Dos gatos y un perro tienen la misión de reactivar el uso de los trenes regionales en Japón. Los animales han sido nombrados jefes de estación y utilizan para ello en su labor diaria gorras y uniformes oficiales. La gata Tama fue pionera al asumir ese puesto hace tres años, explicó una portavoz de la estación de Kishi (centro de Japón) donde trabaja la felina, cuyos pasos han seguido su compañero de especie Bus y un ‘Yorkshire Terrier’ llamado Maron. Estos peculiares empleados ferroviarios tienen libros dedicados a su figura, utilizan uniformes oficiales a su medida y, en el caso de Tama, hasta cuenta con un tren en su honor.
Las dificultades económicas han provocado una reducción del número de pasajeros que usan el transporte local en Japón, que se ha visto además perjudicado por la emigración de los más jóvenes a las grandes ciudades. Durante los últimos tres años, la estación de Kishi, lugar de trabajo de Tama, ha visto incrementado en un millar el número de pasajeros diarios hasta los 6.000, explicó la portavoz. Durante sus horas de trabajo Tama luce una recargada capa y una gorra de ferroviario y se deja ver desde la cabina del conductor ante los casi 2,2 millones de pasajeros que visitan anualmente su estación.
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