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China prepara un nuevo tren maglev

Ingenieros chinos diseñan un nuevo prototipo de tren de levitación magnética que sería capaz de alcanzar hasta los 800 kilómetros por hora. China parece que ha tomado la delantera con una nueva versión maglev, si bien hasta ahora Japón se había caracterizado por presentar distintas versiones avanzadas, con las que se hace factible alcanzar impensables velocidades de hasta 400 kilómetros por hora. China busca ir más allá, con una nueva tecnología maglev con la que espera alcanzar mínimo los 620 kilómetros por hora.

El nuevo tren ha sido presentado recientemente en Chengdu, capital de la provincia de Sichuan en el suroeste de China. En realidad se ha presentado un prototipo, con un futurístico y aerodinámico diseño. El vehículo tiene 21 metros de largo y durante la ceremonia se ha podido ver cómo levitaba lentamente sobre sus vías. Los expertos aseguran que se trata de un gran avance en el desarrollo de los HTS para el país. Hay una diferencia esencial entre este maglev y otros que ya operan en el mundo, basada fundamentalmente en el tipo de tecnología que utiliza para la levitación, lo que le permite alcanzar velocidades mucho más altas que un tren maglev tradicional (que suele rondar los 400 kilómetros por hora). El nuevo tren chino utiliza un superconductor de alta temperatura desarrollado por la Universidad Southwest Jiaotong, China Railway Group Limited y CRRC Corporation Limited. Se han invertido alrededor de 9 millones de euros para llevarlo a cabo y se espera que la tecnología HTS (High Temperature Superconductor) sea más eficiente para los trenes maglev.

Los trenes maglev tradicionales utilizan un superconductor de baja temperatura. En tal caso el tren tiene que acelerar primero antes de levitar. Con HTS sin embargo se puede hacer que el tren levite de forma directa, permitiendo así acelerarlo con un consumo menor de energía. En la presentación del prototipo los asistentes pudieron mover el prototipo de 12 toneladas con un sólo dedo, según CGTN. Est es posible por el nuevo maglev usa un superconductor de alta temperatura, que además de darle esta mayor velocidad consigue que la eficiencia energética sea mayor.

Los maglev tradicionales usan un superconductor que, al contrario que este, es de baja temperatura. Pero la ingeniería china aún debe resolver varios problemas antes de que pueda transportar pasajeros. Entre otras cuestiones se hace necesario construir más líneas maglev, cuyo coste supondrá decenas de millones de euros por cada kilómetros de recorrido. También se trabaja en amortiguar el ruido que genera un tren de semejante tamaño y con velocidades tan altas, no solo para aislar a los viajeros, sino a los habitantes de las zonas por donde debe discurrir. En estos próximos años, los científicos chinos se esfuerzan en reducir el peso del tren que , pese a estar hecho con un material similar a la fibra de carbono, aún se considera que es demasiado pesado para levitar con garantías, por lo que intentan desarrollar un tren más ligero.

La diferencia entre utilizar la tecnología HTS y EMS es básicamente que la primera no necesita electricidad para hacer levitar el vehículo, por lo que el tren puede incluso mover con tan solo un dedo y llegar a alcanzar velocidades cercanas a los 1.000 kilómetros por hora en condiciones ideales y teóricas. Hasta el momento China ha invertido un total de 60 millones de yuans (alrededor de 7,65 millones de euros) en el desarrollo de este prototipo de tren, con el que los ingenieros pretenden construir un transporte público de alta velocidad a través de tubos de vacío.

Nuevo Maglev chino en pruebas

La compañía estatal China Railway Rolling Stock Corporation (CRRC) presenta el primer prototipo de su próximo tren Maglev, que será capaz de alcanzar una velocidad máxima de 600 kilómetros por hora. Este primer tren, del mayor proveedor mundial de equipos de transporte ferroviario, salió de la línea de producción de Qingdao y arrancará sus pruebas en los próximos días, que se extenderán durante todo 2020 con miras a que entre en producción en 2021.

El nuevo tren de aspecto elegante «transformará por completo el panorama turístico en China», ya que complementará las opciones que existen hoy día entre trenes de alta velocidad y aviones. La ruta Beijing-Shanghai representa unas 5,5 horas en tren de alta velocidad o 4,5 horas en avión; con el nuevo Maglev este tiempo será de aproximadamente de 3,5 horas. Los responsables de proyecto se muestran optimistas ante la entrada de estos nuevos trenes que se basan en tecnología de levitación magnética, lo que les permite desplazarse por un «colchón de aire» activado magnéticamente, evitando así el uso de ruedas que hagan contacto con el raíl, lo que reduce el desgaste y la fricción.

El tren de China Rolling Stock Corporation (CRRC) lleva tres años de investigación y contempla un cuerpo ligero con diseño de alta resistencia, lo que sienta las bases para el desarrollo de cinco prototipos más basados en la ingeniería Maglev, los cuales verían la luz en los próximos años. Esto contempla la creación de un nuevo centro de investigación, también en Qingdao, donde se harían pruebas de alta velocidad de Maglev, se llevarían a cabo experimentos y se desarrollarían nuevas tecnologías. Se espera que este centro comience a operar en la segunda mitad de este año.

Si bien esta tecnología maglev se ha desarrollado y promocionado como el futuro del transporte ferroviario durante décadas, solo hay unos pocos países que operan trenes maglev en todo el mundo: China, Corea del Sur y Japón.

China ha sido uno de los pioneros en el desarrollo de esta tecnología. Su primer sistema comercial entró en operación comercial en 2002 y contempla un tramo de 30 kilómetros entre el aeropuerto de Shanghai Putong y el centro de la ciudad, donde ha logrado alcanzar velocidades de hasta 431 kilómetros por hora, siendo a día de hoy el sistema comercial Maglev más rápido del mundo. A pesar de los sorprendentes 600 kilómetros por hora que alcanzará el nuevo Maglev chino, el récord mundial de velocidad lo tiene Japón con 603 kilómetros por hora, que alcanzó en 2015 durante una pruebas en una vía experimental en Yamanashi.

Japón está construyendo la nueva línea Maglev Chuo Shinkansen, cuyos trenes alcanzarían velocidades máximas de 500 kilómetros por hora. La primera fase de este proyecto conectará la ciudades de Tokio y Nagoya reduciendo a la mitad el tiempo entre ambas. Está programada para estar operativa en 2027.

Escándalo en el proyecto del ‘maglev’ japonés

El Gobierno nipón amenaza con retirar los contratos concedidos a las principales compañías constructoras de la línea ferroviaria de levitación magnética ‘maglev’, ante el escándalo creciente que sacude a este multimillonario proyecto. El caso, que se destapó el pasado diciembre, afecta a las cuatro grandes compañías de industria e infraestructuras a las que se asignaron la mayoría de licitaciones para las obras, y que según cree la fiscalía nipona, se habrían puesto de acuerdo para repartirse dichos contratos.

La primera línea del tren de súper alta velocidad ‘maglev’ conectará Tokio con Nagoya (centro), se comenzó a construir en 2014 y está previsto que comience a operar en 2027. Esta primera fase del proyecto de JR Tōkai (Central Japan Railway Co) cuenta con un presupuesto de 9 billones de yenes (unos 66.600 millones de euros), de los cuales el Gobierno aporta una tercera parte, y posteriormente se ampliará a Osaka (oeste) y a otras ciudades del archipiélago nipón.

El escándalo supone un varapalo para un ambicioso proyecto en el que Japón tiene depositadas grandes esperanzas, con vistas a revitalizar su industria y a volver a situarse en la vanguardia mundial de la tecnología ferroviaria, como ya hiciera el país asiático en los años 60 con su tren de alta velocidad Shinkansen.

El ministro nipón de Territorio, Infraestructura, Transporte y Turismo, Keiichi Ishii, declara que está considerando retirar las licitaciones a las cuatro compañías ante estas sospechas, lo que podría afectar a los plazos fijados para el proyecto de casi 70.000 millones de euros. Las autoridades detuvieron el pasado viernes a dos altos ejecutivos de las corporaciones Taisei y Kajima por presuntamente vulnerar las leyes antimonopolio, mientras que directivos de las otras dos empresas implicadas, Obayashi y Shimizu, habrían admitido cargos similares.

La fiscalía del distrito de Tokio tiene previsto presentar cargos contra las cuatro empresas, así como contra los directivos implicados, señalaron fuentes judiciales a la agencia local Kyodo.

El ‘maglev’ será capaz de recorrer el trayecto entre Tokio y Nagoya de 286 kilómetros en unos 40 minutos, en lugar de los 88 actuales que tarda el actual servicio del Shinkansen. Los ‘maglev’ funcionan a través de un sistema de levitación magnética que usa motores lineales instalados cerca de los raíles. El campo magnético permite que el tren se eleve hasta 10 centímetros por encima de los raíles, lo que elimina el contacto y deja al aire como único elemento de rozamiento, favoreciendo así la velocidad.

Pekín estrena su primer metro sin conductor

El metro de Pekín inaugura tres nuevas líneas, una de ellas sin conductor y otra con tecnología de levitación magnética (maglev), dentro de una nueva fase de expansión que aumenta la extensión de su red a 608 kilómetros. La línea sin conductor, que es también la primera de China, tiene una longitud de 16,6 kilómetros y permitirá unir varios distritos de las afueras de la ciudad con el suroeste de la red de metro, según explica la Comisión de Transportes de la capital. Diseñada enteramente por ingenieros chinos, tiene nueve estaciones y conecta las áreas de Yanshan y Fangshan.

Situada el la periferia suroccidental de Pekín, la nueva línea transportará a unos 70.000 pasajeros diarios. Los trenes sin conductor, que disponen de una capacidad para 960 pasajeros, circulan a una velocidad de hasta 80 kilómetros por hora, pero en cada convoy habrá un maquinista por si ocurre algún imprevisto. La cabina del conductor ha sido reemplazada por una tecnología inteligente para operaciones y mantenimiento.

La línea maglev S1 funciona a una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora, considerada baja-media para esta tecnología, y con sus 10,2 kilómetros conecta dos distritos del oeste con el resto de la ciudad. Además de su tecnología innovadora, este sistema es más barato que el metro tradicional, ya que al ser una infraestructura sobreelevada requiere importantes inversiones para la construcción de túneles, y además evita los descarrilamientos. Shanghái ya dispone desde 2004 de una línea ferroviaria de levitación magnética de baja velocidad entre las afueras de la ciudad y el aeropuerto internacional de Pudong.

Los trenes del tipo maglev no llevan ruedas sino que dependen de fuerzas electromagnéticas. Los coches están a un centímetro de las vías, lo que reduce considerablemente la fricción y ofrecen un paseo sin saltos abruptos. La Línea S1 es la primera línea de velocidad media-baja de Pekín, cuya máxima velocidad llega a los 100 kilómetros por hora. Vincula a los distritos occidentales de Mentougou y Shijingshan. Los pasajeros podrán recorrer la línea en su conjunto en menos de 20 minutos.

La tercera de las nuevas líneas inauguradas es un tranvía, de nueve kilómetros de trayecto, que lleva a algunos puntos de gran interés turístico del noroeste de la ciudad: el Palacio de Verano de los emperadores, el jardín botánico y las Colinas Fragantes. Corre principalmente a nivel de piso, pero eleva o va por el subsuelo según lo requieran las condiciones del terreno.

Las aperturas de estos nuevos servicios hacen que el metro de Pekín tenga 22 líneas con 608 kilómetros de red (el segundo del mundo después del de Shanghái). Actualmente se están construyendo nuevas líneas o extensiones de otras ya existentes con el objetivo de que la red tenga 999 kilómetros para 2021, lo que podría situarla como la más extensa del mundo superando a Shanghái. El metro de la capital china transportó 3.660 millones de viajeros en 2016, con una media de 9,998 millones de pasajeros diarios.

Viajar en el metro es una manera muy barata para un viaje en Pekín. El precio para el metro es de 2 yuanes para un viaje en una sola línea, excepto el Airport Express cuyo precio es de 25 yuanes. Los pasajeros también pueden pagar con tarjeta inteligente de transporte, que también cuesta 2 yuanes por viaje. Los boletos son emitidos sólo para el uso en el mismo día. El logotipo de metro de Beijing, que se encuentra en los puntos de acceso al metro, es un blanco «G» con una «B» en su interior sobre un fondo cuadrado de color azul.

Pekín estrenará este año su primer maglev

Pekín estrenará para finales de este año la primera línea de tren de levitación magnética de baja velocidad, según anuncia la empresa operadora del metro de la capital. La línea tendrá una longitud de 10,2 kilómetros y servirá a un distrito suburbano de la ciudad. Las primeras pruebas de circulación están en proceso de preparación, añadió la compañía, citada por la agencia oficial Xinhua.

El tren de levitación magnética (maglev) tiene una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora y cada convoy podrá acoger hasta 1.032 pasajeros. La línea S1 —de 10 kilómetros y con 8 estaciones— une los barrios de Shijingshan y Mentougou. Según explican los ingenieros, los residentes locales solo tardarán unos 20 minutos en recorrer la distancia entre ambas zonas, en comparación con la hora en autobús que actualmente se requiere. En este momento, el sistema de transporte ferroviario de Pekín tiene 19 líneas.

Los trenes pararán en siete de las ocho estaciones en un periodo inicial, puesto que la parada de intercambio de Pingguoyuan aún está siendo renovada y no está previsto que entre en servicio antes de finales de 2019, según las mismas fuentes. En la etapa inicial se pondrán en uso diez unidades de estos trenes.

Los trenes maglev son más seguros y económicos en comparación con los actuales metro y metro ligero. Los electroimanes y las pistas especialmente diseñadas pueden evitar que los coches vuelquen o descarrilen. También pueden funcionar con mal tiempo, generan mucho menos ruidos y no emiten gases.

En octubre del año pasado, la empresa estatal china líder en la fabricación de material ferroviario (CRRC) anunció un plan para desarrollar el ferrocarril de levitación magnética más rápido del mundo, capaz de llegar a una velocidad de 600 kilómetros por hora. Esta tecnología es más barata que el metro tradicional, que requiere importantes inversiones para la construcción de túneles, y además evita los descarrilamientos.

Shanghái ya opera desde 2004 una línea ferroviaria de levitación magnética de alta velocidad entre las afueras de la ciudad y el aeropuerto internacional de Pudong.

Nueva York a Washington DC ¿en 29 minutos?

El empresario estadounidense Elon Musk anunció este jueves que el proyecto de un Hyperloop subterráneo que conectaría en apenas 29 minutos Nueva York y Washington DC, a 500 kilómetros de distancia, recibió el acuerdo verbal del gobierno. Musk dijo en su cuenta Twitter que es «optimista» sobre un acuerdo formal, que podría ocurrir «rápidamente».

El empresario, fundador del grupo automotor Tesla y de la empresa aeronáutica SpaceX, integró inicialmente un consejo de asesores del presidente Donald Trump, pero lo abandonó cuando el mandatario anunció su retiro del Acuerdo de París sobre el clima. «Acabo de recibir el acuerdo verbal del gobierno para la Boring Company a fin de construir un Hyperloop subterráneo NY-Fil-Balt-DC. NY-DC en 29 minutos«, tuiteó el multimillonario, utilizando las abreviaturas para Nueva York, Filadelfia, Baltimore y Washington, la capital federal.

La secretaría de Transportes de Estados Unidos no quiso comentar la información y pidió contactar a un portavoz de la Casa Blanca, que no confirmó el acuerdo. «Hemos tenido conversaciones prometedoras hasta ahora», indicó el portavoz, «y estamos resueltos a conducir proyectos de infraestructuras transformadores y creemos que las mejores soluciones provienen muchas veces del ingenio y la energía del sector privado«.

La empresa The Boring Company (empresa creada por Musk que se especializa en el cavado de túneles) no comentó inmediatamente la información. Musk solo está implicado en el negocio a través de la construcción de túneles, a través de The Boring Company. Los trenes serían desarrollados por otras empresas en los cuales Musk no posee capital.

Varias empresas se han posicionado en el mercado. En abril, The Northeast Maglev, una compañía estadounidense, presentó un proyecto similar al evocado el jueves por Elon Musk. Esta empresa colabora con la compañía ferroviaria japonesa JR Central, que desarrolló la tecnología conocida como «Scmaglev», por Superconducting Magnetic Levitation, y testea actualmente un nuevo tren de sustento electromagnético que debe unir Tokyo a Osaka a una velocidad de 500 km/h. Musk no dijo cuál sería el socio del proyecto de tren entre Nueva York y Washington.

En otros tuits publicados el jueves, Musk menciona la creación de una conexión a toda velocidad entre Los Angeles y San Francisco así como una ferrovía que uniría varias ciudades de Texas. Cita asimismo el túnel actualmente en construcción para desatascar el tráfico vehicular de Los Angeles.

A 603 kilómetros por hora en Japón

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Japón vuelve a batir el récord de velocidad. De nuevo lo hace con un tren de levitación magnética, en las cercanías del monte Fuhi. El tren japonés de tecnología maglev ha alcanzado los 603 kilómetros por hora, batiendo el record mundial de velocidad al superar su anterior marca de 590 kilómetros por hora. Durante once segundos se mantuvo con una velocidad superior a los 600 kilómetros por hora. La operadora Central Japan Railway (JR) se propone que, en 2027, estos trenes cubran la ruta Tokio-Nagoya, de 280 kilómetros, en menos de cuarenta minutos.

El maglev japonés, que utiliza imanes superconductores a bajas temperaturas consiguiendo de este modo suprimir la resistencia eléctrica e incrementar la velocidad, ha batido la marca que alcanzó unos días antes. Japón prueba desde 1997 esta tecnología, cuyo objetivo es unir las ciudades de Tokio y Nagoya en 2027, con trenes capaces de transportar a mil pasajeros, realizando el trayecto en menos de cuarenta minutos frente a los cien que dura actualmente con los ‘shinkansen’.

El SCMaglev L0, comos se ha bautizado el vehículo, levita a diez centímetros sobre su base. El tren se olvida de los raíles y se desplaza dentro de una guía-viga de hormigón con forma de u. Unos potentes electroimanes lo encauzan, lo propulsan y lo sostienen en el aire. Al evitar el rozamiento, se pueden alcanzar velocidades que superan los límites actuales del ferrocarril convencional.

Otra peculiaridad estriba en que esa electricidad se transmite por los laterales de la guía de hormigón. Es como si el motor del tren, en lugar de estar en el interior de la máquina, estuviera en las guías. En su base, otros imanes hacen que el tren flote cuando alcanza al menos 100 km/h. Mientras acelera, unas ruedas lo sostienen. Se retiran en cuanto el tren flota. Unaa semejanza con los aviones y sus trenes de aterrizaje.

La línea ‘Chuo Shinkasen’ une Tokio y Nagoya a través de un terreno montañoso lo que obliga a construir la mayor parte del trazado, aproximadamente el 80% bajo tierra, a través de túneles. El trazado tiene una longitud inicial de 285,6 kilómetros que se recorrerán a una velocidad máxima de 505 kilómetrosm/hora, que contrastan notablemente con los ya de por sí elevados 270 kilómetros/hora del tradicional Tokaido Shinkansen. La línea aprovechará el tramo de pruebas sobre el que los japoneses han experimentado su tecnología de levitación magnética y conseguirá ahorra 55 minutos, que dura el viaje en la actualidad.

El proyecto establece el 86% del recorrido (246,6 kilómetros) en túnel, mientras que otros 23,6 kilómetros del trayecto se hace en viaductos y 11,3 kilómetros con puentes. Por ello se podrá ejecutar una infraestructura que necesitará curvas con un radio mínimo de 8000 m (si bien habrá algunas con radio de 800 m por limitaciones del terreno), una pendiente máxima del 5,4% y una separación entre pistas de 5,8 metros.

El Gobierno japonés planea una línea de crédito de 27.000 millones de dólares (24.000 millones de euros) para acelerar la construcción de la línea de tren de levitación magnética (maglev) de alta velocidad entre Tokio y Osaka y lograr que esté lista en 2037. La construcción de esta infraestructura tendrá un coste de 4,158 billones de yenes (29.670 millones de euros), por lo que cada kilómetro del Chuo shinkansen costará 103,89 millones de euros. A esto hay que sumar los 136.500 millones de de yenes (973 millones de euros) que se invertirá en el material móvil. La previsión es que la línea esté abierta en 2027 y en 2045 se haya ampliado hasta Osaka.

El plan permitiría adelantar en ocho años la conclusión prevista de esta red de super alta velocidad ‘Chuo Shinkansen’ y circulará a más de 500 kilómetros por hora. Un portavoz del Ejecutivo nipón adelanta que la idea es acelerar este desarrollo a través de un programa de inversión pública para apoyar a empresas del sector privado en proyectos de gran escala y larga duración que brinda intereses muy bajos y se financia con bonos del Estado. El coste total del proyecto se estima en unos 82.000 millones de dólares (unos 73.190 millones de euros). Se espera que una vez que este operativo el convoy circule a velocidades de hasta 505 kilómetros por hora y cubra las distancias entre Tokio y Nagoya y Tokio y Osaka en 40 y 67 minutos, respectivamente.

Tienen la palabra los gabinetes económicos del gobierno y de las compañías ferroviarias japonesas, pero también los ingenieros. De circular en un tubo al vacío, un maglev multiplicaría por diez la velocidad de récord con la que ahora ha deslumbrado. Veremos más y mejores diseños enemigos del aire.

La empresa utiliza para sus trenes de levitación imanes superconductores a una temperatura de menos 273 grados centígrados, con lo que logra anular la resistencia eléctrica e incrementar la velocidad. Como comparación, la velocidad máxima que alcanzan en España los trenes de Alta Velocidad, sobre vías, es de 310 kilómetros por hora, aunque el récord lo logró en 2002 cuando alcanzó 356,8 kilómetros por hora. China opera ahora mismo el tren magnético más veloz, a 431 kilómetros por hora.

Silicon Valley intenta revolucionar la alta velocidad con el proyecto ‘Hyperloop’

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Primera prueba superada. El ‘hyperloop’ tiene futuro. El artefacto alcanzó una velocidad punta de casi 500 kilómetros por hora, al mismo tiempo que sufría una aceleración durante el transcurso de 2.5G, que supone alcanzar los 100 kilómetros por hora desde parada en tan solo un segundo. Visualmente parece poca cosa, pero es un gran paso que Rob Lloyd, CEO de Hyperloop One, se ha atrevido a comparar con el primer vuelo realizado por los hermanos Wright en lo que a la magnitud de importancia se refiere.

Este miércoles, Hyperloop One, que ha atraído más de 80 millones de dólares de inversión inicial, probó en el desierto de Nevada el motor de su prototipo de propulsión magnética (algo más parecido a un motor eléctrico lineal que a la levitación). Aunque solo fueron unos segundos de aceleración hacia un banco de arena que frenó al aparato, este es el primer paso para demostrar la viabilidad de un proyecto que curiosamente se da en un país donde la alta velocidad (una realidad extendida en países como Japón, Francia o España) es algo inexistente.

El interés ha atraído a equipos de universitarios o de emprendedores, pero también de empresas ferroviarias como la francesa SNCF, que ven potencial serio en un concepto que revolucionaría el transporte terrestre, triplicando a la alta velocidad actual y capaz de superar los tiempos de la aviación comercial. Los promotores de este nuevo sistema lo llaman el quinto gran medio de transporte de la historia, después del barco, el ferrocarril, el automóvil y el aeroplano.

Las empresas tecnológicas estadounidenses han hecho de la llamada «disrupción» su filosofía vital y ahora quieren revolucionar el ferrocarril con el ‘Hyperloop’, un tren que se acercaría a la velocidad del sonido y que ya aspiran a desarrollar decenas de empresas. En 2013, el magnate y gurú de innovación Elon Musk (SpaceX y Tesla) delineó la idea del ‘Hyperloop’: un tren de levitación que se desplazaría dentro de tubos donde la resistencia del aire sería casi nula para permitir a estos futuristas vagones rozar o superar la velocidad del sonido.

Desde entonces, Musk ha abierto su idea a todo el que la quiera recrear y ha creado una competición con fondos para acelerar el desarrollo de conceptos y prototipos cuya respuesta ha superado las primeras expectativas.

Rob Lloyd, consejero delegado de Hyperloop One, cree que el sistema estará funcionando en 2020, pese a que algunos críticos consideran que eso solo sería posible con un gasto muy superior a los 6.000 millones de dólares que Musk considera que costaría unir los 600 kilómetros que separan San Francisco de Los Ángeles.

Las dudas surgen cuando se mira a proyectos más longevos que aplican la costosa tecnología de levitación magnética. Los ‘Maglev’, un concepto que nació en los 70 pero no se materializó hasta 2004, en el tren que une Shangai con su aeropuerto, no se han convertido en una alternativa a las ruedas de acero de los trenes.

El proyecto japonés para cubrir los 500 kilómetros entre Tokio y Osaka en una hora con una nueva línea Maglev están presupuestados en unos 88.000 millones de dólares, una cifra astronómica comparada con las previsiones de coste del ‘Hyperloop’ de Musk.

Pero la carrera por el ‘Hyperloop’ no parece caer en el desaliento, un sentimiento que es propio de los entusiasmados emprendedores y inversores de Silicon Valley, que han pasado de los chips, el ordenador personal e internet a conquistar la tecnología espacial, automotriz o poner patas arriba sectores asentados como el hostelero, de taxis o logística.

Este lunes, Hyperloop Transportation Technologies (HTT) aseguró que ha descubierto una tecnología que abarataría tremendamente la levitación magnética al aplicar un método conocido como «levitación magnética pasiva». Bibop Gresta, jefe de operaciones de HTT, explicó esta semana que «la levitación pasiva elimina la necesidad de estaciones de energía a lo largo de las vías, lo cual reduciría el coste extraordinariamente».

La técnica traslada la fuente eléctrica al coche del ‘Hyperloop’, que con una combinación de imanes permite orientar el campo magnético en una dirección y maximizar el efecto de levitación, mientras que un motor eléctrico lineal (similar al del Hyperloop One) impulsa el tren hacia adelante.

En este caso, la levitación solo se produce cuando el ‘Hyperloop’ adquiere cierta velocidad, pero una vez suspendido sobre la vía, el aparato no tiene que vencer casi fricción alguna y puede alcanzar velocidades no vistas nunca antes.

China pondrá en servicio este año su primer tren de levitación magnética de diseño nacional

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La ciudad china de Changsha empezará en la primera mitad de 2016 las pruebas con pasajeros del primer tren de levitación magnética (maglev) de diseño y fabricación totalmente nacionales, recoge la prensa oficial. China cuenta desde 2004 con la única línea comercial de un tren maglev del mundo, entre las afueras de Shanghái y el aeropuerto internacional de Shanghai Pudong, aunque en ese caso la tecnología es alemana (una alianza entre Siemens y ThyssenKrupp) y sólo los raíles son de fabricación china.

Una década después, el gigante asiático parece haber asimilado esta tecnología, ya que lleva desde enero efectuando pruebas, sin pasajeros, de una línea de este tipo de diseño totalmente nacional, aunque será en principio de velocidad media-baja, mucho más lenta que el espectacular rendimiento que ofrece el maglev shanghainés.

El transporte de levitación magnética (maglev), es un sistema que incluye la suspensión, guía y propulsión de vehículos, principalmente trenes, utilizando un gran número de imanes para la sustentación y la propulsión a base de la levitación magnética. Este método tiene la ventaja de ser más rápido, silencioso y suave que los sistemas de transporte colectivo sobre ruedas convencionales. La tecnología de levitación magnética tiene el potencial de superar 6440 km/h (4000 mph) si se realiza en un túnel al vacío. Cuando no se utiliza un túnel al vacío, la energía necesaria para la levitación no suele representar una gran parte de la necesaria, ya que la mayoría de la energía necesaria se emplea para superar la resistencia al aire, al igual que con cualquier otro tren de alta velocidad.

La línea de Shanghái, un convoy de tres coches y 574 plazas, cubre una distancia de 30,5 kilómetros en unos siete minutos, tras alcanzar velocidades de hasta 431 kilómetros por hora en su tramo intermedio durante un par de minutos, aunque en la práctica llegó a sobrepasar en su día, en pruebas, los 500 kilómetros por hora.

El maglev de Changsha, otro convoy de tres coches pero más pequeños, con 363 plazas, cubrirá una distancia de 18,55 kilómetros, entre el aeropuerto internacional y la estación sur de ferrocarriles de la ciudad, en un tiempo de unos 10 minutos, por lo que alcanzará velocidades de unos 100 kilómetros por hora. Así lo anunció en diciembre un portal oficial de noticias de la provincia de Hunan, cuya capital es Changsha, cuando indicó que la línea entraría en pruebas en enero durante al menos tres meses, de lo que se deduce que, si todo funciona correctamente, podría empezar a abrirse al público hacia el mes de abril.

La línea maglev utiliza trenes ‘Zhuifengzhe’ (cazador del viento en mandarín), diseñados y fabricados por CRRC, el gigante manufacturero de ferrocarriles, en la ciudad de Zhuzhou de Hunan. La línea maglev de velocidad moderada fabricada domésticamente cuesta alrededor de 195 millones de yuanes (unos 30 millones de dólares) por kilómetro, sin incluir los costes de recolocación. Es altamente económica en cuanto a los costos de construcción y mantenimiento. La compañía señala que los trenes de levitación magnética son más seguros, más silenciosos y cuentan con un radio de viraje menor, lo que los hace más amigables con el ambiente.

Casi tan veloz como el avión

¿Es un pájaro? ¿Es un avión? ¿Es Superman? No, es el Maglev. Si no fuera por la estructura necesaria para su propulsión, el tren de levitación magnética podría confundise con un avión. Evidentemente no coge altura como los aeroplanos, pero la velocidad de este sistema de transporte se asemeja bastante a la de los pájaros metálicos. El Maglev es un sistema de transporte que suspende, guía y propulsa vehículos, principalmente trenes, utilizando un gran número de imanes para la sustentación y la propulsión usando la levitación magnética.

El Maglev es un revolucionario sistema de transporte, que va más allá de la ciencia aeroespacial. El Maglev funciona mediante un sistema de levitación magnética que usa motores lineales instalados cerca de los raíles y que hace que el campo magnético eleve al tren hasta 10 centímetros por encima de los raíles y lo impulse, eliminando el contacto y haciendo que el único elemento de fricción sea el aire. El desarrollo de las pruebas apenas si permite esbozar hasta dónde se puede llegar con esta revolucionaria forma de viajar. Según los técnicos estamos en los albores de los descubrimientos potenciales de este sistema de transporte.

Este sistema tiene un gran potencial para ser más rápido, más silencioso y mucho más suave que los métodos de transporte colectivo sobre ruedas. La tecnología está capacitada para superar los 6.400 kilómetros a la hora, si se pudiera desarrollar en un túnel de vacío. Pero como hoy por hoy es prácticamente imposible utilizar una galería de este tipo, la energía se utiliza para superar la resistencia al aire, al igual que con cualquier otro tren de alta velocidad. Si se pudiera contrarrestar este elemento, se podrían desarrollar velocidades mucho más altas que las logradas hasta ahora.

Hasta el momento, la velocidad más alta registrada en un tren Maglev ha sido de 603 kilómetros a la hora, veinte kilómetros más del récord de velocidad alcanzado con un tren ‘convencional’ de alta velocidad. Evidentemente es más lento que un avión, ya que las aeronaves pueden volar a alturas mucho mayores y la resistencia al aire es menor, por lo tanto es más fácil alcanzar altas velocidades.

El tren japonés de levitación magnética, que está en fase de pruebas, batió su propio récord mundial de velocidad el 21 de abril de este año al alcanzar los 603 kilómetros por hora menos de una semana después de lograr la marca anterior. El tren, que opera la ferroviaria nipona Central Japan Railway, logró esa velocidad en la vía de pruebas de 42 kilómetros de longitud instalada en la prefectura de Yamanashi, a unos 35 kilómetros al oeste de Tokio. Ese mismo tren batió el récord mundial de velocidad el 16 de abril al alcanzar los 590 kilómetros por hora.

Central Japan Railway tiene intención de que el Maglev empiece a operar en 2027 entre la estación de Shinagawa, al sur de Tokio, y la ciudad de Nagoya, en el centro de Japón. El trayecto, de 286 kilómetros y que el tren bala cubre actualmente en 88 minutos, quedaría reducido a 40 minutos con el Maglev. Se espera que el tren circule a una velocidad máxima de 500 kilómetros por hora cuando empiece a operar. Central Japan Railway pretende extender el servicio de Nagoya a Osaka, en el oeste del país, en 2045.