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El tren de Sóller es ya ‘histórico’

El tren de Sóller ya es miembro de pleno derecho de la Federación Europea de Ferrocarriles Históricos y Turísticos (Fedecrail), una asociación que aglutina a 650 ferrocarriles y museos ferroviarios de 27 países europeos. El pasado sábado, 19 de junio, se celebró de forma telemática la asamblea (que debía haberse celebrado en 2020 de forma presencial en Bilbao) y la ejecutiva de Fedecrail, donde se aceptó la candidatura del Ferrocarril de Sóller. La presentación, que recoge la historia del ferrocarril desde sus inicios hasta la actualidad, fue votada de forma abrumadoramente mayoritaria.

Con este importante reconocimiento como uno de los mejores trenes históricos en activo en Europa, queda respaldada toda la historia y la trayectoria del centenario Ferrocarril de Sóller. Así, pasa a formar parte de una federación europea que defiende, en todos los países de la Unión, las especiales características de los Ferrocarriles Históricos como ejemplo de la historia viva, el presente y el futuro del Ferrocarril en Europa.

Este tren es uno de los más antiguos y activos del mundo. Sus piezas y sus coches “son originales, lo cual requiere muchísimo trabajo de mantenimiento”. El Tren de Soller solicitó su adhesión a la Fedecrail en octubre de 2019 coincidiendo con la visita a Mallorca de los vicepresidentes de la federación, Jacques Daffis y Heimo Echensperger. Una solicitud que se planteó “ante la necesidad de encontrar vías de interlocución con el Legislador Europeo, con el objetivo de que a la hora de tomar decisiones se tengan en cuenta las peculiaridades de los trenes histórico turísticos, no sólo como entidades que mantienen la historia viva de ferrocarril europeo, sino también como operadores ferroviarios activos”.

El tren de Sóller es una línea que enlaza Palma de Mallorca y Sóller, pasando por Son Sardina y Buñola. Se inauguró el 6 de abril de 1912 y es actualmente una de las pocas líneas ferroviarias privadas de España, ya que la gestiona la empresa Ferrocarril de Sóller S.A. Movido gracias a un automotor de tracción eléctrica, el tren de Sóller es el único de estas características que se encuentra en funcionamiento. A lo largo de su recorrido se desliza por trece túneles que atraviesan la Sierra de Tramuntana llegando en una hora a su destino final: Sóller, un pueblo que combina el encanto Mediterráneo con el aire cosmopolita de un puerto comercial abierto a Europa.

El 16 de abril de 1912 quedó inaugurada la línea ferroviaria que unía Sóller con la capital. El hombre clave en la creación del Ferrocarril de Sóller es, sin duda, Jeroni Estades i Llabrés, cofundador de la Compañía de Navegación Sollerense, parlamentario y sagaz hombre de negocios. Su visión de futuro le hizo apostar a principios de este siglo por el ferrocarril como medio de transporte entre Sóller y Palma de Mallorca, trayecto que hasta entonces sólo era posible por mar, y por la electricidad como fuente de energía del nuevo tren.

Sóller aprovecha el parón para renovar vías

El servicio de trenes del Ferrocarril de Sóller que quedó suspendido el pasado 1 de noviembre por la pandemia de coronavirus ha permitido a la empresa aprovechar los meses de invierno para renovar un tramo de vías de dos kilómetros de longitud. Los trabajos se concentran en el tramo comprendido entre la estación de Bunyola y el apeadero de la carretera que lleva al hospital de Joan March. Se trata del mismo lugar donde el pasado agosto un tornado provocó cuantiosos daños en el tendido aéreo de la catenaria, que obligó durante un mes a suspender los servicios ferroviarios. Los trabajos que se están realizando consisten en levantar la infraestructura de traviesas y raíles existentes, para colocar en su lugar una nueva plataforma de balasto con durmientes de madera y nuevos rieles.

El presidente de la compañía, Óscar Mayol, explicó que estos trabajos estaban previstos en su calendario anual de mejoras que lleva a cabo el Ferrocarril habitualmente durante los meses de diciembre y enero. Este año, explicó, los trabajos se han avanzado un mes respecto a su calendario para aprovechar el mes extra que ha supuesto suspender los servicios de trenes entre Sóller y Palma. Además de esta importante mejora, la empresa llevará a cabo tareas de mantenimiento de toda la línea, reparaciones de puntos concretos y una actuación de calado en la estación de Sóller. Mayol explicó que en breve se levantará toda la playa de vías por las que los tranvías acceden a sus cocheras. La obra consistirá en sustituir todas las vías y cruces.

El Ferrocarril mantiene en funcionamiento el servicio de tranvías que une la ciudad con el Port, en tanto que es un medio de transporte muy utilizado por los vecinos del valle en sus desplazamientos ordinarios entre ambos núcleos de población. La empresa habrá tenido en el 2020 su particular annus horribilis, ya que los servicios entre Palma y Sóller apenas han funcionado tres meses.

El Ferrocarril de Sóller une desde 1912 las ciudades de Palma y Sóller a través de 27 kilómetros de bellos paisajes y que conserva su carácter y estructura original a la perfección. Movido gracias a un automotor de tracción eléctrica, el tren de Sóller es el único de estas características que se encuentra en funcionamiento. A lo largo de su recorrido se desliza por trece túneles que atraviesan la Sierra de Tramuntana llegando en una hora a su destino final: Sóller, un pueblo que combina el encanto Mediterráneo con el aire cosmopolita de un puerto comercial abierto a Europa.

El tranvía, por su parte, nació en 1913 como el hermano menor del tren que une Palma y Sóller. La primera línea de tranvía eléctrico de Mallorca tiene en origen el transporte pasajeros, amén de las mercancías en una época de penurias y dificultades en un valle que permanecía aislado del resto de la isla. El empuje de la burguesía local permitió que Sóller se abriera al mundo, poniendo en circulación un tren y un tranvía que rompieron la barrera de aquel aislamiento inmemorial. Los vehículos utilizados tienen distinto origen. Los numerados del 1 al 3 son los automotores y los 5 y 6 sus respectivos coches, originales de 1913. Fueron construidos por la empresa zaragozana Carde y Escoriaza.

Sóller vuelve a suspender el servicio

El tren de Sóller suspende su servicio este próximo lunes, 2 de noviembre, debido a la situación provocada por la Covid-19. Se mantiene, sin embargo, el servicio de tranvía, que va del pueblo al puerto. Desde la empresa del ferrocarril lo justifican debido al estado de alarma y a la necesidad de seguir las recomendaciones sanitarias para la reducción de la movilidad, que tienen la finalidad de frenar los contagios.

El Ferrocarril de Sóller ya interrumpió su circulación en la primera ola de la pandemia del coronavirus. En concreto, estuvo tres meses sin funcionar, el mayor parón de su historia. Entonces también se dejó de prestar el servicio de tranvía, que se sustituyó por un autobús. Además, a principios del pasado mes de septiembre, también tuvo que suspender sus servicios debido a los grandes daños sufridos en la linea por los efectos del cap de fibló que afectó varios puntos de la Isla. A finales del mismo mes se pudo restablecer el servicio de tren entre Palma y Sóller.

El Ferrocarril de Sóller une desde 1912 las ciudades de Palma y Sóller a través de 27 kilómetros de bellos paisajes y que conserva su carácter y estructura original a la perfección. Movido gracias a un automotor de tracción eléctrica, el tren de Sóller es el único de estas características que se encuentra en funcionamiento. A lo largo de su recorrido se desliza por trece túneles que atraviesan la Sierra de Tramuntana llegando en una hora a su destino final: Sóller, un pueblo que combina el encanto Mediterráneo con el aire cosmopolita de un puerto comercial abierto a Europa.

El 16 de abril de 1912 quedó inaugurada la línea ferroviaria que unía Sóller con la capital. El hombre clave en la creación del Ferrocarril de Sóller es, sin duda, Jeroni Estades i Llabrés, cofundador de la Compañía de Navegación Sollerense, parlamentario y sagaz hombre de negocios. Su visión de futuro le hizo apostar a principios de este siglo por el ferrocarril como medio de transporte entre Sóller y Palma de Mallorca, trayecto que hasta entonces sólo era posible por mar, y por la electricidad como fuente de energía del nuevo tren.

El tranvía, por su parte, nació en 1913 como el hermano menor del tren que une Palma y Sóller. La primera línea de tranvía eléctrico de Mallorca tiene en origen el transporte pasajeros, amén de las mercancías en una época de penurias y dificultades en un valle que permanecía aislado del resto de la isla. El empuje de la burguesía local permitió que Sóller se abriera al mundo, poniendo en circulación un tren y un tranvía que rompieron la barrera de aquel aislamiento inmemorial. Los vehículos utilizados tienen distinto origen. Los numerados del 1 al 3 son los automotores y los 5 y 6 sus respectivos coches, originales de 1913. Fueron construidos por la empresa zaragozana Carde y Escoriaza.

En 1954 se adquirieron las jardineras de los tranvías eléctricos de Palma de Mallorca, ya que la ciudad había abandonado el tranvía como medio de transporte e introducido el autobús. El tranvía número 4 fue comprado como chatarra a Bilbao y posteriormente se transformó y restauró para su uso por el tranvía sollerense (en 1999, con el patrocinio de BBK y Euskaltel, se volvió a adquirir para su restauración y exhibición en el Museo Vasco del Ferrocarril). En años recientes, la compañía adquirió cinco automotores modelo Carris de los tranvías de Lisboa, que fueron numerados del 20 al 24. Fueron adaptados a un ancho de vía de 914 mm (yarda inglesa), poco común en la actualidad, y se les construyeron unas jardineras para el transporte estival de turistas hacia el puerto.

Correos dedica un sello al Tren de Sóller

La Sociedad estatal de Correos y Telégrafos ha emitido un nuevo sello de categoría B (válido para su uso en Europa) con la imagen del Tren de Sóller sobre el viaducto de Cinc Pont. La serie emitida es de 6.000 sellos y el valor de cada uno de ellos es de 1,45 euros. Actualmente los sellos están disponibles en el estanco de la Plaza de la Constitución de la localidad de Sóller. Y de cara a la próxima temporada, estarán también a la venta en la estación del Ferrocarril de Sóller en Palma.

Dada la popularidad del Ferrocarril de Sóller en Europa gracias a los miles de visitantes que recibe la isla, cabe señalar que la incitativa fue una propuesta de la empresa estatal de Correos a la que el Ferrocarril de Sóller se sumó desde el primer momento. Ésta es la segunda tirada de sellos con una imagen de la compañía ferroviaria que Correos emite. En agosto de 2008 se emitió una estampa del tranvía en la avenida de Cristóbal Colón. Desde el Ferrocarril de Sóller han expresado que “tanto al pueblo de Sóller como al tren nos hace muchísima ilusión pensar que una imagen tan emblemática de la isla, como es nuestro ferrocarril, está circulando por toda Europa”.

El transporte está en la actualidad sin servicio tras los daños que el ‘cap de fibló’ produjo el 29 de agosto en la infraestructura ferroviaria y la línea aérea. La tormenta dejó más de una docena de árboles arrancados de raíz o partidos por la mitad, así como diferentes ramas que, a su caída, causaron averías que los ingenieros de la empresa valoraron en 200.000 euros. Más de un kilómetro de la línea de la catenaria quedó afectada con diferentes daños en los aisladores, ménsulas y soportes entre otros, así como varias roturas del cable feeder y del cable sustentador de la línea de contacto. «La situación es realmente grave ya que, además de los daños gravísimos y de la elevada inversión a la que tendremos que hacer frente para solventarlos, hay que sumar una temporada desastrosa», se lamentaba el presidente de Ferrocarril de Sóller, Óscar Mayol, quien anunciaba el 31 de agosto que el servicio quedaba interrumpido.

El Ferrocarril de Sóller une desde 1912 las ciudades de Palma y Sóller a través de 27 kilómetros de bellos paisajes y que conserva su carácter y estructura original a la perfección. Movido gracias a un automotor de tracción eléctrica, el tren de Sóller es el único de estas características que se encuentra en funcionamiento. A lo largo de su recorrido se desliza por trece túneles que atraviesan la Sierra de Tramuntana llegando en una hora a su destino final: Sóller, un pueblo que combina el encanto Mediterráneo con el aire cosmopolita de un puerto comercial abierto a Europa.

El 16 de abril de 1912 quedó inaugurada la línea ferroviaria que unía Sóller con la capital. El hombre clave en la creación del Ferrocarril de Sóller es, sin duda, Jeroni Estades i Llabrés, cofundador de la Compañía de Navegación Sollerense, parlamentario y sagaz hombre de negocios. Su visión de futuro le hizo apostar a principios de este siglo por el ferrocarril como medio de transporte entre Sóller y Palma de Mallorca, trayecto que hasta entonces sólo era posible por mar, y por la electricidad como fuente de energía del nuevo tren.

Sóller entra en los Ferrocarriles Históricos europeos

La Federación Europea de Ferrocarriles Históricos y Turísticos (Fedecrail) ha decidido aceptar la solicitud del tren de Sóller en la asamblea celebrada, recientemente, en Bruselas. La decisión de esta importante y emblemática institución se tomado “por unanimidad” tal y como informa en un comunicado oficial.

De esta forma, la Fedecrail reconoce al tren ‘Tren de l’Art’ como Histórico Turístico, lo que le permitirá compartir y defender los intereses y peculiaridades de estos trenes en legislación europea. Una decisión que, según explica el gerente Óscar Mayol, “nos hace especial ilusión ya que el Ferrocarril de Sóller, que tiene más de 100 años, es parte de nuestra historia y nuestro objetivo y obligación es cuidarlo y mantenerlo lo más intacto posible”.

Como recuerda Mayol, “este tren es uno de los más antiguos y activos del mundo”. Sus piezas y sus coches “son originales, lo cual requiere muchísimo trabajo de mantenimiento”. De hecho el servicio permanece parado desde el 9 de diciembre para reformar parte de las vías y asistir a la puesta a punto del parque móvil. Hasta el 2 de febrero no se renudará la actividad.

El Tren de Soller solicitó su adhesión a la Fedecrail el pasado mes de octubre coincidiendo con la visita a Mallorca de los vicepresidentes de la federación, Jacques Daffis y Heimo Echensperger. Una solicitud que se planteó “ante la necesidad de encontrar vías de interlocución con el Legislador Europeo, con el objetivo de que a la hora de tomar decisiones se tengan en cuenta las peculiaridades de los trenes histórico turísticos, no sólo como entidades que mantienen la historia viva de ferrocarril europeo, sino también como operadores ferroviarios activos”.

El próximo mes de abril se llevará a cabo una Asamblea General de la Fedecrail en Bilbao donde se refrendará la adhesión del tren y a la que asistirán miembros de la junta directiva del Ferrocarril de Sóller.

El tren de Sóller es una línea que enlaza Palma de Mallorca y Sóller, pasando por Son Sardina y Buñola. Se inauguró el 6 de abril de 1912 y es actualmente una de las pocas líneas ferroviarias privadas de España, ya que la gestiona la empresa Ferrocarril de Sóller S.A.

25 millones por el tren de Sóller

Un grupo de inversores ha presentado una oferta para comprar el Ferrocarril de Sóller por unos 25 millones de euros, con la intención de adquirir el cien por cien de sus acciones, mediante una propuesta que dirigen a todos los accionistas y que tiene como fecha límite el 6 de septiembre. La oferta de compra de este grupo anónimo tiene el objetivo de optimizar el tren de Sóller y modernizar su gestión, manteniendo su carácter histórico y su función actual, según indican fuentes de la consultora Goros a la que han confiado la gestión de esta propuesta.

La oferta es de 147 euros por acción, cifra que estiman que supondría el triple de su valor de mercado y «un importe equivalente al recibido durante 15 años en concepto de dividendo en los términos actuales». Según la consultora, la oferta está condicionada a que los inversores puedan adquirir más del 50% del capital, a la supresión de la restricción a la transmisión de acciones contenida en los estatutos actuales de la entidad y a la obtención de las autorizaciones administrativas pertinentes.

Dirigida a los alrededor de 200 accionistas del tradicional ferrocarril, la oferta la realiza un grupo de empresarios españoles vinculados a Mallorca que prefieren mantener el anonimato hasta que se pueda concretar la viabilidad de la operación. La intención de los inversores sería modernizar el ferrocarril con medidas como hacerlo accesible a personas con dificultades de movilidad, posibilitar la compra de billetes por internet así como el pago mediante tarjeta de crédito, implantar itinerarios culturales asociados al trayecto en tren y promover el uso del ferrocarril en temporada baja por parte de los mallorquines.

El Ferrocarril de Sóller une desde 1912 las ciudades de Palma y Sóller a través de 27 kilómetros de bellos paisajes y que conserva su carácter y estructura original a la perfección. Movido gracias a un automotor de tracción eléctrica, el tren de Sóller es el único de estas características que se encuentra actualmente en funcionamiento. A lo largo de su recorrido se desliza por trece túneles que atraviesan la Sierra de Tramuntana llegando en una hora a su destino final: Sóller, un pueblo que combina el encanto Mediterráneo con el aire cosmopolita de un puerto comercial abierto a Europa.

El 16 de abril de 1912, curiosamente el mismo día del hundimiento del Titanic, quedó inaugurada la línea ferroviaria que unía Sóller con la capital. El hombre clave en la creación del Ferrocarril de Sóller es, sin duda, Jeroni Estades i Llabrés, cofundador de la Compañía de Navegación Sollerense, parlamentario y sagaz hombre de negocios. Su visión de futuro le hizo apostar a principios de este siglo por el ferrocarril como medio de transporte entre Sóller y Palma de Mallorca, trayecto que hasta entonces sólo era posible por mar, y por la electricidad como fuente de energía del nuevo tren.

Luis Bobio fue el encargado de construir la línea de este particular ferrocarril, cuyas obras comenzaron en 1907, iniciándose de forma simultánea desde ambos extremos de la línea. El equipo de trabajo que empezó en Palma pudo contar con la ayuda de una pequeña locomotora llamada ‘María Luisa’; por su parte, los que partían de Sóller tuvieron que abrirse paso por la Sierra de Alfabía con mulas. Ambas brigadas se encontraron en un punto común en 1911 ante el asombro de los lugareños que no creían posible que ambos grupos se encontraran sin sufrir desviaciones en su trayectoria.

Preocupación por la seguridad en Palma

El incendio en un tren en la Estación Intermodal de Palma dispara las alarmas. Los trabajadores de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) alzan la voz para afirmar que las actuales condiciones les impiden garantizar la seguridad de los usuarios del transporte ferroviario. El comité de empresa de SFM sospecha que «algo está ocultando la dirección de la empresa».

El comité de empresa de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) manifiesta en un duro comunicado que el fuego que se produjo en el techo de un tren estacionado en la Estación Intermodal de Palma no es un accidente aislado y se muestra preocupado porque como trabajadores no pueden “garantizar la seguridad de los pasajeros”. Entre otros incidentes, el comité ha mencionado el del incendio de la subestación de Son Costa, “sin que los sistemas de seguridad lo detectasen”. «Ya ocurrió en su día de igual manera y a día de hoy no estamos informados de lo sucedido», aseguran los trabajadores.

Los representantes de los trabajadores de SFM mencionan, además del suceso de la subestación de Son Costa, otro fuego ocurrido en el pantógrafo de un tren mientras circulaba con pasajeros saliendo del túnel de Palma. También apuntan varios incidentes en la catenaria de la playa de vías de Son Rullán en los que tampoco han saltado los sistemas de seguridad llegando a partir el cable; todo ello, dicen, «sin que hasta la fecha haya una explicación clara de qué ocurre y cuál es el motivo». Incluso afirman que el hecho de que no haya habido daños personales ha sido cuestión de «suerte».

Los trabajadores manifiestan que «no nos sentimos seguros como trabajadores y no podemos garantizar la seguridad de los pasajeros». Desde el comité indican que se instó a la dirección para que comprobase si la subcontrata de mantenimiento del material ferroviario contaba con el personal adecuado, tanto en formación como en número. «La empresa sufre una falta de personal crónica que obliga a que se funcione bajo mínimos y en estos casos no se pueda dar una respuesta adecuada», sentencian.

Joan Aguiló pinta junto a la estación de tren de Sóller el mural más grande de calle de Palma

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La estación del Tren de Sóller alberga desde esta semana el mayor mural ‘street art’ realizado en Palma, obra del mallorquín Joan Aguiló. El grafiti está situado en el lateral del edificio colindante a la estación. Es la obra de mayor altura en Palma dibujada en una pared que alcanza los 20 metros, superando a los dos que hay en Sa Calatrava, obra del artista Santiago Morilla de Madrid.

La imagen que Aguiló ha plasmado en la fachada pegada a la estación muestra a un niño con un biberón y un tren alrededor que simboliza «ese momento que el crío imagina que será de mayor», declara el artista. Desde el pasado lunes el dibujante mallorquín ha estado trabajando en esta obra «aprovechando al máximo las horas de sol», explica. Para pintar el mural ha necesitado subirse a una grúa.

Este proyecto está subvencionado por la Fundación Can Prunera de Sóller y el Tren de Sóller. La idea inicial surgió del propietario del bloque de pisos que dan al aparcamiento del tren de Sóller. «Me dijo que le gustaban mis ilustraciones, pero no tenía dinero. Lo propuse a Ferrocarrils de Sóller y nos han apoyado económicamente«, cuenta Aguiló. El estacionamiento es municipal.

Aguiló es uno de los artistas con más proyección de Baleares en arte urbano. Ya hay obras suyas en otros rincones de la ciudad y en municipios como Santa Margalida y Sa Pobla. Aguiló dibuja en pequeño y gran formato, en esquinas de muros de ciudad, no solo en Palma sino también en otros municipios de la isla, y en grande medianeras. La última la realizó este verano en el Saladina Art Fest de Can Picafort. El artista mallorquín indica que se siente «cómodo» en ambos tamaños.

«Los lenguajes artísticos son distintos. Si intervienes en grandes superficies, donde se da una gran visibilidad desde fuera, es clave que sea más pictórico para que no se pierda de vista; mientras que en espacios más pequeños, te esfuerzas más en el detalle. En cualquier caso, me siento bien en ambos formatos».

Con motivo del centenario del Tren de Sóller (2012), el ceramista y escultor Joan Gardy Artigas realizó un mural cerámico en las estación del Ferrocarril de Sóller. Inspirado en la obra de Joan Miró ‘La Maja Negra’, el mural es una obra única, de unos dos metros de alto por cinco de ancho, que se preparó en los talleres de la Fundació J. Llorens Artigas, en La Gallifa (Barcelona).

(Imagen Manu Mielniezuk. Diario de Mallorca)

Una jueza de Palma investiga la compra de varias unidades para Servicios Ferroviarios de Mallorca

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El gerente de Servicios Ferroviarios de Mallorca (SFM), José Ramón Orta, prestará declaración este lunes ante la jueza de Instrucción número 5 de Palma, Ana San José, en calidad de denunciante de supuestas irregularidades en una compra de trenes durante la pasada legislatura 2007-2011. En esta causa se investiga la adquisición de varias unidades de tren eléctrico sin concurso público y mediante contrato por dependencia técnica.

La declaración de José Ramón Orta tendrá lugar a partir de las 11.30 horas, a petición de la fiscal Anticorrupción Ana Lamas, después de que el pasado 3 de diciembre se suspendiera la declaración de cuatro responsables de Movilidad y de SFM de la pasada legislatura imputados en esta causa, que presentaron un informe jurídico que avalaba la adquisición.

Entre los cuatro imputados cuya declaración se anuló temporalmente figura el ex director general de Movilidad y actual portavoz de MÉS en Palma, Antoni Verger, quien aseguró que «parece que quien tendrá que dar explicaciones a partir de ahora será José Ramón Orta», por no haber incluido en su denuncia el informe jurídico. Verger defiende que la compra fue «una operación impecable desde un punto de vista técnico, jurídico y económico» y que la denuncia se presentó «simplemente para atacar y denigrar a adversarios políticos».

El informe del 25 de julio de 2008, firmado por el jefe de los servicios jurídicos y de contratación de SFM, José Antonio Casado, avaló una opción de compra suscrita por el Govern en 2005 para adquirir 6 unidades de tren, al no encontrar inconveniente legal, así como la idoneidad de que el resto de los coches necesarios para ampliar el parque ferroviario se adquiriesen mediante «un procedimiento negociado sin publicidad por dependencia técnica». Según el informe, la compra encaja en el artículo 59 de la Ley sobre procedimientos de contratación en los sectores del agua, la energía, los transportes y las telecomunicaciones (SCSE).

El consejo de administración de SFM acordó el 31 de julio de 2008 la compra por 54 millones de varias unidades de tren para la línea Palma-Inca que llegaron a Mallorca a partir de 2011, basándose en dicho informe. Los vehículos eran los que iban a cubrir las líneas de ferrocarril una vez se completara la electrificación hasta Sa Pobla y Manacor, pero ésta finalmente no se llevó a cabo, de manera que ahora se utilizan en la parte de la línea que sí está electrificada, entre Palma e Inca.