La gota que colma el vaso. Son demasidos incidentes en las últimas semanas. Y algunos casi inexplicables. Seis accidentes ferroviarias se han producido ya en lo que va de 2011 en la red catalana. El director general de Transportes y Movilidad, Ricard Font, ha anunciado que la Generalitat ha pedido una auditoría sobre la red de cercanías de Barcelona después de la colisión ayer en un túnel, cerca de la estación del Clot de Barcelona, y los descarrilamientos de las últimas semanas. Font ha apuntado que se trata de «una auditoría de la red, para detectar puntos oscuros y si se pueden resolver».
«Esta auditoría aún no la tenemos y esperaremos a tenerla para establecer un plan de soluciones», ha añadido el director general de Transportes y Movilidad. «Sin una mejora en la infraestructura, es independiente quién preste el servicio», ha dicho preguntado sobre la continuidad de Renfe como operadora, además de subrayar que, sea responsabilidad de Renfe o de Adif, ambas compañías tienen el Ministerio de Fomento como socio mayoritario.
Font se ha mostrado prudente acerca de las causas que habrían provocado la colisión en la mañana de ayer entre un Cercanías y un Talgo, aunque ha subrayado que el Departamento de Territorio y Sostenibilidad ha pedido a Renfe «un informe de evaluación sobre las causas del incidente» para determinar de si se trata de un error humano o de un problema en la infraestructura y poder dar así respuesta.
Una colisión en un túnel, cerca de la estación del Clot de Barcelona, entre un Talgo vacío y un tren de Cercanías con 70 pasajeros ha provocado heridas leves a 18 viajeros, que han sufrido traumatismos, contusiones y latigazos cervicales por la sacudida del convoy. Las primeras investigaciones han revelado que el tren de Rodalies circulaba a 21 kilómetros por hora. Por su parte, el tren-hotel acababa de arrancar porque su semáforo se había puesto en verde e iba a 10 kilómetros por hora. Se espera que el tráfico pueda restablacerse a primera hora de hoy, aunque los trabajos en el interior del túnel son complicados porque apenas si se puede trabajar con maquinaria pesada.
A esta incidencia de ayer, se suman otras varias en las últimas semanas en Cataluña, en la mayoría de casos por descarrilamientos. Por ejemplo, un convoy de mercancías se salía de las vías cerca de la estación de Tarragona, el pasado 11 de febrero, mientras que un tren de cercanías descarrilaba por un desprendimiento de tierras entre Terrassa y Manresa, el 16 de marzo.
Posteriormente, el pasado 20 de marzo un tren de cercanías con 400 pasajeros descarriló a unos 500 metros de la estación de Sitges (Barcelona); mientras que el pasado sábado, 23 de abril, jornada de Sant Jordi, un tren que cubría el trayecto entre Lleida y Barcelona sufría un incidente similar a a la altura de la Riera Blanca de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona).
Además, una avería técnica en un tren Euromed procedente de Alicante-Valencia con destino a Barcelona atrapó a la altura de Ulldecona (Tarragona) a más de 600 pasajeros el pasajeros, muchos de los cuales regresaban de presenciar la final de la Copa del Rey de fútbol en el estadio de Mestalla.
El director de Cercanías Renfe en Cataluña, Miguel Ángel Remacha, ha negado que estas incidencias se deban a una falta de inversión y ha apuntado que se trata de una «acumulación de incidentes» originados por «causas muy diferentes».