Día de gloria. Trece años después de que comenzaran los trabajos para su construcción, la estación de tren de alta velocidad de la ciudad valona de Lieja, diseñada por el arquitecto e ingeniero español Santiago Calatrava, será inaugurada hoy viernes y funcionará a pleno rendimiento a partir de este sábado, con cerca de 33.000 pasajeros diarios. Con una superficie total de casi 50.000 metros cuadrados y su cubierta acristalada de 32.000 metros cuadrados la convierten en uno de los proyectos más ambiciosos, amplios y complejos de Calatrava, según el propio arquitecto.
La transparencia es la principal característica estética de esta construcción, conformada por una imponente estructura arqueada de vidrio y acero, y que se eleva hasta 145 metros por encima de las cinco plataformas y las nueve vías. El arquitecto valenciano recibió el premio Golden Belgian Buildin por el diseño de la terminal de alta velocidad TGV Lieja – Guillemins.
Con un coste total de 445 millones de euros –el presupuesto inicial se fijó en 200 millones– se ha levantado la nueva estación Guillemins-TGV y renovado la estructura ferroviaria. En realidad viene a sustituir a la que ya existía en el mismo enclave, pero que no estaba preparada para la alta velocidad. Por ello una de las principales dificultades ha sido «construir una estación completamente nueva, mientras los trenes no dejaban de pasar», explicó en rueda de prensa el director general del grupo ferroviario belga (SNCB-Holding), Vincent Bourlard.
La estación ha sido concebida para convertir a Lieja en uno de los principales nudos de la red europea del ferrocarril de alta velocidad, con líneas que permiten llegar en sólo 20 minutos a ciudades como Bruselas, Aquisgrán y Colonia (Alemania); y en unas horas a Fráncfort, París y Londres.
Pero además de mejorar las conexiones hacia el resto de Europa, la estación dotará a la ciudad de «una apertura interior», al comunicar con una pasarela dos distritos hasta ahora separados por un cerro y por las vías de tren. «Mi objetivo era crear una estación del siglo XXI que no sólo uniera Lieja con el resto de Europa, sino que sirviera como símbolo de la renovación de la ciudad», explica el arquitecto en un comunicado.
El resultado tras más de doce años de obras es, en palabras de Calatrava, un lugar «abierto y permeable» a su entorno que «no supone un obstáculo», sino que «puede contribuir a cambiar la fisionomía de la ciudad» y a su desarrollo urbano. Se trata de una terminal «protegida» por una cubierta abovedada en vidrio y acero de 33.000 metros cuadrados, que «flota» sobre la base de hormigón y que «sigue la curva natural» de la colina de Cointe que limita con la estación. El hormigón, el acero y el vidrio son los materiales esenciales de esta construcción en la que Calatrava también ha empleado la piedra caliza azul, tradicionalmente utilizada en Bélgica, como muestra de que comprende «la personalidad y especificidades» de la ciudad. Además, utilizó la luz natural y el espacio como dos materiales más con los que dar «confort» a los usuarios y crear un «escaparate» a la ciudad para los viajeros. A este respecto, Calatrava señaló que la estación «no tiene fachadas al estilo tradicional» para permitir una suerte de interconexión entre el interior y el exterior de la terminal, y que es el techo voladizo el que protegerá a los usuarios de las inclemencias del tiempo.
Calatrava también tenía claro que no quería que su proyecto se convirtiera en una «barrera» entre un lado y otro de la ciudad. Para ello planteó una estación que «uniera» el centro de la ciudad con el barrio de Guillemins, degradado con el tiempo después de que quedara «encerrado» entre las vías del tren y una autovía, cuando la vieja estación partió en dos la ciudad. La nueva estación dispone de un aparcamiento para 800 vehículos, pasarelas peatonales de acceso y una galería comercial iluminada con luz natural a pesar de estar bajo las vías del tren.
Con una celebración presidida por el Príncipe Felipe de Bélgica, a la que también asistirán el propio Calatrava, líderes políticos nacionales y locales y representantes de la red nacional ferroviaria belga (SNCB), se dará por inaugurada la nueva terminal. Los festejos culminarán por la noche con un espectáculo de la compañía Dragone Entertaiment, creadora del Circo del Sol