Archivo diario: noviembre 10, 2009

Una caída con final feliz



De nuevo unas imágenes impactantes que están dando la vuelta al mundo. Contra lo que alguien pueda pensar, no es un montaje. Las cámaras de seguridad de la estación grabaron la escena que podía haber tenido un fatal desenlace. Por suerte, el desenlace fue mejor de lo que todo el mundo pensaba. Una mujer embriagada cayó a las vías justo cuando el tren iba a llegar a la estación. Las impactantes imágenes de las cámaras de seguridad del metro de la localidad norteamericana de Boston muestran a la mujer cayendo a las vías, justo cuando el tren se disponía a entrar en la estación.

Ocurrió el pasado lunes. La imagen muestra a la mujer dando tumbos en el andén antes de caer. Por suerte, la historia tuvo final feliz. Los viajeros que se encontraban en la estación avisaron con desesperación al conductor del tren que se aproximaba. Una decena de viajeros intentó que la unidad de metro parara como fuera para no preicpitarse sobre la mujer que pemanecía tumbada sobre las vías. La tragedia era inminente. Algunos temieron lo peor. Tras unos instantes dramáticos, el maquinista pudo frenar quedándose a escasos centímetros de la mujer.

El ‘minuto fantasma’ de los trenes de cercanías de Nueva York

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Los trenes siempre salen puntuales. El aforismo ha circulado así desde que los ferrocarriles se convirtieron en el medio de transporte más utilizado por las masas. De hecho, hay medios que basan su prestigio en ofrecer puntualidad en sus horarios de salida y de llegada. Uno de los ejemplos más notorios lo tenemos en la red de AVE Madrid-Sevilla que devuelve el importe del billete a los viajeros si se produce un retraso superior a los cinco minutos sobre la hora fijada de llegada, siempre que el retraso sea imputable a Renfe.

La fama de puntuales de algunos servicios, como los trenes suizos, es sinónimo de prestigio y buenhacer. Y en la mayor parte del mundo, la salida de los transportes a su hora es, no ya un signo de prestigio, sino una razón de garantía. Todas las compañías ferroviarias intentan seguir este criterio.

Claro que hay excepciones. Y precisamente rompe la regla quien menos podemos imaginar. Los trenes de cercanía de Nueva York mantienen una práctica distinta que no siguen ciudades como Los Angeles, Filadelfia, San Francisco o Chicago, donde los convoyes salen puntuales a su hora sin ningún miramiento. La ‘Gran Manzana’ es distinta hasta para eso.

Un periodista de ‘The New York Times‘ ha revelado el ‘gran secreto’ que comparten todos los ferroviarios de los rascacielos. Cada tren de cercanías que sale de Nueva York – alrededor de 900 al día – lo hace un minuto más tarde de lo previsto. Si la tabla de horarios marca la salida a las 8.14, el tren en realidad saldrá a las 8.15. El horario de los paneles informativos 12.48 es realmente 12.49. En una ciudad que vive pendiente de cada segundo del reloj, este ‘minuto fantasma’, según explica Michael M. Grynbaum en ‘The New York Times’, es una especie de gesto de cortesía.

Durante décadas, esta práctica conocida por los empleados del ferrocarril aunque en público siempre la nieguen, se entiende como un período de gracia para los pasajeros rezagados que necesitan más tiempo para llegar desde la plataforma del andén al tren. Y forma parte ya de la cultura ferroviaria de Nueva York.

«Esto se ha hecho siempre aquí desde que tengo conocimiento», explica Jack Swanberg, de 70 años, un historiador no oficial de Metro-North, que ha supervisado las salidas en la terminal ‘Grand Central’ de Manhattan. «Desde 1970 he sido el controlador de la estación y esta situación se ha venido practicando en los trenes de ‘Grand Central’, al menos que yo sepa, desde 1870».

Esta concesión de los ferroviarios de Nueva York data, al parecer, de la época en que se bloqueaban las puertas de acceso al andén, una vez que el tren había hecho su entrada en la estación. Los viajeros que habían podido traspasar el acceso antes de su cierre disponían de un minuto para recorrer la distancia que separaba éste del andén donde permanecían estacionados los convoyes dispuestos a salir hacia su próximo destino. La práctica se extendió gradualmente a los trenes a Long Island y Nueva Jersey.

Un portavoz de Amtrak admitió que algunos de sus trenes de las grandes ciudades esperan sesenta segundos después de la hora que marcan las tablas de horarios, pero no quiso especificar exactamente qué trenes o qué ciudades.

El reportero de ‘The New York Times’ hizo sus propias comprobaciones monitorizando la salida de veinte trenes de ‘Grand Central’ y certificó que salieron una media de 58 segundos más tarde de la estación. Durante ese minuto extra, en los paneles informativos del vestíbulo y el andén se indicaba que el tren ya había partido («Departed»), aunque se mantenía esperando pacientemente en la plataforma. Sin embargo no hay horarios o signos en la estaciones terminales que sugieran que ese minuto de cortesía existe.

(Imagen: Michael Appleton. ‘The New York Times’)