El alcalde de Almería ha decidido dejar al margen su entrevista con los responsables de Transportes o de Adif para hacer públicas las dudas que le plantea las noticias que le llegan sobre la financiación de la integración del ferrocarril. Según explica Ramón Fernández-Pacheco, «Adif pretende construir otras cuatro torres más detrás de la estación en sus terrenos, desarrollar la zona de los antiguos talleres con la construcción de un edificio comercial de 80.000 metros cuadrados y otra torre más en esa parcela» porque así se permite en el plan, pero que «la intención siempre ha sido que todo eso se materialice cuando Adif financie el soterramiento. Esa fue siempre la pretensión cuando se firmó el convenio con el Gobierno de Zapatero». Sin embargo, las primeras comunicaciones, «extraoficiales porque no hay forma de comunicarse oficialmente con ellos, es que los tiros no van por ahí. Es que ellos quieren sus torres, quieren sus desarrollos urbanísticos, pero quieren exigir al Ayuntamiento que se haga cargo de unas cantidades que son del todo inasumibles”.
Fernández Pacheco sostiene que en su momento se aprobaba el Plan Especial del Sistema General Ferroviario con la intención de que con los aprovechamientos urbanísticos de estos suelos se pudieran costear las obras de integración. Reconoce el regidor de la capital que la preocupación va creciendo ,porque de momento, “no hay una propuesta en firme y que se está negociando”, por eso no habla de porcentajes definitivos que tendría que abonar el Ayuntamiento, pero que al no reunirse en ningún momento el Consejo de Administración de ‘Almería Alta Velocidad’ ni al haber encuentro alguno con representantes de Transportes o de Adif para hablar del tema».
Asegura Fernández-Pacheco que van “a pelear por una financiación justa” pero que no se disipna las dudas del Consistorio. Preguntado por los porcentajes que en su día se marcaron para la actuación asegura que “solamente hay un convenio para la primera fase, la correspondiente al paso a nivel de El Puche, pero no para la segunda porque aún ni siquiera hay un proyecto decidido”. Tantas vueltas han dado los proyectos, las intenciones, las fases e incluso el uso o no de la estación histórica en la última década, que ahora toca casi empezar por el principio que es establecer quién paga qué y cuándo.
La cuestión es que estos planes se firman el 7 de mayo de 2010 cuando se formaliza el acuerdo entre el Gobierno central -entonces representado por el ministro de Fomento, José Blanco-, la Junta de Andalucía -con la presencia de la consejera de Obras Públicas Rosa Aguilar, y el Ayuntamiento de Almería -con el alcalde Luis Rogelio Rodríguez-Comendador a la cabeza-, en el que se establecían los primeros porcentajes de participación en esta integración del ferrocarril en la ciudad. Unos porcentajes que se hacían patentes en julio de ese mismo año cuando el estudio informativo de esta actuación se sometía a información pública. Se hablaba entonces de una inversión de 244,16 millones de euros, cuantía que ha variado con los muchos cambios que ha ido sufriendo la idea original de la infraestructura. Pero ahí sí que se reflejaba un reparto de las aportaciones: el Gobierno pagaría el 74,2% de la obra contando por un lado, con las aportaciones que se consiguieran con los suelos propiedad del Estado, es decir, sus parcelas del Toblerone y la correspondiente a los antiguos talleres, y por otro, inversiones directas. Al Ayuntamiento de Almería le correspondería el 12,3% de la inversión mientras que a la Junta le tocaba aportar el 7,4% y a los privados el 6,1.
Según los presupuestos generales previstos para 2021, la Línea de Alta Velocidad entre Almería y Murcia y su extensión a Granada se va a convertir -ya lleva un año de vuelta a los tajos- en el principal proyecto de infraestructura de los próximos años en Almería y uno de los caballos de batalla del Ejecutivo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en Andalucía. La línea Almería-Murcia recibirá una asignación de 395 millones de euros para avanzar en los tramos ya adjudicados (Pulpí-Vera, Los Arejos-Níjar, Níjar-Río Andarax y los accesos a la capital). Además, se destinan, atención, 192,93 millones de euros al proyecto denominado como ‘corredores TEN-T’ y que incluye la adecuación de la línea convencional entre Almería y Granada a estándares europeos: ancho AVE y electrificación, entre otros. El proyecto ya está redactado y no requiere en principio de declaración de impacto ambiental puesto que discurre por suelos ya ferroviarios, lo que permitiría incluso que se iniciaran los trabajos en 2021.