Archivo de la etiqueta: Alvia

Preguntas, quejas, malestar y dolor al cumplirse un año de la tragedia ferroviaria de Angrois

imagen-delantera-del-tren-accidentado

Un año. Y siguen las preguntas. Y se mantienen las quejas. No hay aún respuestas para conciliar a las víctimas. Hoy es un día para el recuerdo. Con dolor y rabia. La plaza del Obradoiro concentrará a los miembros de la Plataforma Víctimas Alvia 04155, una de las dos asociaciones de afectados por el accidente de Angrois. La cita será a las 11.30 horas. El colectivo se siente «obligado» a realizar dicha concentración, después de 12 meses de «mentiras» y sin que «ningún responsable haya dimitido».

«No queremos que instrumentalicen el dolor los mismos que se niegan a hacer una comisión de investigación y no colaboran para que se sepa la verdad y se depuren responsabilidades de todo tipo», asevera el colectivo que se opone a la entrega de condecoraciones en esta fecha y a recibir una, «porque -subraya- las víctimas lo único que hicimos fue subir a un tren que no cumplía las mínimas condiciones de seguridad«.

Al cumplirse un año del descarrilamiento del Alvia que cubría la ruta Madrid-Ferrol continúan sin conocerse los motivos del accidente que costó la vida a 79 personas y dejó a 146 heridas. La investigación se ralentizará aún más ya que Andrés Lago, el juez instructor del caso desde que su predecesor Luis Aláez pidiera el traslado el pasado junio a un tribunal de lo penal, ha solicitado una moratoria para estudiar el expediente del caso. Sobre la mesa tiene un sumario que ya alcanza los 47 tomos y más de 20.000 folios.

Trece personas permanecen imputadas. El principal encausado es el maquinista, Francisco José Garzón Amo, al que se acusa de 79 delitos de homicidio imprudente. El propio Garzón reconoció en su declaración pocos días después de la tragedia «el despiste» que le llevó a circular a 179 kilómetros por hora en una zona limitada a tan solo 80. También admitió que hablaba por teléfono unos instantes antes del accidente.

Pero la investigación judicial mantiene la hipótesis de que Garzón no es el único responsable. Además del maquinista, ha imputado a doce exdirectivos de Adif por un delito contra la seguridad colectiva y como presuntos partícipes en los de homicidio y lesiones. Aláez les atribuye la negligencia de que en el tramo de Angrois donde se produjo el accidente no estuviera activo el sistema de conducción ERTMS, que hubiera frenado el convoy ante el exceso de velocidad del conductor.

En contra de la opinión de las acusaciones, la Plataforma Víctimas Alvia 04155 defiende la culpabilidad de los exdirectivos de Adif. Su abogado, Manuel Alonso, apunta a la empresa pública e insiste en que con el ERTMS el tren no se habría salido de la vía, opinión que han corroborado varios peritos. Por su parte, el letrado de Garzón, Manuel Prieto, también es partidario de mantener la imputación de los exdirectivos.

La Plataforma Víctimas Alvia 04155 ha anunciado que no acudirá a los actos de homenaje que se celebrarán este jueves en la Catedral de Santiago y en Angrois, el barrio donde se produjo el siniestro. En su lugar se concentrarán en el monte Gaiás, en Santiago, a modo de protesta contra la Xunta de Galicia. El otro colectivo de víctimas, la Asociación de Perjudicados por el Accidente Ferroviario del Alvia de Santiago (Apafas) muestra una postura menos beligerante y sí acudirá a los actos de homenaje. Aunque ha expresado su voluntad de que los cargos públicos «no monopolicen» la ceremonia y que se tenga a los afectados en «la consideración que merecen».

Expertos en medicina suecos analizan la labor de Emergencias en el accidente de tren de Santiago

accidente-tren-alvia-santiago

Experiencia y aprendizaje. Una delegación del Centro de Investigación y Desarrollo en Medicina de Emergencia de la Universidad de Umea (Suecia) permanecerá en Galicia desde hoy y hasta el próximo día 16 para conocer cómo funcionaron los servicios de emergencias tras el descarrilamiento del Alvia en julio de 2013. El próximo 24 de este mes se cumplirá medio año del accidente del tren que cubría la ruta Madrid-Ferrol y que, en la víspera del Día de Galicia, el pasado 25 de julio, a su paso por la curva de A Grandeira, a la altura del compostelano barrio de Angrois, acabó con la vida de 79 personas.

La comitiva desplazada pretende «recopilar y analizar datos y experiencias», con el fin de identificar los factores de «éxito» que puedan minimizar las consecuencias en siniestros de este alcance y mejorar la atención a las víctimas en este tipo de situaciones. A tal efecto, los integrantes de esta expedición se reunirán con profesionales dependientes de la Consellería de Sanidad y del Sergas, entre ellos, el director general de Asistencia Sanitaria del Sergas, Félix Rubial; el director de Urgencias Sanitarias de Galicia-061, José Antonio Iglesias Vázquez; y el gerente de Xestión Integrada de Santiago, Luis Verde Remeseiro.

También está previsto que esta delegación se desplace al Centro de Atención a las Emergencias 112-Galicia y a la Policía Local de Santiago, y que mantengan encuentros con el director xeral de Emerxencias, Santiago Villanueva; con el gerente de la Axencia Galega de Emerxencias (Axega), Juan José Muñoz; y con la directora del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), Beatriz Otero.

Los expertos suecos buscarán en este tiempo tener un «sólido» conocimiento, ‘in situ’, de los factores claves acerca del rescate y del trabajo médico realizado, así como de las dificultades que se produjeron.

Francisco José Garzón Amo
, el maquinista de ese convoy, un hombre que gozaba de un expediente intachable, es ahora mismo el único imputado en la causa abierta después de que la Audiencia Provincial de A Coruña exonerase a los miembros del consejo de administración del gestor ferroviario Adif y a los cinco técnicos responsables de la seguridad en la circulación.

El auto con el que el órgano de apelación levantó la imputación de estos cargos supuso que la instrucción judicial retornase al punto en el que se encontraba a los cuatro días del siniestro, con el conductor, -que no redujo la velocidad-, acusado de un homicidio imprudente. No obstante, no se cierra la puerta a que se siga investigando para comprobar si en ese tramo, con una reducción drástica de 200 a 80 kilómetros por hora, se necesitaban medidas adicionales de seguridad y así se determina por consenso técnico, puesto que en caso contrario tal apreciación es «prematura y carente de base suficiente».

El Gobierno insiste en que el trazado de la curva de A Grandeira, el punto a las afueras de Santiago de Compostela donde el Alvia procedente de Madrid se salió de la vía y causó la muerte de 79 personas y dejó más de 140 heridos, se planteó desde el primer borrador del proyecto de construcción de la línea, y que nunca se plantearon alternativas a dicho trazado, que tampoco recibió ningún tipo de alegación durante el trámite de información pública.

El Ejecutivo asegura que la señalización en todo ese tramo «se ajusta a lo establecido en el Reglamento General de Circulación» y que la velocidad de este tramo (donde se pasa de 200 kilómetros por hora a 80 en menos de un kilómetro) está recogida en el Cuadro de Velocidades Máximas y en el Libro Horario siguiendo el Reglamento General de Circulación. El Gobierno subraya que la compatibilidad del cambio de velocidad y la curva está recogida en el Estudio Informativo del Proyecto del Acceso Ferroviario a Galicia. Eje Orense-Santiago, que fue redactado «de acuerdo con la normativa técnica vigente y sometido a un proceso de información pública previo a su aprobación». Así, abunda en que «no constan denuncias formales» por verbal o por escrito sobre ninguna percepción de peligrosidad en la reducción de la velocidad en la zona del siniestro.

El Gobierno recuerda que «la seguridad de los trenes depende del maquinista apoyado por los sistemas de seguridad en vía y embarcado, que en este caso concreto son ASFA y el denominado ‘hombre muerto'» a pesar de que el sistema ERTMS nivel 1 (más moderno que el ASFA) está «operativo» en el tramo donde se produjo el accidente desde «la puesta en servicio de la línea en diciembre de 2011» sin que se hayan registrado problemas. Precisa también que el sistema ERTMS entre Orense y Santiago está valorado en el Proyecto de Instalaciones de Seguridad en 13,7 millones de euros y afirma que el mantenimiento de estas instalaciones está encomendado a la unión temporal de empresas (UTE) formada por Antalsis, S.L., Thales Transporte Signalling and Security Solutions, S.A.V., Cobra Instalaciones y Servicios, S.A., y Dimetronic, S.A.

El Ejecutivo asegura asimismo que la disposición de los coches en el convoy (con el coche generador inmediatamente después de la máquina) está certificada según las características correspondientes y la normativa en vigor.

Fomento ultima la revisión de la velocidad máxima en la vía y prohíbe usar el móvil a maquinistas

-34TD6S6.jpg de Producción ABC-

Prohibido el móvil en las cabinas de los trenes. Salvo en caso de emergencia, los maquinistas no podrán usar el móvil cuando estén trabajando. Los conductores contarán con un canal único integrado de comunicación entre el tren y la base de control. “De forma inmediata” deberá aplicarse un nuevo cuadro de velocidades máximas, una vez culmine su revisión por parte de un «evaluador independiente». Ambas decisiones se enmarcan entre las veinte medidas dispuestas por Fomento para reforzar la seguridad ferroviaria.

El accidente de tren en Santiago el 24 de julio sigue pesando en el ánimo del legislador. La titular de Fomento anunció en el Congreso una serie de cambios para mejorar la seguridad ferroviaria que, en el mínimo plazo posible, se pondrán en marcha. Ana Pastor explica que todos los trenes contarán con un registro jurídico, una ‘caja negra’ «similar a la de los aviones», que grabará todo lo que suceda en el interior de la cabina del tren y revela que Renfe pondrá en marcha un programa piloto, que concluye el 30 de abril de 2014, para el uso de navegador en la conducción ferroviaria.

Según detalla Pastor, el nuevo cuadro de velocidades máximas para la circulación de los trenes se pondrá en práctica y comenzará a aplicarse «de forma inmediata», una vez culmine su revisión por parte de un «evaluador independiente», fase en la que se encuentra actualmente. La ministra asegura que su Departamento continúa avanzando en la implementación de éstas y de otras medidas anunciadas, y subraya que en paralelo «sigue trabajando» en la «más importante» de todas ellas, la del «apoyo permanente» a las víctimas del accidente y sus familiares.

Fomento ya ha puesto en marcha la Agencia Estatal Ferroviaria, un organismo que velará y garantizará el cumplimiento de la normativa del sector ferroviaria.

Mientras, prosiguen las investigaciones sonre el accidente de Santiago. El secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño, asegura que los cambios en el sistema de seguridad instalado en la red ferroviaria entre Orense y Santiago de Compostela no perseguía el ahorro económico y destaca que en ningún caso supuso una «rebaja» en la seguridad del tramo.

Ante la Comisión de Fomento del Congreso, el responsable de Fomento ha sido preguntado por la diputada del BNG Rosana Pérez sobre los cambios en el sistema de seguridad con respecto a la previsión original para esta zona, donde en lugar de implantarse el sistema «avanzado» ERTMS finalmente se optó por el sistema ASFA. «Quiero indicar rotundamente que Adif no aprobó una rebaja del sistema de seguridad, que es un principio fundamental e inherente al ferrocarril. En todo caso, se hicieron cambios motivados por la implantación del ancho de vía convencional en lugar del estándar, que estaba previsto inicialmente, si bien dichos cambios no fueron con motivo del ahorro económico», ha asegurado Niño.

El secretario general ha relatado que este tramo de alta velocidad estaba planificado originalmente en ancho OIC, es decir, el estándar. Sin embargo, en el momento en que la línea estaba preparada para entrar en servicio aún no existía ninguna conexión viable ni hacia la meseta ni hacia La Coruña. Para dar solución a este problema, el Gobierno proyectó instalar dos cambiadores de ancho, a la salida de la estación de Santiago y en el acceso a la estación de Orense, respectivamente. Con estas instalaciones, se pretendía mantener el sistema ERTMS nivel 1 y 2 y el sistema ASFA en este tramo entre ambas estaciones.

Sin embargo, finalmente en 2010 se optó por «montar todo el tramo en ancho convencional» en lugar de estándar, con el objetivo de evitar la pérdida de tiempo que suponía tener que realizar dos cambios de ancho en apenas 90 kilómetros. «Además, en ese momento los trenes eran Talgo, que necesitaban un cambio de máquina, con lo que el aumento del tiempo era apreciable», ha explicado Niño.

Niño también ha precisado que toda la red ferroviaria de alta velocidad española utiliza el sistema ASFA como «sistema de respaldo en determinadas circunstancias», incluso donde está instalado el ERTMS, porque «ambos son sistemas seguros si se atiende a sus normas de aplicación y a sus protocolos de uso». «De hecho, se puede autorizar la circulación de un tren con un sistema aunque no esté operativo el otro, como es el caso del tren Alvia accidentado, que fue autorizado a circular con ASFA aunque estuviera instalado el ERTMS en gran parte del tramo. Porque la circulación sigue siendo segura si se atiende a las normas», insiste el secretario general.

(Imagen Díaz Japón)

El Semaf cree que Garzón será «cabeza de turco» si se le apunta como «único culpable» del accidente

maquinista-alvia-heridojpg

‘Cabeza de turco’. Los maquinistas ferroviarios mantienen que el tramo en el que se encontraba la curva de A Grandeira, donde se produjo el accidente de tren Alvia el pasado 24 de julio, «no estaba en las mejores condiciones» y critican que se pretenda mantener al maquinista como único imputado en la causa. «Si, al final de todo esto, el único culpable es él, habrá sido una cabeza de turco«, aseguran. Juan Jesús García Fraile, secretario general del Sindicato de Maquinistas de Renfe (SEMAF), en una entrevista concedida a la Radio Galega, lamenta que actualmente continúe como único imputado el maquinista Francisco Garzón, en contra de las pretensiones del juez que lleva la causa, que, según su punto de vista, «estaba bastante acertado».

Juan Jesús García Fraile afirma que es «evidente» que en la construcción y elaboración final del tramo de llegada a Santiago «alguien decidió que la única responsabilidad cayese sobre la espalda del maquinista», cuando, en el sistema ferroviario «el factor humano ha tenido cada vez menos repercusión«. «Aquí, a pesar de que es una línea de nueva construcción, no se ha tenido en cuenta esto. El tramo, teniendo en cuenta la infraestructura, debería tener más prevenciones. Ni siquiera había señalización para recordarle al maquinista que ahí había una bajada de velocidad», critica el representante del Semaf.

Aunque el sindicato de maquinistas tiene claro que la llamada del interventor al maquinista minutos antes del siniestro «pudo influir», también quiere dejar claro que el tramo «no estaba en las circunstancias más idóneas«. Para el secretario general del Semaf, son «más claros y contundentes los argumentos a favor de la imputación» de los cargos de Adif en la causa que «los argumentos a favor de la desimputación». «En un accidente ferroviario se suman muchas circunstancias, y todos deberíamos reflexionar y llegar a una conclusión: todos somos culpables, desde el primero hasta el último», sentencia.

El secretario general del Semaf defiende la seguridad existente en el AVE español, aunque lamenta que «esto parece que no se ha cumplido al 100% en todos los sitios». «El problema viene cuando las cosas se hacen deprisa», dice García Fraile, quien insta a los poderes públicos a «parar y reflexionar» para que el AVE llegue a Galicia «cuando pueda llegar y en buenas condiciones».

Sobre el estado actual del maquinista del Alvia accidentado, García Fraile confiesa que «está afectado» y «mucho peor» desde que «se quiere hacer entender que el único culpable es él». Sin embargo, también sabe que «independientemente de su situación, hay gente que entiende que había otras circunstancias«.

La llamada al maquinista del Alvia accidentado pudo provocarle «desorientación momentánea»

accidente-tren-alvia-santiago

¿Sólo exceso de velocidad? El informe de la Dirección de Seguridad en la Circulación de Renfe sobre el accidente del tren en Santiago de Compostela, que el pasado mes de julio costó la vida a 79 personas y provocó heridas a más de un centenar de pasajeros, apunta que «muy posiblemente», la conversación telefónica mantenida con el interventor instantes antes del descarrilamiento pudo provocar en el maquinista «una desorientación momentánea» sobre el punto de la vía en el que se encontraba. El documento, que ha sido incorporado a la instrucción de la causa que dirige el juez Luis Aláez, señala que la duración de «100 segundos» de la llamada que el interventor realizó al móvil profesional del maquinista para interesarse por cuál iba a ser el andén de la parada en Pontedeume (A Coruña) pudo provocar lo que técnicamente se denomina como «pérdida de conciencia situacional».

Francisco José Garzón es actualmente el único imputado en la causa, después de que la Audiencia Provincial de A Coruña dejase sin efecto las imputaciones de cargos del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). El maquinista está en libertad, imputado por 79 delitos de homicidio y una pluralidad de delitos de lesiones, todos ellos cometidos por imprudencia profesional, mientras que el interventor del tren siniestrado, Antonio M.M., declaró el pasado mes de agosto como testigo.

En el apartado de «otras consideraciones» del informe de la Dirección de Seguridad en la Circulación se deja constancia de que, aparte de esta conversación que se produjo a las 20.39 horas, en los instantes previos al accidente, también tuvo lugar una anterior por el móvil corporativo del maquinista a las 20.17 horas, que duró menos de un minuto. El reglamento de Renfe no prohíbe el empleo de móviles en los trenes, pero sí lo desaconseja y advierte de que su empleo puede introducir factores de riesgo.

Las conclusiones del informe de Renfe descartan fallos de material rodante y de la infraestructura como causas directas del accidente registrado el pasado 24 de julio en Angrois y atribuye el descarrilamiento «únicamente» al exceso de velocidad al paso por la curva de entrada de bifurcación A Grandeira. En ese punto la velocidad debería haber sido de 80 kilómetros por hora, mientras que en el momento del descarrilamiento el convoy iba a 179 kilómetros por hora. Para llegar a esta conclusión, el operador ferroviario ha analizado las condiciones de la infraestructura, el estado del material rodante, la cualificación del maquinista, la indicación de las señales luminosas y el registro de seguridad del tren .

Del registro de datos del tren se desprende que el freno de emergencia por ‘hombre muerto’ fue activado en dos puntos kilométricos anteriores al accidente y que, ya a punto de producirse el descarrilamiento, el maquinista empleó el freno de emergencia a las 20.40 horas y a una velocidad de 195 kilómetros por hora.

En el apartado de «otras consideraciones», Renfe indica que determinadas conductas pueden ejecutarse «de forma precondicionada o semiautomática, por entrenamiento repetitivo«, de manera que «el nivel de consciencia de la tarea no requiera para su ejecución una concentración completa». «La respuesta a determinados estímulos durante la conducción puede presentar este tipo de comportamientos, como en el caso del accionamiento del dispositivo ‘hombre muerto’ o del reconocimiento de paso por zonas neutras», apuntan los técnicos.

El informe avala las condiciones de la infraestructura al señalar que «los parámetros de vía en el tramo del accidente se encontraban dentro de los valores exigidos en las normas técnicas» y apunta que desde la puesta en servicio de la línea, en diciembre de 2011, no constan incidencias relativas a la señalización de la transición de velocidad a 80 kilómetros por hora.

Renfe también descarta fallos en la señales luminosas y constata «la indicación de vía libre», así como la «correcta indicación de las balizas ASFA asociadas a las señales avanzada y de entrada a la bifurcación A Grandeira». Además, hace constar que el tren «estaba autorizado para circular» con el sistema de frenado ASFA digital debido a los problemas que Renfe ha tenido con el ERTMS, el sistema de seguridad más avanzado, embarcado en la línea 082.

Las víctimas del accidente de Angrois “perplejas” por la desimputación de cargos de Adif y Renfe

juez-alaez-accidente-santiago-angrois

Las víctimas del accidente de Angrois ocurrido el pasado 24 de julio en Santiago han mostrado su «perplejidad» tras conocer la decisión de la Audiencia Provincial de A Coruña de dejar sin efecto la imputación de los cargos de Adif y Renfe llamados a declarar por Aláez como imputados. Cristobal González, presidente de la Asociación de Perjudicados por el Accidente Ferroviario del Alvia de Santiago de Compostela (Apafas), afirma que las víctimas consideran que esta decisión está «fuera de lugar» y cree que la imputación de los cargos de Adif es necesaria para «aclarar los hechos» y analizar en profundidad las causas del accidente para que «no vuelva a ocurrir».

La Audiencia provincial de A Coruña estima parcialmente un recurso de una víctima para aclarar la ausencia del sistema de seguridad ERTMS, aunque deja sin efecto las imputaciones a los cinco responsables de seguridad de Adif en el tramo del accidente: Manuel Besteiro Galindo, Fernando Rebón Sartal, José Antonio García Díez, Carlos Ayuso González y Roberto Saez Alonso, tras estimar los recursos contra la decisión de imputarles que había tomado el titular del Juzgado de instrucción número 3 de Santiago, Luis Alaez.

El tribunal señala que la imputación supone una «provisional atribución de participación en un hecho criminal», y para ello, «no bastaría» el hecho de desempeñar cometidos en materia de seguridad dentro de la empresa responsable de la infraestructura ferroviaria. Los miembros del tribunal consideran necesario indagar sobre las medidas de seguridad, «pero ello no determina la necesidad de que las personas con responsabilidad en tal materia en el seno de Adif deban tomar, de forma preventiva, la condición de imputados«.

González aclara que «respeta» la actuación de la justicia y la decisión de la Audiencia , pero asegura que «no va a ser fácil compartir» esta opinión. Al mismo tiempo, teme que este auto deja «entrever» la decisión que el organismo tomará ante el recurso de Adif por la imputación de otros 22 cargos. , González recuerda que la declaración de estos 22 cargos de Adif , que debía iniciarse este mes de octubre, fue aplazada hasta mediados de noviembre, «quizás para conseguir» que fuesen anuladas antes. «Me da que pensar», sentencia.

Apafas se reunirá hoy con su equipo de abogados para analizar pormenorizadamente el auto de la Audiencia Provincial y analizar sus posibilidades de actuación. La asociaición deja la puerta abierta a que, si no pueden comparecer como imputados, reclamen la declaración de los miembros de Adif como testigos.

El auto señala también que el conductor del tren tenía formación y experiencia adecuadas y que «bastaba con mirar hacia delante y prestar atención» para darse cuenta dónde estaba y adoptar las medidas correspondientes para proceder al frenado. Considera, además, que si al formularse la imputación no se apreciaban irregularidades respecto a lo previsto en la normativa aplicable o que la señalización fuese contraria a los criterios consolidados, resulta «prematura y carente de base suficiente» la imputación.

Para el tribunal, «si con arreglo a la normativa aplicable no es inadecuada la forma de regulación y señalización por la que se optó, no cabe construir un hipotético reproche penal» y cree, también, que no supone un nivel de riesgo superior al permitido o tolerable que se atribuya al maquinista la responsabilidad sobre la circulación del tren a una velocidad adecuada.

Sin embargo, desestima la imputación del responsable de seguridad de Renfe Operadora porque no existe una relación causal entre la desconexión del ERTMS y el accidente registrado en la curva de A Grandeira el pasado 25 de julio. Solicita también estudios técnicos informativos previos a la planificación y construcción del trazado de la vía.

El objeto de la investigación será saber si en las circunstancias que concurrían en la circulación del tren Alvia, fundamentalmente la reducción de 200 a 80 kilómetros a la hora, la decisión de prescindir del ERTMS inicialmente proyectado puede llegar a revestir relevancia penal. En definitiva, trata de esclarecer desde una perspectiva técnica, si era posible la existencia de un sistema de control permanente de velocidad que supliera una actuación desatenta del conductor en tal contexto.

Los tres últimos presidentes de Adif declararán ante el juez como imputados por el accidente en Angrois

accidente-alvia-curva-de-agrandeira

El magistrado Luis Aláez, que investiga el accidente de tren que el pasado 24 de julio provocó la muerte de 79 personas en Santiago de Compostela, llamará a declarar como imputados a los presidentes que ha tenido Adif desde que se inauguró el tramo en el que se produjo el siniestro. Han sido tres las personas que han desempeñado dicha responsabilidad: el actual presidente, Gonzalo Ferre; y Enrique Verdeguer y Antonio González Marín, sus antecesores al frente del Adif, entidad que ha declinado pronunciarse sobre la decisión del juez.

El descarrilamiento de un Alvia que cubría la ruta Madrid-Ferrol en la curva de A Grandeira, presumiblemente por un exceso de velocidad, causó 79 muertes y heridas a más de 150 personas, de las cuales ocho todavía continúan hospitalizadas, una de ellas en estado crítico. El juez precisaba en su auto para argumentar la imputación de los responsables de Adif que las muertes y lesiones que causó el siniestro se encuentran «obviamente conectadas» con la conducción inadecuada por exceso de velocidad del maquinista, Francisco José Garzón Amo, pero precisaba que el gestor ferroviario incurrió en una «imprudencia punible» al descuidar la señalización de la vía para evitar posibles despistes del conductor. Incidía, además, en que un examen más detenido de las circunstancias conocidas en que se produce el siniestro permite inferir también su conexión con la omisión de medidas de seguridad preventivas de naturaleza vial y, en definitiva, «con una conducta imprudente de las personas responsables de garantizar una circulación segura en el tramo de la vía donde se produjo la catástrofe».

El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago llamará a declarar como imputados a los consejeros del ente gestor de infraestructuras ferroviarias desde el 11 de diciembre de 2011, cuando se inauguró la línea del tren Alvia Santiago-Ourense en la que se produjo el descarrilamiento en Angrois, a unos tres kilómetros de la estación de la capital compostelana. Para ello, el magistrado, en un auto emitido ayer, solicita a Adif, a través de su representación procesal, que facilite la identidad «de todas las personas que han sido presidentes y vocales» del consejo de administración. También pide la lista de los que han desempeñado en esta empresa pública los cargos de director de seguridad en la circulación, gerente del área de seguridad en la circulación noroeste y jefe de inspección de la gerencia de área de seguridad en la circulación noroeste, así como de los inspectores.

En todos los casos, desde el día de entrada en servicio del tramo de la línea ferroviaria en que se produjo el trágico siniestro hasta la fecha actual, «a fin de poderles tomar declaración en calidad de imputados».

El juez imputó al maquinista, cuatro días después del siniestro, y varias semanas más tarde el caso dio un vuelco cuando también acordó imputar, por apreciar imprudencia, al responsable o responsables de seguridad del tramo Ourense-Santiago a fecha de 24 de julio, día del accidente, para lo que demandó de Adif que le concretase quiénes eran. Adif envió el 29 de agosto la lista de responsables de seguridad del tramo Ourense-Santiago después de anunciar que incluiría a todas las personas que intervinieron en la seguridad en la circulación del tren y en las infraestructuras ferroviarias, desde la construcción hasta la explotación de la línea más todas las competencias que esto conllevase. Dicha relación incluye tanto a las personas del nivel central y general como a las delegaciones de los distintos ámbitos geográficos para dar así «cumplida respuesta» a los informes que solicitó el juez Aláez en su auto.

En un auto emitido ayer, Aláez ya cita como imputados a cinco responsables del administrador de infraestructuras ferroviarias. Según el auto, facilitado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), dos de ellos están convocados para el 18 de septiembre y los tres restantes al día siguiente. Los cinco responsables del gestor de infraestructuras ferroviarias que ya han sido imputados son el director de Seguridad en la Circulación, Manuel B.G.; el gerente del Área de Seguridad en la Circulación Noroeste, Fernando R.S.; y el jefe de Inspección de la Gerencia de Área de Seguridad en la Circulación Noroeste, José Antonio G.D. Completan la lista los inspectores Carlos A.G. y Roberto S.A. El juez también anuncia que imputará a las personas que desempeñaron las mismas responsabilidades desde la inauguración del tramo.

El juez rechaza, sin embargo, imputar a Renfe, a petición de un recurso presentado por Baltasar Garzón, que ejerce la acusación en nombre de una de las víctimas. Aláez descar cualquier responsabilidad de la operadora en el siniestro y valora el papel de la compañía ferroviaria respecto a la seguridad en el tramo en el que se produjo el descarrilamiento.

El magistrado explicaba antes de este nuevo auto los motivos que le conducían a imputar al responsable de Adif, al considerar que corresponde a esta entidad «el control y revisión constante de los elementos que garanticen una correcta y segura circulación y la adopción de las medidas que sean necesarias con el fin primario de evitar accidentes». Este motivo, aseguraba, no es de aplicación «a la persona de Renfe operadora responsable de la seguridad en la circulación del tramo de la línea ferroviaria». Además, la operadora «aparentemente ha cumplido con las exigencias legales y reglamentarias», señalaba Aláez.

Mientras el pleno del Parlamento de Galicia rechazaba la creación de una comisión para investigar el accidente del tren Alvia 151. La iniciativa había sido presentada conjuntamente por los grupos Alternativa Galega de Esquerda (AGE) y BNG, y quedó rechazada por los votos en contra del Partido Popular y la abstención de los diputados socialistas. Los populares, por medio de su portavoz de infraestructuras, Alejandro Gómez Alonso, argumentaron la falta de competencias de la Cámara autonómica; la existencia de una investigación administrativa, así como otra judicial, mientras también alegaron que con su postura no ha habido «pacto con nadie para tapar nada».

Renfe pretende reutilizar piezas del Alvia siniestrado en cuanto el juez las libere de su custodia

piezas-tren-accidentado

El Alvia 151 puede tener destino inmediato. Renfe considera que hay partes del convoy siniestrado el 24 de julio a la entrada de la estación de Santiago que «quizá no hayan sufrido daños irreparables» y que, por lo tanto, «podrán ser utilizadas como piezas de parque (como los «bogies») o «repuestos, reduciendo así en cierta medida las pérdidas materiales». Por eso Renfe-Integria pidió al juzgado -se desconoce su respuesta- que «tan pronto» como lo considerase «pertinente» autorizase el traslado de los restos del convoy siniestrado en julio a Toledo, a su Base de Mantenimiento Integral de La Sagra. Tras el accidente, se almacenaron en A Escrativude (Padrón), en las dependencias de una empresa que, señalan desde Renfe, cedió sus instalaciones por un tiempo «limitado».

Renfe asegura que ha valorado recurrir a las bases de mantenimiento «cercanas» al accidente que posee la operadora, pero desistió porque no reúnen los «requisitos adecuados para un correcto almacenaje». Así, la de Ourense y A Coruña disponen de sitio y de seguridad nocturna, pero no de accesos para los vehículos que se requieren para trasladar los restos. En Redondela el problema es que no llega el espacio, y en Monforte ni hay espacio, ni vigilancia ni accesos. En todo caso, dice que en Toledo «continuaría a disposción» tanto del juzgado como del Comité de Investigación de Accidentes Ferroviarios».

Los coches siniestrados permanecen desde finales de julio en las dependencias de una empresa de transportes de Padrón, en las instalaciones más alejadas de la carretera N-550 que discurre frente a su fachada principal. Los vehículos han estado en todo momento custodiados y a la vista exclusiva de los investigadores que en diversas ocasiones los han examinado para determinar si el tren presenta alguna anomalía que contribuya a arrojar luz sobre los numerosos interrogantes que siguen gravitando sobre esta tragedia. Los coches del Alvia están completamente destrozados. Varios de ellos quedaron seccionados por diferentes partes y dos ardieron. Además, todos perdieron elementos que fueron recogidos posteriormente de la fatídica curva formando así otro lote.

Su futuro será el desguace, pero lo lógico es que el juez ordene conservarlos al menos hasta que concluya la instrucción, por si fuera necesario recurrir a ellos en algún momento del proceso. La decisión puede generar controversia y afectar al caso. De hecho, la destrucción de los trenes de Cercanías de los atentados del 11-M generó una investigación judicial ante la acusación de que se había llevado a cabo antes de que se practicaran todas las pruebas periciales necesarias para esclarecer los hechos. El propio Tribunal Supremo reconoció en la sentencia del 11-M que la destrucción de los coches fue «apresurada» e «impidió su estudio en profundidad». Esto quizá determine a que el juez Aláez demore su entrega, como ahora solicita la operadora.

Renfe y Adif eluden responsabilidades por el accidente de Santiago y defienden sus protocolos

accidente-santiago2

La vía estaba en buen estado y los protocolos de seguridad eran correctos. Renfe y Adif eluden cualquier responsabilidad en el accidente de Santiago, que se cobró la vida de 79 pasajeros, y achacan al error humano el fatídico descarrilamiento. El Semaf asegura que las declaraciones de los presidentes de ambas compañías “han sido planas”. “Hay sistemas evolucionados que permiten que no ocurra esto y es lo que hay que hacer, evitarlo y que nunca más vuelva a ocurrir«.

Gonzalo Ferre (Adif) y Julio Gómez-Pomar (Renfe) comparecieron ante la Comisión de Fomento del Congreso para informar sobre los datos recabados por sus compañías sobre lo sucedido el 24 de julio cerca de la estación de Santiago de Compostela. No dieron su explicación de las causas del siniestro -creen que corresponde a las autoridades judiciales determinar lo sucedido-, pero sí dejaron entrever que todo se debió a un error humano. La técnica no falló.

El presidente de Renfe recordó que hasta ahora lo único confirmado, tal y como demostró la caja negra a la que aludió, es que el Alvia llegó a la curva de A Grandeira con una velocidad muy superior a la limitada. «No hay tren que pueda entrar en una curva con una aceleración cuatro veces superior a la permitida», destacó. Gómez-Pomar repasó el historial del maquinista, al que según el protocolo de Renfe se había sometido a aleatorios controles psicomotrices, de drogas y de alcohol, que siempre superó. También aludió a la normativa de las comunicaciones en cabina. En concreto, aseguró que el uso del teléfono móvil corporativo está limitado a ocasiones excepcionales, aunque no prohibido. Según los primeros indicios, la causa de la distracción del conductor habría sido la llamada que recibió del revisor que viajaba en el tren para consultar aspectos del trayecto.

El titular de Renfe justificó que, convoyes Alvia como el accidentado, han recorrido el trayecto Madrid-Ferrol en más de 1.000 ocasiones sin que nunca hasta ahora se produjera un accidente.

El presidente de Adif, Gonzalo Ferre, desgranó ante la comisión el proceso de construcción de la vía de alta velocidad entre Orense y Santiago. El proyecto se inició en 1997 con los informes previos y finalizó en 2011 con la inauguración de la línea. Según dijo, para la construcción de la entrada a Santiago se presentaron a concurso cinco proyectos, todos ellos con idéntico trazado a su paso por Angrois. Añadió que la opción finalmente elegida fue examinada por diferentes órganos de la Administración, especialistas y comunidades autónomas. Después, el trazado del tramo fue sometido a un periodo de alegaciones públicas y, destacó, ninguna de las 300 que se recibieron se refería a la pronunciada curva donde se produjo el descarrilamiento.

Sobre los sistemas de seguridad, Ferre explicó que el proyecto de construcción del tramo Orense-Santiago contempló en un primer momento que todo el trayecto se realizará con control ERTMS, el más moderno que existe en la navegación ferroviaria. Una posterior modificación aprobada por Fomento en 2010, con el PSOE en el Gobierno, eliminó la implantación de este sistema cuatro kilómetros antes del lugar donde se produjo el accidente. A partir de eso momento se decidió que los trenes fuesen guiados por el Asfa Digital, mecanismo que otorga mayor autonomía de conducción al maquinista y que no frena de modo automático un convoy salvo que supere los 200 kilómetros por hora.

Gómez-Pomar y Ferre aseguraron que son los técnicos y no los presidentes de Renfe y Adif los que eligen el mecanismo de control que se instala en caza tramo. También defendieron que el Asfa Digital es un sistema de una seguridad contrastada y que está presente en la mayor parte del mapa ferroviario español sin que haya presentado incidencias.

Los máximos responsables de Renfe y Adif reconocieron que, año y medio después de la inauguración del tramo entre Orense y Santiago, el ERTMS solo está funcionando en los trenes modelo Avant y no en los Alvia, donde existe un problema de ‘software’ que impide su normal funcionamiento. Por ello, se decidió que hasta que se solucionase este contratiempo los Alvia se guiasen por el Asfa Digital.

El Semaf, por su parte, cree que las dos declaraciones han sido perfectamente estudiadas y preparadas y un tanto planas. “Ambos han afirmado que al final, cuando se saquen las conclusiones, hay que ver las soluciones». Según su secretario general, Jesús García Fraile, se concluirá que el maquinista, Francisco José G.A., «ha tenido una responsabilidad directa», pero también que «es producto y fruto de haber dejado toda la responsabilidad sobre la espalda del maquinista». «Eso hay que decirlo también. Espero que no se quede al final en que hubo una persona que fue culpable el día 24 de julio de 2013».

Los diputados de la oposición consideraron inaceptable que la seguridad del tren dependiese únicamente del maquinista, quien fue imputado de 79 homicidios por imprudencia. «¿No creen que estamos ante un auténtico fallo técnico?», lanzó la nacionalista gallega Rosana Pérez. «Existe una gran controversia para saber por qué no está operativo el sistema de frenado automático ERMTS en la zona del accidente», agregó. Todos los grupos parlamentarios mostraron además su desacuerdo sobre «las prisas» con las que se ha cargado de responsabilidad al maquinista del Alvia.

La ministra de Fomento, Ana Pastor, debe intervenir ante los diputados este viernes para abordar las circunstancias del accidente y las medidas de seguridad de la red ferroviaria española, en un momento en que España compite por vender sus trenes de alta velocidad a Brasil.

La investigación judicial busca entender cómo el tren descarrilló a 179 kilómetros por hora en una curva muy pronunciada donde la velocidad estaba limitada a 80, justo después que el maquinista mantuviese una conversación telefónica con el interventor del tren .

La Comisión de Accidentes recomienda implantar más balizas y Renfe y Adif modifican protocolos

alvia-curva-a grandeira-normalidad

Tirón de orejas. La Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) ha pedido a los gestores de infraestructuras «gestionar la implantación progresiva de balizas ASFA que controlen la velocidad de los trenes de forma que se asegure su inmediato frenado en caso de rebasar la velocidad máxima». La CIAF, órgano dependiente de Fomento y formado por expertos, ha elaborado un informe previo sobre el estudio que se le ha encomendado para esclarecer los motivos del siniestro ferrociario de Santiago. En este primer reporte la comisión pone de manifiesto dos recomendaciones para mejorar la seguridad en el transporte ferroviario y que no estaban presentes en el descarrilamiento del Alvia.

La primera de ellas insta a la señalización física a lo largo del trazado de todas las reducciones de velocidad reflejadas en el libro de ruta que portan consigo los maquinistas. Un segundo apunte indica la necesidad de dotar a todos los trenes de un sistema automático de frenado en caso de que se supere la velocidad permitida por la vía que circule.

En el caso del Alvia de Santiago el sistema Asfa Digital estaba preparado para realizar la parada de emergencia en caso de que el convoy hubiera alcanzado los 200 kilómetros por hora, aunque el límite era de 80. La precaución resultó inútil ya que la máxima velocidad fue de 195. De haber viajado a cinco kilómetros por hora más el tren se hubiera frenado de forma automática.

En paralelo, el gestor ferroviario Adif ha puesto en revisión todos sus protocolos de seguridad tras el accidente de tren de Santiago, en especial en tramos de la red similares, mientras que Renfe revisa también sus procedimientos de comunicación entre la cabina y los centros de gestión, personal de a bordo y demás comunicaciones. Estas modificaciones van en línea con las recomendaciones aportadas por la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF), que sugiere que todas las reducciones de velocidad máxima programadas entre estaciones, a partir de un cierto rango, estén señalizadas en la vía férrea.

Desde las horas posteriores al descarrilamiento del tren Alvia el pasado 24 de julio, el Ministerio de Fomento ha asegurado que Adif ha puesto en revisión todos sus protocolos de seguridad, en especial aquellas zonas de transición a la red convencional y en los trayectos de integración en núcleos urbanos. De momento ya ha implantado las primeras medidas en la zona del accidente y está previsto que se extiendan a todos los tramos de características similares. En concreto, en el punto kilométrico 79/769 Adif instaló ayer una baliza ASFA y un cartel que limitan la velocidad a 160 kilómetros por hora, mientras que en el punto kilométrico 81/669 instaló el lunes una baliza y un cartel que limitan la velocidad a 30 kilómetros por hora. Estos avances los explicará el próximo 8 de agosto en su comparecencia en el Congreso de los Diputados el presidente de Adif, Gonzalo Ferre.

Ese mismo día está previsto que comparezca también el de Renfe, Julio Gómez-Pomar, para informar de la revisión de todos los protocolos, entre ellos los de comunicación entre la cabina de conducción y los centros de gestión, personal a bordo y demás comunicaciones de servicios. Renfe está revisando también los planes de formación y los cursos de actualización del personal, y analizando nuevas propuestas en relación con los exámenes psicofísicos del personal de conducción, así como los intervalos para su realización.

El 9 de agosto, la ministra de Fomento, Ana Pastor, comparecerá en la Cámara baja para aportar la información disponible en aras de esclarecer las causas que provocaron el descarrilamiento del tren , que ha costado la vida a 79 personas.

La catástrofe que costó la vida a 79 personas y dejó a más de 150 heridas se gestó y concretó en apenas dos minutos y diez segundos. Este fue el tiempo que transcurrió desde que el maquinista, Francisco José Garzón, recibió una llamada del revisor que viajaba a bordo del Alvia hasta que el amasijo de hierros a los que quedó reducido el convoy quedó frenado sobre la superficie de la curva de A Grandeira.

El juzgado que instruye la causa dio a conocer ayer la grabación de los instantes previos a la tragedia que realizó la caja negra de la cabina. Los sonidos registrados vienen a confirmar la principal hipótesis que se baraja sobre la causa del descarrilamiento: que una distracción del conductor le impidió reducir la velocidad del tren desde los más de 190 kilómetros hora a los que circulaba hasta los 80 que exigía el trazado donde se produjo el siniestro. Según los datos aportados por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, Garzón recibió la llamada del revisor a las 20.39 horas y 6 segundos, un diálogo que se prolongó durante un minuto y 40 segundos y finalizó solo 11 segundos antes de la salida de la vía.

La caja negra también revela que 32 segundos después de que el maquinista atendiera a la llamada se produjo un primer aviso acústico en la cabina con el que el sistema de conducción advirtió a Garzón de que debía reducir la velocidad de la marcha, pero que este no atendió al estar conversando por el móvil. El segundo mensaje recordando la necesidad de reducir la velocidad llegó diez segundos antes del descarrilamiento y con el tren aún a 195 kilómetros por hora. A este sí respondió el maquinista pero ya era demasiado tarde. Los intentos de Garzón por frenar el convoy, el último activando el sistema de emergencia cuando el descarrilamiento ya se había producido, fueron en vano. El último apunte del informe entregado al juez Luis Aláez sobre el contenido de la caja negra señala que a los 20.41 horas y 16 segundos finalizó el sonido de arrastre del tren .

En su declaración de ayer ante el juez instructor el revisor, Antonio Martín, reconoció ser el autor de la llamada que supuestamente originó la distracción del maquinista. Martín, que aseguró que en ningún momento se había sentido culpable de nada, indicó que la conversación que él inició finalizó antes del descarrilamiento como, dijo, avala el hecho de que no perdiera el móvil pese el impacto que su coche sufrió a causa del accidente porque le tenía guardado en el bolsillo. Sobre por qué no aludió a dicha llamada durante su declaración ante la Policía, el revisor justificó que en ese momento aún se encontraba afectado por las imágenes del accidente, que no podía recordar muchas de las cosas que acontecieron antes y después del mismo y, por último, que tampoco consideró que pudiera tratarse de un hecho trascendental.