Archivo diario: May 24, 2010

Oaris, el nuevo tren de alta velocidad de CAF

Antes de final de año estará ya rodando en pruebas en vía. Esa es la intención de los responsables de la empresa CAF, que tiene a punto la nueva familia de trenes de alta velocidad a la que han denominado Oaris. Es el único tren desarrollado con tecnología totalmente española, como aseguran desde la dirección de la ferroviaria, y alcanza una velocidad de 350 kilómetros por hora con más de 500 pasajeros dentro. El tren está ya en la última fase de ensamblaje en la planta de Beasain.

Es el paso que le faltaba dar a la factoría guipuzcoana para competir en igualdad de condiciones con sus homólogas. Sus competidoras tenían franca ventaja porque hace tiempo que han presentado sus prototipos para la alta velocidad, donde se mueven la mayor parte de los contratos en el panorama ferroviario mundial. Alstom dispone de tres opciones, el Duplex de doble piso, el Pendolino y el AGV. Siemens mantiene su apuesta por el Velaro S103 y Talgo va a presentar en breve su Avril, según fuentes del sector.

La nueva apuesta del fabricante de Beasain ha sido concebida para ‘popularizar’ la alta velocidad, debido a la gran capacidad de que dispondrá, ya que podrá embarcar a más de 500 personas a esa velocidad punta, con lo que «será factible reducir los precios del billete por trayecto», indican desde la firma guipuzcoana. «Ahora estamos ya en disposición de ofrecer la tecnología que hemos desarrollado a todo el mundo».

La nueva familia de trenes está compuesta de hasta 8 coches motores con una potencia de tracción de, aproximadamente, 10 megavatios, e integra las clases preferente y turista, acceso y espacio para minusválidos y cafetería, tal y como exigen ya todas las empresas que compran este tipo de unidades.

Con el Oaris, CAF quiere optar no sólo a la línea Madrid-París, sino que se van a lanzar al concurso, en Brasil, de la línea São Paulo-Río de Janeiro. La empresa guipuzcoana tiene experiencia y planta de producción también en Brasil. La firma de Beasain, además, está muy bien situada en las proximidades de São Paulo con una fábrica cuya primera piedra fue colocada en febrero de 2009 e inaugurada apenas un año después, el pasado marzo, por el lehendakari Patxi López en la primera misión de carácter económico que organizó el Gobierno socialista del País Vasco.
La planta brasileña tiene capacidad para producir dos coches al día, y este año piensa entregar 400, en torno al 25% de los más de 1.500 que va a suministrar a sus clientes en todo el mundo.

Pero también está dispuesta a competir por el concurso de alta velocidad de la compañía Amtrak, que explota, entre otras, la línea entre Boston y Washington, en Estados Unidos, y ha lanzado un concurso para modernizarla

CAF, que el pasado año logró una facturación de 1.256 millones de euros y un beneficio neto de 124 millones (un 17,5% superior al del cierre de 2008), está bien situada allí. Dispone de una planta en Elmira, Nueva York, que opera como el centro de operaciones en Estados Unidos. En los tres últimos años ha logrado ventas allí por valor de 600 millones de dólares.

La empresa vasca entró en el mercado de la más moderna tecnología de velocidades altas en 1992, al participar en el consorcio liderado por Alstom para la fabricación de los trenes AVE s/100 para Renfe. Esa inmersión tecnológica amplió los horizontes de la firma guipuzcoana.

La compañía, en sintonía con las grandes empresas del resto del mundo, entendió que era el futuro y orientó sus inversiones y estrategias hacia el desarrollo de su propia tecnología en alta velocidad. Si hasta ese momento los trenes ensamblados en España incorporaban soluciones comercializadas por empresas foráneas, CAF se propuso disponer de un prototipo diseñado de principio a fin en España.

Primero desarrolló y fabricó para Renfe una amplia gama de unidades de velocidades hasta los 250 kilómetros por hora, que incluían tecnología de ancho variable. En 2005 suministró 12 unidades para los Ferrocarriles Turcos, convirtiéndose en la primera empresa española en exportar tecnología de alta velocidad.

Pero el punto de inflexión llegó ese mismo año. CAF lideró uno de los proyectos de investigación CENIT, que financia el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) del Ministerio de Ciencia e Innovación, cuya actividad se centraba en desarrollar la tecnología necesaria para abordar el diseño de material ferroviario funcionando a velocidades superiores a 300 kilómetros por hora.

El grado de internacionalización de CAF ha permitido a la compañía seguir creciendo en beneficios, pese a la crisis. Además, dispone de una cartera de pedidos que en marzo pasado se situaba en los 4.335,6 millones.

(Fuente El País)