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Festival de cine ferroviario en Lisboa, CineRail

Lisboa acoge por primera vez CineRail, un curioso festival de cine internacional dedicado al transporte ferroviario que tradicionalmente se celebraba en Francia y que permacerá en la capital lusa hasta este miércoles. Esta primera edición portuguesa de CineRail -la vigésimo segunda desde su creación- se realiza en el céntrico Cinema São Jorge organizado por la Unión Internacional de Ferrocarriles (UIC) y de Comboios de Portugal (CP), que premian lo más destacado en esta competición para cortometrajes.

El festival, según se explica en su página web, «ofrece una visión general de la calidad y la excelencia de las producciones cinematográficas que tratan las cuestiones de transporte ferroviario en diferentes partes del mundo». Entre los cortometrajes en competición se encuentran los españoles «Nextstation 2017, Smart Stations in Smart Cities», «Left Luggage Lockers» y «We are ADIF, the Spanish Rail Infrastructure Manager». Aunque opten a premio solo los cortometrajes, también podrán verse largometrajes en el festival, como el brasileño «O Comboio de Sal e Açúcar» del director Licínio Azevedo.

El Concurso de Cine Corporativo CineRail ofrece una oportunidad única para presentar a los profesionales (de los ferrocarriles y del transporte público y de los sectores de producción y comunicación de películas) y al público en general, con una selección de las mejores películas y contenidos audiovisuales encargados por empresas ferroviarias, industrias, el sector del transporte público e instituciones relacionadas con el transporte. Proporciona una visión general de la calidad y la excelencia de las producciones cinematográficas que se ocupan de los problemas del transporte ferroviario en diferentes partes del mundo.

Cinerail puede considerarse definitivamente como un escaparate del valor y la calidad de la política de comunicaciones de los ferrocarriles miembros de UIC y de todos los actores involucrados en el sector ferroviario en todo el mundo. Un jurado internacional tiene la tarea de evaluar la calidad y efectividad de las películas y los contenidos audiovisuales presentados y decidir sobre los premios.

En su página web, se explica que los trenes ejercen un poder inquebrantable sobre la imaginación de los cineastas de todo el mundo; que sentaran las bases y proporcionaran el tema de un festival era inevitable. Los trenes llevan a las personas y también expresan relatos que forman parte de nuestra historia. Basta recordar The Lady Vanishes, The Battle of the Rails, Once Upon a Time in the West, Life is a miracle, Central do Brasil, The Navigators, The Darjeeling Limited, Slumdog Millionaire, Transsiberian…

El transporte público siempre ha sido inspirador para los creativos. En el sistema de trasporte público han podido recrear la atmósfera del día a día de las ciudades y reflejar el mestizaje y modo de vida humano. Es por ello que el transporte público ha servido de escenario en multitud de ocasiones para estas creaciones. La UITP considera que este festival es una buena oportunidad para ver el transporte público desde una perspectiva diferente y agradecer el papel que juega en nuestra sociedad. El idioma del Concurso Internacional de Cine Corporativo de CineRail en Lisboa es el inglés. Las películas internacionales se presentan con subtítulos en inglés.

Un nuevo ‘Asesinato en el Orient Express’

Este viernes se estrenaba en los cines ‘Asesinato en el Orient Express’, la nueva adaptación cinematográfica de la novela homónima de Agatha Christie. Y con motivo del estreno del filme dirigido por Kenneth Branagh el Museo del Ferrocarril de Madrid acoge hasta el próximo 3 de diciembre una exposición que contará con piezas de vestuario y accesorios de la película ambientados en la época, para deleite de los fans del filme y de la célebre obra de Christie.

Las piezas de vestuario van desde vestidos de noche y de paseo como los que llevan Michelle Pfeiffer y Judi Dench en el filme, hasta trajes de caballero como el que luce lleva Johny Deep, Williem Dafoe o el propio Branagh pasando por un gran abanico de accesorios y complementos de los años treinta. Todo ello acompañado de los bocetos originales de la película y rodeado de un entorno único. Y es que el ‘Orient Express’ no podía haber elegido mejor destino. El Museo del Ferrocarril de Madrid conserva un coche restaurante llamado ‘Prestige’ que data de los años 20 y que está fabricado por la Compagnie Internationale des Wagons-Lits (CIWL), como el famoso convoy de la novela de Agatha Christie.

En 1872 el belga Georges Nagelmackers creó su primera compañía, refundada en 1876 como Compagnie Internationale des Wagons-Lits (CIWL) y germen de la que en 1884 pasaría a denominarse Compagnie Internationale des Wagons-Lits et des Grands Express Européens, iniciando el servicio en trenes internacionales, entre los que se encontraba el famoso ‘Orient Express’. El primer servicio con este nombre nace en 1883. Se trata de un tren que salía tres veces por semana de París y acababa en la ciudad rumana de Giurgiu, pasando por Estrasburgo, Múnich, Viena, Budapest y Bucarest. Seis años después, se termina la línea hasta Estambul.

Tras las interrupciones derivadas de la Primera Guerra Mundial, el servicio vive un auge tremendo, para después volver a decaer durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día tienen un herededero, el ‘Venice-Simplon Orient Express’, que lejos de quedar enterrado en el olvido ofrece al turista una experiencia única a pesar del empuje de los trenes de alta velocidad y los billetes baratos. Este hotel de cinco estrellas de estilo Art Decó sobre raíles, en el que gastronomía y el trato exquisito se dan la mano, tiene una ruta hasta Estocolmo desde Venecia con parada en Copenhague. Sin duda, el modo más lujoso de llevar a Escandinavia.

La cinta estrenada ayer, dirigida y protagonizada por Kenneth Branagh, llega a los cines españoles con un reparto de excepción integrado por Willem Dafoe como el profesor; Derek Jacobi, como el mayordomo; Sergei Polunin, como el Conde Andrenyi; Josh Gad, como el asistente, Daisy Ridley, como la institutriz; Michelle Pfeiffer, como la viuda del asesinado; Penélope Cruz, como la misionera Pilar Estravados; Manuel García Rulfo, como el vendedor; Olivia Colman, como la criada; Leslie Odom Jr., como el doctor; y Judi Dench, como la princesa Dragomiroff de la realeza rusa.

La mayor parte de la película se filma en Longcross Studios de Londres, si bien en un principio se plantea la posibilidad de grabar en un tren real de los que cubren el servicio del Venice Simplon Orient Express; finalmente se descarta esta opción, debido a la compleja logística de la producción. Así que se recurre a los citados estudios, situados a pocos kilómetros de la capital londinense, donde se recrea una estación, el tren y sus locomotoras. El resto de elementos se deja en manos del CGI.

Sin embargo, se graban escenas adicionales en una línea ferroviaria entre Triengen y Büron (Suiza) de un tren real, en especial de la locomotora de vapor 1.241 A 65, uno de los últimos modelos Mountain que han sobrevivido a los tiempos y que se encuentra en perfecto estado para rodar. Estas máquinas aparecen en las vías francesas a principios de los años 30; es la ‘época dorada’ del vapor. Antes de la Segunda Guerra Mundial, circulan los pesados expresos entre París y los puertos atlánticos de Cherbour y Le Havre, así como con Basilea. Se encargan, por ejemplo, de los coches del famoso Orient Express. Tras la contienda mundial funciona hasta 1965, principalmente entre París y Estrasburgo y París-Basilea. Se conservan dos de estas joyas ferroviarias:la 241 A 1 en el Museo de Mulhouse; y la locomotora 241 A 65, en Suiza, en el depósito Full-Reunthal. Esta es además la máquina de vapor operacional más grande de Europa.

La otra célebre adaptación cinematográfica del thriller de Agatha Christie llegó a los cines en 1974 y tuvo como protagonistas a Albert Finney, Lauren Bacall, Ingrid Bergman, Sean Connery, Anthony Perkins, Vanessa Redgrave, Jacqueline Bisset, Richard Widmark, Martin Balsam, Jean-Pierre Cassel, John Gielgud, Michael York, Wendy Hiller, Rachel Roberts. Tuvo seis nominaciones a los Oscars 1974, pero solo consiguió uno: Mejor actriz secundaria (Ingrid Bergman).

La locomotora que arrastra el tren en la cinta de Sidney Lumet es la 230-G-353, una máquina a vapor preservada por la SNCF precisamente “para hacer películas”. Y su aparición en cualquier film de los ultimos veinte años es bastante habitual. Las 230-G de este tipo (‘chièvre’, en el argot ferroviario francés) eran unas humildes máquinas para trenes locales, por lo que se hace bastante inverosímil que hubieran arrastrado un expreso en su vida de servicio.

Por cierto, el mítico tren no tenía una sola máquina asignada a este servicio de superlujo. Las locomotoras del ‘Orient Express’ se cambiaban al entrar en cada país, por lo que a lo largo de los años, fueron muchas las máquinas que se utilizaron para arrastrar los lujosos coches que formaban parte de la composición. En cuanto al vapor, por ejemplo, en Francia se utilizaron inicialmente las ‘Nord 221 atlantic’ y después las ‘231 pacific’. Más tarde en los años cincuenta las 241. También lo llevaron a lo largo de Europa las 220 “Florisdorf” sustituidas después por las 310, en Austria. En la zona alemana, las composiciones de este tren, estaban arrastradas por las locomotoras S 3/6 bávara (BR. 18.4), la S 10 prusiana (BR 17), e incluso por la “Wurttemburguesa” clase C (BR 18.1), las D54, y las Borsig; en Hungria las MAV 424 “Nurmi”; en Grecia las Mi.Alfa 151; en Italia las 2645 y más tarde las 685-616. En cuanto a las máquinas eléctricas, se puedan citar las BB E36 y las 2D2 500 francesas; las AE 4/7 en Suiza; las V40 y las Mav en Hungria. Pero también las diesel, como la M61 Tipo Alco 318 en Bulgaria.

Canfranc lanza ‘Asesinato en el Orient Express’

La Estación Internacional de Canfranc se promocionará como destino turístico coincidiendo con el estreno en los cines de la película ‘Asesinato en el Orient Express’, dirigida por Kenneth Branagh y basada en la novela homónima de misterio de Agatha Christie, protagonizada por el famoso detective Hercules Poirot. La cinta llegará a los cines españoles el próximo 24 de noviembre, si bien los espectadores aragoneses tendrán la oportunidad de disfrutar del filme este sábado, 18 de noviembre, en el preestreno en los cines Aragonia de Zaragoza. El film cuenta con un reparto de artistas internacionales, como Johnny Depp, Penélope Cruz, Michelle Pfeiffer, Willem Dafoe o el propio Branagh.

El sábado saldrá un tren histórico desde la estación de Delicias, en Zaragoza, para llegar a Canfranc, donde se llevará a cabo el acto promocional, con personas vestidas de época. Con el lema ‘Destino Canfranc Estación’, en el vestíbulo de estilo modernista de la antigua terminal internacional se desarollará una ‘perfomance’ con la que se pretende recuperar el glamour de los viajes ferroviarios en los grande expresos. Asistirán el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón, José Luis Soro, y un representante de la productora 20th Century Fox. El preestreno será esa misma tarde, a las 20.30 horas. El pase en Zaragoza será el primero y único en España en el que el público podrá disfrutar de esta producción antes de su estreno nacional.

Con esta acción se pretende posicionar Canfranc como destino turístico en el ámbito nacional e internacional, en este caso relacionándolo con el misterio de las novelas de la británica Agatha Christie, con esta producción cinematográfica y con el espíritu aventurero relacionado con los grandes trayectos en tren. El acto del sábado será «muy simbólico», explica Soro ya que se vincula «una estación moderna y funcional, como es Delicias, con la histórica y simbólica de Canfranc» y se relacionará la imagen de este edificio con la película que «será un éxito seguro«.

Soro recalca que se trata de promover la estación como un destino turístico «en un momento en el que su recuperación ya es imparable«, dado que en verano de 2018 comenzarán las obras ferroviarias y de rehabilitación de la explanada y los edificios «para que volvamos a disfrutar de este paisaje irrepetible y a llenarlo de vida». «Canfranc ahora mismo es una estación que tenemos que rehabilitar entera, pero ya es un destino turístico muy importante», asegura. «Es impresionante la cantidad de visitantes que se inscriben en los recorridos guiados y al espectáculo nocturno de luces y música», dice el consejero.

Soro cree que «con Canfranc todos los astros se han alineado. Estamos dando pasos muy importantes con Aquitania para la reapertura del tráfico internacional, para recuperar la explanada y de repente ha aparecido esta película en nuestro camino» como una señal de que todo funciona bien». Hace unos días se ha dado a conocer que la UTE Acciona Construcción S.A. y Avintia Proyectos y Construcciones S.L. será la encargada de acometer la redacción y ejecución de las obras de la nueva estación y la nueva playa de vías, lo que garantizará la reapertura de la línea ferroviaria al tráfico internacional. Estas empresas también serán las responsables de urbanizar la explanada de la estación, convertida en una gran plaza, y de la rehabilitación del edificio modernista de la estación internacional con destino a uso hotelero, comercial y demás complementarios autorizados en el Plan Parcial.

Además de los actos del día 18, se van a desarrollar distintas promociones. En los cines independientes, casi cien distribuidos en toda España, entre ellos Aragonia y Palafox en Zaragoza y Cinemundo en Huesca, se distribuirán pósters y cupones de participación para ganar uno de los tres fines de semana de lujo en Canfranc y conocer los atractivos turísticos de esta zona. Esta misma promoción se dará a conocer en las redes sociales de Fox y en los perfiles y webs de los cines. En total se repartirán 500 pósters y más de 400.000 cupones. También el canal televisivo Comedy Central hará una campaña de televisión desde el día 24, con 36 ‘spots’; y Cinesa promoverá un concurso en sus redes sociales en el que se podrán ganar entradas para el preestreno en Zaragoza y para el viaje en tren histórico a Canfranc del día 18.

Documental sobre el túnel de La Engaña

El director reinosano Richard Zubelzu estrena ‘Una gesta bajo la maleza’, documental que versa sobre el abandonado túnel de La Engaña entre Cantabria y Burgos, y que ayer se proyectó en el Teatro Principal de Reinosa. Zubelzu realiza este nuevo proyecto bajo la producción y guión de Magda Calabrese y a través de él acerca al público al abandonado túnel de La Engaña, un amplio túnel ferroviario de 6.976 metros de longitud apto para albergar doble vía que nunca llegó a ser utilizado.

El documental acerca al público al abandonado túnel de la Engaña recuperando la memoria histórica contada desde el punto de vista más positivo, gracias a la colaboración desinteresada del historiador Miguel Muñoz de la Fundación de Ferrocarriles españoles, El Diario Montañés, Dúnia Rossell (Ashef), Mercedes Lóper García profesora titular de Estética de la Ingeniería en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y Benedicto Gómez López, antiguo trabajador del túnel, desde el entusiasmo, gratitud y recuerdo nostálgico de la época en la que vivió y trabajó en la Colonia Obrera

El túnel de La Engaña, situado entre los municipios de Vega de Pas, en Cantabria, y Pedrosa de Valdeporres en Burgos, se construyó como parte del proyecto de ferrocarril Santander-Mediterráneo que pretendía unir el mar Cantábrico (Puerto de Santander) y el mar Mediterráneo (Puerto de Sagunto) y que no llegó a utilizarse nunca de forma oficial.

La vía quedó inconclusa a 67,5 kilómetros de la capital cántabra. El kilómetro cero estaba en Calatayud. Hasta allí llegaba, desde el puerto de Sagunto, el ferrocarril Central de Aragón, que entró en funcionamiento en 1902 y unía Valencia con Zaragoza con un recorrido de casi 299 kilómetros. El objetivo teórico era enlazar ambas vías. Desde Calatayud se construyeron 366,547 kilómetros hasta Cidad-Dosante, en Burgos, a lo largo de los cuales se distribuían 57 estaciones.

El trazado se dividió en siete secciones. Las seis primeras, entre Calatayud y Cidad-Dosante, se construyeron en un tiempo récord, a un ritmo de más de 60 kilómetros por año. En noviembre de 1930 ya estaban todas abiertas al tráfico. La sección séptima no se acometió porque planteaba una solución chapucera para llevar el tren a Santander. Este tramo se extendía entre Cidad y Ontaneda (48,4 kilómetros), donde se suponía que la nueva vía de ancho normal debía empalmar con la del ferrocarril de vía estrecha Ontaneda-Astillero, un imposible que obligaba a costosos, incómodos y poco competitivos transbordos. En 1927, un decreto ley del Gobierno reservó al Estado el derecho a modificar el trazado de la sección séptima desde Cidad.

La Guerra Civil retrasó el proyecto y hasta finales de 1941 no comenzaron las obras. La más compleja incluía la construcción del túnel de La Engaña que permitía el paso de Cantabria a Burgos bajo la montaña. El ritmo de construcción era lento porque se sustentaba en el trabajo manual, pero, pasados los primeros años, la empresa adjudicatria los ralentizó aún más. Ante la incapacidad para llevar las obras a término, la concesión fue transferida a otra compañía en agosto de 1950. Los trabajos en el tramo concluyeron al cien por cien en 1961, pero dos años antes el Gobierno había renunciado al proyecto y no se llegó a tender la vía ni se colocaron las señales.

Zubelzu, nacido en Reinosa, tiene estudios de Imagen y tras el paso por distintas experiencias negativas en el mundo audiovisual, se lanzó por su cuenta con proyectos propios como “La Hipoteca”, “La cuesta de Moyano” y “Beti Jai, La Capilla Sixtina de la Pelota”, y en 2016 el largometraje “Teatro ¿Off?” en el que se encargó de la producción. En 2017 vuelve a la dirección con ‘Fuera de juego’ y ‘Una gesta bajo la maleza’.

Almería busca máquina del Oeste

En Tabernas, el único desierto de Europa, se levantan los auténticos escenarios de las películas westerns americanas, convertidos en el Parque Temático más original del Mediterráneo. Oasys MiniHollywood cuenta con espectáculos en vivo, una gran reserva zoológica con más de 800 animales de 200 especies distintas, zona de piscinas y gran oferta de actividades Educativas y organización de eventos y celebraciones. Recientemente el parque ha ampliado sus instalaciones con la construcción de un ferrocarril, al que se le ha añadido un vagón de principios del siglo XX y también se ha instalado un poblado minero.

Esta iniciativa de alguna manera viene a completar la oferta turística que ofrece el legendario poblado del Oeste, al tiempo que permitirá a productoras y directores de cine poder utilizar estas instalaciones cuando en sus producciones se necesite una zona minera o un ferrocarril. La nueva vía de ferrocarril divide la nueva zona de expansión en dos: por un lado, la ciudad del Oeste y al otro lado se encuentra la zona minera. La entrada al poblado se hace a través del cementerio. Luego está el lavadero de mineral que conecta con un almacén donde se acumula el mineral y también se ha instalado un extractor de mineral.

Hay una serie de oficinas de la explotación minera San Diego Minas y luego está la propia mina, que se ha montado, y que ofrece un paisaje muy distinto al habitual en este poblado del Oeste que se construyó en 1965 para rodar ‘La muerte tenía un precio’ de Sergio Leone. El Museo de Carros contaba con una gran fachada y ésta ahora se ha dividido en varios edificios, concretamente un almacén de madera, un almacén de ultramarinos y una herrería.

Se han construido unos cien metros de línea férrea, que ya ocupa un vagón de 1913. «Es un vehículo que estaba en ruinas y que hemos debido reconstruir según los planos originales del constructor. Este vagón forma ya parte del decorado ferroviario. Ahora la siguiente pieza debe ser una locomotora de vapor. Estamos en contacto con el Patrimonio de Estado para que puedan cederenos una locomotora que se pueda incluir en nuestro escenario y dar ambiente al poblado. Nos consta que hay joyas ferroviarias en Andalucía, y algunas de ellas están muy abandonadas. Tenemos algunas vistas ya y esperemos que en los próximos meses podamos contar con esa locomotora», apunta José María Rodríguez, gerente de Oasys MiniHollywood.

Lo cierto es que la cesión de este material no es algo que se pueda dar sin un proyecto de continuidad asegurado. El patrimonio ferroviario depende de la Fundación de Ferrocarriles Españoles (FFE) que, entre otros objetivos, debe velar por la identificación, conservación, restauración y puesta a disposición de la sociedad de los fondos materiales y documentales que componen el patrimonio histórico y cultural ferroviario. Fuentes de este organismo confirman que, hasta la fecha, han cedido dos coches ‘Costa’ para este proyecto, pero no les consta que se haya solicitado una locomotora.

Andalucía conserva una veintena de máquinas de vapor, sin contar las del parque de Riotinto, en mejor o peor estado: muchas de ellas permanecen incluso a la intemperie como ‘maceteros’. Se supone que Guadix no va a renunciar a su apreciada joya (la Babwi 140-2054) porque tiene sus propios planes y también busca financiación para un proyecto ferroviario. Y en Madrid hay varias locomotoras que podrían servir para el parque de Tabernas. Todo depende del propósito de sus gestores y de que estos lleguen a un acuerdo con la FFE.

Rodríguez señala que «se ha pretendido retomar la idea de mejorar el decorado cinematográfico MiniHollywood en su esencia inicial como es el cine y para eso dotarlo con algún nuevo decorado que no estuviera representado todavía en Almería, como es la zona de ferrocarril y el poblado minero». «Se contactó con una serie de directores de arte a los que se les encargó este proyecto y ellos diseñaron lo que se ha realizado. Hay una segunda fase que todavía no se ha ejecutado que consistirá en nuevas calles y se harán dos manzanas de casas para que haya nuevas localizaciones para futuros rodajes», apunta Rodríguez.

En lo que se refiere a las novedades en cuanto a visitas turísticas, desde este verano se ha querido potenciar el salón del poblado y por ello se han montado tres espectáculos distintos. «Los espectáculos de la una de la tarde, cuatro y siete de la noche reflejan tres ambientes distintos del western. El primero es una recreación teatro musical del salón, el segundo ofrece un tipo de baile más vaquero y el tercero es el espectáculo de can-can clásico». Oasys MiniHollywood acogerá en noviembre la I Recreación Internacional de Far West en Almería. Un acontecimiento único en España donde se vivirá con intensidad la vida en un poblado. También participan en el Almería Western Film.

(Imagen blog Almeriacine.es)

¿Hubo un puente sobre el río Kwai?

Ni está en Birmania, ni se levanta en mitad de la selva, ni salva el río Kwai. Sin embargo, cada año miles de turistas recorren miles de kilómetros para contemplar la obra más inmortal del Ferrocarril de la Muerte: un puente construido durante la Segunda Guerra Mundial por prisioneros ingleses y neozelandeses, pero también por mano de obra nativa (romushas indonesios, malayos y birmanos). Los visitantes acuden a Kanchannaburi (Tailandia) atraídos por una ficción cinematográfica que glosa la construcción de una plataforma que salve el río Mae Klong.

Esta estructura se hizo famosa por la película de David Lean, basada en el libro de Pierre Boulle: ‘El puente sobre el río Kwai’. Está basada en hechos reales ocurridos en el campo de concentración de Tamarkan y narra los sufrimientos de los soldados aliados que, como prisioneros de guerra, son forzados a trabajar en la construcción de una línea ferroviaria que una Tailandia y Birmania en condiciones miserables. Acosados por la enfermedades (malaria, cólera, beriberi) escasa alimentación, torturas y penosas condiciones meteorológicas (lluvias sin fin y una humedad extrema), más de cien mil soldados lo pagaron con su vida.

La producción británico-estadounidense de 1957 que dirigió David Lean gana siete de los Oscars más importantes, entre ellos los de Mejor Película; Mejor Director (David Lean); Mejor Actor (Alec Guinness) y Mejor Guión Adaptado por Carl Foreman y Michael Wilson (sus nombres fueran borrados del sobre por encontrarse en la lista negra de guionistas acusados de ser comunistas). El guión cinematográfico se basa en la novela escrita en 1953 por Pierre Boulle, que sufrió las severas condiciones de los campos de concentración japoneses, pero que nunca pisó Tailandia. Boulle se inspira en la figura del coronel Philip Toosey que, al contrario que su personaje en la ficción cinematográfica (Alec Guinness), nunca contemporiza con sus captores.

El argumento del film narra la vida de un numeroso grupo de prisioneros británicos que reciben la orden de los japoneses de construir en plena selva un puente de ferrocarril sobre el río Kwai, en Tailandia. El coronel Nicholson (Alec Guinness), que está al frente de los presos, rehúsa hacerlo aludiendo a la Convención de Ginebra que prohíbe el trabajo forzado para los oficiales. El comandante japonés Saito (Sessue Hayakawa) desprecia la actitud del coronel y lo obliga a permanecer formado a pleno sol, junto al resto de oficiales. Luego de sufrir el encierro en una choza de metal, el oficial británico es liberado, para júbilo de los prisioneros. Saito decide continuar con la construcción, pero fracasa. Nicholson que es el típico oficial británico preocupado por la moral y las condiciones físicas de sus hombres, ve el puente como una forma de mantenerlos ocupados y recobrar su orgullo. Logra convencer con argumentos técnicos a Saito, quien forzado por el atraso, acepta la ayuda de los presos. Los prisioneros, que habían tratado de boicotear de muchas formas la construcción del puente, reciben la orden de colaborar en la construcción. Un oficial estadounidense, Shears (William Holden), prisionero en el mismo campo, sólo piensa en huir. Lo consigue y logra llegar a las líneas aliadas. En contra de su voluntad, vuelve unas semanas más tarde guiando a una unidad de comandos británicos, bajo las órdenes del mayor Warden (Jack Hawkins), cuya misión es volar el puente que construyen los prisioneros, antes de que pase el primer tren japonés, cortando así la línea del ferrocarril, vital para el transporte de suministros del ejército japonés.

Quienes no la hayan visto, pueden hacerse una somera idea con el relato. Por cierto, con esta película se hizo muy popular una canción que los prisioneros silban en varios momentos. Pero la marcha del coronel Bogey, como en en realidad, se llama la archifamosa melodía, tiene letra. Pero la viuda del militar británico Kenneth J. Alford, el compositor de la melodía, consideraba de escaso gusto algunas letras y sólo consintió la venta de los derechos bajo la fórmula de silbarla y no cantarla. En esta composición se alude a la falta de testículos de Hitler y otros dirigentes nazis. Por cierto, que el título hace alusión también a una chanza de quienes jugaban al golf en el siglo XIX. El coronel Bogey nunca existió.

La película tampoco se rueda en Kanchanaburi, ni tan siquiera en Tailandia. La productora elige una zona cercana a Kitulgala (Sri Lanka) y el entorno del río Kelani, donde se construye un puente hecho de sogas y bambú (que se demolió tras finalizar la filmación) y que simulaba ser el famoso puente sobre el río Kwai. Meses antes del rodaje, 500 obreros ayudados por 35 elefantes trabajaron en la construcción de esta estructura de madera en la que se llegan a invertir 250.000 dólares y que se inspira en Forth Bridge, el famoso puente de las tierras altas de Escocia. Ocho meses después terminan la obra.

La filmación pudo acabar en catástrofe. Un camión de combustible que se incendió en las proximidades del puente, con la dinamita ya colocada en él, pudo haber causado su destrucción sin que pudiese filmarse, pero los soldados del ejército singalés, que protegían el puente de sabotajes, arriesgaron su vida para desviar el camión de las proximidades del puente. La estructura acabó saltando por los aires tras varias vicisitudes y lo hizo ante el primer ministro de Ceilán y otros dignatarios que no quisieron perderse el espectáculo. Los operarios encargados de filmar la demolición debían dejar las cámaras grabando y ponerse rápidamente a cubierto: uno de ellos debía hacer una señal para proceder a su voladura, pero tras guarecerse se olvidó del aviso. El equipo de demolición no pudo volarlo, así que el tren atravesó el puente para descarrilar poco después tras chocar con un generador. Tuvieron que trabajar a marchas forzadas para volver a poner el vehículo en su sitio y en perfecto estado para filmar a la mañana siguiente la secuencia, esta vez sin fallos.

El guión cinematográfico comete varios errores sobre los hechos ocurridos en el Ferrocarril de la Muerte. La figura del teniente coronel Nicholson (Alex Guinnes) es la de un hombre que no aprueba en absoluto el sabotaje sobre la construcción del puente. Muy al contrario, Philip Toosey, el auténtico hombre al mando en la construcción, ralentiza el proyecto e intenta entorpecerlo. Sus hombres recolectan en la selva termitas que introducen sobre la plataforma de madera; también mezclan el cemento con demasiada arena para debilitar la estructura. Tras el estreno de la película, Toosey escribe una carta al Daily Telegraph en la que muestra su desagrado por la injusticia cometida al tergiversar su historia.

También presenta al coronel Saito (Sessue Hayakawa, en el film) como inhumano y cruel. Pero el verdadero Saito trata a los prisioneros con respeto y se atiene a las reglas que marca la Convención de Ginebra. Tras la derrota de Japón, Toosey acude como testigo al consejo de guerra que el tribunal aliado para crímenes de guerra entabla contra Saito y lo salva de la horca con su testimonio. Cuando Toosey muere en 1975, Saito viaja a Inglaterra para visitar su tumba.

Tampoco el militar y novelista francés se libra de los errores. Al parecer, Boulle no cae en la cuenta de que hay dos ríos que casi se denominan de la misma forma y que llegan a confluir: Kwai Yai y Kwai Noi. Como no conoce la zona, consulta los mapas del ferrocarril para incluir en su novela el escenario del trazado ferroviario que transcurre paralelo al río y donde el auor coloca su famoso puente. Aunque la realidad, es que se llegan a construir dos estructuras para salvar el cauce de agua, una de madera y otra metálica.

Los ingenieros japoneses diseñan la construcción en paralelo desde dos localizaciones: Ba-Pon en Thailandia y en su vecina Thanbyuzayat. El plan original pasa por seguir la cuenca del río Kwae Noi hasta el paso de las tres pagodas, lo que obliga a deforestar la selva y horadar decenas de colinas. Una obra que necesita dos años de intensos trabajos para completarla. El alto mando concede 18 meses, que tras perder la batalla de Midway (7 de junio de 1942), reduce a a un año. La idea de plantar raíles desde Bangkok, en una Tailandia sometida, hasta Rangún persigue el suministro por tren al Ejército nipón, ya que en alire la aviación estadounidense limita el abastecimiento. Les separan de su objetivo cientos de kilómetros de jungla, ríos, animales salvajes y enfermedades infecciosas. La mano de obra es abundante, sobre todo la de prisioneros de guerra británicos, holandeses, australianos y estadounidenses, entre otros países. También los romusha, indonesios de la isla de Java, son forzados a trabajar para la armada nipona.

En octubre de 1943 los 420 kilómetros de la línea ferroviaria se completan. La mayor parte de los prisioneros, excepto aquellos que se quedan para el mantenimiento, se trasladan a otros enclaves controladas por el Ejército nipón. Han terminado la construcción del llamado Ferrocarril de la Muerte, un trazado (entre Banpang y Thanbyuzayat), en los que se levantan numerosos viaductos y más de 600 puentes. Esta vía férrea de Bangkok a Rangún es aún vital como arteria terrestre para el transporte de tropas y suministros en la ocupación de Birmania. La línea se acaba antes de lo previsto. Los trenes transportan 500.000 toneladas de material y dos divisiones enteras; además de varios vagones de esclavas sexuales para los soldados. Más de 60.000 prisioneros aliados y 180.000 civiles asiáticos, especialmente tamiles y malayos, padecen lo indecible, soportan hambre, enfermedades, palizas y humillaciones continuas; 12.000 de los primeros y la mitad de los segundos mueren en esta obra.

Los puentes fueron objetivo preferente de la aviación aliada y sufrieron numerosos ataques entre diciembre de 1944 y junio de 1945. De sus numerosas reconstrucciones se encargarían de nuevo los prisioneros del campo de concentración japonés. El puente que las autoridades birmanas conceden en ‘reconocer’ como el de Kwai (así han bautizado también el río) fue reconstruido por los japoneses, como pago por daños de guerra. Las secciones circulares de acero que se ven en la estructura son las originales de 1942 (numerado 227). Desde hace un par de décadas un tren turístico recorre el puente y las primeras secciones originales del ferrocarril hasta Nam Tok, cruzando sobre el famoso viaducto de Whampo. Tailandia explota así el filón que aún despierta el recuerdo de la mítica película ‘El puente sobre el río Kwai’.

Guadix sueña con un trazado para su ‘Baldwin’

«…que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son…»Esta es una de las frases más recordadas de Calderón de la Barca, uno de los más insignes literatos barrocos del Siglo de Oro español, que pone en boca de unos de sus personajes en el soliloquio más famoso del drama español, cuando Segismundo piensa en la vida y en su suerte. Y eso es lo que realmente pasa en Guadix, cuyo Ayuntamiento sueña con volver a poner en marcha su famosa locomotora de vapor 140-2054.

La ‘Baldwin’ es la locomotora más cinematográfica del parque español. La máquina ha sido utilizada en varias películas, entre las que destacan ‘Doctor Zhivago’, ‘El bueno, el feo y el malo” e ‘Indiana Jones y la última cruzada’. Construida en 1926 por Babcock & Wilcox, fue restaurada en 2001 por la Asociación para la Recuperación de Material Ferroviario, con sede en Lleida, junto con cuatro vagones de carga de los que se ocupó el programa de formación y empleo de la Junta de Andalucía y la Escuela Taller ´Palacio de Villalegre´. Todo el material fue cedido por la Fundación de Ferrocarriles Españoles.

En un primer momento, la máquina de Guadix sería marcada con la numeración 4.106. Una matrícula que se adosó a locomotora y ténder acompañada de las siglas SE (Sur de España). Posteriormente, cuando esta empresa se integró en la Red Nacional de Ferrocarriles Españoles, sería rebautizada con la denominación que aún mantiene. Este tipo de locomotoras tuvieron un destino muy concreto: mover convoy de mercancías por la línea Almería-Guadix-Baza, siendo asignadas a los depósitos de Guadix y Granada. Las primeras que salieron de fábrica se construyeron en The Baldwin Locomotive Works, en Philadelphia. Su aspecto, muy americano, se seguiría a rajatabla en la Babcock & Wilcox vizcaína, responsable de fabricar el último lote.

Guadix quiere ahora reivindicar su papel protagonista en el cine y utilizar su locomotora de vapor, su Marilyn Monroe particular, para reactivar ocho kilómetros de vía verde por la desaparecida línea de ferrocarril hacia Baza y construir un proyecto sólido con el que atraer turistas. La idea no es nueva. Desde que recuperaron la custodia de la locomotora -duerme desde febrero de 2014 en un cocherón cercano a la estación accitana- el proyecto de ponerla en marcha de forma permanente viene y va en función de los ánimos de su Ayuntamiento.

La última vez que se pudo verla en acción fue en abril. Aprovechando una recreación histórica de la Asociación Cruz Victoria de Granada, el consistorio permitió que accitanos y turistas pudieran visitarla y verla con la caldera encendida, en una maniobra técnica apoyada por Antonio González y Miguel Higueras, expertos conocedores de la maquinaria. Estas acciones se han repetido en tres o cuatro ocasiones desde que la máquina regresó a Guadix, después de un extraño proceso y cesión a una empresa privada.

Guadix, además, quiere explotar su tradicional vinculación al cine para atraer más turistas a este municipio situado a unos 50 kilómetros de la capital granadina que presume de haberse disfrazado, según lo requería el guión, del México que recibe la visita de un papa, un pueblo perdido en el desierto de Texas, un trozo de la Rusia inmersa en plena revolución, un paisaje de Siberia y Arizona. Sus calles y plazas, su estación y sus templos se han convertido en otros rincones lejanos gracias a un centenar de rodajes cinematográficos que reivindica ahora el municipio con su «Guadix de Cine», un proyecto a corto, medio y largo plazo que busca un final de película.

El concejal de Turismo del Ayuntamiento accitano, Iván López Ariza, explica que quieren su papel protagonista en el celuloide y ofrece una ruta para rememorar esas películas históricas que atrajeron hasta sus calles a Harrison Ford, John Wayne, Gary Cooper o Imperio Argentina. Lo hará con una ruta en la que ya ha colocado seis sillas de director, esculturas de forja instaladas en la misma localización en la que se sentaron directores como Steven Spielberg, Sergio Leone y Orson Welles y que trasladan al turista a otras épocas y títulos de batallas, amores y mucho western.

Spielberg convirtió la estación de tren de Guadix y su más afamada locomotora, la ‘Baldwin», en el marco de ‘Indiana Jones y la última cruzada’ (1989), un rodaje para el que se contrató a unos 175 extras entre los vecinos del pueblo. Ahora, con un código QR, un teléfono móvil y una de estas sillas de directores, el turista puede conocer las películas, directores y actores, las escenas y las anécdotas de las principales películas filmadas en el municipio.

Lo mismo que Segismundo, el famoso personaje de Calderón de la Barca, el Ayuntamiento accitano sueña con hacer realidad su proyecto y preguntarse como él por el sentido de la vida….»un frenesí, una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño: que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son».

Salas de los Infantes quiere conservar 10 kilómetros de vía y denuncia a Adif por malas prácticas

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La guerra continúa. Y cada cual lucha por conservar lo que tantos años costó conseguir. El Ayuntamiento de Salas de los Infantes (Burgos) ha presentado dos denuncias en el juzgado de instrucción de la localidad contra el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) por «malas prácticas» en el desmantelamiento de la vía férrea Santander-Mediterráneo. Los responsables del municipio pretenden conservar un tramo de ferrocarril de diez kilómetros para poner en marcha alguna iniciativa turística que aune el cine y el ferrocarril.

El concejal de Turismo y Comercio del Ayuntamiento de Salas de los Infantes, Francisco Azúa, ha explicado que la primera denuncia se presentó tras comprobar que las traviesas del ferrocarril se estaban dejando en manos privadas sin ningún tratamiento, cuando se trata de madera empapada en una sustancia tóxica. La segunda denuncia se ha presentado hace unas horas tras comprobar que la empresa encargada del desmantelamiento lo está realizando con camiones de gran tonelaje que están «destrozando» caminos que el Ayuntamiento tuvo que arreglar con un coste importante tras las inundaciones del pasado mes de marzo.

Azúa ha reconocido que ambas denuncias obedecen al deseo del Ayuntamiento de que se paralice el desmantelamiento de las vías y se mantenga al menos un tramo de diez kilómetros que el consistorio pretende aprovechar para el proyecto ‘Un tren de cine’. Se trata de aprovechar el trazado ferroviario, que lleva varias décadas en desuso, para poner en servicio un tren turístico que pararía en algunos parajes de especial belleza ambiental, donde se rodaron películas como ‘Doctor Zhivago’ o ‘El bueno, el feo y el malo’.

El proyecto inicial contaba con un trazado de veinte kilómetros, que luego se rebajaron a quince, aunque Azúa ha afirmado que sería suficiente con que se mantuvieran diez kilómetros, que para Adif no supone una merma económica importante. El concejal cree que la única razón para desmantelar las vías, un proceso que lleva semanas realizándose, sólo sirve para obtener unos pequeños ingresos por la venta del material.

Azúa ha asegurado que el Ayuntamiento ha mantenido varios contactos con responsables de Adif, que sólo se comprometen a mantener un tramo de aproximadamente un kilómetro de vía, junto a la estación de Salas de los Infantes. En su opinión, «no es lógico» que Renfe haya cedido varios coches y una locomotora a la asociación que canaliza este proyecto turístico y Adif decida ahora desmantelar las vías, impidiendo que el proyecto se materialice.

‘Un tren de cine’ es una iniciativa de carácter ferroturístico en la que trabajan los miembros de la Asociación para la Recuperación del Patrimonio Ferroviario (Arpafer). Con esta iniciativa, tratan de recuperar el patrimonio ferroviario y dinamizar la zona desde un punto de vista cultural y turístico usando como eje la relación que existe entre el ferrocarril y el cine en general. Entre los 21 kilómetros de vía que separan las localidades de Cabezón y Barbadillo del Mercado se han rodado numerosas películas.

El proyecto no sólo se centra en el cine y el tren, sino que también tiene como objetivo dar a conocer la zona, desde las icnitas hasta los restos visigodos o la gastronomía. «La intención es dotar a uno de los coches de contenido y movernos por las vías por este tramo, aunque en determinados momentos, un vehículo también puede servir como sala de exposiciones en algún pueblo», explica Antonio Melón, que preside la asociación Arpafer.

Durante el pasado mes de abril se presentaron los vehículos ferroviarios que mantiene la asociación a los habitantes de esta comarca. Los asistentes disfrutaron curioseando cada uno de los coches (entre otros uno pasajeros de los años sesenta que se movía tirado por un tractor de maniobras por las vías próximas a la estación) y un ‘trenpujo, que llevó pasajeros en pequeños grupos a lo largo de la vía desde la estación hasta la parte trasera de Kronospan.

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(Imagen Abuaf-Asociación Burgalesa de Amigos del Ferrocarril)

La telaraña de Spiderman es capaz de retener un convoy del metro, concluye un estudio científico

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La realidad supera a la ficción. Un grupo de estudiantes de física de la Universidad de Leicester (Gran Bretaña) han demostrado con un experimento que, de en el caso de que fuera real, con su poderosa telaraña, Spiderman es capaz de evitar que el convoy del metro de Nueva York caiga por los muelles de la ciudad. La escena ocurría en la última película del hombre araña que utilizaba su potente malla y sostenía los coches del suburbano de la gran manzana antes de que estos pudieran caer al mar.

La investigación, más curiosa que práctica, ha aparecido en la revista Journal of Special Physics Topics, que cada año publica la Universidad de Leicester con los trabajos más interesantes y creativos de los estudiantes.

La escena del segundo film del héroe arácnido no sería, según los estudios de estos universitarios, una ‘fantasmada’ más del celuloide. En el mundo real, la red de Spiderman salvaría a los inocentes pasajeros y evitaría una catástrofe de dimensiones casi bíblicas. El estudio es concluyente: una telaraña como las que describe el cómic llevado a la gran pantalla podría verdaderamente detener el metro antes de su mortal caída.

Los universitarios decidieron calcular la fuerza necesaria para detener cuatro coches del metro neoyorkino, utilizando variables como el impulso del tren a toda velocidad, el tiempo que tarda en detenerse tras chocar con la telaraña y la fuerza motriz del vagón accionado. Tras los cálculos efectuados, los estudiantes concluyeron que la telaraña de Spiderman ejerció una fuerza de 300.000 newtons sobre el tren, estableciendo una rigidez 3.12 gigapascales, algo que es muy razonable para las telas de arañas tejedoras, cuya resistencia va de 1.4 a 12 gigapascales.

Respecto a la dureza de la seda, se calculó que sería cercana a los 500 megajulios por metro cúbico, algo muy semejante a la que tiene la araña ladradora de Darwin, que produce una de las telarañas más grandes del mundo. Los estudiantes llegaron a la conclusión de que la telaraña de Spiderman es un equivalente proporcional al de una araña real y, en consecuencia, sí sería posible que detuviera un tren en movimiento.

Está demostrado científicamente que las fibras de seda de araña son mucho más resistente que un cable de acero de similar grosor y muchísimo más elásticas, ya que puede estirarse hasta el 135% de su longitud original sin romperse. Esta seda también es tres veces más resistente que las fibras sintéticas más avanzadas que hoy se conocen, y hasta ahora no se ha logrado producir nada parecido.

La seda de araña está compuesta por moléculas proteicas, largas cadenas formadas por miles de aminoácidos. Los análisis estructurales realizados mediante rayos X muestran que la fibra finalizada presenta zonas en las que varias cadenas de proteínas se entrelazan mediante conexiones físicas estables. Estas conexiones son responsables del alto nivel de estabilidad. Entre las conexiones se observan zonas no entrelazadas, que proporcionan a las fibras la gran elasticidad que las caracteriza. «La elevada elasticidad y la altísima resistencia a la tracción de la seda de araña natural no tienen parangón, ni siquiera con las fibras producidas a partir de proteínas de seda de araña pura», expone el profesor Horst Kessler, de la Universidad Técnica de Múnich.

La producción biotecnológica de las fibras, que son más fuertes que el acero y más elásticas que el nylon, tiene múltiples aplicaciones no solo a nivel industrial, sino también biomédicas. Fibras similares a la seda formadas por espidroína recombinante, generan un material biocompatible de gran utilidad en cultivos celulares y medicina regenerativa.En la actualidad, se emplean como material de sutura quirúrgica reabsorbible y en la industria de la automoción.

Buster Keaton y una réplica de la ‘Rocket’ de Stephenson para recibir el nuevo año 2013


Un regalo de año nuevo. Si el 2012 que acabó anoche, lo recibimos con la música del danés Hans Christian Lumbye y la Filarmónica de Viena, este comienza con el indiscutible maestro del cine cómico Buster Keaton y parte de su segundo largometraje ‘Our Hospitality’ (‘La ley de la Hospitalidad’). Unas imágenes que os invito a seguir hasta el final, donde se puede apreciar una réplica de la ‘Rocket’ de Stephenson de 1829 para la película que en 1923 rodó el genial ‘Pamplinas’, como se le conoció en España, o ‘Cara de Piedra’, apelativo que se ganó por su inexpresivo rostro en todas sus grabaciones.

‘Our Hospitality’ es una cinta muy dinámica en la que se pueden ver secuencias de un valor exquisito desde el punto de vista técnico (como las escenas del río) y donde se puede apreciar el característico histrionismo de Buster Keaton. Pero más que los brillantes gags visuales (especialmente en la parte final), la secuencia más memorable de este filme y que ahora podéis apreciar es el accidentado viaje en tren en una auténtica réplica de la ‘Rocket’ de Stephenson. Keaton, un apasionado del mundo de los trenes y al parecer con vínculos familiares muy fuertes con el ferrocarril, llegó a recrear con fidelidad y precisión la mecánica que permitió, casi un siglo antes, que George Stephenson ganara el concurso de Rainhill y que pasara a la historia como uno de los padres de la locomotora de vapor.

Conviene recordar que la ‘Rocket’ no fue la primera locomotora de vapor, sino que fue la mejor en las pruebas de Rainhill. Sin embargo, sí fue la primera locomotora moderna de vapor que introdujo varias innovaciones, que luego fueron empleadas en casi todas las locomotoras construidas desde entonces. Empleaba una caldera multitubular, que fue idea de Henry Booth, mucho más eficaz para transferir el calor de los gases de la combustión al agua. Las calderas anteriores consistían en una sola tubería rodeada de agua. También utilizaba una tobera de salida del vapor de escape para crear un vacío parcial que tirara del aire que alimentaba el fuego.

Keaton ambienta su película en la década de 1830 y refleja claramente su pasión por los trenes con esta reproducción de la ‘Rocket’, con diversos gags y efectos cómicos que son precursores claros de uno de sus mejores filmes, tres años después en ‘El maquinista de la General’ (1926).

El tren de Keaton avanza a un ritmo fluido, sin prisas, enlazando una cadena de gags derivados de obstáculos en el camino (burros, árboles caídos, terrenos abruptos, túneles, etc. etc.) con un delicado desarrollo del romance entre Willie (Buster Keaton) y Virginia Canfield (su mujer en la vida real Natalie Talmadge). Una máquina muy peculiar que lo mismo circula por las vías de un circuito creado al efecto, cerca del lago Tahoe, que recorre, en una divertida distracción del maquinista, los senderos parejos a la vía. Y unos raíles en los que se puede maniobrar sin la ayuda de maquinaria para evitar los obstáculos y hacerlo más divertido. Y por qué no, unos túneles un poco distintos a los que estamos acostumbrados a ver, que salvan con mucho ingenio las peculiares características de la locomotora y su alta chimenea. Por cierto, durante buena parte de la escena del tren la melodía elegida para amenizar la cinta es la ‘Pizzicato Polka’, de Johann Strauss, que hoy sonará en el Concierto de Año nuevo.

‘La ley de la hospitalidad’ es una comedia muda de 1923 dirigida, escrita y producida por Buster Keaton. La película es una comedia de situación que explica la historia de Willie McKay, que se ve inmerso en medio de la pelea de clanes de los Canfield y los McKay, dos familias feudales en el sur de Estados Unidos, donde se matan y se heredan los odios desde los genes mismos.

La mayor parte de las escenas fueron filmadas en los exteriores de Truckee, California y Oregon, aunque para la escena de la cascada se utilizaron los estudios Keaton de Hollywood. Es la única película en la que salen las tres generaciones de los Keatons: el padre de Buster actúa como el maquinista del tren; su hijo juega el papel de Buster cuando era un bebé, y él es el verdadero protagonista de la película. También su esposa actúa, algo muy inhabitual en Keaton. Protagoniza el papel de la mujer que conoce en este peculiar viaje y que forma parte del clan contrario al suyo.

A pesar de que Natalie Talmadge estaba embarazada de su segundo hijo mientras rodaban esta película, el matrimonio ya pasaba por dificultades; el actor pensaba que la filmación podía arreglar la crisis del matrimonio. Poco después se separarían.

Unos de los actores ( Joe Roberts) sufrió un shock mientras filmaba la película; al terminar la filmación murió. Keaton también sufrió un accidente durante la grabación de las escenas en las cascadas del río. El cable que le aguantaba para evitar que la corriente se lo llevara se rompió y el actor tuvo problemas para ponerse a salvo en un remanso. Años después descubriría que su cuello había quedado seriamente afectado, aunque el incidente pasó inadvertido durante mucho tiempo.

La fama que Keaton tenía ya por entonces hizo que la cinta tuviera relativo éxito, cuando menos no resultó un fracaso de taquilla como la posterior ‘The General’, para el actor su mejor película, pero que a punto estuvo de llevarle a la ruina.

Si queréis ver la película entera, lo podéis hacer aquí: