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Suspendida la campaña del Tren de la Fresa

La Fundación de los Ferrocarriles Españoles (FFE) ha suspendido su campaña 2020 de forma definitiva, pero ha anunciado que va a trabajar en la posibilidad de realizar un único viaje en noviembre, dedicado a los «colectivos profesionales que han tenido una especial entrega y dedicación durante los momentos más críticos de esta pandemia». No se pudo iniciar la temporada de primavera a causa del confinamiento y, pese a tener todo listo para comenzar la de otoño el próximo 10 de octubre, la evolución de la situación sanitaria y las últimas disposiciones acordadas desaconsejan la movilidad entre poblaciones.

La FFE considera conveniente suspender de forma definitiva la campaña la campaña de 2020 y sumarse así al esfuerzo solidario de todos los ciudadanos, a la espera de que las actividades de ocio vuelvan a desarrollarse en el entorno adecuado. Además recuerda que el Museo del Ferrocarril de Madrid ha participado en la campaña ‘Madrid os da las gracias’ impulsada por el Ayuntamiento de Madrid, ofreciendo el acceso gratuito durante los fines de semana a trabajadores de servicios sanitarios, militares de la UME, Fuerzas de Seguridad y bomberos. Aunque la campaña finalizó el 30 de septiembre, el Museo mantendrá la iniciativa hasta el 31 de diciembre, como reconocimiento a la labor de estos profesionales, y seguirá trabajando en el proyecto de organizar un tren especial para estos colectivos, con los coches del Tren de la Fresa.

En 2020 se habrían cumplido treinta y seis años de viajes ininterrumpidos entre Madrid y Aranjuez, una cifra que convierte al Tren de la Fresa en el decano de este tipo de trenes en España. Durante todo este tiempo, el histórico tren ha transportado a miles de viajeros ofreciendo una experiencia única que aúna ocio y cultura.

El Tren de la Fresa es un clásico del turismo madrileño, una interesante excursión cultural y de ocio, que permite disfrutar de un recorrido en un tren histórico y de una magnífica jornada en Aranjuez, ciudad declarada Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001. Con él se recrea el recorrido del primer ferrocarril de la Comunidad de Madrid y segundo de la Península (Barcelona_mataró fue elprimero en 1848), que se inauguró en 1851.

Durante la campaña de 2019, que terminó el 26 de octubre, llevó a un total de 6.021 viajeros y tuvo una ocupación media del 79%. El mejor porcentaje de ocupación correspondió al mes de octubre, con un 100%, seguido de mayo, con un 92%. En total se ofrecieron 32 circulaciones, sumando las realizadas entre el 18 de abril y el 30 de junio y entre el 21 de septiembre y el 26 de octubre. El Tren de la Fresa forma parte de Trenes Patrimonio Mundial Madrid, una oferta de trenes históricos que enlazan la capital con otras ciudades de esta Comunidad catalogadas como Patrimonio Mundial por la Unesco, como es el caso de Aranjuez.

Estaciones singulares: Aranjuez

Mucho antes de que el tren haga su triunfal entrada en la villa, Aranjuez adquiere su condición de privilegiado retiro y descanso de la Corona. Felipe II le otorga naturaleza de Real Sitio en 1560, un conjunto de residencias para una corte itinerante donde pasar la primavera mientras aguanta el invierno en Madrid, se alivia del verano en La Granja y sobrelleva el otoño en El Escorial. Y a este monarca se debe la construcción del palacio real que casi permanece intacto hasta la llegada de Fernando VI, que encarga al arquitecto Santiago Bonavía la fachada principal y la plaza de armas; y de Carlos III, quien añade dos alas perpendiculares a la fachada principal. También Carlos IV quiere dejar su sello personal en la villa madrileña, a la que dota de la Real Casa del Labrador, un hermoso edificio neoclásico situado en el Jardín del Príncipe. A la monarquía se vincula también el Museo de Falúas, que acoge las embarcaciones fluviales de recreo que usan los reyes para navegar por el Tajo, al igual que los Sotos y Paseos Históricos de la localidad o la grandiosa Calle de la Reina, un magnífico paseo entre plátanos de hasta 40 metros de altura.

Quizá por su ligazón a la corona y a la nobleza española, el ferrocarril Madrid-Aranjuez nace con cierto halo romántico. No en vano, es el acaudalado marqués de Salamanca quien se empeña personalmente en su construcción, casi como un obsequio hacia la reina Isabel II, que apenas si presta atención a la puesta en marcha de aquel infernal invento que tres años antes, en 1848, culmina con la unión de Barcelona y Mataró. Su majestad ni se inmuta ante los requerimientos y esfuerzos del catalán Miquel Biada y Bunyol, testigo directo en Cuba de la inauguración de la línea La Habana-Bejucal, el primer tren que circula por tierras españolas, y que acaba por trasladar la idea a su tierra natal. Pero la Corte, con Isabel a la cabeza, sí corresponde al brío del marqués de Salamanca y acude el 9 de febrero de 1851, con todo el boato y la pompa de la que son capaces, al estreno del tren que les conduce prácticamente desde las dependencias reales de la capital a las puertas de los Reales Sitios de Aranjuez. Más de 1.500 invitados pueden comprobar que en una hora y media se pueden recorrer los 49 kilómetros (casi 8,5 leguas) que separan los dos mundos. Antes de existir este camino de hierro, los madrileños que se desplazan hasta Aranjuez lo hacen en diligencia y tardan entre seis y siete horas en completar el recorrido.

En sus inicios, aquel tren no sólo es un capricho cortesano. Traslada los productos de la huerta y el campo a los mercados de la capital. Espárragos y fresas son sus dos especialidades más cotizadas. Pero, con el paso de los años, el protagonismo de aristócratas y vegetales declina y casi se ocultan en el tiempo, hasta su desaparición. Con el devenir de los años, apenas si permanece el recuerdo, aunque los arancetanos alimentan y repiten la leyenda de que los últimos metros de carril del aquel tren están hechos de plata (lo que hoy llamamos ‘fake news’). El noble metal es mucho más maleable que el acero que se emplea habitualmente en la construcción de los raíles y la simple fricción con las ruedas acabaría por hacerlos desaparecer.

Se construye una estación término, hoy desaparecida, frente a la fachada occidental de la residencia de los monarcas, a la que se añade años después otra al sudoeste del casco antiguo de la ciudad, en la que paran los trenes con destino a Cuenca, tras la prolongación de la línea a esta ciudad en 1883. Ambas se sustituyen por otra terminal, construida en 1923, y que actualmente sigue en uso. Hasta la creación de Renfe en 1941, dicha estación pertenece a la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (MZA), como muestran los mosaicos decorativos existentes en su vestíbulo.

Las reformas y replanteos son continuos a partir de 1901, para poder atender las necesidades del tráfico, de sus viajeros y por supuesto de las mercancías. Esta primera estación tiene forma de ‘U’ como muchas otras de final de trayecto. Está ubicada frente a la Plaza de Armas del Palacio Real de Aranjuez y junto a los cuarteles de las guardias españolas y dispone de un ramal exclusivo para la Corona que llega hasta la Puerta de Damas del Palacio. El desarrollo de la línea de Madrid Almansa, por la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid-Zaragoza-Alicante, unida a las posteriores ampliaciones de la línea hacia Andalucía, Levante y Cuenca, cambia la configuración a estación de paso. Ello demuestra la gran relevancia ferroviaria de Aranjuez como nudo ferroviario, pero se hace evidente su obsolescencia al crearse un triangulo de vías que hace problemática su operatividad por su ubicación y la pérdida de tiempo en las maniobras de retroceso. Esto da lugar a que los trenes expresos no entren a la estación original. Pero los que entran deben después retroceder para posteriormente volver al trazado de la línea de MZA.

Ya en 1903 se empieza a plantear la construcción de una nueva estación en la vía de cierre del triángulo, que no se levanta hasta 1908 y que se plantea como situación intermedia y provisional hasta que se puedan emprender las obras de un edificio definitivo, que dé solución estándar para el servicio de viajeros en la vía general del triángulo. Tras varias propuestas, en julio de 1922 se redacta el proyecto definitivo de la estación que hoy conocemos, cuyo objetivo principal es eliminar el problema citado y construir un gran edificio al que se le dota de tantas vías y andenes como sen necesarios para atender correctamente las necesidades de los viajeros a los diversos destinos que Aranjuez ofrece.

El proyecto definitivo se aprueba el 4 de agosto de 1923; lleva la firma del ingeniero jefe de Vía y Obras de la Compañía, Francisco Barón Blanco. No hay referencia al arquitecto, pero de diversos documentos pertenecientes a la fase de la construcción se desprende que la autoría corresponde a Narciso Clavería, (que levante la estación de Toledo), mientras que Fomento de Obras y Construcciones se encarga de la edificación. El proyecto se divide en tres partes: Ampliación a siete vías de circulación de las tres que existen en ese lado del triángulo, construcción de un nuevo edificio de viajeros de 80 metros dotado de dos andenes intermedios con paso inferior y construcción de un muelle de gran velocidad, al norte del edificio de viajeros. Las dimensiones del edificio de viajeros (81,20 metros de ancho por 13,80 de ancho) son modestas si las comparamos con la antigua estación, ya que ésta última se amplía con edificios e instalaciones nuevas, según surgen nuevas necesidades, pero sin responder a un proyecto global e integrador del conjunto. Por ello en el proyecto se intenta que la nueva estación sea más pragmática y se conciben solo aquellos servicios que se consideran necesarios e imprescindibles para la explotación ferroviaria.

El edificio de estilo Neomudéjar, construido entre 1922 y 1927, está formado por una nave rectangular y alargada con un cuerpo central más elevado que el resto, donde se encuentra la entrada principal y el vestíbulo. La composición arquitectónica es la misma en ambas fachadas, excepto el motivo central de coronación que es solo para la fachada orientada al patio de viajeros. Este motivo central es el hastial que acoge en su centro el gran reloj que está sobre tres grandes arcos, que animados con parteluces y una sucesión alternativa de claves huecas y macizas, logran aportar gran luminosidad al vestíbulo central. A ambos lados del cuerpo central, se levantan dos naves más bajas, con otros dos pabellones en los extremos que sobresalen del resto. El material utilizado en la fachada es ladrillo rojo visto, con azulejos decorativos y un zócalo de piedra que abarca toda la planta baja. En lo alto, una cornisa coronada con dentículos, en sucesión horizontal, genera una sensación de huecos vacíos y llenos, dando el toque tan característico a la estación.

Es un edificio más propio de un palacio que de una construcción civil. El cuerpo lo forma una nave rectangular y alargada con una zona central más elevada, donde se encuentra la entrada principal y el vestíbulo. Ambas fachadas presentan la misma composición arquitectónica. En la parte trasera, existen tres andenes, cada uno protegido con sendas marquesinas con columnas de hierro. En cada andén hay dos entradas enrejadas con sendas escaleras, que conducen a un paso subterráneo de 32 metros de longitud y que permite a los viajeros cambiar de andén.

Como otros muchos edificios víctimas de la Guerra Civil, los continuos bombardeos le afectan enormemente, por lo que deben hacerse diversos arreglos, sobre todo en la marquesina por contar con acristalamientos y materiales singulares. El paso inferior de los andenes sirve durante la contienda como refugio para los bombardeos ya que en esa época el personal pide con insistencia un refugio en algún punto estratégico y seguro. Para acondicionarlo se acumula sobre él una carga de tierra de 4 metros y se completa la protección con una losa de hormigón fuertemente armada dispuesta en la parte superior del montón de tierra. El interior se remata con muros de ladrillo para dificultar la penetración de la metralla de las bombas. Entre 1989 y 1990 al acometerse obras de rehabilitación de la estación, se eliminan aquellos muros de ladrillo, lo que provoca el descubrimiento de unos mosaicos de Mario Maragliano, que datan de los inicios de esta estación y que quedan ocultos durante la contienda civil. Tras su restauración la obra recibe el premio de la Comunidad de Madrid en 1998.

Durante esta última década se han realizado varios trabajos de restauración. En 2012, se rehabilita el artesonado de madera del techo del edificio de viajeros y se recuperan las lámparas de araña que coronan el techo, entre otras actuaciones. Dos años después, Adif emprende la restauración de las marquesinas de los andenes 1 y 2, así como la construcción de nuevos aseos y la protección de los mosaicos del paso inferior. En 2017 se emprenden nuevos trabajos que incluyen el recrecido en 290 metros del andén , así como los números 2 y 3 en su tramo central, con el objetivo de facilitar el acceso de los usuarios a los trenes.

También se prepara un nuevo paso inferior con escaleras y ascensores en los tres andenes para mejorar la accesibilidad. A ello se suma la recuperación de las históricas marquesinas, en este caso las del andén 3, y la colocación de un falso techo de madera en las de los andenes 1 y 2. También se interviene sobre la estructura del paso inferior existente con la creación de cámaras antihumedad y la rehabilitación del mosaico de Maragliano. La obra se completa con actuaciones de carácter general en saneamientos, instalaciones eléctricas, iluminación, megafonía, cronometría, cámaras de vigilancia, teleindicadores e instalaciones de protección contra incendios.

(Fuentes Dirección de Patrimonio y Urbanismo de Adif, Dirección Ejecutiva de Estaciones de Viajeros, Ineco, Tifsa y Fundación de los Ferrocarriles Españoles. Gonzalo Garcival, en “Las estaciones de ferrocarril de España”. Autores varios, en “Arquitectura y Desarrollo Urbano: Comunidad de Madrid”)

Más de 6.000 viajeros, en el Tren de la Fresa

El Tren de la Fresa ha llevado un total de 6.021 viajeros durante la campaña de 2019, que terminó el 26 de octubre pasado, y ha tenido una ocupación media del 79%. El mejor porcentaje de ocupación ha correspondido al mes de octubre, con un 100%, seguido de mayo, con un 92%. En total se han ofrecido 32 circulaciones, sumando las realizadas entre el 18 de abril y el 30 de junio y entre el 21 de septiembre y el 26 de octubre. Este año el tren ha vuelto a salir del Museo del Ferrocarril de Madrid, que tiene su sede en la antigua estación de Delicias.

El Tren de la Fresa es un clásico del turismo madrileño, una interesante excursión cultural y de ocio, que permite disfrutar de un recorrido en un tren histórico y de una magnífica jornada en Aranjuez, ciudad declarada Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001. Con él se recrea el recorrido del primer ferrocarril de la Comunidad de Madrid y segundo de la Península (Barcelona_mataró fue elprimero en 1848), que se inauguró en 1851.

Antes del camino de hierro Madrid-Aranjuez, el desplazamiento duraba alrededor de seis o siete horas, con una única diligencia al día de no más de veinte viajeros. Después hubo tres trenes diarios con capacidad de hasta 690 personas, con una duración de hora y media aproximadamente.

El proyecto que dio origen al Tren de la Fresa fue una iniciativa conjunta del Museo del Ferrocarril de Madrid, gestionado por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Aranjuez y Patrimonio Nacional. En esta y otras campañas ha contado también con el apoyo de Renfe y Adif.

La composición del tren este año ha estado formada por dos coches “Costa”, un coche de departamentos de la serie 5000, de los primeros que construyó Renfe metálicos en los años cuarenta, y dos furgones de la década de 1960, un J-2 y un DV. Los “Costa”, de caja de madera, fueron construidos en la década de 1920 y reciben esta denominación porque en origen fueron destinados al servicio de cercanías de la compañía MZA (Madrid-Zaragoza-Alicante) en el litoral catalán.

Las opciones de ocio en Aranjuez para los viajeros del Tren de la Fresa han sido tres: el paquete de rutas en Aranjuez ligadas a los recintos de Patrimonio Nacional (Palacio Real, Museo de Falúas y jardines); una visita guiada a pie por los exteriores de Palacio Real y los jardines del Príncipe, Parterre y del Rey con un paseo por el Tajo en barco turístico; y un recorrido por el casco histórico y los jardines en un tren turístico, el Chiquitrén.

El Tren de la Fresa retoma el sábado su actividad

Este sábado inicia la temporada de otoño el histórico Tren de la Fresa que recorrerá todos los fines de semana hasta el 26 de octubre el trayecto entre Madrid hasta Aranjuez, villa Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. El convoy saldrá a la vía los días 21, 22, 28, 29 de septiembre y las jornadas del 5, 6, 12, 13, 19, 20, 26 de octubre. El viaje se inicia a las 10 horas en el Museo del Ferrocarril de Madrid, ubicado en la centenaria estación de Delicias. A la vuelta, sale de Aranjuez a las 18.36 horas y llega a su destino inicial hacia las 19.30 horas.

El tren está formado por una composición de dos coches ‘Costa‘, un coche de departamentos de la serie 5000, de los primeros que construyó Renfe metálicos en los años cuarenta, y dos furgones de la década de 1960, un J-2 y un DV. Los ‘Costa’, de caja de madera, fueron construidos en la década de 1920 y reciben esta denominación porque en origen fueron destinados al servicio de cercanías de la compañía MZA (Madrid-Zaragoza-Alicante) en el litoral catalán.

Para la visita a Aranjuez se puede elegir entre estas tres rutas turísticas: Fresas con nata (Chiquitrén y visita al Jardín del Parterre y de la Isla), Fresas del Tajo (recorrido en barco y visita a los exteriores del Palacio Real y los jardines) o Fresas Reales (visita al Palacio Real, Museo de Falúas y Jardín del Príncipe).

El Tren de la Fresa rememora la puesta en marcha del primer ferrocarril de Madrid que unió la capital con el Real Sitio de Aranjuez. Ese primer tramo de apenas 50 kilómetros era en realidad un planteamiento estratégico que nacía “buscando el mar” y que se pudo consolidar gracias al tesón y a la osadía de su promotor, el marqués de Salamanca. Hubo varios proyectos antes de realizarse el definitivo y en todos se eligió Aranjuez como final de la línea porque en aquella época la Corte pasaba grandes temporadas allí y era cita de la aristocracia y de las gentes relacionadas con Palacio.

Antes del camino de hierro Madrid-Aranjuez, el desplazamiento duraba alrededor de seis o siete horas, con una única diligencia al día de no más de veinte viajeros. Después hubo tres trenes diarios con capacidad de hasta 690 personas, con una duración de hora y media aproximadamente.

En 2015, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) dio un paso más en la protección y reconocimiento de la ciudad de Aranjuez al declararla como “lugar de excepcional valor universal”. Cinco años antes, en la Exposición Universal de Shanghái 2010, el Tren de la Fresa fue elegido para estar presente en el stand de ICOM (Consejo Internacional de Museos), donde se mostraba la realidad de los museos en los cinco continentes, como ejemplo de contribución de una actividad museística a la revitalización y el dinamismo económico a través de un producto de turismo cultural.

El Tren de la Fresa arranca este jueves

El ‘Tren de la Fresa’ inicia este jueves 18 de abril una nueva temporada. En la campaña de 2019 -con una primera fase que se extenderá hasta el 30 de junio, y una segunda, que tendrá lugar entre el 14 de septiembre y el 26 de octubre– se han programado 30 viajes. Estos se realizarán, como ya es tradicional, los sábados y domingos, incluyendo la posibilidad de realizar una visita guiada al Palacio Real de Aranjuez, con guías oficiales de turismo de la Comunidad de Madrid, y la visita libre al Museo de Falúas.

La composición está formada por dos coches ‘Costa’, un coche de departamentos de la serie 5000, de los primeros que construyó Renfe metálicos en los años cuarenta, y dos furgones de la década de 1960, un J-2 y un DV. Los ‘Costa’, construidos en la década de 1920 con caja de madera, reciben esta denominación porque en origen fueron destinados al servicio de cercanías de la compañía MZA en el litoral catalán.

Desde que en 1984 se promoviera la idea de rememorar el recorrido del que fue el primer ferrocarril de Madrid y el segundo de la Península, el recorrido se ha transformado hoy en un atractivo viaje en tren. Al mismo viaje se añaden la riqueza arquitectónica, artística, paisajística, cultural y gastronómica del Real Sitio de Aranjuez, una ciudad que conserva todo el sabor y esplendor de su regia historia.

En 2015, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) dio un paso más en la protección y reconocimiento de la ciudad de Aranjuez al declararla como “lugar de excepcional valor universal”. Cinco años antes, en la Exposición Universal de Shanghái 2010, el ‘Tren de la Fresa’ fue elegido para estar presente en el stand de ICOM (Consejo Internacional de Museos), donde se mostraba la realidad de los museos en los cinco continentes, como ejemplo de contribución de un museo a la revitalización y el dinamismo económico a través de un producto de turismo cultural.

Hay varias posibilidades de rutas turísticas para completar el viaje en el tren: Fresas con nata: Chiquitrén y visita al Jardín del Parterre y de la Isla. Fresas del Tajo: recorrido en barco y visita a los exteriores del Palacio Real y los jardines. Fresas Reales: visita al Palacio Real, Museo de Falúas y Jardín del Príncipe. Además, se han programado dos viajes especiales: Fresas con música: el sábado 19 de mayo, un viaje con horario especial permitirá asistir al «Festival de Música Antigua” de Aranjuez e incluye un paseo musical con guía por los Jardines del Rey, del Parterre y de la Isla. Fresas con chocolate: el sábado 14 de septiembre, circulará un tren especial hasta Pinto para asistir al Segundo Salón Internacional del Chocolate.

El Tren de la Fresa rememora la puesta en marcha del primer ferrocarril de Madrid que unió la capital con el Real Sitio de Aranjuez. Ese primer tramo de apenas cincuenta kilómetros era en realidad un planteamiento estratégico que nacía “buscando el mar” y que se pudo consolidar gracias al tesón y a la osadía de su promotor, el marqués de Salamanca. Hubo varios proyectos antes de realizarse el definitivo, auspiciado por el marqués de Salamanca, y en todos se eligió Aranjuez como final de la línea porque en aquella época la Corte pasaba grandes temporadas allí y era cita de la aristocracia y de las gentes relacionadas con Palacio.

Las obras de la nueva línea se dieron por concluidas el 8 de febrero de 1851 y un día después se celebró su inauguración. La presentación en sociedad de tan magno acontecimiento se convirtió casi en una fiesta popular, dada la masiva asistencia de gente, con la reina Isabel II y la plana mayor del Gobierno, con Bravo Murillo a la cabeza, quienes tras la celebración de una misa en la cabecera de la línea realizaron el viaje de ida y vuelta completo. Los actos se prolongaron durante todo el día con sendos banquetes en Madrid y Aranjuez. En un principio, la línea Madrid-Aranjuez fue considerada como un medio para el divertimento de la Corte, pero también sirvió para abastecer al mercado de Madrid de las frutas y hortalizas regadas por el río Tajo.

Temporada de otoño del Tren de la Fresa

El histórico Tren de la Fresa, que une la localidad de Aranjuez con Madrid, retomará su actividad este sábado tras más de dos meses de parón veraniego. Comienza así su temporada de otoño, que este año se extenderá hasta el 21 de octubre y para la que están programados diez viajes que se realizarán los sábados y domingos. Además de la tradicional ruta con visita guiada al Palacio Real y una visita libre al Museo de Falúas, el programa del viaje mantiene la posibilidad de elegir entre varios itinerarios con diferentes precios en función de las actividades a realizar en Aranjuez.

En la campaña de primavera, que se desarrolló del 14 de abril al 30 de junio, más de 5.300 personas viajaron en este tren, que conecta la capital con la localidad de Aranjuez desde hace 34 años. Según datos del Ayuntamiento, unos 185.000 pasajeros han viajado a bordo de los históricos coches de madera de Tren de la Fresa desde 1984.

El tren partirá de la histórica estación de Príncipe Pío y encabezará la composición la locomotora eléctrica 289-015, una máquina histórica de los años 60 perteneciente al Museo del Ferrocarril. La composición del tren la completan los tradicionales coches de madera denominados ‘Costa’, construidos entre 1914 y 1930, que cubrían los servicios de cercanías de la compañía MZA (Madrid-Zaragoza-Alicante), un coche de viajeros de segunda clase perteneciente a una de las primeras series de coches metálicos encargados por Renfe entre 1947 y 1953, un vagón y un furgón de los años 60 destinado en su origen al Jefe de Tren.

Se mantienen las cuatro rutas ofertadas el pasado año y el programa de esta temporada contempla la opción de elegir un nuevo itinerario, ‘Fresas con vino’, que ofrece al viajero la posibilidad de conocer la Bodega Real Cortijo de Carlos III y realizar una cata de vinos además de poder visitar la Plaza de Toros de Aranjuez, que acoge en su interior el Museo Taurino y es uno de los cosos más antiguos de España. Ambos edificios están catalogados como Monumentos Histórico Artísticos.

En 2015, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) dio un paso más en la protección y reconocimiento de la ciudad de Aranjuez al declararla como “lugar de excepcional valor universal”. Cinco años antes, en la Exposición Universal de Shanghái 2010, el Tren de la Fresa fue elegido para estar presente en el stand de ICOM (Consejo Internacional de Museos), donde se mostraba la realidad de los museos en los cinco continentes, como ejemplo de contribución de una actividad museística a la revitalización y el dinamismo económico a través de un producto de turismo cultural.

El Tren de la Fresa rememora la puesta en marcha del primer ferrocarril de Madrid que unió la capital con el Real Sitio de Aranjuez. Ese primer tramo de apenas 50 kilómetros era en realidad un planteamiento estratégico que nacía “buscando el mar” y que se pudo consolidar gracias al tesón y a la osadía de su promotor, el marqués de Salamanca. Hubo varios proyectos antes de realizarse el definitivo y en todos se eligió Aranjuez como final de la línea porque en aquella época la Corte pasaba grandes temporadas allí y era cita de la aristocracia y de las gentes relacionadas con Palacio.

El Tren de la Fresa inicia la temporada 2018

Este próximo sábado 14 de abril comienza la temporada 2018 del Tren de la Fresa, un tren histórico-turístico que cumple 34 años de existencia y que se ha convertido en el decano de este tipo de trenes en España. En la presente campaña -con una primera fase que se extenderá hasta el 30 de junio, y una segunda, que tendrá lugar entre el 22 de septiembre y el 21 de octubre- se han programado 32 viajes. Estos se realizarán, como ya es tradicional, los fines de semana y además de la tradicional ruta con visita guiada al Palacio Real y una visita libre al Museo de Falúas, el programa del viaje mantiene la posibilidad de elegir entre varios itinerarios con diferentes precios en función de las actividades a realizar en Aranjuez.

El tren partirá de la histórica estación de Príncipe Pío y encabezará la composición la locomotora eléctrica 289-015, una máquina histórica de los años 60 perteneciente al Museo del Ferrocarril. La composición del tren la completan los tradicionales coches de madera denominados ‘Costa’, construidos entre 1914 y 1930, que cubrían los servicios de cercanías de la compañía MZA (Madrid-Zaragoza-Alicante), un coche de viajeros de segunda clase perteneciente a una de las primeras series de coches metálicos encargados por Renfe entre 1947 y 1953, un vagón y un furgón de los años 60 destinado en su origen al Jefe de Tren.

Se mantienen las cuatro rutas ofertadas el pasado año y el programa de esta temporada contempla la opción de elegir un nuevo itinerario, ‘Fresas con vino’, que ofrece al viajero la posibilidad de conocer la Bodega Real Cortijo de Carlos III y realizar una cata de vinos además de poder visitar la Plaza de Toros de Aranjuez, que acoge en su interior el Museo Taurino y es uno de los cosos más antiguos de España. Ambos edificios están catalogados como Monumentos Histórico Artísticos.

El sábado 19 de mayo y en colaboración con el ‘XXV Festival Música Antigua de Aranjuez 2018’ se ofrecerá un itinerario único y especial, ‘Fresas con música’, en el que durante la jornada los viajeros podrán disfrutar de varias interpretaciones musicales en lugares especiales y un concierto final en el Palacio Real.

Más de 180.000 pasajeros han viajado a bordo de los históricos coches de madera de Tren de la Fresa desde que en 1984 se promoviera la idea de rememorar el recorrido del que fue el primer ferrocarril de Madrid y el segundo de la Península. Hoy el recorrido se ha transformado en un atractivo viaje en tren al que se suman la riqueza arquitectónica, artística, paisajística, cultural y gastronómica del Real Sitio de Aranjuez, una ciudad que conserva todo el sabor y esplendor de su regia historia.

En 2015, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) dio un paso más en la protección y reconocimiento de la ciudad de Aranjuez al declararla como «lugar de excepcional valor universal». Cinco años antes, en la Exposición Universal de Shanghái 2010, el Tren de la Fresa fue elegido para estar presente en el stand de ICOM (Consejo Internacional de Museos), donde se mostraba la realidad de los museos en los cinco continentes, como ejemplo de contribución de una actividad museística a la revitalización y el dinamismo económico a través de un producto de turismo cultural.

El Tren de la Fresa rememora la puesta en marcha del primer ferrocarril de Madrid que unió la capital con el Real Sitio de Aranjuez. Ese primer tramo de apenas 50 kilómetros era en realidad un planteamiento estratégico que nacía “buscando el mar” y que se pudo consolidar gracias al tesón y a la osadía de su promotor, el marqués de Salamanca. Hubo varios proyectos antes de realizarse el definitivo y en todos se eligió Aranjuez como final de la línea porque en aquella época la Corte pasaba grandes temporadas allí y era cita de la aristocracia y de las gentes relacionadas con Palacio.

Antes del camino de hierro Madrid-Aranjuez, el desplazamiento duraba alrededor de seis o siete horas, con una única diligencia al día de no más de veinte viajeros. Después hubo tres trenes diarios con capacidad de hasta 690 personas, con una duración de hora y media aproximadamente.

La salida de Madrid Príncipe Pío se realiza a las 09.50 horas para llegar a la estación de Aranjuez sobre las 10.44. El regreso tiene lugar a las 18.55 desde la estación de Aranjuez y la llegada a Madrid a las 19.48 horas. Se han programado salidas para abril los días 14, 21, 22, 28 y 29; en mayo serán el 5, 6, 12, 13. 19, 20, 26 y 27; y en junio, el 2, 3, 9, 10, 16, 17, 23, 24 y 30. La segunda parte de la tempora se reanuda el 22 de septiembre y tendrá su continuación el 23, 29 y 30 del mismo mes. En octubre se han programando viajes los días 6, 7, 13, 14, 20 y 21, que se dará por finalizada la temporada.

El Tren de la Fresa vuelve este sábado

El sábado 23 de septiembre arranca la segunda fase de la temporada 2017 del Tren de la Fresa, que este año se extenderá hasta el 29 de octubre y para la que están programados 13 viajes que se realizarán los sábados y domingos, con salida de la histórica estación de Príncipe Pío a las 09.50 horas y regreso desde Aranjuez a las 18.55. La composición estará formada por los coches de madera denominados ‘Costa’, construidos entre 1914 y 1930, un coche de viajeros de segunda clase perteneciente a una de las primeras series de coches metálicos encargados por Renfe entre 1947 y 1953, un vagón y un furgón de los años 60 destinado en su origen al jefe de tren.

El programa del viaje mantiene la posibilidad de elegir entre cuatro rutas con diferentes precios en función de las actividades a realizar en Aranjuez. Además de la tradicional ruta con visita guiada al Palacio Real y una visita libre al Museo de Falúas, se puede optar por un paseo por el Tajo a bordo del Barco Turístico de Aranjuez y las visitas guiadas a los Jardines del Príncipe y de la Isla; un viaje a bordo del Chiquitrén por parte del casco histórico y el espectacular Jardín del Príncipe, junto con una visita guiada al Jardín de la Isla; o la posibilidad de realizar el viaje de ida y vuelta disfrutando de una jornada libre por Aranjuez.

Más de 175.000 pasajeros han viajado a bordo de los históricos coches de madera de Tren de la Fresa desde que en 1984 se promoviera la idea de rememorar el recorrido del que fue el primer ferrocarril de Madrid y el segundo de la Península. Hoy el recorrido se ha transformado en un atractivo viaje en tren al que se suman la riqueza arquitectónica, artística, paisajística, cultural y gastronómica del Real Sitio de Aranjuez, una ciudad que conserva todo el sabor y esplendor de su regia historia.

En 2015, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) dio un paso más en la protección y reconocimiento de la ciudad de Aranjuez al declararla como «lugar de excepcional valor universal». Cinco años antes, en la Exposición Universal de Shanghái 2010, el Tren de la Fresa fue elegido para estar presente en el stand de ICOM (Consejo Internacional de Museos), donde se mostraba la realidad de los museos en los cinco continentes, como ejemplo de contribución de un museo a la revitalización y el dinamismo económico a través de un producto de turismo cultural.

El Tren de la Fresa rememora la puesta en marcha del primer ferrocarril de Madrid que unió la capital con el Real Sitio de Aranjuez. Ese primer tramo de apenas 50 kilómetros era en realidad un planteamiento estratégico que nacía “buscando el mar” y que se pudo consolidar gracias al tesón y a la osadía de su promotor, el marqués de Salamanca. Hubo varios proyectos antes de realizarse el definitivo y en todos se eligió Aranjuez como final de la línea porque en aquella época la Corte pasaba grandes temporadas allí y era cita de la aristocracia y de las gentes relacionadas con Palacio.

Las obras de la nueva línea se dieron por concluidas el 8 de febrero de 1851 y un día después se celebró su inauguración. La presentación en sociedad de tan magno acontecimiento se convirtió casi en una fiesta popular, dada la masiva asistencia de gente, con la reina Isabel II y la plana mayor del Gobierno, con Bravo Murillo a la cabeza, quienes tras la celebración de una misa en la cabecera de la línea realizaron el viaje de ida y vuelta completo. Los actos se prolongaron durante todo el día con sendos banquetes en Madrid y Aranjuez.

En un principio, la línea Madrid-Aranjuez fue considerada como un medio para el divertimento de la Corte, pero también sirvió para abastecer al mercado de Madrid de las frutas y hortalizas regadas por el río Tajo. Desde que comenzó a funcionar el servicio de esta segunda línea peninsular, contó con gran aceptación entre la población, fundamentalmente por el envío de los productos de la huerta ribereña a Madrid, destacando la emblemática fresa, producto por excelencia del Real Sitio que da nombre al tren.

Antes del camino de hierro Madrid-Aranjuez, el desplazamiento duraba alrededor de seis o siete horas, con una única diligencia al día de no más de veinte viajeros. Después hubo tres trenes diarios con capacidad de hasta 690 personas, con una duración de hora y media aproximadamente.

El tren parte por segundo año de la estación de Príncipe Pío, encabezado por la locomotora eléctrica 289-015, una máquina histórica de los años 70 perteneciente al Museo del Ferrocarril. Tras él, un coche de viajeros de segunda clase que forma parte de una de las primeras series de coches metálicos encargados por Renfe entre 1947 y 1953. La composición del convoy la completan los tradicionales cuatro coches de madera denominados ‘Costa’, construidos entre 1914 y 1930, que cubrían los servicios de cercanías de la compañía MZA (Madrid-Zaragoza-Alicante), un furgón y un vagón de la década de 1960.

La salida de Madrid Príncipe Pío se realiza a las 09.50 horas para llegar a la estación de Aranjuez sobre las 10.44. El regreso tiene lugar a las 18.55 desde la estación de Aranjuez y la llegada a Madrid a las 19.48 horas. La segunda parte de la temporad ase reanuda el 23 de septiembre y tendrá su continuación el 24 y 30 del mismo mes. En octubre se han programando viajes los días 1, 7, 8, 14, 15, 21, 22, 27, 28 y 29, que se dará por finalizada la temporada.

El Tren de la Fresa abre la temporada

Este próximo sábado 29 de abril comienza la temporada 2017 del Tren de la Fresa, un tren histórico-turístico que cumple 33 años de existencia y que se ha convertido en el decano de este tipo de trenes en España. En la presente campaña -con una primera fase que se extenderá hasta el 25 de junio, y una segunda, que tendrá lugar entre el 23 de septiembre y el 29 de octubre- se han programado 30 viajes. Estos se realizarán, como ya es tradicional, los sábados y domingos, incluyendo la posibilidad de realizar una visita guiada al Palacio Real de Aranjuez, con guías oficiales de turismo de la Comunidad de Madrid, y la visita libre al Museo de Falúas.

El tren volverá a partir de la histórica estación de Príncipe Pío y encabezará la composición la locomotora eléctrica 289-015, una máquina histórica de los años 70 perteneciente al Museo del Ferrocarril. También vuelve a formar parte del Tren de la Fresa un coche de viajeros de segunda clase perteneciente a una de las primeras series de coches metálicos encargados por Renfe entre 1947 y 1953. La composición del tren la completan los tradicionales cuatro coches de madera denominados ‘Costa’, construidos entre 1914 y 1930, que cubrían los servicios de cercanías de la compañía MZA (Madrid-Zaragoza-Alicante), un vagón y un furgón y de los años 60 destinado en su origen al jefe de tren.

El programa de esta nueva temporada ofrece al viajero la posibilidad de elegir entre cuatro recorridos con diferentes precios en función de las actividades a realizar en Aranjuez. Además de la tradicional ruta con visita guiada al Palacio Real y una visita libre al Museo de Falúas o la propuesta presentada el pasado año, con un paseo por el Tajo a bordo del barco turístico de Aranjuez y las visitas guiadas a los jardines del Príncipe y de la Isla, para la nueva campaña el viajero podrá elegir una tercera ruta que incluye un viaje a bordo del Chiquitrén, un pequeño tren turístico que realiza un recorrido comentado por parte del casco histórico y por el gigantesco y espectacular Jardín del Príncipe, junto con una visita guiada al Jardín de la Isla. La cuarta opción contempla la posibilidad de realizar el viaje de ida y vuelta disfrutando de una jornada libre por Aranjuez.

Esta temporada también se amplía el tiempo de estancia con el fin de que los viajeros dispongan de periodo libre para recorrer Aranjuez y disfrutar de los establecimientos de restauración arancetanos, algunos de ellos con descuentos para los viajeros del Tren de la Fresa.

Más de 170.000 pasajeros han viajado a bordo de los históricos coches de madera de Tren de la Fresa desde que en 1984 se promoviera la idea de rememorar el recorrido del que fue el primer ferrocarril de Madrid y el segundo de la Península. Hoy el recorrido se ha transformado en un atractivo viaje en tren al que se suman la riqueza arquitectónica, artística, paisajística, cultural y gastronómica del Real Sitio de Aranjuez, una ciudad que conserva todo el sabor y esplendor de su regia historia.

En 2015, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) dio un paso más en la protección y reconocimiento de la ciudad de Aranjuez al declararla como «lugar de excepcional valor universal». Cinco años antes, en la Exposición Universal de Shanghái 2010, el Tren de la Fresa fue elegido para estar presente en el stand de ICOM (Consejo Internacional de Museos), donde se mostraba la realidad de los museos en los cinco continentes, como ejemplo de contribución de un museo a la revitalización y el dinamismo económico a través de un producto de turismo cultural.

El Tren de la Fresa rememora la puesta en marcha del primer ferrocarril de Madrid que unió la capital con el Real Sitio de Aranjuez. Ese primer tramo de apenas cincuenta kilómetros era en realidad un planteamiento estratégico que nacía “buscando el mar” y que se pudo consolidar gracias al tesón y a la osadía de su promotor, el marqués de Salamanca. Hubo varios proyectos antes de realizarse el definitivo, auspiciado por el marqués de Salamanca, y en todos se eligió Aranjuez como final de la línea porque en aquella época la Corte pasaba grandes temporadas allí y era cita de la aristocracia y de las gentes relacionadas con Palacio.

Las obras de la nueva línea se dieron por concluidas el 8 de febrero de 1851 y un día después se celebró su inauguración. La presentación en sociedad de tan magno acontecimiento se convirtió casi en una fiesta popular, dada la masiva asistencia de gente, con la Reina Isabel II y la plana mayor del Gobierno, con Bravo Murillo a la cabeza, quienes tras la celebración de una misa en la cabecera de la línea realizaron el viaje de ida y vuelta completo. Los actos se prolongaron durante todo el día con sendos banquetes en Madrid y Aranjuez. En un principio, la línea Madrid-Aranjuez fue considerada como un medio para el divertimento de la Corte, pero también sirvió para abastecer al mercado de Madrid de las frutas y hortalizas regadas por el río Tajo.

Desde que comenzó a funcionar el servicio de esta segunda línea peninsular, contó con gran aceptación entre la población, fundamentalmente por el envío de los productos de la huerta ribereña a Madrid, destacando la emblemática fresa, producto por excelencia del Real Sitio que da nombre al Tren. Antes del camino de hierro Madrid-Aranjuez, el desplazamiento duraba alrededor de seis o siete horas, con una única diligencia al día de no más de veinte viajeros. Después hubo tres trenes diarios con capacidad de hasta 690 personas, con una duración de hora y media aproximadamente.

El billete del Tren de la Fresa incluye la degustación gratuita de fresón servido por azafatas vestidas de época, una visita guiada al Palacio Real y la entrada gratuita al Museo de Falúas, con la posibilidad de realizar un itinerario alternativo que incluye un paseo por el Tajo a bordo del Barco Turístico de Aranjuez y una visita guiada a los jardines del Príncipe y de la Isla. Toda la información sobre los horarios y las tarifas del Tren de la Fresa pueden consultarse en las siguientes direcciones web www.museodelferrocarril.org, www.ffe.es y www.renfe.com. Las salidas en mayo tendrán lugar los días 2, 7, 8, 14, 15, 21, 22, 28 y 29; y en junio, 4, 5, 11, 12, 18 y 19. Las salidas de Madrid Príncipe Pío serán a las 09.50 horas.

Madrid estrena el Tren del Motín este primer sábado de septiembre con Aranjuez como destino final

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El Tren del Motín realizará su primer viaje este sábado 3 de septiembre para acercar a todos los madrileños a la representación por parte de los más de 150 vecinos de Aranjuez del levantamiento popular de 1808. La composición del tren estará encabezada por la locomotora eléctrica 289-015, una máquina histórica de los años 70 perteneciente al Museo del Ferrocarril, junto con los tradicionales cuatro coches de madera denominados ‘Costa’, construidos entre 1914 y 1930, que habitualmente realizan los viajes del Tren de la Fresa.

La puesta en marcha de este tren histórico-turístico que este año se suma a las fiestas del Motín es una iniciativa conjunta de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles y el Ayuntamiento de Aranjuez. El tren partirá de la estación de Príncipe Pío a las 11.00 horas y realizará una parada en la localidad de Ciempozuelos, donde se subirán vecinos de Aranjuez ataviados de la época que participarán en la representación del Motín esa misma noche.

Una vez en Aranjuez, los viajeros podrán disfrutar libremente de la riqueza arquitectónica, artística, paisajística, cultural y gastronómica del Real Sitio. Por la noche, podrán asistir a la representación del Motín en una localidad reservada y a su finalización el tren regresará de vuelta a Madrid. El precio del billete es de 20 euros para adultos y 10 euros para niños de 4 a 12 años.

Más de 150 vecinos del Real Sitio y Villa de Aranjuez dan vida cada año a la crónica que recogen los ‘Episodios Nacionales’ de Benito Pérez Galdós, que narra el descontento popular, las intrigas de la corte, la caída del ministro afrancesado de Carlos IV, Manuel Godoy, la abdicación del monarca y la ascensión al trono de su hijo Fernando VII.

La escenificación del Motín tiene lugar en la Plaza de Parejas y el Palacio Real se convierte en el escenario del levantamiento popular. En una explanada de más de 7.000 metros cuadrados la espectacular representación de los hechos que se desarrollaron entre el 17 y el 19 de marzo de 1808 traslada a vecinos y visitantes a la España de la corte de Carlos IV. Los ciudadanos de Aranjuez representan anualmente con gran orgullo este espectáculo, dirigido por el reconocido director teatral Francisco Carrillo.

Las Fiestas del Motín de Aranjuez surgen en 1982 para evocar uno de los capítulos más transcendentes de la historia de España. Durante la primera semana de septiembre Aranjuez recupera el ambiente de marzo de 1808, momento en que la revuelta popular terminó con la condición de valido de Godoy, con la abdicación de Carlos IV y con la subida al trono de Fernando VII. Este año, la representación de El Motín tendrá lugar el sábado 3 de septiembre.

Antes del comienzo, la alcaldesa hará entrega del título de Amotinado Mayor (uno de los títulos de mayor rango en el Reglamento de Honores y Distinciones del Ayuntamiento de Aranjuez) a la Asociación Integrandes-Personas con Discapacidad Intelectual, y que en ediciones anteriores ha recaído en personalidades y entidades de la talla de Camilo José Cela, Enrique Tierno Galván, Pedro J. Ramírez, Greenpeace o José Monleón.

El viernes 2 de septiembre tendrá lugar el Asalto a la Casa de Godoy, donde los vecinos participantes se visten con los ropajes típicos de la época, que pintara Goya en muchos de sus cuadros, para asaltar el Palacio de Godoy con antorchas, palos, navajas y armas de fuego, entre una enorme traca y escalando por las cuerdas que salen de las ventanas del palacete, hoy convertido en el Colegio Sagrada Familia.

También dentro del programa de fiestas se encuentra el Descenso Pirata del Tajo, con embarcaciones construidas por decenas de grupos de amigos repletas de imaginación y fantasía para descender por el Tajo en la mañana del domingo 4 de septiembre. No faltan a lo largo de estos días espectáculos taurinos, mercadillos goyescos, fiestas en los barrios, actividades lúdicas y culturales, así como importantes actuaciones musicales.

Las Fiestas del Motín contarán con las actuaciones de Amaral, Los Secretos, El Canijo de Jerez y un Tributo a Mecano. Las Fiestas del Motín de Aranjuez fueron declaradas de Interés Turístico Nacional en 1990 y de Interés Turístico Internacional en 2014. En 2015, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) dio un paso más en la protección y reconocimiento de la ciudad de Aranjuez al declararla como ‘lugar de excepcional valor universal’.