La tercera jornada de huelga vuelve a convertir hoy en rehenes a los más de dos millones de personas que utilizan diariamente la red de Metro y al millón y medio que hace lo propio con la red de autobuses urbanos de la EMT. La Comunidad y Metro de Madrid negocian con empresas privadas implantar una flota de autobuses que hagan en superficie recorridos similares a las líneas de Metro. Los trabajadores del suburbano se reúnen en asamblea a partir de las 10.30 horas para decidir si convierten las huelgas en indefinidas.
El colapso en la ciudad es butal. La M-30 registra importantes retenciones en las conexiones viarias con el norte y en todo el eje A-3 con el Puente de Ventas, con tramos parados a la circulación por completo. Los ejes norte-sur en la capital, particularmente Castellana, están atestados de vehículos que avanzan a duras penas. Y las principales arterias de la ciudad se ven completamente bloquedas y circular por ellas es un auténtico y frustrante viacrucis.
Pero los problemas no sólo están dentro de la ciudad, sino también en la red radial de carreteras. La carretera de Toledo está cortada al tráfico en el término municipal de Fuenlabrada, debido a un accidente de tráfico. La situación en la de Andalucía no es mejor, ya que otro accidente ha provocado que un camión quede cruzado en la carretera en el término de Ciempozuelos, restringiendo al máximo la circulación pese a los desvios. En ambas carreteras ya se producen retenciones superiores a los 10 kilómetros de longitud en sentido Madrid. La M-40 presenta atascos en diferentes tramos, principalmente en los movimientos sentido norte en la zona Vallecas-Coslada y las conexiones con el noreste. La A-2 y la A-3 tampoco escapan a los atascos.
Las líneas de autobuses urbanos de la EMT, pese a los refuerzos, circulan prácticamente llenas desde las siete de la mañana. Cientos de personas esperan en las marquesinas la llegada de autobuses con plazas, particularmente en las zonas próximas a los intercambiadores de transporte, donde Cercanías ofrece su servicio con normalidad.
Los trabajadores de Metro Madrid parecen no estar dispuestos a ceder en este confloicto. Pero no tienen a nadie que les apoye en la cidad y los pasajeros y ciudadanos de la capital de España están sumamente cabreados.
Actualización 16.40 horas. Los trabajadores amplían la protesta a mañana y pasado, pero respetando el funcionamiento de la mitad de los trenes. Lla asamblea de trabajadores de Metro ha dado por buena la propuesta del comité de huelga: hoy miércoles se mantiene la huelga salvaje sin servicios mínimos y el metro seguriá cerrado. Jueves 1 y viernes 2 de julio habrá huelga con servicios mínimos del 50%. Sábado 3, domingo 4 y lunes 5 no habrá huelga. Esta decisión se toma con dos condiciones: que se siente a negociar con la empresa Metro —y eso que los trabajadores habían dicho repetidamente que ellos no tenían nada que negociar porque su convenio colectivo es ley—, y que no haya ni expedientes ni despidos. El voto ha sido a mano alzada y en medio de un calor asfixiante en contra han levatnado la mano muy pocos; abstenciónes, aún menos. La mayoría de brazos alzados ha sido para dar un sí al comité de huelga.El lunes votarán si convierten los paros en indefinidos; exigen mantener el convenio y la retirada de los 200 expedientes sancionadores.
Actualización 21.45 horas. Metro de Madrid ha presentado un escrito ante la Fiscalía General del Estado para poner en su conocimiento comportamiento y actitudes de algunos representantes de los trabajadores de Metro durante la huelga iniciada el pasado lunes, por si, dada su «gravedad y trascendencia», los mismos pudieran ser constitutivos de algún delito. La dirección del metropolitano madrileño considera que el incumplimiento de los servicios mínimos al que se han visto sometidos los usuarios del metro ha generado graves problemas de movilidad en la ciudad, con todas las consecuencias que de ello se deriva.
Igualmente, se expone el comportamiento de algunos representantes de los trabajadores que, con sus declaraciones, «han incitado y promovido de manera absolutamente pública» el incumplimiento de los citados servicios mínimos, además de proferir «múltiples amenazas para provocar situaciones caóticas e incluso violentas» que al final se han materializado en la paralización absoluta del suburbano madrileño.
(Fuente ABC)