Archivo diario: agosto 10, 2011

El TAV vasco remolonea en Castilla y León lo que añade incertidumbre a la fecha de final de obra

Euskadi ansía la llegada de la alta velocidad a sus dominios. Unir el País Vasco y la capital española por AVE revolucionará el transporte de viajeros. Dos horas durará el viaje desde el corazón de Vitoria, y treinta minutos más si se sale de Bilbao. La mitad de lo que se tarda en la actualidad. Cuando esto ocurra se desplomarán los usuarios del avión (igual que pasó en Barcelona o en Valencia desde que se abrieron las líneas de alta velocidad ferroviaria) y también, si las tarifas de Renfe son competitivas, muchos apostarán por el tren en vez de por el coche particular.

No hay fecha determinada para esa conexión. De momento, los usuarios del ferrocarril que viajan entre Euskadi y Madrid se pueden aprovechar de un tramo de alta velocidad, el que va desde la capital española hasta Valladolid. A partir de la ciudad castellana, en dirección Vitoria, los trenes siguen por las vías de toda la vida. Así que las miradas están puestas en el corredor Valladolid-Burgos-Vitoria, que avanza con diferentes ritmos en los distintos tramos. A medida que nos acercamos al País Vasco, el grado de ejecución decrece.

Si seguimos este esquema para ir avanzando, hay que comenzar analizando el segmento Valladolid-Venta de Baños, el más adelantado. De hecho, es el único que, por parte del Ministerio de Fomento, tiene comprometida una fecha de apertura: en 2012. Si se pide a Adif que afine algo más la respuesta es «el 31 de diciembre». Y si es antes, mejor. En cualquier caso, la entrada en servicio de este tramo no supondrá un gran avance para los viajeros vascos, ya que recorrer a alta velocidad en estos 32,5 kilómetros supondrá sólo unos diez minutos menos de

Pero el verdadero avance llegará cuando entre en servicio la plataforma de AVE desde Venta de Baños hasta Burgos. En total, 91,3 kilómetros. En estos momentos, todo el trazado está en obras, pero desde Fomento no se atreven a adelantar fechas de apertura. Los ritmos de obra dependen de la disponibilidad presupuestaria. Y la situación económica no está como para hacer pronósticos a más de un año vista, a lo que habría que sumar los posibles cambios políticos que se deriven de las elecciones del 20-N.

Si se atiende a los plazos de ejecución, el corredor Venta de Baños-Burgos debería estar terminado también para el año que viene. Los seis tramos que componen este recorrido fueron adjudicados entre 2008 y 2009 con un tiempo de obra de dos años de media. El último en finalizar debería de ser Quintana del Puente-Villodrigo, adjudicado en octubre de 2009, por tener el plazo de ejecución más dilatado: 30 meses. Según este calendario, debería estar terminado en la primera mitad de 2012. Pero ni el ministerio ni Adif, la empresa pública que gestiona los trabajos, se atreven a dar este cálculo por bueno.

Resulta evidente que las obras de la alta velocidad en tierras castellanas poco tienen que ver con las que se llevan a cabo en la ‘Y’ vasca, donde hay tramos con plazos de ejecución superiores a los cinco años. La culpa es, naturalmente, de la orografía. Se ve también en la longitud de los tajos. Mientras que cada tramo adjudicado entre Venta de Baños y Burgos tiene, de media, once kilómetros de longitud, en Euskadi no llega a los cuatro.

Además, en un terreno como el castellano, el número de estructuras necesarias para salvar accidentes geográficos es mucho menor. Sólo hay dos túneles y siete viaductos en los 91,3 kilómetros que nos ocupan, mientras que en la ‘Y’ las tres cuartas partes del recorrido discurren por estructuras singulares.

El último escalón para llegar a Euskadi es el trazado desde Burgos a Vitoria, de 109,1 kilómetros. Aquí la situación está mucho menos definida porque aún no ha arrancado ninguna obra. Dicen fuentes de Adif que todos los proyectos de los doce tramos en los que se divide este corredor ya están adjudicados, a excepción de la nueva estación de Miranda de Ebro, que está en fase de concurso.

En cuanto finalice la redacción de todos ellos se procederá a la licitación de obra y luego a la adjudicación. Cuándo se terminarán todos los trabajos es un misterio difícil de responder, y más aún cuándo podrán circular por ahí los trenes de alta velocidad. Aunque, de momento, no es imposible que esto ocurra antes o al mismo tiempo que la ‘Y’ vasca entre en servicio, previsiblemente para el año 2016.

(Fuente El Correo)