La dirección de Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) paraliza de momento el cierre de la planta filial de Trenasa ubicada en la localidad navarra de Castejón ante la posibilidad de atender nuevos pedidos de trenes de Renfe, según se ha comunicado a los sindicatos, tal y como informa CC OO. Tras semanas de movilizaciones y presión por parte de los 110 trabajadores de la fábrica ahora se produce un parón, en principio,mínimo de tres meses. “La empresa ha comunicado la decisión a representantes del sindicato ante la posibilidad de cerrar algunos contratos en el mercado ferroviario español en los próximos meses”, asegura CC OO a través de un comunicado. La plantilla, eso sí, seguirá sujeta a un Erte, que fue negociado el pasado mes de junio y queda suspendido el proceso de extinción del empleo.
El desmantelamiento de la planta de Castejón iba a producirse a pesar de que CAF se adjudicó el primero de los contratos de suministro de trenes que Renfe va a adjudicar entre este 2020 y 2021 para la renovación del parque ferroviario. La empresa con sede en Beasain ganó el pedido de 31 trenes de ancho métrico y seis trenes alpinos, además de su mantenimiento parcial durante 15 años, por 258 millones de euros (el presupuesto de licitación era de 287 millones). Una circunstancia que hizo que la ministra de Industria, Reyes Maroto, afirmara el pasado 6 de octubre en el Senado, que CAF podía aportar carga de trabajo a la fábrica en jaque y, con ello, lograr su continuidad. El sindicato CC OO insiste en que la instalación es estratégica para la industria navarra y en que debe abrirse una reflexión “sobre el retorno social de las subvenciones públicas y sobre los resorte legales que dispone Navarra para evitar prácticas empresariales poco éticas”.
El primer pedido del plan de renovación de flota de Renfe, valorado en su totalidad en algo más de 5.000 millones de euros, fue a manos de CAF el pasado mes de junio. El encargo incluyes 31 unidades de ancho métrico, de las que 26 tienen propulsión eléctrica y cinco son híbridas. El operador público busca sustituir trenes con una antigüedad media de 28 años. La adjudicación incluye la opción de hasta seis trenes eléctricos más, y otro tren híbrido, para la flota de ancho métrico Estos nuevos trenes de la factoría de CAF tendrán como destino Galicia, Cantabria, Asturias, Castilla y León, y Murcia. Entre sus prestaciones figuran una velocidad de 100 kilómetros por hora, la posibilidad de ensamblar dos o tres coches, o un sistema de impulso por baterías una vez que se aproximan a las estaciones.
El fabricante vasco también dotará a Renfe de media docena de trenes alpinos para modernizar la línea de Cercedilla-Cotos, en la Comunidad de Madrid. Algunos de los trenes en circulación en la sierra del Guadarrama alcanzan los 40 años de antigüedad. Fuentes del sector aseguran que no hay noticia oficial sobre la eliminación de CAF de un concurso que debería ser adjudicado antes de final de año. La empresa afectada tampoco ha recibido notificación y considera que sigue en la pugna. Además del encargo de trenes de alta capacidad de Cercanías, Renfe también lanzó contratos para trenes regionales y locomotoras que mantienen a CAF y sus competidores a la espera de posibles cargas de trabajo.
La representante del PNV en el Senado María Mercedes Garmendia afeó al Gobierno que CAF hubiera sido «eliminada» del macroconcurso de trenes de alta capacidad para las Cercanías, presupuestado en 2.700 millones de euros. Garmendia señaló que los ministerios de Industria y Transportes debían haber velado por dar mayor protección al mayor fabricante español de trenes. Maroto se remitió entonces a la adjudicación de junio y negó que CAF estuviera eliminada para la nueva contratación.
«Tendremos que negociar mejor el Erte, pero por ahora la situación ya ha cambiado«. Desde finales de septiembre y principios de octubre, cuando CAF, propietaria de Trenasa, anuncío el expediente de cierre colectivo de los trabajadores, estos no pararon de reclamar una solución no sólo con protestas en la calle, sino también hablando con los distintos representantes políticos y con las instituciones correspondientes. De hecho, CAF, a través de Trenasa recibió inversiones del Gobierno de Navarra por un importe de prácticamente 8 millones por proyectos que iban a desarrollar en la Ribera navarra, precisamente en Castejón, con la producción de prototipos de vagones de tren o de autobuses eléctricos y la generación de empleo directo e indirecto en la zona, que se estimaba que podía alcanzar los 400 empleados en plantilla.