Este martes, 5 de abril, se conmemoran los 150 años del inicio de la Guerra de Secesión americana, un conflicto significativo en la historia de los Estados Unidos de América, que tuvo lugar entre los años 1861 y 1865. Ese día tropas confederadas asaltaron la guarnición de Fort Sumter, en una isla costera del océano Atlántico a la entrada de la bahía de Charleston (Carolina del Sur). La represión del ejército al recuperar Fort Sumter, hizo que a los estados confederados se les unieran Virginia, Arkansas, Tennessee y Carolina del Norte. De este modo comenzó la Guerra Civil entre los Estados Confederados del Sur y los Estados del Norte, que acabaría con la victoria de estos últimos en 1865.
De entre todos los episodios y batallas ocurridos durante esos fatídicos años, un hecho caló profundamente en el corazón de los estadounidenses. La incursión de espías unionistas en territorio sureño, el robo de una locomotora y su posterior persecución y encarcelamiento por los confederados. ¿Les suena? No es de extrañar puesto que Buster Keaton logró inmortalizar este incidente ocurrido durante la Guerra Civil Norteamericana en su magnífica película ‘El maquinista de la General’, que él mismo dirigió y protagonizó, y que se estrenó en febrero de 1927. Desde que Keaton leyó la novela ‘ The great locomotive chase’, que narraba los acontecimientos ocurridos precisamente en 1862, su obsesión fue contar los hechos en la pantalla. A las posibilidades cinematográficas del relato se unía la pasión de Keaton por los trenes (la mayoría de sus películas tienen alguna secuencia en la que aparece un tren, y hasta el fin de su vida tuvo en su casa un enorme tendido ferroviario de juguete).
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