Río de Janeiro ha ganado la batalla por la candidatura olímpica y ha dejado Madrid al borde del llanto. La ciudad carioca obtuvo, en la votación final, el apoyo de 66 de los 99 delegados que votaron. La candidatura española, que salió más que airosa de las dos primeras votaciones, sólo obtuvo 32. Los banderas olímpicas ondearán con toda solemnidad en esta urbe brasileña que supera los seis millones de habitantes y que dispone de un metro que, entre otros, deberá someterse en estos próximos años a profundas obras de reestructuración de cara a la cita olímpica de 2016.
Rio de Janeiro es la ciudad más turística de Brasil y quizás de sudamérica. Como parte del transporte público, Rio de Janeiro cuenta con un sistema de metro (tren subterráneo metropolitano – metro de Rio de Janeiro) compuesto por 2 líneas y 33 estaciones. A su vez, como complemento tiene una red de tren suburbano. Sólo por el sistema de metro alrededor de 170 millones de pasajeros lo transitaron durante 2007.
42 kilómetros y dos líneas separadas que sirven a un millón de pasajeros por día en promedio. Inaugurado el 5 de marzo de 1979, con la línea 1 y un recorrido comprendido entre la estación Glória a estación Praça Onze (5 kilómetrosm), que con los años se ha ampliado entre Cantagalo y la estación Sáens Peña, con 18 kilómetros y 18 estaciones. La lína 2 abarca de la Estácio a Pavura, un trazado de 22 kilómetros y 16 estaciones. Las frecuencias de la primera línea van de 4 a 7 minutos; y de 5 a 10, en la segunda línea.
El metro de Río de Janeiro comenzó a operar comercialmente en marzo de 1979, durante la administración del gobernador Chagas Freitas. Al principio había solamente cinco estaciones (Praça Onze, Central, Presidente Vargas, Cinelândia y Glória). Contaba con 4,3 kilómetros de vías, tenía cuatro trenes de cuatro vagones y funcionaba de 9 a 15, horario que fue extendido hasta las 23 en diciembre de ese mismo año. En los primeros diez días de operación el metro transportó más de medio millón de personas.
En 1980 se inauguraron las estaciones Uruguaiana y Estácio, lo que incrementó la demanda de pasajeros y obligó a sumar dos vagones en cada formación. En 1981 se inauguraron las estaciones Catete, Morro Azul (que luego pasó a llamarse Flamengo), Botafogo y Largo do Machado. En noviembre de ese mismo año se inauguró la Línea 2, que contaba con las estaciones São Cristóvão y Maracanã. Esta línea que se prolongó hacia el norte también se denominó Línea Verde, mientras que la otra fue nombrada Línea Naranja.
En 1982 entraron en operación las estaciones Afonso Pena, São Francisco Xavier y Saens Peña, de la Línea 2. En 1983, los trenes de este trecho del norte de la ciudad circularon sólo de 6 a 14, para permitir los trabajos de extensión de la Línea 2 hasta Irajá, y fue implementado un servicio gratuito de ómnibus diariamente hasta las 20 para integrar las estaciones Estácio, São Cristóvão y Maracanã.[1]
En 1996 la Línea 2 llegaba hasta Vicente de Carvalho, con intervalos entre los trenes de seis minutos. En 1997, Metrô Rio realizó por primera vez la ‘Operación de Carnaval’, con funcionamiento ininterrumpido los días de fiesta, esquema que desde entonces se repite todos los años.
Desde 1999 también realiza una operación especial para el Réveillon (fiesta de Año Nuevo) carioca, con la venta anticipada de billetes para horarios predefinidos.
En 2000 fue implementada la integración metrô-trem, para llegar hasta barrios de la Zona Norte a los que no alcanza la red subterránea. En enero de 2002 se inauguró la línea de extensión Metrô Na Superfície, con un servicio de ómnibus propios que conectaban la estación Cardeal Arcoverde con Ipanema, en la Zona Sur de la ciudad. En marzo de 2003, la conexión Metrô Na Superfície fue transferida a la recién inaurada estación Siqueira Campos y se prolongó hasta los barrios Leblon y Gávea.[2]
En 2004 el servicio de subterráneo comenzó a funcionar los domingos y se implementó la Integração Metrô-Ônibus Expresso, con doce líneas inauguradas entre 2004 e 2005.[2]
La tarifa del metro costaba en 1998 un real, y en mayo del año siguiente se redujo a R$0,95. Luego de sucesivos aumentos que se dieron aproximadamente una vez por año, el billete alcanzó un valor de 2,80 en abril de 2009.
El metro de Rio de Janeiro es seguro, eficiente y fácil de usar. Como en otras capitales del mundo, para poner coto al acoso sexual, las mujeres disponen en las horas punta de dos vagones (el primero y el último de cada convoy), identificados por una banda color rosa junto a las puertas para evitar manoseos, pellizcos y demás agresiones.
(Fuente Wikipedia. Imagen Martins, Tito en Wikimedia Commons)