De moda en Estados Unidos. Aunque esperemos que sea el augurio de que las cosas van por buen camino y que se ha abierto una brecha para vender nuestros trenes en el país más poderoso de la tierra (hasta que despierte del todo el gigante chino). Una delegación estadounidense del Medio Oeste se encuentra de visita en España desde ayer, hasta el próximo 26 de septiembre, para conocer de primera mano el modelo de tren de alta velocidad español (AVE).
La misión, cuyos miembros proceden de Illinois, Minnesota, Missouri, Ohio, Iowa, Arkansas, estado de Washington y Texas, se centrará en alta velocidad y velocidad alta, así como en la industria de componentes ferroviarios y las principales empresas del sector -ADIF, Renfe, Talgo y CAF-.
La visita, organizada por el Ministerio de Industria, a través del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), y Fomento, tiene por objeto «dar a conocer la calidad de la oferta española en un momento en el que los Estados Unidos apuesta por la modernización y la mejora de sus redes ferroviarias en el marco del «Plan de estímulo económico», lanzado por la Administración de Barack Obama.
Entre otras actividades, está prevista una visita a la estación de alta velocidad de Atocha, el centro de control de AVE de Renfe y varias estaciones de cercanías. El grupo también tendrá la oportunidad de conocer «de primera mano la fiabilidad de la alta velocidad española» a bordo de varios trenes rumbo a Barcelona, Málaga y Zaragoza, todo ello acompañado de diversas reuniones y presentaciones con responsables del Ministerio de Fomento, así como de las principales empresas del sector ferroviario.
Esta acción, que se inscribe en el «Plan Made In/By Spain» del Ministerio de Industria «busca cambiar la imagen que se tiene de España en EEUU por una más acorde con nuestro grado de especialización tecnológica, en un momento en el que el país norteamericano está apostando fuerte por reavivar su economía y comenzar su proceso de transformación hacia un modelo más acorde con el nuevo milenio».
El «Plan Obama» contempla destinar 317.200 millones de dólares (216.356 millones de euros) al desarrollo de diversos sectores -energías limpias y medioambiente, empleo, salud, educación, transporte, vivienda y desarrollo urbano-, «abriendo un amplio abanico de oportunidades de negocio para nuestras empresas».
(Fuente El Correo)