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Contra los grafitis en el ferrocarril

Unidos contra el grafiti. El vandalismo en los transportes públicos ferroviarios (Metro, FGC, TRAM y Renfe), principalmente los grafitis en estaciones y vehículos del área metropolitana de Barcelona, costó en 2018 unos 14,4 millones de euros a los cuatro operadores. Por ello han decidido ahora unir fuerzas para incrementar la vigilancia, impulsar una campaña publicitaria y promover la reforma del Código Penal para castigar estas acciones.

La iniciativa, presentada por la Autoritat del Transport Metropolità (ATM), Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), Ferrocarrils de la Generalitat, Tram y Renfe, además de un comisario de los Mossos d’Esquadra, tiene como eje central una campaña de publicidad en la que se insiste en que «el vandalismo es inaceptable» y que «los actos vandálicos en el transporte público tienen un coste muy alto». Los creativos recuerdan al público general que los autores de las pintadas «no respetan, no son artistas y no dan la cara».

Solo el año pasado se contabilizaron 2.905 incidentes vandálicos en trenes y la superficie que tuvo que limpiarse de pintadas fue de 130.000 metros cuadrados (la misma que 130 piscinas olímpicas). Tres millones de pasajeros se vieron afectados por retrasos e interrupciones del servicio. El problema se agrava cuando los grafiteros pintan además los cristales del maquinista. Pero donde más inciden los responsables ferroviarios y el comisario de Prevención y Mediación de los Mossos, Josep Codina, es la mayor agresividad de los grafiteros, que se han enfrentado varias veces a vigilantes, empleados y hasta al público, sobre todo desde finales del año pasado.

Los distintos operadores constituyeron un grupo de trabajo para abordar un problema que año a año va a más y que genera múltiples contratiempos. Las empresas han aumentado la inversión en seguridad y trabajan para perseguir penalmente estas acciones. Enfocan la atención en el daño que se produce en el material y la alteración del servicio público. Por eso insisten en hacer evidente el problema en una campaña de publicidad.

El spot principal se emitirá por televisión, radio, redes sociales y diarios digitales, y por estaciones y coches de transporte, a partir del próximo 1 de octubre y hasta finales de año. La campaña gira alrededor de los siguientes mensajes:«Es vandalismo, es inaceptable» y, apelando a los jóvenes que se puedan sentir tentados por imitarles:«No respetan, no son artistas, no dan la cara». «La campaña disipa dudas sobre la falsa creencia de que esto es arte cuando en realidad se trata de un vandalismo que perjudica el interés general», argumentan dircetivos de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), Ferrocarrils de la Generalitat, Tram y Renfe.

También se pondrá el acento en una reforma legal, aunque habrá que esperar a que el Congreso de los Diputados retome la actividad. La propuesta se basa en modificar el punto primero del articulo 557 del Código Penal para que cuando se castigue de seis meses a tres años de prisión la comisión de delitos en grupo se añada si estos afectan al funcionamiento del transporte público. Los responsables ferroviarios y el comisario de Prevención y Mediación de los Mossos recerdan, además, que el mayor problema con el que se encuentran en este momento es la mayor agresividad de los grafiteros, que se han enfrentado varias veces a vigilantes, empleados y hasta al público, sobre todo desde finales del año pasado.

Los Mossos d’Esquadra han detectado en sus investigaciones que los autores de estas pintadas vandálicas son cada vez más jóvenes y que actúan cada vez de forma más agresiva. También que últimamente han bajado las interrupciones del servicio por trenes que son pintados en marcha. Los especialistas detectan cambios significativos en el comportamiento de estos individuos: es mayor la frecuencia con la que se llevan a cabo estas actividades delictivas, la agresividad que emplean y la violencia. La gran mayoría de estas acciones se hacen motivadas por la “competición o exhibición”, concluyen.

Tres detenidos por pintar grafitis en Paterna

La Policía Nacional ha detenido en Paterna a tres hombres de 20 a 26 años tras ser sorprendidos mientras presuntamente pintaban grafitis en coches de un convoy de Metrovalencia. Sobre las seis de la tarde, el 091 recibió el aviso del servicio de seguridad del metro de que había jóvenes pintando grafitis en la estación de Paterna, informa Jefatura en un comunicado.

Los vigilantes de seguridad intentaron detenerlos tras sorprenderlos, aunque lograron huir. Gracias a la descripción, los agentes localizaron a los jóvenes en la confluencia de las calles Ernesto Ferrando con Pérez Galdós de Paterna. Ante la presencia policial, los presuntos autores intentaron darse de nuevo a la fuga, aunque finalmente fueron interceptados y detenidos como presuntos autores de los delitos de daños.

Los jóvenes llevaban encima hasta 16 botes de aerosol, una cámara de video, dos cámaras fotográficas, tres móviles y ropa para taparse el rostro. Los policías intervinieron todo el material.

Tras las pesquisas, la Policía también les imputa los daños causados en el recinto de metro de Valencia Sud, en los que se realizaron grafitis similares y la misma firma.

Los costes de reparación de estas unidades de tren de Metrovalencia están valorados por Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) en más de 3.700 euros. Los arrestados, uno de los tres con antecedentes, ya han pasado a disposición judicial por estos hechos.

Hace unas semanas la Policía Nacional detenía a 18 grafiteros, cuatro de ellos en Valencia, Paterna y Burjassot, que cometieron más de 160 delitos y causaron daños por valor de 650.000 euros en trenes y estaciones de varias provincias españolas. Uno de los jóvenes arrestados ha ingresado en prisión, mientras que el juzgado adoptó medidas de alejamiento de instalaciones ferroviarias para otros tres de los detenidos.

Los jóvenes arrestados eran muy activos y querían darse a conocer a nivel internacional, por lo que difundían vídeos y fotografías de sus pintadas a través de las redes sociales o foros especializados. Su intención era conseguir fama y prestigio en el ambiente grafitero

El ‘arte’ del grafiti le sale caro a Renfe

Renfe lleva a la Feria Arco 2019, que se celebra en Madrid hasta el 3 de marzo, la problemática del vandalismo y los grafitis en los trenes. Bajo el lema “Esta obra ha costado 15 millones de euros y la hemos pagado entre todos”, Renfe dispone de un espacio en Arco para la visualización de los daños y la sensibilización social. “Queremos transmitir un mensaje y un ejercicio de concienciación social y ciudadana de lo que representan los grafitis en los trenes”, aseguraba el presidente, Isaías Táboas, que el jueves presentaba en este espacio escénico la puerta grafiteada de un tren.

Con esta iniciativa, la compañía se suma por vez primera a esta importante cita artística y lo hace para trasladar la relevancia social y económica de una actividad delictiva que pone en riesgo la seguridad de los viajeros y que supone cada año un importante coste económico. El gasto anual que asume Renfe, 15 millones de euros, se derivan de la limpieza de trenes, pinturas, agua, disolventes, traslados a talleres o movilización de personal, entre otros conceptos.

A estos costes hay que sumar los gastos anuales en medios destinados en vigilancia y seguridad, que supondrían otros 10 millones de euros adicionales. Un coste total de 25 millones anuales que acaban pagando todos los ciudadanos con sus impuestos. Desde 2008 los grafitis casi se han duplicado. Además del incremento de estos actos se ha detectado que los grafiteros cada vez emplean más violencia y que en muchos casos se trata de grupos organizados. El riesgo es tanto para los propios viajeros como para el personal de Renfe y vigilantes. Incluso los grafiteros ponen en peligro su integridad física cuando atacan un tren en servicio, al saltar a las vías por las que pueden circular otros trenes.

De hecho, el método de accionar indebidamente el aparato de alarma de los convoys cuando están en servicio, lo que produce la detención de emergencia del tren, es uno de los utilizados por las bandas de grafiteros.

Cuando las pintadas se producen en trenes en servicio causan molestias y retrasos. Sólo en Cercanías Madrid las demoras afectaron el año pasado a más de 200.000 viajeros por grafitis en trenes en marcha. Además, un tren grafiteado debe ser limpiado inmediatamente, por lo que se tiene que retirar del servicio, con el consecuente trastorno para la programación de trenes y causando incidencias.

Renfe colabora con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y denuncia todos los actos ante la autoridad competente (Policía Nacional, autonómicas, locales o Guardia Civil). La empresa considera que es esencial la concienciación e implicación de instituciones y ciudadanos para luchar y denunciar estas acciones. La campaa de Arco La campaña tiene continuación en internet y redes sociales a través de www.laobramascara.com y #LaObraMasCara.

Los grafitis le cuestan a Renfe como 3 trenes

Renfe ha destinado hasta septiembre de 2018 un total de 11 millones de euros a la limpieza de grafitis en sus trenes. La compañía prevé que el coste iguale o supere a final de 2018 la cifra de los 15,7 millones que se destinaron en 2017 a la limpieza de estos actos vandálicos. Un coste equivalente a la compra de tres trenes de Cercanías.

La limpieza de los trenes es muy costosa. La pintura suele afectar a la chapa del tren, es ácida y de secado rápido. Dependiendo del tamaño del grafiti, un tren puede quedar sin servicio en talleres hasta su limpieza de entre 1 y 7 días.

El año pasado se produjeron un 60% más de actuaciones en toda España relacionadas con los grafitis. Renfe calcula que el incremento de acciones de este tipo siga creciendo en 2018. Sólo en los primeros 9 meses del año ya se han registrado 2.800 actos vandálicos de este tipo. Las acciones vandálicas relacionadas con pintadas en los trenes de Renfe casi se han duplicado desde 2008.

Además del incremento de estos actos se ha detectado que los grafiteros cada vez emplean más violencia y que en muchos casos se trata de grupos organizados. El riesgo es tanto para los propios viajeros como para el personal de Renfe y vigilantes. Incluso los grafiteros ponen en peligro su integridad física cuando atacan un tren en servicio, al saltar a las vías por las que pueden circular otros trenes.

De hecho, el método de accionar indebidamente el aparato de alarma de los convoys cuando están en servicio, lo que produce la detención de emergencia del tren, es uno de los utilizados por los grafiteros. El frenazo puede producir caídas de los viajeros. Hay casos en los que los grafiteros han actuado con pasamontañas llevando a los viajeros a entrar en pánico al pensar que podría tratarse de otro tipo de ataque.

Cuando las pintadas se producen en trenes en servicio causan molestias y retrasos. Sólo en Cercanías Madrid se vieron afectados el año pasado con demoras más de 200.000 viajeros por grafitis en trenes en marcha. Además, un tren grafiteado debe ser limpiado inmediatamente, por lo que se tiene que retirar del servicio, con el consecuente trastorno para la programación de trenes y causando incidencias.

A los daños contra el patrimonio de la compañía (que incluye gastos de limpieza, pintura, disolventes, traslados a talleres, movilización de personal…) hay que sumar todos los gastos anuales en medios destinados en vigilancia y seguridad, que supondrían otros 10 millones de euros adicionales, con lo que la cifra de coste total se elevaría a 25 millones de euros anuales. Un coste que acaban pagando todos los ciudadanos con sus impuestos.

Renfe colabora con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y denuncia todos los actos ante la autoridad competente (Policía Nacional, autonómicas, locales o Guardia Civil). La empresa considera que es esencial la concienciación e implicación de instituciones y ciudadanos para luchar y denunciar estas acciones.

Detenido en Plasencia un grafitero por pintar una locomotora y causar daños de 6.000 euros

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La Policía Local de Plasencia (Cáceres) ha conseguido identificar a un grafitero de 17 años, vecino de Madrid, como presunto autor, junto a otros dos jóvenes, de una pintada de unos 25 metros en la locomotora de un tren que se encontraba en la estación de ferrocarril de la capital del Jerte. Según informa el intendente de la Policía Local, los jóvenes han causado daños en la locomotora por valor de unos 6.000 euros.

Los hechos han ocurrido de madrugada, concretamente a las 00.47 horas, cuando la Policía Local recibió una llamada telefónica de un vecino en la que alertaba de que tres individuos estaban realizando pintadas en un tren.

Dos patrullas se dirigieron al lugar y una de ellas localizó cerca del IES Santa Bárbara a un joven que «encajaba perfectamente» con la descripción aportada, el cual, al detectar la presencia policial, aceleró su paso «en actitud nerviosa y huidiza». Los agentes le dieron el alto y le identificaron como J.B.F., de 17 años y vecino de Madrid.

El joven tenía en su rostro restos de pintura negra y al ser preguntado por los agentes respondió de forma incoherente «hasta que en un momento reconoce que se dedica a realizar grafitis, pero profesionales, y no chapuceros», ha destacado Cenalmor antes de informar de que la Policía Nacional se encargó de las diligencias.

Grupos violentos organizados cortan el paso de los trenes y tranvías para pintarlos con sprays

Violencia y violentos. Cada vez más y muy radicales. Con el arte como coartada, irrumpen en recintos cerrados y vigilados y con total impunidad se dedican a pintar los trenes. Incluso se organizan en bandas y, en algunos casos, llegan a asaltar trenes en plena marcha y con viajeros a bordo (ocho casos en dos años, en el TRAM y Renfe). La Policía habla, incluso, de que llegan a bloquear el paso de los convoyes colocando barricadas en las vías. Y uno de los asaltantes inmortaliza toda la acción grabándola en vídeo que luego cuelga en Internet como muestra de su nuevo trofeo.

Levante es una de sus zonas preferidas. El responsable de la Unidad de Atención e Imagen Urbana de la Policía Local de Alicante, Francisco Tortosa, señala que los servicios más perjudicados por los daños ocasionados con las pintadas han sido, precisamente, los convoyes del TRAM y de Renfe. En el último año se ha denunciado el deterioro de 27 trenes tan solo en la ciudad de Alicante, con daños por valor de 215.000 euros. «La limpieza de un solo tren puede costar ente 3.000 y 5.000 euros», explica Tortosa.

La mayor parte de las acciones de este tipo tienen como escenario las cocheras de los trenes y tranvías, pero «están proliferando nuevas prácticas más violentas y de riesgo». Existen grupos de grafiteros que preparan ataques a trenes y tranvías en marcha, con viajeros dentro, que detienen por medio de barricadas o fuerzan con palanquetas. «Una vez detenido el convoy, algunos de ellos se quedan vigilando con palos, piedras y otras armas mientras otros pintan en pocos minutos el tren, mientras el maquinista trata de quitar la barricada», explicó Tortosa. Estas actuaciones preocupan especialmente a los agentes porque pueden llegar a causar riesgos de descarrilamiento de trenes y de electrocución», indica el concejal de Seguridad Ciudadana, Juan Seva.

El último incidente se produjo hace tres semanas, cuando un grupo colocó una barricada metálica en la vía que podría haber provocado la electrocución de los grafiteros o del maquinista que se encontraba allí. «Estaba tocando la catenaria y era un día de lluvia, menos mal que el maquinista se dio cuenta y llamó para que la retirasen especialistas», apuntó Tortosa.

Hace ya unos meses otro grupo de menores procedente de Madrid paró un tranvía cuando atravesaba una zona de Benidorm, en una agresión que quedó grabada en un vídeo de seguridad. Si el conductor del tranvía no hubiese visto la barricada, podría haber colisionado con ella y se podrían haber producido daños personales entre los pasajeros.

En Almería, tres grafiteros alicantinos apedrearon a una limpiadora del tren al ver que usaba el teléfono móvil, intuyendo que llamaba a los servicios de emergencias al verse sorprendidos mientras pintaban varios vagones.

Se han producido ocho ataques de este tipo en la ciudad. Normalmente estos incidentes se producen en zonas inaccesibles a la Policía Local y apartadas para evitar su detención. La unidad policial también denunció daños en las marquesinas de las paradas del transporte público por grafitis en su modalidad de ácido sobre el cristal, técnica utilizada también en distintos escaparates de negocios privados y que es muy costosa de limpiar.

Ante el aumento de las denuncias recibidas y la gravedad de los hechos, ha sido necesario establecer mecanismos de coordinación con el Cuerpo Nacional de Policía, con la que se ha colaborado para la detención de 14 grafiteros por los correspondientes delitos de daños, quienes pasaron a disposición judicial. Esta colaboración con la Policía Nacional ha sido muy estrecha en los temas relacionados con los trenes, y con la Guardia Civil en lo que respecta al TRAM.

También se han coordinado actuaciones con las policías locales de Valencia, Murcia, Gerona, Rubí (Barcelona), Fuenlabrada (Madrid), y en Alicante con las de Monóvar, San Vicente del Raspeig, San Juan, Santa Pola y Benidorm. Y con peritos del Tribunal Superior de Justicia de Castilla -León y Cataluña.

(Imagen CME)