Todo sigue su curso. Casi casi como estaba planeado. Se avanza con un «ritmo excepcional”, lo que ha permitido concluir ya la excavación del túnel de Eguskiza en Durango, el primero en Vizcaya de la línea del Tren de Alta Velocidad (TAV) entre las capitales vascas. La obra, perteneciente al tramo Abadiño-Durango, tiene 723 metros de longitud. El delegado del Gobierno, Mikel Cabieces, y el presidente de Adif, Antonio González, han asistido al momento del cale del túnel, que cuenta con 653 metros en mina (perforados bajo tierra, sin trabajos en superficie) y una sección libre de 95 m2 que albergará doble vía de alta velocidad. La estructura se completa con 70 metros de túnel artificial en las bocas de entrada y salida.
Según ha informado Adif, el proceso de excavación se ha llevado a cabo por medios mecánicos, ejecutando inicialmente la parte superior del mismo -fase de avance-, para acometer la inferior tras el calado. Las obras del túnel incluyen, además de la excavación y sostenimiento, la construcción de la contrabóveda, y las labores de drenaje, impermeabilización y revestimiento del túnel. El tramo Abadiño-Durango tiene una longitud de 3.520 metros, de los que más del 50% discurre bajo tierra. El proyecto incluye la construcción de los viaductos de Untxilla (270 metros) y Mañaria (540 metros), y se completa con los túneles de Eguskiza (723 metros) y Mendigain (1.066 metros).
En este momento se trabaja ya en más de 54 kilómetros de plataforma de los 90,3 kilómetros que completan el trazado del ramal Vitoria-Bilbao, encomendado a Adif. Estos kilómetros corresponden a trece de los veinte tramos en los que se ha dividido la ejecución de la obra por razones de operatividad.
Entre las medidas medioambientales puestas en marcha para minimizar el impacto de la ejecución de esta obra, destaca la instalación de un sistema de evacuación de vertidos en el centro del túnel y la construcción de balsas de decantación en el exterior, para extraer los sedimentos de las aguas. Además, se ha realizado un seguimiento analítico de las aguas procedentes de las balsas de decantación para evitar el impacto derivado de posibles vertidos contaminantes sobre los arroyos.
Una vez finalizada la construcción se procederá a la limpieza de los terrenos ocupados por las balsas, la retirada de los restos y, en su caso, la preparación del suelo para la fase de replantación y recuperación del entorno. Asimismo, al término de la obra, y para la total integración de la infraestructura, se revegetarán 164.647,5 metros cuadrados de terreno -equivalentes a 16,5 campos de fútbol- con arbustos y plantas herbáceas, y se plantarán 1.383 árboles autóctonos.






