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Culpan al maquinista del accidente de O Porriño

El Juzgado de Instrucción número 2 de O Porriño (Pontevedra) concluye que la causa del accidente del Tren Celta, sucedido el 9 de septiembre de 2016, fue el exceso de velocidad del tren cuando entraba en la estación de O Porriño. “La responsabilidad de tal exceso de velocidad reside en exclusiva en la imprudencia del maquinista, fruto de una conducción desatenta a las circunstancias de la vía y a su señalización”, asegura la jueza, quien sostiene que “incluso podría indicarse que, si se hubiese observado la velocidad de itinerario marcada con carácter general en el tramo, el tren no habría descarrilado”. En el siniestro fallecieron cuatro personas, entre ellas el maquinista, y 47 resultaron heridas, 13 de ellas de gravedad.

Las pruebas periciales coinciden, según relata la instructora, en que el tren accedió a la estación a una velocidad de 118 kilómetros por hora, cuando la máxima permitida era de 30 kilómetros por hora. La instructora considera que los hechos podrían haber sido constitutivos de cuatro delitos de homicidio por imprudencia grave profesional y de 47 delitos de lesiones por imprudencia grave profesional, si bien el fallecimiento del maquinista determina la extinción de la responsabilidad penal. La jueza indica que los técnicos de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) descartaron “tanto un problema de frenado del tren como un fallo de la señalización, al no detectarse ninguna anomalía en las pruebas realizadas”. Además, afirma que concluyeron que en el historial reciente de la línea se observan “una serie de circunstancias repetitivas en el tramo de aproximación a O Porriño que podrían haber generado una costumbre y una sensación de confianza excesiva” en el maquinista.

La jueza asegura, “sin ningún género de duda”, que el material móvil “no tuvo incidencia alguna en el acaecimiento del accidente, ni tampoco en el agravamiento de sus consecuencias”. Además, determina que las instalaciones “se acomodaban a la normativa de seguridad o normas técnicas seguidas en el ámbito ferroviario, sin que exista el más mínimo indicio, atendiendo a lo informado por los peritos judiciales, que algún elemento de la infraestructura pudiera haber supuesto una causa o factor influyente en el accidente”.

La jueza explica que el día anterior al siniestro, en el puesto de mando, situado en Ourense, se detectó en O Porriño un tipo de fallo considerado grave, pues se mostraba una vía como “libre” cuando realmente estaba ocupada. “La comunicación entre los responsables de la circulación y del mantenimiento de la infraestructura se resolvió siguiendo escrupulosamente el procedimiento establecido”, señala la instructora. Como consecuencia de la anomalía, ese día fueron desplazados dos operarios a la estación de O Porriño, quienes inspeccionaron visualmente los carriles y comprobaron las tensiones en el armario de señalización, sin detectar anomalías. Además, se realizaron varios pasos y cruces de trenes por vías de la estación, pero en ninguno de los casos se reprodujo el fallo.

El Tren Celta accidentado fue escogido por uno de los trabajadores del puesto de mando de Ourense y autorizado por su jefe, que estaba investigado en la causa, para verificar al día siguiente que no se reproducía el fallo. “Este procedimiento (hacer pasar un tren similar, observando la respuesta de los circuitos) es el habitual para la verificación de incidencias de este tipo. Por otra parte, debido al accidente producido (y los trabajos de reparación posteriores), no ha llegado a verificarse que hubiese un problema en el circuito de vía”, recalca la jueza.

El HS2 limitará su velocidad

El Gobierno británico ha dado luz verde al tren de alta velocidad que unirá Londres con el norte de Inglaterra, a pesar de la controversia levantada en torno al mayor proyecto europeo de infraestructuras por su alto coste y sus problemas medioambientales. Sin embargo, el High Speed 2 (HS2) podría funcionar más lentamente al norte de Birmingham para reducir los costes, ha dicho Grant Shapps mientras criticaba la «obsesión» del proyecto por reducir los tiempos de viaje.

El secretario de transporte dijo que una revisión de la línea planeada de Birmingham a Leeds y de Crewe a Manchester podría llevar a que la ruta cambie ligeramente, posiblemente haciéndola menos recta y por lo tanto disminuyendo la velocidad. El gobierno argumenta que sería contraproducente retrasar la primera fase de la HS2, entre Londres y Birmingham, volviendo a examinar los costes, pero quiere volver a examinar partes de la segunda fase al norte de Birmingham para ayudar a bajar el precio, que podría superar los 100.000 millones de libras.

En una comparecencia en la Cámara de los Comunes, Johnson, que ganó las últimas elecciones con la promesa de potenciar el norte inglés, dijo que su Gobierno ha tenido «las agallas» de aprobar la segunda fase del plan de infraestructuras HS2, a pesar de los informes oficiales en contra. La ruta del HS2, que debe estar completada en 2040, unirá Londres y Birmingham, y después esta ciudad del centro de Inglaterra con Manchester y Leeds en el norte.

El primer ministro aseguró que un miembro de su Ejecutivo supervisará las obras para «restablecer las disciplinas», después de que la primera fase del proyecto, que se inició en 2017 con trabajos preliminares, vaya con retraso y se haya salido ya del presupuesto. Johnson argumentó que «la mala dirección» hasta ahora de la gestora HS2 Ltd, auspiciada por el ministerio de Transporte, «no quita el valor fundamental» del mayor proyecto ferroviario desde la época victoriana, que ha de servir para aumentar la capacidad y velocidad de los trenes y crear empleo, según el dirigente.

El Ejecutivo conservador de 2015 estimó en su presupuesto que el proyecto tendría un coste de 56.000 millones de libras (66.400 millones de euros), pero cálculos posteriores lo han elevado hasta unos 107.900 millones (127.945 millones de euros), lo que ha llevado a muchos diputados a pedir su suspensión. La aprobación del plan completo, que conllevará expropiaciones y movimientos de carreteras y ríos, con gran impacto en el paisaje, es una buena noticia para empresas españolas como Ferrovial, ACS, CAF o Talgo, que tienen intereses en el proyecto.

En medio de la fanfarria del gobierno sobre la creación de nuevas infraestructuras en el norte de Inglaterra, se prevé que el HS2 no se entregará a los pasajeros de Manchester y Leeds hasta entre 2037 y 2040. El gobierno espera comprimir este calendario, en parte integrando la fase final del proyecto en las obras de las rutas de transporte existentes y nuevas, como la prevista conexión ferroviaria de alta velocidad entre Manchester y Leeds.

Los grupos ambientalistas criticaron el impacto en los bosques y la vida silvestre antigua, mientras que los sindicatos y los grupos empresariales dijeron que el HS2 debería proceder ahora sin más demoras.

Granada ya tiene AVE (o casi)

Tras una década de obra y dos desde que fue proyectado, el AVE es ya una realidad en Granada. El trayecto en tren entre Madrid y Granada tiene ahora un tiempo de viaje de entre tres horas y tres horas y veinte minutos. Se ecorta cerca de 50 minutos respecto a la conexión que hasta este martes se hacía una parte en tren y otra en autobús. En cuanto a la conexión entre Granada y Barcelona, la Alta Velocidad supondrá un viaje de unas seis horas y media de duración. Por fin concluye la pesadilla, aunque la felicidad no es completa.

La línea AVE entre Madrid y Granada es la más lenta del país; supera a la que conecta con Alicante, que hasta ahora ocupaba el primer puesto con sus 500 kilómetros en dos horas y media, con una velocidad media de unos 200 kilómetros por hora. En el caso de Granada, en buena parte del trayecto en la provincia ni siquiera alcanza esa velocidad. Porque hay varios tramos en los que el tren circula a menos de 50 kilómetros por hora.

El tren reduce su velocidad tras partir desde Antequera rumbo a Granada. La mayor parte del tiempo circula a velocidades que oscilan entre los 120 y 65 kilómetros por hora. Velocidad atípica en la Alta Velocidad, que en el tramo de Loja, por limitaciones técnicas, el convoy desciende a los 70 kilómetros por hora e incluso menos, según reconoce Adif.

El AVE conectará desde hoy miércoles, sin trasbordos, Granada con Madrid y Barcelona pero no con Málaga o Sevilla. En el primer caso, hay que bajarse en Antequera y cambiar de tren. Para ir a la capital de Andalucía, hay que cambiar de convoy en Córdoba. José Ábalos, actual ministro de Fomento, ha anunciado que en unos meses se pondrán viajes directos.

Pedro Sánchez ha tomado el tren este martes acompañado del ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos; del secretario de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Pedro Saura; de la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera; del presidente de Renfe, Isaías Táboas, y del vicepresidente del Congreso de los Diputados y miembro de la ejecutiva federal del PSOE, el sevillano Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. El convoy ha parado en Antequera. Allí se ha descubierto una placa conmemorativa de ese primer viaje y se ha montado el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno.

Sánchez reivindicó el valor turístico de esta provincia y la importancia de la obra, que acorta mucho el trayecto pero tampoco lo convierte en una auténtica alta velocidad, tal y como hemos señalado anteriormente. «Se puede construir una línea de alta velocidad pero la Alhambra, Sierra Nevada o Las Alpujarras se tienen o no se tienen», aseguró el jefe del Ejecutivo. El presidente andaluz, Juanma Moreno, del PP, agradeció a los granadinos la paciencia que han tenido con cuatro años sin tren realizando el último tramo en autobús.

Granada contará con cerca de 3.000 plazas de AVE diarias: sobre 2.000 de los tres trenes que conectarán con Madrid y otro que lo hará con Barcelona. Desde Madrid, el AVE saldrá a las 7.20 horas (7.35 sábados y domingos), a las 14.35 y a las 19.35. En sentido contrario, las salidas desde Granada serán a las 7.10 horas, 15.00 y 19.18. El viaje tendrá una duración de tres horas y cinco minutos. Como mínimo.

Aunque son poco más de 400 kilómetros los que separan Granada con Madrid por carretera, la desviación hacia Antequera eleva el trayecto a 510 kilómetros. Esa es aproximadamente la distancia que separa Málaga (533 kilómetros) y Sevilla (511) de la capital de España, con tiempos mínimos que rondan las dos horas y veinte minutos en ambos casos. Solo diez minutos menos de lo que se tarda en recorrer los 615 kilómetros que separan Madrid de Barcelona. ¡Qué exigentes nos hemos vuelto!

A 603 kilómetros por hora en Japón

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Japón vuelve a batir el récord de velocidad. De nuevo lo hace con un tren de levitación magnética, en las cercanías del monte Fuhi. El tren japonés de tecnología maglev ha alcanzado los 603 kilómetros por hora, batiendo el record mundial de velocidad al superar su anterior marca de 590 kilómetros por hora. Durante once segundos se mantuvo con una velocidad superior a los 600 kilómetros por hora. La operadora Central Japan Railway (JR) se propone que, en 2027, estos trenes cubran la ruta Tokio-Nagoya, de 280 kilómetros, en menos de cuarenta minutos.

El maglev japonés, que utiliza imanes superconductores a bajas temperaturas consiguiendo de este modo suprimir la resistencia eléctrica e incrementar la velocidad, ha batido la marca que alcanzó unos días antes. Japón prueba desde 1997 esta tecnología, cuyo objetivo es unir las ciudades de Tokio y Nagoya en 2027, con trenes capaces de transportar a mil pasajeros, realizando el trayecto en menos de cuarenta minutos frente a los cien que dura actualmente con los ‘shinkansen’.

El SCMaglev L0, comos se ha bautizado el vehículo, levita a diez centímetros sobre su base. El tren se olvida de los raíles y se desplaza dentro de una guía-viga de hormigón con forma de u. Unos potentes electroimanes lo encauzan, lo propulsan y lo sostienen en el aire. Al evitar el rozamiento, se pueden alcanzar velocidades que superan los límites actuales del ferrocarril convencional.

Otra peculiaridad estriba en que esa electricidad se transmite por los laterales de la guía de hormigón. Es como si el motor del tren, en lugar de estar en el interior de la máquina, estuviera en las guías. En su base, otros imanes hacen que el tren flote cuando alcanza al menos 100 km/h. Mientras acelera, unas ruedas lo sostienen. Se retiran en cuanto el tren flota. Unaa semejanza con los aviones y sus trenes de aterrizaje.

La línea ‘Chuo Shinkasen’ une Tokio y Nagoya a través de un terreno montañoso lo que obliga a construir la mayor parte del trazado, aproximadamente el 80% bajo tierra, a través de túneles. El trazado tiene una longitud inicial de 285,6 kilómetros que se recorrerán a una velocidad máxima de 505 kilómetrosm/hora, que contrastan notablemente con los ya de por sí elevados 270 kilómetros/hora del tradicional Tokaido Shinkansen. La línea aprovechará el tramo de pruebas sobre el que los japoneses han experimentado su tecnología de levitación magnética y conseguirá ahorra 55 minutos, que dura el viaje en la actualidad.

El proyecto establece el 86% del recorrido (246,6 kilómetros) en túnel, mientras que otros 23,6 kilómetros del trayecto se hace en viaductos y 11,3 kilómetros con puentes. Por ello se podrá ejecutar una infraestructura que necesitará curvas con un radio mínimo de 8000 m (si bien habrá algunas con radio de 800 m por limitaciones del terreno), una pendiente máxima del 5,4% y una separación entre pistas de 5,8 metros.

El Gobierno japonés planea una línea de crédito de 27.000 millones de dólares (24.000 millones de euros) para acelerar la construcción de la línea de tren de levitación magnética (maglev) de alta velocidad entre Tokio y Osaka y lograr que esté lista en 2037. La construcción de esta infraestructura tendrá un coste de 4,158 billones de yenes (29.670 millones de euros), por lo que cada kilómetro del Chuo shinkansen costará 103,89 millones de euros. A esto hay que sumar los 136.500 millones de de yenes (973 millones de euros) que se invertirá en el material móvil. La previsión es que la línea esté abierta en 2027 y en 2045 se haya ampliado hasta Osaka.

El plan permitiría adelantar en ocho años la conclusión prevista de esta red de super alta velocidad ‘Chuo Shinkansen’ y circulará a más de 500 kilómetros por hora. Un portavoz del Ejecutivo nipón adelanta que la idea es acelerar este desarrollo a través de un programa de inversión pública para apoyar a empresas del sector privado en proyectos de gran escala y larga duración que brinda intereses muy bajos y se financia con bonos del Estado. El coste total del proyecto se estima en unos 82.000 millones de dólares (unos 73.190 millones de euros). Se espera que una vez que este operativo el convoy circule a velocidades de hasta 505 kilómetros por hora y cubra las distancias entre Tokio y Nagoya y Tokio y Osaka en 40 y 67 minutos, respectivamente.

Tienen la palabra los gabinetes económicos del gobierno y de las compañías ferroviarias japonesas, pero también los ingenieros. De circular en un tubo al vacío, un maglev multiplicaría por diez la velocidad de récord con la que ahora ha deslumbrado. Veremos más y mejores diseños enemigos del aire.

La empresa utiliza para sus trenes de levitación imanes superconductores a una temperatura de menos 273 grados centígrados, con lo que logra anular la resistencia eléctrica e incrementar la velocidad. Como comparación, la velocidad máxima que alcanzan en España los trenes de Alta Velocidad, sobre vías, es de 310 kilómetros por hora, aunque el récord lo logró en 2002 cuando alcanzó 356,8 kilómetros por hora. China opera ahora mismo el tren magnético más veloz, a 431 kilómetros por hora.

Irún-París, en menos de cinco horas a partir del 2 de julio con el TGV

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La entrada en servicio del tramo ferroviario de alta velocidad Burdeos-Tours del corredor atlántico europeo París-Burdeos-Irun-Vitoria/Gasteiz-Madrid enlazará en menos de cinco horas la localidad guipuzcoana de Irun y París (Francia) a partir del próximo 2 de julio. Desde su puesta en servicio en 1990, los 818 kilómetros que separan la frontera española de París se recorren en el TGV a 300 kilómetros por hora. Con este nuevo tramo se ganan unos 20 minutos.

El viceconsejero de Transportes del Gobierno vasco, Antonio Aiz, ha dado cuenta con «satisfacción» de que durante estos días la compañía ferroviaria francesa SNCF realiza distintas pruebas con un TGV especial dotado de numerosos medidores y que consigue velocidades de 320 kilómetros a la hora. «Con la entrada en servicio de ese nuevo tramo ferroviario de alta velocidad, serán ya solo cinco las horas necesarias para realizar el viaje Irún-París con lo que la Unión Europea ve cómo se va haciendo realidad el desarrollo del corredor ferroviario del atlántico que tantos beneficios reportará en la promoción de la sostenibilidad y conservación del medio ambiente, desarrollo y cohesión social, oferta de transporte público eficaz y una actuación conjunta contra los efectos del cambio climático«, explica.

Aiz señala que las pruebas que realiza SNCF en el nuevo tramo se desarrollan con una alimentación eléctrica de 25.000 voltios y sirven para medir la calidad de la plataforma, vibraciones, tensión de la catenaria, transmisiones de radio y señalización inteligente. Esta primera fase de pruebas dinámicas continuará hasta diciembre para desde enero realizar mediciones de mayor detalle hasta la entrada en servicio de la línea el 2 de julio. En total 400 profesionales de SNCF son preparados para desarrollar los servicios del TGV Atlantique, según datos de Lisea, sociedad concesionaria de la línea.

Aiz recuerda que «Euskadi y Nueva Aquitania continúan trabajando en el desarrollo del proyecto de la otra línea ferroviaria atlántica paralela dedicada a mercancías, la «autopista ferroviaria atlántica», que unirá Calais/Dourges con Jundiz-Vitoria-Gasteiz utilizando la línea ferroviaria tradicional aquitana «convenientemente adaptada» y, en terreno peninsular, discurriendo a través de la nueva red ferroviaria vasca. «Ese servicio podrá trasladar camiones con remolques, contenedores y trailers a bordo de los vagones especiales reduciendo la intensidad de tráfico en las carreteras», destaca.

Maquinistas portugueses informarán sobre su experiencia de conducción en el ‘Tren Celta’

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La comisión de investigación de accidentes ferroviarios (CIAF) tiene previsto realizar la semana que viene en Vigo entrevistas en relación con el accidente del ‘Tren Celta’ el pasado 9 de septiembre a la llegada de la estación de O Porriño (Pontevedra). Un jefe de maquinistas portugués y un compañero del conductor fallecido -también luso- serán algunos de los entrevistados, que están citados en la estación de Guixar. Cuatro personas y más de 40 resultaron heridas, en el descarrilamiento de un convoy que, al ser desviado a una vía secundaria, debía haber reducido la velocidad desde los 120 kilómetros por hora a los 30.

Estas tareas van en la línea de lo que establece la normativa europea para la elaboración del correspondiente informe sobre las causas de un siniestro ferroviario. Y es que la labor de la CIAF fue puesta en tela de juicio en su día por la Agencia Ferroviaria Europea por su aportación en el siniestro de Angrois, tras las demandas trasladadas a Bruselas por el colectivo de víctimas.

Este lunes, un perito judicial y un responsable de la CIAF trabajaron sobre el terreno para recabar datos que permitan elaborar una simulación del accidente, que se prevé que esté lista en el plazo de unos dos meses. Estas labores se desarrollan antes de que Adif repare la vía, algo para lo que ya ha recibido el permiso de la jueza, y que quiere iniciar cuanto antes. Tras la renuncia del ingeniero industrial José Manuel Lamela, va a ser designado otro perito en la causa. La jueza pide un ingeniero de telecomunicaciones. La Xunta debe dedidir si designa a uno o si recurre a la lista del colegio.

Las primeras inspecciones del tren siniestrado concluyeron que el sistema de frenado funcionaba correctamente, pero lo cierto es que el maquinista no aminoró la marcha, a pesar de que recibió dos avisos ‘L1’ (para reducir la velocidad) y confirmó que los había recibido. Los técnicos siguen desarrollando su labor y, además del tren, estudian las condiciones de la vía y de elementos concretos, como los enclavamientos (los sistemas que hacen que los trenes vayan por una vía y no por otra).

En la vía secundaria a donde fue desviado el tren se estaban realizando comprobaciones, puesto que el día anterior se había detectado una anomalía. El desvío a esa vía secundaria obligaba al tren a circular a 30 kilómetros por hora. El convoy no tenía parada prevista en O Porriño y, en circunstancias normales, por la vía principal, atraviesa ese tramo férreo a unos 120 kilómetros por hora. Adif defiende que estas pruebas son «habituales» y asegura que se desarrollan casi diariamente en distintos puntos de la red ferroviaria española.

Accidente en O Porriño: el tren iba a 118 km/h, una velocidad excesiva, según la caja negra

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«Circulaba a una velocidad excesiva». La caja negra del Tren Celta que descarriló el pasado viernes cerca de la estación de O Porriño (Pontevedra) desvela que el convoy circulaba con exceso de velocidad en el momento del accidente. El convoy registra una velocidad de 118 kilómetros por hora, en una zona donde no se podían rebasar los 30 kilómetros a la hora. ¿Por qué no disminuyó la velocidad al pasar a una vía secundaria?

La infomación sobre el exceso de velocidad la confirma uno de los peritos judiciales designados por la Xunta, Juan Carlos Carballeira, que ha asistido este martes al volcado de datos de la caja, realizado en el Juzgado de instrucción número 2 de O Porriño. En ese encuentro han estado presentes también representantes de Renfe, Adif y Comboios de Portugal. Carballeira explica que ya se ha volcado y analizado el contenido de la caja negra instalada por Renfe en el tren y, aunque no ha querido desvelar detalles de los registros, confirma que se trata de información «relevante» y que el tren iba con exceso de velocidad.

Si bien estos trenes circulan habitualmente a unos 120 kilómetros por hora a su paso por esta localidad, el pasado viernes se estaban realizando unos trabajos de mantenimiento en la vía principal que obligaron al tren a desviarse a una secundaria, donde debería haber reducido la velocidad hasta los 30 kilómetros por hora.

El mismo perito indica que los restos del tren siniestrado permanecerán en la estación de O Porriño, a donde él mismo, junto a otro técnico -el ingeniero industrial José Manuel Lamela-, se ha desplazado para estudiar los coches siniestrados. Tanto este ingeniero de caminos como el propio Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) confirman la existencia de una segunda caja negra del tren, esta instalada por Comboios de Portugal. Sin embargo, Carballeira explica que su contenido no tiene «tanta importancia». También otro miembro de la comisión de investigación de accidentes ferroviarios (CIAF) Edmundo Parras, confirma que la caja negra revela el exceso de velocidad, aunque no quiso entrar en otros detalles.

Los técnicos creen que «en un principio» la señalización y resto de elementos que regulan la circulación funcionaron de forma correcta ese día. La del maquinista sería la única infracción. «El maquinista recibió y cursó recibo de haber recibido (pulsando un botón) dos avisos L1, que significan necesidad de moderar la velocidad», explica el tribunal. Con todo, las fuentes consultadas apelan a la cautela porque todavía quedan datos por analizar y hay que estudiar todos los aspectos con detenimiento.

Fuentes judiciales informan que, tras algún problema con la documentación, ya se ha podido confirmar la identidad del maquinista portugués fallecido. En las próximas horas se entregará el cuerpo a su familia. El propio vicecónsul de Portugal en Galicia, Manuel Correia Da Silva, que ha estado este martes en los juzgados para reunirse con la jueza, apunta que la repatriación «está resuelta».

Las otras tres personas que murieron fueron el controlador y un pasajero de 23 años, ambos españoles, y un turista estadounidense. De los 49 heridos, 7 seguían este martes hospitalizados en varios centros de salud de Vigo, indicó la Consejería de Sanidad del gobierno regional, sin que sus vidas corran peligro.

‘Frankenstein-04155’ pesa 32 toneladas más que el modelo original del S-730

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Un accidente nunca se produce por una sola causa. La velocidad fue uno de los elementos que provocaron el descarrilamiento del Alvia en la curva de A Grandeira, pero no es el único factor que pudo influir en el siniestro. El tren pesa 32 toneladas más de lo que permite Renfe en su propia documentación, según revela el documental ‘Frankenstein-04155’. Según un avance de la cinta, el informe técnico de la operadora ferroviaria para la serie 730 del Alvia, fabricado por Talgo y Bombardier, establece que la masa total de este vehículo en plena carga puede ser como máximo 40 toneladas superior a la del 130 original, cuya tara se sitúa en 312 toneladas.

La película, dirigida por Aitor Rei, desvela que el manual de conducción del modelo de Alvia que se siniestró hace ya más de dos años a la entrada de Santiago sitúa su peso en 384 toneladas, 72 más que el 130 y, por tanto, con un sobrepeso de 32 toneladas sobre el tope fijado por la operadora ferroviaria. El Alvia incorpora dos furgones generadores -al respecto de los cuales el film denuncia un exceso de peso- después y antes de las locomotoras, y por este motivo se presenta con tres centros de gravedad.

En el argot ferroviario fue conocido desde su nacimiento como ‘Frankenstein’ y el ministro de Fomento José Blanco, en su día, lo erigió en un tipo de tren «pionero» en Europa y el mundo, por su carácter «mixto» y su capacidad de circular por ancho variable y con diesel. Es un «mamotreto», no obstante, y «un aborto de la ingeniería» que obedece «a necesidades e influencias políticas», incluso, para expertos cuyo testimonio recoge el documental, que se presentará en exclusiva a finales de este mes en la 60 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (‘Seminci’).

En en el Juzgado de Instrucción número 3 de la capital gallega, esta misma semana, el juez Andrés Lago, que heredó la causa de manos de Luis Aláez, cerró el caso con el maquinista como único imputado, al que atribuye un delito de 80 homicidios por imprudencia profesional grave y 144 de lesiones. El cierre se produjo el miércoles y las víctimas, que critican que se ha hecho «en falso», respondieron con una protesta el viernes, por la perplejidad e indignación que les provoca este hecho.

Se quejan de que el magistrado rechazó admitir numerosas pruebas y declaraciones que ellos, como el abogado que defiende a Francisco Garzón, reclamaban para tratar de demostrar que en este accidente hay más responsabilidades que la del conductor. Así, al margen del despiste de Garzón, que aquel día alcanzó la curva de A Grandeira a una velocidad próxima a los 190 kilómetros por hora después de atender una llamada del teléfono corporativo, los afectados del mayor accidente ferroviario de la democracia española denuncian la merma de seguridad que, como mantenía Aláez, generaron los cambios efectuados en el proyecto inicial de la línea 082, que es la que une Ourense con Santiago.

Las víctimas hacen hincapié en que hubo avisos sobre la peligrosidad de la curva de A Grandeira, como la que hizo un jefe de maquinistas al poco de la puesta en servicio de la línea, por lo brusco de la reducción de velocidad que hacía necesaria y la escasa señalización previa, deficiencias que Lago, a pesar de su decisión, también observa.

Japón consigue con el ‘Maglev’ alcanzar los 590 kilómetros a la hora, un nuevo récord ferroviario

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Nuevo récord. Un tren nipón de levitación magnética alcanzó ayer los 590 kilómetros por hora en un recorrido de pruebas, lo que marca un nuevo récord mundial de velocidad para este tipo de vehículos, anunció la compañía ferroviaria JR Central. La empresa nipona batió así la hasta ahora velocidad máxima registrada por un tren con conductor, de 581 kilómetros por hora, lograda por otro de sus trenes ‘Maglev’ (magnetic levitation) en diciembre de 2003. JR Central estableció este récord con un nuevo modelo en su línea de pruebas situada en Yamanashi (centro).

Los trenes ‘Maglev’ funcionan a través de un sistema de levitación magnética que usa motores lineales instalados cerca de los raíles. El campo magnético permite que el tren se eleve hasta diez centímetros por encima de los raíles, lo que elimina el contacto y deja al aire como único elemento de rozamiento, favoreciendo así la velocidad.

El último modelo ‘Maglev’ ha recorrido más de un millón de kilómetros en su actual fase de pruebas, según detalló la compañía, que prevé abrir en 2027 la primera línea operada por un tren de levitación magnética en este país. Esta línea de súper alta velocidad unirá las ciudades de Tokio y Nagoya y contará con seis estaciones. Se comenzó a construir a finales del pasado octubre tras recibir el visto bueno del Ejecutivo nipón. Este proyecto de gran alta velocidad prevé construir profundos túneles en áreas urbanas cerca de Tokio y Nagoya y un túnel de 25 kilómetros por debajo de montañas atravesando las prefecturas de Nagano, Yamanashi y Shizuoka. El proyecto es el más complicado técnicamente en la historia de los ferrocarriles japoneses.

El ‘Maglev’ será capaz de recorrer este trayecto de 286 kilómetros en unos 40 minutos, en lugar de los 88 actuales que tarda el servicio de alta velocidad Shinkansen (tren bala). El proyecto tendrá un coste estimado de 9 billones de yenes (unos 66.600 millones de euros), según la compañía.

Japón lleva años experimentando con este tipo de trenes. El primer borrador se redactó en 1973 pero el coste astronómico del plan lo abocó al cajón. Sin embargo, según portavoces de Japan Railways, el actual sistema de ferrocarril está al 100% de su capacidad y las vías acusan ya los años. Y nada mejor que un momento de crisis en el que hace falta invertir grandes sumas en obras públicas para llevar a cabo el proyecto, aunque en Japón los ferrocarriles están privatizados, para darle un impulso a la economía.

El juez examinará el día 10 las conclusiones de los tres peritos judiciales sobre el accidente del Alvia

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El juez que instruye la investigación por el accidente ferroviario de Angrois, Andrés Lago Louro, ha citado para el próximo 10 de junio a José Manuel Lamela (ingeniero industrial), Juan Carlos Carballeira Rifón (ingeniero de caminos) y César Mariñas Davila (ingeniero de telecomunicaciones), los tres peritos judiciales que intervienen en la causa con el objetivo de que ratifiquen sus informes y se sometan a contradicción por las partes personadas. Los tres remitieron a los juzgados de Fontiñas sus informes definitivos sobre el accidente del Alvia.

El ingeniero de caminos reconocía «deficiencias en la señalización» en la curva de A Grandeira, el experto en telecomunicaciones aseguraba que con el ERTMS el accidente «no se habría producido» y el ingeniero industrial certificó que el material rodante y los frenos del convoy eran correctos.

Juan Carlos Carballeira Rifón apuntaba en su informe la existencia de «algunas deficiencias en la señalización» de la zona de A Grandeira, donde se produjo el accidente del Alvia el 24 de julio de 2013. El experto consideraba que la colocación de señales de limitación permanente de velocidad «podría haber servido para alertar al maquinista de la reducción de velocidad» y «podría haber producido una recuperación de su atención». El perito aseguraba que, si el día del accidente hubiese estado operativo el sistema de seguridad ERTMS para cubrir el cambio de velocidad máxima en la zona donde se produjo el siniestro, «es probable que el accidente no se hubiera producido por la misma causa».

A pesar de considerar que la seguridad aportada por el sistema ASFA digital es «análoga» a la del sistema ERTMS-ASFA del proyecto inicial, Carballeira Rifón afirmaba que, «ya que se ha hecho una inversión costosa en los dos sistemas» -ASFA y ERTMS-, y que han surgido «problemas importantes en la transición de uno a otro, podrían haberse utilizado los dos simultáneamente, ya que ello hubiera mejorado aún más la seguridad». No obstante, reconoce que el «maquinista, obviamente, debería haber reducido la velocidad tal como está establecido» en el libro horario, teniendo en cuenta «la instrucción» recibida y que «disponía de suficiente experiencia en la línea como para conocer sus características». Sobre la llamada telefónica que se produjo en las cercanías de la curva donde tuvo lugar el accidente, el perito cree que «fue muy probablemente la causa de la distracción del maquinista», tal y como -añade- «se deduce de las grabaciones registradas».

El informe de César Mariñas Dávila plantea que si el sistema de control de velocidades ERTMS hubiese estado instalado y activo, como estaba previsto en el proyecto inicial de la línea Ourense-Santiago, el accidente del Alvia «no se hubiera producido». Para este perito la modificación del proyecto original de la línea «supuso el cambio de aspectos fundamentales del plan inicial, lo cual dio como resultado una variación significativa de los diseños originales en relación con la señalización, control y sistemas de protección de trenes». Este experto determina que «algunos de estos cambios afectaron de forma determinante las causas y circunstancias del accidente». Y establece que «de haberse desplegado la infraestructura ERTMS de vía necesaria para poder operar bajo supervisión completa del ETCS nivel 1 -el que va embarcado en el tren para conectar con la vía- hasta la misma estación de Santiago, tal y como estaba previsto en el proyecto original, y operando por tanto en este modo, el accidente no se hubiera producido«.

«El control continuo de velocidad ofrecido por el sistema ETCS hubiese originado una intervención del mismo para adecuar la velocidad o produciendo un frenado de emergencia llegado el caso, tanto en las proximidades de la curva de Angrois como en cualquier otro punto del trayecto protegido, si se superase la velocidad permitida en los márgenes establecidos», asegura en su escrito. Además apunta a que, como fruto de la modificación del proyecto, se planteó una nueva situación respecto al sistema ERTMS, «afectando a los puntos de entrada y salida», una cuestión que, aunque respeta la norma, no eleva al máximo la seguridad.

Sobre los procedimientos de autorización de puesta en servicio y de circulación del tren, que se
realizaron en dos fases, el tercer estudio concluye que «se ajustaron y cumplieron, en todo momento, con las normas reguladoras de estos procedimientos». Sin embargo, el ingeniero industrial José Manuel Lamela puntualiza que, a su entender, hubiera sido «conveniente la participación ‘externa’ de un organismo de certificación«, cuya participación externa podría «proporcionar una perspectiva diferente al proceso de validación», y el «informe elaborado por el organismo de certificación» se incorporaría «al resto de documentación».

A la vista del informe elaborado por Talgo sobre la frenada, señala que del estudio se deduce que las prestaciones de frenado «han sido correctas«. El escrito constata que la excesiva velocidad que llevaba el tren al entrar en la curva de A Grandeira «fue la causa que provocó la salida del tren de la vía, aunque la información completa sobre las circunstancias -puntualiza- en que se produjo el descarrilamiento se podrán concretar con mayor precisión al disponer de los datos y de los informes técnicos que se obtengan de la simulación dinámica de la marcha del tren Alvia».

La adherencia de las ruedas con el carril «fue buena«, porque el registrador no detecta la activación del sistema de antideslizamiento; y que ninguna de las actividades de mantenimiento no realizadas adecuadamente, ni en conjunto, ni cada una de ellas por separado, «pueden incluirse como causas que hayan podido contribuir al descarrilamiento», certifica este tercer perito.