De nuevo ocupan portadas y minutos en los informativos de televisión. Aparecer en los medios informativos es parte de su objetivo; el otro que su ‘obra’ se vea en el máximo de lugares posibles. Como si de una competición se tratara, y en el fondo lo es, culminan sus grafitos sobre los tranvías, en un tren de cercanías o sobre un AVE. Tres soportes para difundir su obra y alcanzar notoriedad en ese submundo donde cobra un valor incalculable dejar su firma en cualquiera de esos vehículos. La cuestión es que esos ataques incívicos han provocado daños superiores a los 55.000 euros.
Una investigación de los Mossos d’Esquadra ha concluido que, al menos, diez menores de edad, de entre 14 y 17 años, ha sido identificados e imputados en un delito contra el patrimonio. Los investigadores, con la colaboración de las partes perjudicadas –Renfe y la Autoridad del Transporte Metropolitano– junto con la unidad de Policía de proximidad de El Prat, iniciaron la identificación de los supuestos grafiteros y sus pintadas, a partir de denuncias anteriores por hechos similares y otras investigaciones ya en curso. El estudio de los diferentes grafitis ha permitido acabar con la imputación de los diez menores. Aunque no se descarta que haya más identificaciones en las próximas semanas.
Los diez imputados han protagonizado las pintadas en los tres medios de transporte citados. Según fuentes próximas a la investigación, se trata de diferentes grupos de amigos entre los que hay vecinos de l’Hospitalet, Barcelona, Castelldefels, Vilanova i la Geltrú y El Prat, que actuaban principalmente de noche y en festivo. Aunque cada uno iba por su lado, podían haber llegado, incluso, alguna vez a coincidir todos.
Y es que las zonas donde concentraban sus ataques eran prácticamente las mismas: las cocheras del Trambaix en Sant Joan Despí y las estaciones de tren de l’Hospitalet, Martorell, alguna de Barcelona y El Prat. En esta última estación, también era donde realizaban sus pintadas en el AVE, origen de la investigación.
Las pintadas aparecidas sobre los trenes de alta velocidad fueron las que alertaron a la Unidad de Investigación de El Prat por el peligro que las mismas implicaban: el acceso hasta los convoyes supone atravesar el trayecto habitual del AVE y su paso por el túnel, con el consiguiente peligro de succión para quienes estén junto al convoy.
(Fuente e imagen La Vanguardia)