Vía libre hacia la alta velocidad en Portugal. El presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, promulgó hoy la ley que establece las bases de concesión del primer tramo, de 170 kilómetros, del tren de alta velocidad (AVE) entre Poceirao, cerca de Lisboa, y Caia, junto a la frontera con España, que servirá para unir la capital lusa con Madrid en 2013. La Presidencia de la República anunció que el Jefe de Estado decidió aprobar la norma porque el Gobierno, que dirige el socialista José Sócrates, comunicó que procederá a la certificación por una entidad independiente de este proyecto, a pesar de que «las informaciones recibidas no aclaran todas las dudas».
La Presidencia de la República recordó que el proyecto del AVE «ha sido objeto de un intenso debate en la sociedad portuguesa», sobre todo en las elecciones legislativas de septiembre de 2009, cuando los socialistas, a favor de la infraestructura, y los socialdemócratas, en contra, se enfrentaron en tensos debates. El pasado diciembre, el Gobierno anunció que el consorcio ELOS, que encabezan las lusas Soares de Acosta y Brisa -ésta última participada por la española Abertis- había ganado la concesión del tramo de Poceirao-Caia, con un coste estimado de 1.359 millones de euros. En este consorcio también participan, entre otros, la Iridium Concesiones de Infraestructuras, del grupo español ACS, los estadounidenses de la Babcock Brown y el Banco Comercial Portugués (BCP), participado por el español Sabadell, y la estatal portuguesa Caixa Geral de Depósitos (CGD).
El AVE, que unirá las capitales de Portugal y España en dos horas y 45 minutos, espera extenderse desde Lisboa a Oporto y Vigo -aunque sólo a partir de 2015- y se estima que el coste total de la obra será de unos 9.000 millones de euros.
(Fuente ABC. Imagen Luís Peres Marcelino en Wikimedia Commons)