El consejero de Transportes, Iñaki Arriola, ha asegurado que el Gobierno vasco y la Diputación de Guipúzcoa tienen que ser «capaces» de llegar a un acuerdo para dar «solidez financiera» al proyecto del metro de Donostialdea. Un proyecto como éste, cuya inversión se ha cifrado en 712,2 millones de euros, «obliga» a buscar acuerdos entre las instituciones para obtener los recursos necesarios, ha insistido el consejero durante la inauguración de unas jornadas en San Sebastián sobre este nuevo sistema ferroviario de EuskoTren.
El Palacio Miramar será estos días la sede donde se exhiban los proyectos puestos en marcha en ciudades con características similares a San Sebastián, como Napolés (Italia), Düsseldorf (Alemania), Baltimore (Estados Unidos). «Si otros pudieron, nosotros también. De aquí que ya estemos dando los primeros pasos en la construcción del metro de Donostialdea», ha destacado Arriola, quien ha recordado que ya han comenzado obras como los desdoblamientos de vía Añorga-Rekalde, Loiola-Herrera y Fandería-Oiartzun.
La adecuada conexión del nuevo metro con el intercambiador de cercanías de Adif en Riberas de Loiola será una de las claves del nuevo sistema ferroviario, que quiere garantizar «transbordos inmediatos» de un transporte a otro. Ése será uno de los «máximos empeños» de las empresas a las que se ha encargado el estudio de viabilidad para poner en marcha este proyecto: Euroestudios, Sestra y ETT.
Esta UTE deberá entregar en verano de 2011 un informe -tendrá uno previo este verano- sobre las alternativas más viables para el desarrollo del proyecto, que prevé la construcción de nuevas estaciones en San Sebastián y Errenteria y la creación de un pequeño ramal que una el centro de Irun con el aeropuerto y Hondarribia.
Pedro Puig-Pey, responsable de ETT, ha recalcado que es un proyecto comarcal, no sólo un metro para San Sebastián, por lo que es determinante el cruce de la línea de cercanías de Renfe (norte-sur) con la de EuskoTren (este-oeste), que se producirá en Riberas de Loiola.
Las distintas opciones van a conjugar distintos factores, desde el coste, los problemas geotécnicos hasta los usuarios potenciales o los equipamientos del entorno, para elegir la ubicación de las nuevas estaciones que, en cualquier caso, estarán situadas en las zonas del campus de Ibaeta, la calle Matia, el centro, Riberas de Loiola, Intxaurrondo y Altza, en San Sebastián, y en Fanderia, en Errenteria. Se tendrá en cuenta también para situar las bocas del metro en la capital guipuzcoana que disten unas de otras al menos 500-700 metros.
El coste de la «pasante donostiarra» del metro, de Lugaritz a Anoeta, será de aproximadamente 180 millones de euros del total de 712.
Arriola ha destacado que la de Riberas Loiola será la estación «clave», por lo que Transportes ha pedido que analicen «más en detalle» su ubicación, ya que se trataría de garantizar el éxito de la intermodalidad, que requiere transbordos sin largos pasillos, para facilitar el rápido acceso desde cercanías de Renfe hasta el nuevo metro.
(Fuente Diario Vasco. Imagen cercanias en el apeadreo de Gros-Luis Michelena)







En el blog http://elnuevotopodedonostia.blogspot.com/ he podido encontrar información que no sale en el folleto que pusieron en el buzón ni en la «exposición» del Victoria Eugenia:
* http://www.irekia.euskadi.net/es/news/4878-exposicion-metro-para-san-sebastian-descubre-los-detalles-llegada-del-suburbano-centro-capital
* http://donostia.org/home.nsf/0/D7D2A2D4A0A4AF76C125783A004965E7?OpenDocument&idioma=cas
* http://www.ets-rfv.euskadi.net/v86-ets9999/es/contenidos/nota_prensa/nptv_20110217_donostia/es_nptv/nptv.html
Lo que llama la atención es que en el folleto te invitan a dicha exposición, llamada «Un metro para San Sebastián». Llegas y te encuentras una sala pequeñita donde buena parte de lo que sale es calcado a lo del folleto. Ahí mismo hay otro folleto sobre los nuevos trenes, donde sale calcado el resto. Es decir, que en los paneles sale lo mismo que en los 2 folletos, nada más.
Hay una persona que atiende la exposición. Aunque es amable, no tiene conocimiento sobre el tema tratado en la exposición. Ni tiene un medio de consulta para solucionar las dudas de los visitantes: ni libro, ni programa de ordenador, ni teléfono de un técnico, etc.
Esta persona, de forma correcta, confiesa su desconocimiento en la materia y que no le han dado recursos para solucionar las cuestiones básicas que le han planteado varios ciudadanos. Reconoce que su puesto es de una subcontrata externa, ajena a la materia. Es de agradecer su sinceridad.
Pero las administraciones públicas implicadas, Gobierno Vasco, ayuntamiento de Donostia, ETS, etc. quedan en entredicho por organizar tan mal la exposición. Además, como se ve los 3 artículos enlazados son calcados. Y en ellos se atreven a poner este título: «La exposición Un metro para San Sebastián descubre los detalles de la llegada del suburbano al centro de la capital». ¿Qué detalles descubre? Si ni siquiera resuelve dudas comunes y básicas que han surgido a varios visitantes. Me parece muy poco seria y transparente la actitud de estas instituciones en esta exposición.
Hablando de transparencia … La página del ayuntamiento y la de ETS no permiten comentarios. Y la del Gobierno Vasco sólo si se está registrado o si se tiene cuenta en 2 webs privadas concretas externas (entre las muchísimas que hay). ¿Esto es un servicio público y ecuánime? Y se atreven a poner el artículo en una sección llamada «Gobierno Abierto», …
Yo no creo que haga falta hacer un metro en Donostialdea. Además, me parece un derroche y un daño al medio ambiente con todos los recursos que va a requerir, todas la obras, … No lo veo sostenible para nada.
Lo que yo haría es tomar en serio a la bicicleta en el transporte urbano. Ahora mismo hay muchos kilómetros de bidegorri pero siempre poniéndolos al margen, donde menos molesten: que hay acera ancha y calzada estrecha, pues en un rincón de la acera; que la acera es estrecha y la calzada ancha, pues en una esquina de la calzada. Cuando el bidegorri va por las aceras de adoquines es muy peligroso cuando llueve. Además se suele limitar a 5 km/h la velocidad, cosa que no sirve para que la bicicleta sirva para un medio de transporte eficaz (ni siquiera para un paseo).
No hay un criterio uniforme. Esto lo que hace es que los peatones y conductores de vehículos de motor no sepan bien por dónde van los ciclistas. Y que los peatones invadan los bidegorris.
Lo que se debería hacer es hacer que las bicicletas y los vehículos de motor compartieran la calzada en el área urbana, limitando la velocidad a 30 km/h con señales y resaltes y dando total prioridad a las bicicletas, como se hace en otros lugares de Europa.
Así los conductores se acostumbrarían a circular con las bicicletas y las respetarían. Y más gente usaría la bicicleta. Y las aceras quedarían solo para los peatones, para que anden más seguros sin bicicletas.
Y con muchísimo menos coste económico que haciendo el metro se tendría un modo de transporte mucho más sostenible que construyendo el metropolitano. Y la ciudad sería mucho más tranquila, segura y agradable.
Pero por desgracia creo que estamos dentro de una espiral acelerada y destructiva: http://vimeo.com/2115815
Si no salimos pronto será duro para todos …