Archivo diario: agosto 14, 2011

El TAV se prepara para afrontar este otoño obras decisivas para su desarrollo

En los próximos meses estarán en marcha o terminados 30 de los 40 tramos en los que se divide la ‘Y’ vasca. 2011 va camino de convertirse en el ejercicio clave para el avance de la obra del tren de alta velocidad (TAV) en Euskadi. El año arrancó potente, con un primer trimestre en el que se iniciaron los trabajos en seis tramos del ramal guipuzcoano, encomendado al Gobierno vasco aunque pagado con cargo a los Presupuestos Generales del Estado vía cupo. Y en abril se licitó un nuevo segmento (el Elorrio-Atxondo) en la línea Vitoria-Bilbao, que gestiona el Ministerio de Fomento a través de la sociedad pública Adif (Administrador de infraestructuras ferroviarias).

Durante este año están avanzando sin aparentes sobresaltos los trabajos en los 26 tramos en obras (13 en cada línea), lo que supone que se está construyendo más de la mitad de todo el trazado de la ‘Y’ vasca, de más de 170 kilómetros en total (90 de Vitoria a Bilbao, y 80 el ramal a San Sebastián y la frontera francesa). Una buena noticia después de que 2010 terminase con obras paralizadas por la falta de financiación en el corredor que une las capitales alavesa y vizcaína. Como muestra de dinamismo, en un goteo se suceden pequeños hitos: esta misma semana se culminó el viaducto sobre el río Mañaria, en Durango, y también se realizó el cale del túnel 1, de 1.500 metros de longitud, en el tramo guipuzcoano de Tolosa.

En principio, el TAV afronta a partir del mes que viene un otoño caliente: licitaciones, arranques de obra, culminaciones de trabajos… Si el Ministerio de Fomento y el Gobierno vasco cumplen el guión previsto terminarán las obras en un tramo, se iniciarán en otro, y cuatro más se licitarán para arrancar a finales de 2011 o, más posiblemente, a principios de 2012.

Fuentes de Adif señalan que el tramo Abadiño-Durango estará listo en septiembre, más de tres años después de que se haya iniciado (lo hizo en julio de 2008). Se ha demorado casi el doble de lo que estaba previsto, ya que el plazo de ejecución era de 21 meses. No es ninguna excepción: más de media docena de obras deberían estar ya concluidas, pero es que el TAV no es una plaza cualquiera.

No lo es, en primer lugar, por las dificultades orográficas que obligan a que la mayor parte del trazado discurra por túneles y viaductos, lo que suele plantear problemas inesperados, los consiguientes modificados de obra, y los subsiguientes retrasos. En segundo lugar, las demoras tienen mucho que ver con la oposición al proyecto por parte de sectores ecologistas que luego fueron fagocitados por la izquierda abertzale y al final mereció la macabra atención de ETA. Los palos en las ruedas se pusieron por parte de ayuntamientos en manos de radicales -que dilataron, por ejemplo, la tramitación de expropiaciones- y también por violentos que en una escalada siniestra pasaron de llevar a cabo sabotajes en las obras a asesinar a Inaxio Uria, constructor cuya empresa participaba en los trabajos del TAV.

Todo lo anterior demoró el proyecto, pero no lo paralizó. Si finalmente el Abadiño-Durango se termina como está previsto el mes que viene, ya serán dos los tramos concluidos, porque el Arrazua/Ubarrundia-Legutiano II fue el primero en acabarse y lo hizo el año pasado.

También para el mes que viene Adif prevé adjudicar el Elorrio-Atxondo, cuyas obras previsiblemente empezarán antes de que culmine 2011. Este tramo se licitó en abril, las ofertas se abrieron el 29 de junio y, si todo va como está previsto, en septiembre se conocerá la empresa (o UTE) ganadora. Cinco meses de tramitación.

En la línea Vitoria-Bilbao está pendiente de salir a concurso el Atxondo-Abadiño, un paso comprometido por el mismo ministro de Fomento, José Blanco, para antes de que termine el ejercicio. De hecho, cuando arranquen los trabajos en este segmento (lo más posible es que sea a principios del año que viene) podrá decirse que estará en obras toda la plataforma entre las capitales alavesa y vizcaína.

Eso sí, con dos excepciones. Primero, el nudo de Arrasate, que conecta con el ramal guipuzcoano pero que no es determinante para unir por alta velocidad Vitoria y Bilbao. Segunda excepción, la entrada en las dos ciudades, ya que a la espera de que se dé con soluciones urbanísticas adecuadas, en un principio (a partir de 2016, según el calendario oficial) los trenes de alta velocidad llegarán a las estaciones de ambas ciudades por recorridos provisionales.

Por otro lado, el ramal guipuzcoano, responsabilidad del Gobierno vasco a través de Euskal Trenbide Sarea (ETS), también deparará avances. Desde el Ejecutivo de Vitoria el compromiso es que se liciten este año el Hernialde-Zizurkil y el Zizurkil-Andoain. Fuentes de ETS admiten que será improbable la adjudicación antes de que finalice el ejercicio, aunque dan por hecho que los trabajos arrancarán a principios de 2012. Además, las mismas fuentes señalan que está a punto de concluirse el proyecto constructivo del Hernani-Astigarraga, que incluye el ramal que dará acceso a San Sebastián, y que todo apunta a que también se licitará antes de diciembre.

En su día también desde Lakua se había pronosticado que en 2011 podría salir a concurso el Ezkio-Itsaso, tramo del ramal guipuzcoano que acogerá una estación y será punto de encuentro con la línea de alta velocidad ferroviaria que en el futuro llegue desde Pamplona. Sin embargo, a estas alturas del año aún no hay noticias, con lo cual parece enfriarse esta perspectiva que, con todo, no se da por cerrada.

En resumen, si las aguas discurren por los cauces establecidos, en los próximos meses estarán en marcha o terminados 30 (ó 31 si se cuenta el Ezkio-Itsaso) de los 40 tramos en los que se divide la ‘Y’ vasca. Que se alcance el compromiso de que los trenes estén circulando entre las tres capitales en 2016 ya será otra cosa, porque los plazos de obra en alguno de los tajos dejan poco margen para ello. Y, por supuesto, todo esto siempre con permiso de una coyuntura económica terrorífica que cada vez parece menos coyuntural.

(Fuente El Correo)