Cuando aún no se han apagado los ruidos de las máquinas y el polvo sigue inundando los pulmones de los trabajadores, un nuevo túnel amenaza con quitarle el récord ‘del mas largo’ a la galería del San Gotardo que en breve pasará a los anales de la historia ferroviaria como la caverna con mayor longitud, con 57 kilómetros. De momento, la marca sigue en poder del Seikan de Japón, con 53,85 kilómetros. Pero en Innsbruck (Austria) se ha dado oficialmente el pistoletazo de salida para la construcción del tramo principal del túnel de base del Brennero (BBT), una pieza clave en el tendido de la línea ferroviaria de Berlín a Palermo y que aspira a convertirse, cuando se una con el de la capital del Tirol, en el túnel ferroviario más largo del mundo.
El túnel ferroviario conectará a Innsbruck, capital del Tirol austríaco, con la localidad italiana de Fortezza, a través del Paso del Brennero. Según el proyecto, habrá dos túneles separados, cada uno con una vía férrea y, una vez concluido, previsiblemente en 2025, se convertirá, con 55 kilómetros de longitud, en el segundo más largo del mundo, después del túnel suizo de San Gotardo.
El túnel del Brennero es esencial para el tendido de la línea ferroviaria que une el sur y el norte de Europa, de Berlín a Palermo, clasificada por la Comisión Europea como proyecto prioritario 1 en el marco de las Redes Europeas de Transporte.
El lanzamiento de la construcción de este megaproyecto se produce tras un acuerdo entre Austria e Italia sobre su financiación, después de fijar su coste total en 8.000 millones de euros, incluidos 786 millones de euros comprometidos por la UE, según informó hoy la Comisión Europea en un comunicado.
El túnel del Brenero contará con dos galerías de vía única, además de un túnel de drenaje que discurrirá doce metros más bajo que los túneles de circulación. La distancia entre los centros de vía será de setenta metros, y contarán con cruces de paso cada 333 metros. Tres enlaces tendrán la consideración de “áreas multifunción”, y actuarán como estaciones de emergencia en Trens, Steinach y hacia el extremo norte del túnel. Habrá un túnel de conexión en el bypass de Innsbruck.
El suministro eléctrico será a 25 kV 50 Hz, con cambio a 15 kV 167 Hz en las aproximaciones a los túneles, y se instalará el ETCS Nivel 2. Los trenes de viajeros circularán a 250 km/h y los de mercancías, a 160.
El tránsito a través de esta ruta ha aumentado de manera exponencial generando un “cuello de botella”. A raíz de esa situación, a fines de la década de 1980, la Unión Europea desarrolló un programa para la construcción de Redes Transeuropeas, donde queda incluida esta ruta. Por este motivo y, de manera similar a lo ocurrido en el Paso de San Gotardo, se decidió la construcción de un túnel ferroviario de base.
Actualmente, debido a la gran pendiente del trazado ferroviario existente, los trenes de mercancías tienen limitada la velocidad a 50 km/h y el peso máximo a 1.600 toneladas, debiendo usar dos o tres locomotoras. Una vez completado el nuevo túnel los trenes de mercancías podrán atravesar el paso con pesos de hasta 3.000 toneladas y sin la necesitad de tracción adicional. Asimismo los trenes de viajeros podrán circular hasta 250 km/h, reduciendo sensiblemente los tiempos de viaje de los recorridos transalpinos.
A la ceremonia de comienzo oficial de las obras asistió el comisario europeo de Transporte, Siim Kallas, y Pat Cox, expresidente del Parlamento Europeo y uno de los coordinadores para la red transeuropea de transportes, así como los ministros de Transporte de Austria, Doris Bures, e Italia, Altero Matteoli.
«En tiempos difíciles en el plano económico, es más importante que nunca invertir en una política europea de transporte duradera», dijo Kallas, y recordó que este proyecto es crucial para alcanzar algunos objetivos de la UE sobre la contribución del tren a aliviar el transporte por carretera por los Alpes.
Bruselas destaca que «el túnel es la pieza maestra del proyecto prioritario 1, un eje ferroviario de gran capacidad» y el plan es que finalmente se una al sistema subterráneo del sur de Innsbruck. Entonces totalizará los 64 kilómetros y será el más largo del mundo