La compañía ferroviaria Eurostar afirma que cuenta con 50.000 pasajeros más en las líneas que unen Londres con Bruselas y París desde el pasado jueves, cuando empezó a cerrarse el espacio aéreo de varios países europeos a causa de la nube de ceniza que emite un volcán islandés en erupción.
Los riesgos que suponen los residuos volcánicos para los aviones han obligado estos días a la suspensión de miles de vuelos y al cierre de aeropuertos como el de Bruselas o los de la capital francesa, lo que ha repercutido en los servicios ferroviarios.
Para hacer frente al incremento de viajeros que recurrieron al Eurostar para llegar o salir de Londres, la empresa ha habilitado trenes suplementarios desde el jueves. En concreto, el sábado ha previsto ocho trenes más en los trayectos entre la capital británica y Bruselas y París, y para este domingo también tiene previsto reforzar esas líneas, indicaron fuentes de la compañía.
Trenes, autobuses y hasta barcos son las soluciones alternativas que se están facilitando desde algunas compañías aéreas para dar salida a los pasajeros atrapados en Madrid por el cierre del tráfico aéreo con el norte y el este de Europa, debido a la nube de cenizas volcánicas de Islandia.
Así lo ha informado el director adjunto del aeropuerto de la capital española, José Sanz Dorero, tras recordar que no salió desde Barajas ningún avión hacia las zonas afectadas, porque así lo ha acordó el Comité de Crisis de este aeropuerto, integrado por la Delegación del Gobierno en Madrid, Guardia Civil, Fuerzas de Seguridad del Estado, compañías aéreas, agentes de asistencia en tierra o handling y Aena. Ante este panorama, ha señalado Sanz, la solución es pensar en otras opciones como son los viajes en autobús hasta Italia o Francia, para desde ahí, enlazar, incluso, con destino a Alemania.
También, ha indicado, existe la alternativa de llevar hasta Santander a los que tienen como destino al Reino Unido, y desde la capital cántabra coger un ferry.
Entre las aerolíneas que ya están facilitando alguna de estas alternativas se encuentra Iberia, que ayer canceló todos sus vuelos, un total de 118, con Europa, excepto con Portugal, sur de Italia, Grecia y Estambul. Un portavoz de esta compañía ha explicado que a sus pasajeros en tránsito -anoche tenían alojados a 2.500 en distintos hoteles de Madrid, se les está sacando de la capital con autobuses a París, Amsterdam y Bruselas. También se han fletado vuelos especiales a Barcelona y Roma, para completar luego el viaje en autobús a Alemania, Suiza y norte de Italia.
La misma fuente ha indicado que la conexión por tren al norte de Europa es inviable por la huelga francesa de ferrocarriles, y que los ferrys están todos al completo.
Aena ha cifrado en 2.029 el número de vuelos cancelados, de los que 993 proceden de aeropuertos del centro y norte de Europa y 1.036 salen hacia dichos destinos. El número de vuelos programados para todo el día entre aeropuertos de Aena y los países europeos afectados era de 2.384.
El cierre de los aeropuertos ha supuesto un incremento de usuarios en otros medios de transporte, sobre todo el tren, en otros países europeos. La Compañía de Ferrocarriles del Estado italiano, Trenitalia, informó de que esta jornada ha registrado un gran movimiento, al tiempo que explicó que se han incrementado las conexiones con Venecia y Milán, así como el número de trenes que unen Roma y la capital lombarda.
Según la empresa, se han puesto a disposición de los usuarios diez trenes más de los que funcionan normalmente, lo que representa 6.000 plazas adicionales.
Las compañías británicas de ferrys están desbordadas por el creciente numero de personas que intentan entrar o salir del Reino Unido por mar tras el cierre del espacio aéreo. En el tercer día desde que se impusieron las restricciones al tráfico aéreo en el país, las compañías están teniendo problemas incluso para hacer frente a la gran cantidad de llamadas telefónicas de personas atrapadas que buscan otra vía para viajar.
Una portavoz de la compañía P&O Ferries, que opera en el Canal de la Mancha, informó de que ayer recibieron 1.600 llamadas telefónicas cada hora, el equivalente a una cada dos segundos, lo que hizo imposible atender todas las peticiones. El viernes, está empresa cruzó a 6.000 pasajeros a pie entre Francia y el Reino Unido, cuando lo habitual en un viernes del mes de abril es que este servicio sea utilizado por 100 o 200 personas.