar el Museo de Castejón.

El consistorio navarro tiene planes para la conservación del edificio, aunque hasta el momento no se ha podido detallar nada concreto. Y con la crisis parece que su futuro no queda nada claro, salvo que se preserve dándole el reconocimiento que se merece como uno de los monumentos ferroviarios más representativos de España.

(Imagen Ignacio Zabala)

¿’El Platanito’ tiene futuro?












Una reciente visita a Castejón ha vuelto a dejarme impresiones contrapuestas. Volver a ver ‘el Platanito’ siempre resulta interesante; más si consigues que te desbloqueen la única puerta que da acceso a su interior (las demás están sujetas con alambres para impedir su apertura) y pasearte por el interior del electrotrén 443. Da pena; mucha pena. Una joya como ésta sigue pudriéndose en la vía sin que nadie ponga remedio a su progresivo deterioro e irremediable pérdida.

Era una empresa de titanes. Los esfuerzos de un joven aficionado al ferrocarril (Aitor Luna Corcuera, de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Castejón), que anunciaba hace un par de años sus planes de restauración, han sido más entusiastas que realistas. Y el tren sigue su progresivo deterioro, al que parece condenado si alguna empresa (su recuperación solo es posible con mucha inversión) no le pone remedio. Más de veinte años en el dique seco (Fuencarral y Castejón) han dejado este prototipo en un estado lamentable.

CAF no parece dispuesta a hacerse cargo del tren que salió de su factoría de Beasain en 1976 (y a la que volvió diez años más tarde para su reparación y repintado), a pesar de los esfuerzos que se han hecho en estos años. El Ayuntamiento de Castejón negoció la posible colaboración de la firma guipuzcoana, al menos para la restauración «cosmética» del prototipo italiano, a raíz de la instalación en este municipio de la factoría de Trenasa, filial de la empresa de Beasain. Pero la factoría radicada en Castejón pasa ahora por serias dificultades, lo que hace prácticamente imposible su concurso en la posible rehabilitación del electrotén 443.

Tampoco Fiat ha mostrado nunca intención de recuperar el tren, mientras que se desconocen el interés que pueda despertar ‘el Platanito’ en la Fundación de Ferrocarriles Españoles. Son momentos muy críticos para tomar decisiones sobre el automotor que sigue en Castejón, más apartado que nunca, en una vía ya no solo muerta, sino cortada, sin catenaria y sin posibilidades de movimiento autónomo. Llegó en 1994 remolcado y de salir, lo hará de la misma forma, cuando no lo haga bajo la acción del soplete.

De Renfe ni se tienen noticias; ni se esperan. Pero la empresa que lo condenó a finales del siglo pasado y apostó por la tecnología de Talgo, difícilmente se haría cargo del mismo. Ni tan siquiera para compensar la decisión que lo apartó de la circulación comercial. Mucho menos ahora con la crisis económica y con el futuro que pende de la operadora: demasiadas incertidumbres se abren sobre el porvenir de la empresa.

‘El Platanito’ es un tren intrascendente para Renfe, aunque quizá no sea de grato recuerdo para algunos de sus directivos que vivieron un desagradable viaje entre Segovia y Madrid, cuando aún se probaba en las vías españolas el sistema de pendulación italiano. Juanjo Olaizola me contó esta curiosa historia que, posteriormente, he visto documentada en alguna publicación oficial.

El electrotrén 443 se presentaba a los máximos dignatarios de Renfe en un trayecto muy sinuoso, entre Madrid y Segovia. La cosa no debió empezar bien, ya que en el viaje de ida se produjo algún retraso por culpa su novedoso convertidor estático. Solucionado el problema, el tren siguió sin más incidentes hasta la capital castellana, donde todos los invitados asistieron a una copiosísima comida (cochinillo y demás manjares de la zona, incluidos en el menú). Para recuperar el retraso, alguien ordenó al maquinista que pusiera al límite las capacidades de la pendulación. ‘El Platanito’ corrió como una bala pero las continuas basculaciones, en un trazado tan sinuoso como es la bajada de Segovia a Madrid, tuvo nefastas consecuencias sobre los estómagos de los viajeros, sobre todo en el primer coche (donde viajaba la plana mayor) debido a la demora con la que llegaban las órdenes de los giroscopios y acelerómetros… “Ya sabes lo que pasa en estas circunstancias, en cuanto el primero echó todo lo que había comido un rato antes, parece que los demás pronto siguieron su ejemplo”. El relato es esclarecedor.

El futuro del ‘Platanito’ es incierto. Sin nadie que lo defienda (la Asociación de Castejón pasa por diicultades), sin instituciones ni empresas que se hagan cargo de este curioso prototipo parece difícil que sobreviva al soplete. Solo un milagro lo puede salvar.
PD
La historia de ‘el Platanito’ la puedes leer aquí, en una información publicada el lunes 19 de noviembre en El Correo con el título «El Platanito se pudre en castejón«.







(Imágenes Mikel Iturralde. Vídeos documentación Renfe)

‘El platanito’, a la espera de un milagro















Gracias a Lucrecia Torreiro podemos hacernos una composición general de la empresa en la que se han embarcado Aitor y Sergio y que va encontrando eco entre los treneros de este país. Estas fotos que han llegado a mi poder fueron obtenidas durante las vacaciones de Semana Santa en la estación de Castejón. Y Renfe también tiene noticias sobre los planes de estos amantes de los trenes.

Aunque restaurar el tren parece una misión imposible, la iniciativa de los dos jóvenes navarros sigue dando mucho que hablar en otros rincones de España. Mientras ‘el platanito languiece.

¿Alguien cree posible el milagro?

Una empresa de titanes: restaurar ‘el platanito’

Juventud, divino tesoro. O los jueves, milagro. Cualquiera de las dos frases define perfectamente el plan de Aitor Luna Corcuera que se ha propuesto, ni más ni menos, que dirigir un proyecto faraónico: restaurar ‘el platanito’, uno de los trenes más especiales que ha tenido Renfe. Socio de la Asociación Castejonera de Amigos del Ferrocarril, Aitor pretende embarcarse en esta aventura para sacar de una muerte segura este automotor eléctrico que languidece en la estación de Castejón. Construido en 1976 por CAF y FIAT, un prototipo derivado del pendolino italiano ETR-401 y que Renfe bautizó como serie 443, recibió el apodo de ‘el platanito’ por su color amarillo y el diseño aerodinámico de sus coches extremos.

Como buen navarro, Aitor Luna se ha empeñado en llevar adelante esta empresa. A través de páginas como las del tranvia.org ha lanzado una llamada, casi desesperada, a otros amigos del tren, para que le ayuden en esta magna aventura. La iniciativa ha sido acogida con cierto excepticimismo, dada la envergadura de la misma, pero comienza a calar entre los aficionado al mundo del tren. Aunque la verdad, sólo un milagro puede hacer posible el sueño del socio más joven de la asociación castejonense de Amigos del Ferrocarril.
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