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Maquinistas argentinos se someterán a exhaustivas pruebas psicofísicas para seguir llevando trenes

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Exigencia plena. Los maquinistas de trenes en Argentina deberán superar exhaustivas pruebas psicofísicas en las próximas semanas para poder conducir los convoyes en el país. Son exámenes muy parecidos a los que se realizan a los pilotos de avión en Argentina. El Gobierno de Cristina Fernández ha decidido adoptar esta medida a raíz de los accidentes ferroviarios producidos en el país y que han dejado un saldo de 54 muertos y 955 heridos.

A raíz de los accidentes, la cantidad de pasajeros que utilizaron el tren de la línea Sarmiento entre enero y septiembre cayó un 76,2% en comparación con el mismo periodo del año pasado, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). En ese lapso, el total del complejo ferroviario sufrió una pérdida de usuarios de 19,4%, según el organismo oficial.

«Vamos a realizar exhaustivos controles psicofísicos a los motorman en el Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica y Espacial de la Fuerza Aérea para incrementar los niveles de seguridad en el transporte ferroviario«, dijo el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo. El responsable de la cartera asegura que «las características del examen som las mismas que los que se practican a los pilotos de avión» y agregó que los tests comenzarán la próxima semana.

La decisión del gobierno sucede tras tres accidentes que tuvieron lugar en la línea Sarmiento (periferia oeste) que dejaron un total de 54 personas muertas y 955 heridos en los últimos 20 meses. El siniestro más grave, con 51 muertos y 700 heridos, ocurrió en febrero de 2012 cuando un tren embistió las toperas (defensas) de la terminal de Once de la capital argentina. La línea Sarmiento fue reestatizada después de esa tragedia.

Otro accidente ocurrió el 13 de junio cuando un tren embistió a otro con un saldo de tres muertos y 155 heridos en Castelar y el tercero, en octubre, en el mismo andén de la estación Once con un centenar de heridos. La justicia está investigando los hechos y, hasta ahora, dos de los maquinistas han sido inculpados.

«El juez Ariel Lijo dictó el procesamiento sin prisión preventiva de Julio César Benítez, motorman del tren de la Línea Sarmiento que sufrió un accidente en la Estación Once el pasado 19 de octubre», informó el Centro de Información Judicial (CIJ). El magistrado imputó a Benítez, de 45 años, de los delitos de descarrilamiento agravado por haber causado lesiones en 105 personas y de sustracción de medios de prueba. En su resolución, Lijo descartó que el tren haya presentado problemas de frenado o desperfectos técnicos, según el CIJ, que depende de la Corte Suprema.

La atención de todo el país se centra en la actuación de los maquinistas, que no tienen muy buena prensa. El Ministerio de Interior y Transporte del país latinoamericano difundió hace unas semanas varios vídeos en los que se puede ver a los operarios dando cabezadas o distrayéndose mientras conducen, lo que ha despertado un nuevo debate en torno a la seguridad ferroviaria. Uno de los conductores al que se ha grabado despierta sobresaltado al activarse la señal acústica del sistema pedal del hombre muerto, un mecanismo de seguridad que requiere actividad humana para no detener la máquina de forma automática.

Las malas prácticas de los maquinistas han quedado acreditadas. Quedarse dormido, leer un libro o manipular el teléfono móvil son algunas de las inoportunas actividades que llevan a cabo cuando se encuentran a los mandos de un tren, sin que al parecer sean conscientes de que el peligro acecha en cualquier momento y que su actividad entraña riesgos a terceros.

Por ello, el Gobierno argentino anunció el pasado miércoles nuevas medidas de control para los conductores ferroviarios. Estos deberán someterse a exámenes psicofísicos periódicos, revalidar anualmente su carné de conductorres y tendrán prohibido utilizar móviles y permitir la entrada de personas no autorizadas en la cabina.

«La mayoría cumple con su trabajo responsablemente», asegura el ministro Randazzo. Tras un mes con cámaras en las cabinas de los maquinistas, «los resultados han sido contundentes», aunque la mayoría «cumple con su trabajo responsablemente» y sólo unos pocos cometieron infracciones y han sido apartados del servicio. El titular de la cartera de Transporte anunció también cambios para mejorar la seguridad del sistema ferroviario, muy cuestionada tras los últimos accidentes de tren, que han causado más de 60 muertos en los últimos tres años. «Hace quince días firmamos un acuerdo con China para que en siete meses tengamos un sistema de detención automática de trenes», indicó Randazzo.

A partir de septiembre, el ministro explica que entrarán en vigor «nuevos protocolos de comunicación entre control y conductores» y se designarán supervisores de tráfico que, cada diez minutos, consulten al maquinista sobre la velocidad, el recorrido y las estaciones, para tener «una auditoría permanente sobre cada una de las formaciones». Randazzo recordó el accidente ferroviario del pasado 24 de julio en España, que causó 79 muertos, y señaló que, tras la confesión del maquinista de que tomó a 190 kilómetros por hora una curva que debía pasar a 80, «no hay ningún sistema de seguridad en el mundo que pueda evitar esa tragedia».

España es el quinto país con mejor infraestructura ferroviaria, tras Japón, Suiza, Hong Kong y Francia

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España figura como el quinto país del mundo con mejor infraestructura ferroviaria y el segundo de la UE por detrás de Francia, según el Instituto de Estudios Económicos (IEE) que recoge datos del informe de competitivad del Foro Económico Mundial. Solo en materia ferroviaria España se sitúa en el ‘top ten’ mundial, dado que respecto a aeropuertos aparece en el puesto doce, el mismo que conquista por sus instalaciones portuarias. En cuanto a carreteras, se sitúa en la décimo tercera posición de entre un total de 148 países de todo el mundo, según el estudio. «España sigue siendo un referente ferroviario», asegura Ana Pastor.

Japón lidera el ránking mundial por su red ferroviaria, mientras que Suiza y Hong Kong aparecen en el segundo y tercer puesto, respectivamente, completando así el ‘podium’ mundial. Tras Francia y España, que logran la cuarta y quinta posición por su dotación para el transporte en tren , el ‘top ten’ mundial lo completan Finlandia que consigue el sexto puesto, Alemania en séptima posición, Corea en la octava, Taiwán en la novena y Singapur en la décima. Entre los veinte primeros países con mejor red de ferrocarril, aparecen los Países Bajos, Austria, Luxemburgo, Reino Unido, Bélgica, Canadá y Estados Unidos.

Según el IEE, el informe constata que la mayor parte de los países de la UE cuentan con una infraestructura ferroviaria «bastante eficiente, aunque también con bastantes diferencias». En este sentido, señala que los «peor clasificados» en el sector ferroviario son algunos de los países que se han adherido más recientemente a la UE. Así, Eslovenia ocupa el puesto 50, por delante de Croacia, que figura en el 53, Bulgaria (54), Grecia (64) y Polonia (70).

«España sigue siendo un referente tanto tecnológico como profesional en el sector ferroviario, somos una potencia y así es reconocido por todos», asegura la ministra de Transportes. Ana Pastor defiende ante sus socios comunitarios la importancia de estudiar la incorporación de nuevas medidas de seguridad en el sector ferroviario a nivel europeo, como la introducción de cinturones de seguridad en los trenes o sistemas de sujeción para el equipaje.

Durante el Consejo de ministros de Transporte de la Unión Europea, la ministra española informó a sus socios de los detalles del «trágico» accidente de tren ocurrido en julio en Santiago de Compostela que causó la muerte a 79 personas, y de la revisión «en profundidad» que se está efectuando del sistema ferroviario a raíz del mismo. La ministra indicó que en España se están estudiando la adopción de medidas planteadas por los supervivientes del siniestro, como la implantación de cinturones de seguridad o sistemas para evitar que las maletas salgan despedidas en el caso de un choque, lesionando a los viajeros. Durante el encuentro Pastor pidió que estas propuestas para reforzar la seguridad sean «analizadas, estudiadas e implementadas, en su caso» a nivel europeo.

Pastor defendió también que se considere el establecimiento en la UE de un protocolo de atención a las víctimas de accidente ferroviarios en el que se establezca un seguimiento «completo que cubra todas sus necesidades», al estilo del establecido en España a raíz del accidente de Santiago. La ministra española también abogó por reforzar la identificación de los pasajeros de los trenes, «especialmente los menores que viajan con su familia».

También planteó establecer unas bases comunes en la UE sobre la formación de los empleados ferroviarios, en especial los maquinistas, que incluya un entrenamiento para afrontar capacidades de alto nivel de estrés.

La ministra incluyó también la mejora de los registradores jurídicos -conocidas como «cajas negras»- a nivel europeo para que no solo mantengan grabada la última media hora de las conversaciones que se tienen en la cabina, para equipararlos a los de los aviones. Además, España aboga por homogeneizar los requisitos que se aplican a las comunicaciones en cabina y el establecimiento de un sistema de seguimiento de la posición de los trenes más sofisticado, como en el caso de la aviación.

Pastor apostó también por el establecimiento de un protocolo genérico de transición común entre los sistemas de seguridad ferroviarios más antiguos y los más modernos -como el sistema de seguridad europeo ERTMS que se utiliza en España- que sea aplicable a los distintos sistemas que se utilizan en los países europeos.

El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Transporte, Siim Kallas, explicó que «la ministra Pastor ha hecho un repaso extensivo sobre las actividades que se están discutiendo en el Gobierno español, pero por el momento no hay propuestas concretas «a nivel europeo». «Los accidentes son recordatorios de que no hay una certeza al cien por cien y de que tenemos que seguir siempre vigilantes, encontrar nuevas vías, pero estas nuevas ideas no han sido aún discutidas a nivel europeo y definitivamente vamos a cooperar con el Gobierno español», explicó Kallas.

Durante el consejo de Transportes, los ministros llegaron a un acuerdo político sobre nuevas normas para reforzar la seguridad ferroviaria en la Unión Europea, dentro de las discusiones sobre el conocido como cuarto paquete ferroviario.

Renfe y Adif invertirán cerca de 200 millones para acrecentar la seguridad en el transporte ferroviario

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La seguridad no es gratuita. Renfe y Adif invertirán 195,5 millones de euros el próximo año en ejecutar distintas actuaciones para mejorar la seguridad del transporte ferroviario, según anunció el secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá. La operadora ferroviaria cuenta con una partida de 20 millones para realizar las actuaciones que deriven del resultado de la auditoría que el Ministerio de Fomento instó a realizar en toda la red ferroviaria tras el accidente ferroviario de Santiago del pasado mes de julio. Mientras, el administrador de infraestructuras dispondrá de un presupuesto de 50 millones de euros para seguir implantando el sistema de seguridad y señalización ERTMS. En concreto, en 2014 este sistema, con el que cuentan todas las líneas AVE, se implantará en el Eje Atlántico gallego de Alta Velocidad y en las Cercanías de Barcelona, según detalló el ‘número dos’ de Fomento.

Estas partidas para mejora de la seguridad forman parte del presupuesto de 4.573 millones de euros con que Fomento contará en 2014 para invertir en ferrocarril, un 2,80% inferior al de 2013. De este monto total, 3.194 millones se destinarán a seguir ejecutando las líneas AVE actualmente en construcción, otros 121 millones de euros a Cercanías y 908 millones al ferrocarril convencional (323 millones a obras de reposición y 585 millones a mantenimiento). Durante su comparecencia en la Comisión de Fomento del Congreso, Catalá enmarcó estas inversiones en la «permanente» atención que el Ministerio presta a la seguridad en el transporte en tren.

Adif destinará además 45 millones de euros a continuar suprimiendo pasos a nivel de la red ferroviaria convencional y otros 60 millones en diversas medidas de mejora de la seguridad. Hasta ahora las memorias de los presupuestos de Fomento se limitaban a recoger la necesidad de seguir mejorando en toda España el sistema de seguridad inferior al ERTMS, el ASFA, que frena los trenes solo al paso por balizas instaladas en puntos determinados de las vías, para su conversión progresiva en ASFA Digital.

El grueso de estas inversiones se canaliza a través de Adif y, en menor medida de Renfe, que contará con 160 millones para pagar las anualidades correspondientes de los nuevos trenes que compró hace unos años. No habrá nuevas compras de vehículos. La flota de Renfe está conformada por 360 locomotoras y 13.792 vagones para tráfico de mercancías. A estos números se suman los correspondientes al tráfico de viajeros, para lo cual cuenta con un total de 1.164 trenes autopropulsados y 91 locomotoras.

Respecto a las inversiones en Cercanías, la mitad (63 millones) se destinarán a las de Barcelona, otros 24 millones a las de Madrid, 15 millones a la red de Valencia y 5 millones a la de Sevilla.

Un nuevo accidente en Sanst reabre el debate sobre el «estrés» del sistema ferroviario catalán

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Antiguo, saturado y estresado. Técnicos y políticos catalanes coinciden en el diagnóstico ante un nuevo accidente en la red ferroviaria de Cataluña. Un total de 22 pasajeros resultaron contusionados en un choque de trenes que se produjo en la estación de Sants de Barcelona. La colisión tuvo lugar sobre las 10.05 horas por causas desconocidas, cuando el tren de cercanías que cubre la línea Calella-L’Hospitalet de Llobregat alcanzó por detrás, a poca velocidad, a otro convoy de cercanías, que cubre el trayecto de la línea R-4 entre Terrassa y Martorell y que estaba parado en la vía 7.

La mayoría de los heridos leves, entre ellos el conductor de uno de los trenes, sufrieron latigazos cervicales y contusiones, y el más afectado, que recibió un golpe en la cabeza al caer al suelo como consecuencia del impacto, fue atendido en el hospital Clínico de Barcelona.

De inmediato, voces críticas reclaman más atención a la seguridad en las vías catalanes, que sufren con demasiada frecuencia incidentes que alteran la circulación de trenes y ponen en entredicho la confianza en las líneas. El Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña denuncia que el sistema ferroviario concentrado en la estación de Sants está «sobresaturado», es «rígido» y necesita de inversiones urgentes. El director general de Transportes de la Generalitat, Pere Padrosa, reclama a Renfe «más inversión» y un «nuevo sistema de seguridad» en una red que ve «estresada».

Renfe y Adif han abierto una investigación para aclarar las causas del accidente. El director de Renfe-Cercanías de Cataluña, Miguel Pérez, asegura que las inversiones «no tienen que afectar» a una maniobra que se realiza «diariamente». «Desconocemos por qué un tren alcanzó al otro, pero estas inversiones no tienen que afectar en absoluto, ya que es un maniobra que se hace a diario, de forma natural y en todos los sitios. No tenía que haber ocurrido, y no sabemos por qué se ha aproximado tanto», apunta Pérez.

Sin embargo, el accidente vuelve a encenedr las alarmas, o cuando menos a hacerlas más evidentes. El Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña considera que «la rigidez del esquema de explotación, que no acaba de tener definido un plan B ante estas contingencias, nos parece extremadamente precario dada la importancia de la red ferroviaria en el conjunto de la movilidad catalana». Los técnicos reiteran que «concentrar todas las líneas de Cercanías en Sants, y en un futuro también en La Sagrera, puede provocar que cualquier incidente en este núcleo centralizado provoque retrasos importantes en todo el servicio ferroviario catalán de Renfe».

La Generalitat va más allá. A su juicio “el sistema de seguridad es antiguo; por falta de inversión no está a la altura de las circunstancias, y estas situaciones se podrían evitar», ha dicho Pere Padrosa. «Es inadmisible que en estos momentos, en pleno siglo XXI, tengamos el sistema de señalización que tenemos teniendo en cuenta el estrés que sufre todo el sistema de cercanías de Barcelona y la gran movilidad que tiene esta ciudad».

Unos y otros creen que se necesita mayor inversión para superar los problemas existentes. El Colegio Oficial de Ingenieros dice que «la finalización de las obras de reordenación de los túneles de cercanías es una necesidad prioritaria a la que el Ministerio de Fomento debería hacer frente así como la resolución urgente de los problemas de seguridad que han puesto de manifiesto los tres incidentes ocurridos en poco tiempo». «La falta de inversiones del gobierno central en Cataluña se concreta en este caso en la no realización de obras en La Torrassa, perdido en los limbos de los recortes de Adif, agravando aún más la situación, y provocando una sobresaturación del túnel de Plaza Cataluña, que en teoría debía resolverse con la puesta en servicio del túnel Sants-la Sagrera de alta velocidad», añaden los técnicos.

El accidente afectó a la circulación de trenes de las líneas de cercanías R-1, R-3 y R-4, en las que se produjeron durante toda la mañana retrasos de más de 30 minutos.

El choque de los dos trenes de Cercanías es el último de una larga lista de incidentes en las vías ferroviarias de Barcelona en los últimos meses, sobre todo en lo que respecta a Ferrocarrils de la Generalitat, donde en un periodo de menos de dos meses se produjeron cuatro casos. El peor accidente que tuvo lugar en las vías ferroviarias de la capital catalana se produjo en la estación de El Clot el 19 de enero de 2012 dejando 25 heridos leves. Un Rodalies de Renfe con 150 pasajeros y un Talgo vacío colisionaron entre esta estación y Arc de Triomf. El accidente se debió a un error humano.

(Imagen @Almogaver89 en twitter)

Los tres últimos presidentes de Adif declararán ante el juez como imputados por el accidente en Angrois

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El magistrado Luis Aláez, que investiga el accidente de tren que el pasado 24 de julio provocó la muerte de 79 personas en Santiago de Compostela, llamará a declarar como imputados a los presidentes que ha tenido Adif desde que se inauguró el tramo en el que se produjo el siniestro. Han sido tres las personas que han desempeñado dicha responsabilidad: el actual presidente, Gonzalo Ferre; y Enrique Verdeguer y Antonio González Marín, sus antecesores al frente del Adif, entidad que ha declinado pronunciarse sobre la decisión del juez.

El descarrilamiento de un Alvia que cubría la ruta Madrid-Ferrol en la curva de A Grandeira, presumiblemente por un exceso de velocidad, causó 79 muertes y heridas a más de 150 personas, de las cuales ocho todavía continúan hospitalizadas, una de ellas en estado crítico. El juez precisaba en su auto para argumentar la imputación de los responsables de Adif que las muertes y lesiones que causó el siniestro se encuentran «obviamente conectadas» con la conducción inadecuada por exceso de velocidad del maquinista, Francisco José Garzón Amo, pero precisaba que el gestor ferroviario incurrió en una «imprudencia punible» al descuidar la señalización de la vía para evitar posibles despistes del conductor. Incidía, además, en que un examen más detenido de las circunstancias conocidas en que se produce el siniestro permite inferir también su conexión con la omisión de medidas de seguridad preventivas de naturaleza vial y, en definitiva, «con una conducta imprudente de las personas responsables de garantizar una circulación segura en el tramo de la vía donde se produjo la catástrofe».

El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago llamará a declarar como imputados a los consejeros del ente gestor de infraestructuras ferroviarias desde el 11 de diciembre de 2011, cuando se inauguró la línea del tren Alvia Santiago-Ourense en la que se produjo el descarrilamiento en Angrois, a unos tres kilómetros de la estación de la capital compostelana. Para ello, el magistrado, en un auto emitido ayer, solicita a Adif, a través de su representación procesal, que facilite la identidad «de todas las personas que han sido presidentes y vocales» del consejo de administración. También pide la lista de los que han desempeñado en esta empresa pública los cargos de director de seguridad en la circulación, gerente del área de seguridad en la circulación noroeste y jefe de inspección de la gerencia de área de seguridad en la circulación noroeste, así como de los inspectores.

En todos los casos, desde el día de entrada en servicio del tramo de la línea ferroviaria en que se produjo el trágico siniestro hasta la fecha actual, «a fin de poderles tomar declaración en calidad de imputados».

El juez imputó al maquinista, cuatro días después del siniestro, y varias semanas más tarde el caso dio un vuelco cuando también acordó imputar, por apreciar imprudencia, al responsable o responsables de seguridad del tramo Ourense-Santiago a fecha de 24 de julio, día del accidente, para lo que demandó de Adif que le concretase quiénes eran. Adif envió el 29 de agosto la lista de responsables de seguridad del tramo Ourense-Santiago después de anunciar que incluiría a todas las personas que intervinieron en la seguridad en la circulación del tren y en las infraestructuras ferroviarias, desde la construcción hasta la explotación de la línea más todas las competencias que esto conllevase. Dicha relación incluye tanto a las personas del nivel central y general como a las delegaciones de los distintos ámbitos geográficos para dar así «cumplida respuesta» a los informes que solicitó el juez Aláez en su auto.

En un auto emitido ayer, Aláez ya cita como imputados a cinco responsables del administrador de infraestructuras ferroviarias. Según el auto, facilitado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), dos de ellos están convocados para el 18 de septiembre y los tres restantes al día siguiente. Los cinco responsables del gestor de infraestructuras ferroviarias que ya han sido imputados son el director de Seguridad en la Circulación, Manuel B.G.; el gerente del Área de Seguridad en la Circulación Noroeste, Fernando R.S.; y el jefe de Inspección de la Gerencia de Área de Seguridad en la Circulación Noroeste, José Antonio G.D. Completan la lista los inspectores Carlos A.G. y Roberto S.A. El juez también anuncia que imputará a las personas que desempeñaron las mismas responsabilidades desde la inauguración del tramo.

El juez rechaza, sin embargo, imputar a Renfe, a petición de un recurso presentado por Baltasar Garzón, que ejerce la acusación en nombre de una de las víctimas. Aláez descar cualquier responsabilidad de la operadora en el siniestro y valora el papel de la compañía ferroviaria respecto a la seguridad en el tramo en el que se produjo el descarrilamiento.

El magistrado explicaba antes de este nuevo auto los motivos que le conducían a imputar al responsable de Adif, al considerar que corresponde a esta entidad «el control y revisión constante de los elementos que garanticen una correcta y segura circulación y la adopción de las medidas que sean necesarias con el fin primario de evitar accidentes». Este motivo, aseguraba, no es de aplicación «a la persona de Renfe operadora responsable de la seguridad en la circulación del tramo de la línea ferroviaria». Además, la operadora «aparentemente ha cumplido con las exigencias legales y reglamentarias», señalaba Aláez.

Mientras el pleno del Parlamento de Galicia rechazaba la creación de una comisión para investigar el accidente del tren Alvia 151. La iniciativa había sido presentada conjuntamente por los grupos Alternativa Galega de Esquerda (AGE) y BNG, y quedó rechazada por los votos en contra del Partido Popular y la abstención de los diputados socialistas. Los populares, por medio de su portavoz de infraestructuras, Alejandro Gómez Alonso, argumentaron la falta de competencias de la Cámara autonómica; la existencia de una investigación administrativa, así como otra judicial, mientras también alegaron que con su postura no ha habido «pacto con nadie para tapar nada».

Una muchedumbre lincha al maquinista de un tren que arrolló y mató a 37 peregrinos en India

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El ministro principal de Bihar, Nitish Kumar, ha asegurado que se abrirá una investigación para esclarecer la tragedia de este lunes por la mañana en la que al menos 37 personas han muerto y otras 40 han resultado heridas después de que un tren las arrollara en la estación de Dhamara, cerca de Saharsa, en este estado del norte de India, según la cadena de televisión local CNN-IBN. El arrollamiento provocó la reacción enfurecida de una muchedumbre que linchó al maquinista del convoy implicado y le dejó al al borde de la muerte. Los peregrinos atravesaban la vía en el estado de Bihar, a unos 200 kilómetros de Patna, capital del estado, cuando el tren llegó a gran velocidad y les arrolló, informó la policía

«El Gobierno (de Bihar) proporcionará asistencia a las víctimas» y «tanto el Gobierno como los ferroviarios se encuentran en la zona para mantener una estrecha vigilancia», ha declarado Nitish. «El Gobierno entregará 1,5 millones de rupias (17.773 euros) a la familia de cada víctima», ha añadido Nitish.

«Estoy profundamente entristecido por el siniestro. Es el más extraño de todos los accidentes que he conocido«, ha indicado. «Le he pedido al Ministerio de Fomento que ayude con las indemnizaciones para las víctimas», ha agregado.

Tras el suceso, ciudadanos enfurecidos han retenido al conductor del tren implicado, el Rajya Rani Express, y le han linchado, dejándole herido de gravedad pero no muerto, como se había llegado a informar. Asimismo, han prendido fuego al tren y a otro convoy detenido en la estación.

De acuerdo con la cadena local NDTV, las víctimas mortales son principalmente mujeres y niños y eran en su mayoría peregrinos que acababan de bajarse de otro convoy. «El tren Express no tenía previsto parar en esta estación», ha señalado el portavoz de ferrocarriles, Amitabh Prabhakar.

El presidente del Consejo Nacional Ferroviario de India, explicó que los peregrinos no sabían que se acercaba el tren que los arrolló. “Dos convoyes permanecían en el andén y el tren Rajya Rani Express recibió la autorización de pasar por la estación», dijo a la prensa en Nueva Delhi, Arunendra Kumar, presidente del Consejo. «El accidente se produjo porque la gente bajó del andén para cruzar las vías», agregó.

Según los medios indios, miles de peregrinos hindúes visitan durante los meses de julio y agosto un templo en honor al dios Shiva en la cercana localidad de Deoghar, en el vecino Estado de Jarkhand. Los fieles hacen un largo camino a pie hasta ese templo desde Bihar y llevan agua del río sagrado Ganges como ofrenda.

La red ferroviaria india, administrada por el estado, es una de las más estensas del planeta que transporta diariamente a 18,5 millones de personas y sigue siendo el principal medio de transporte de larga distancia. Sin embargo, las estadísticas de seguridad son preocupantes ya que se registran anualmente unos 300 accidentes graves, a menudo mortíferos, principalmente choques y descarrilamientos.

El Ministerio de Fomento ordena examinar «palmo a palmo» la red ferroviaria española

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Medidas para evitar un nuevo accidente. La red ferroviaria española se revisa «palmo a palmo, metro a metro». La ministra de Fomento, Ana Pastor, anuncia que el departamento que dirige encargó el 25 de julio, un día después del descarrilamiento del Alvia en el que perdieron la vida 79 personas, una auditoría global sobre las infraestructuras y operatividad del sistema. «El objetivo es que no vuelva a ocurrir un accidente como el de Santiago», justificó la ministra del ramo ante la Comisión de Fomento del Congreso.

Este informe será elaborado por una comisión técnica que se reunirá de forma diaria hasta que presente sus conclusiones en un plazo de seis meses. Pastor adelantó que el análisis contemplará un estudio del sector ferroviario, una comparativa con el de otros países europeos, un análisis de la legislación y de la seguridad así como las recomendaciones que se estimen oportunas. «Se está analizando todo, y cuando digo todo es todo», afirmó tajante la titular de Fomento. «Se va a realizar -prosiguió- no porque no me fíe del actual sistema sino porque necesitamos decirle a los españoles que tras suceder una tragedia como esta todo está en revisión». Una vez concluya la auditoría y conforme a sus resultados se tomarán cuantas medidas sean necesarias, destacó.

La ministra también anunció que el Ejecutivo aplicará una batería de medidas para garantizar la seguridad como adelanto a las conclusiones de la auditoria. Entre estas destacan mejoras en materia de señalización, la revisión de las velocidades de todas las líneas, la promoción de un mayor desarrollo del sistema Asfa Digital o el endurecimiento de los requisitos de acceso a las profesiones del sector ferroviario.

En una comparecencia de contenido muy técnico, la ministra eludió hablar de responsabilidades por el accidente sobre las que, en cualquier caso, excluyó a Renfe y Adif. Según ella, las culpabilidades solo las puede dilucidar la investigación judicial que, añadió, encontrará la máxima colaboración den su departamento.

En relación al siniestro y como ya hiciera el jueves el presidente de Adif, Gonzalo Ferre, la ministra defendió la transparencia del proceso de diseño, adjudicación y construcción de la línea Orense-Santiago en la que se produjo el descarrilamiento. Y también al igual que Ferre recordó que el proyecto inicial contemplaba que todo el trayecto estuviese controlado por el sistema ERTMS, más moderno y seguro que el Asfa que guiaba el tren en el momento del siniestro. Pastor apuntó que la eliminación del ERTMS en la zona de Angrois -que según los expertos hubiera frenado el tren antes de la curva- fue decidida por Fomento en 2010, bajo mandato socialista.

El portavoz del PSOE en la Comisión de Fomento censuró estas criticas veladas lanzadas por Pastor y el responsable de Adif, que calificó como «medias verdades». «Dicha modificación en relación al ERTMS -justificó- se realizó por razones operativas a propuesta de los mismos técnicos que hoy siguen asesorando a Adif».

Quienes más duros se mostraron con la ministra fueron BNG y la Izquierda Plural, quienes insistieron en depurar responsabilidades políticas. Rosana Pérez, diputada de la formación gallega, aseguró que «es probable que el maquinista no frenara a tiempo» pero eso no oculta «la falta de un mecanismo que parara el tren , y eso no es culpa ni de las víctimas ni del conductor». «¿Cómo un error humano puede crear por sí solo semejante accidente? ¿Quién debía poner los medios técnicos que blindaran los errores humanos?, se preguntó Pérez.

La portavoz de la Izquierda Plural en la comisión, Ascensión de las Heras, fue más allá y acusó «al actual Gobierno y al anterior de hacer piña ante la evidencia de su responsabilidad compartida, que estriba en la apuesta desmedida y desaforada por la alta velocidad».

(Fuente Colpisa)

Renfe y Adif eluden responsabilidades por el accidente de Santiago y defienden sus protocolos

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La vía estaba en buen estado y los protocolos de seguridad eran correctos. Renfe y Adif eluden cualquier responsabilidad en el accidente de Santiago, que se cobró la vida de 79 pasajeros, y achacan al error humano el fatídico descarrilamiento. El Semaf asegura que las declaraciones de los presidentes de ambas compañías “han sido planas”. “Hay sistemas evolucionados que permiten que no ocurra esto y es lo que hay que hacer, evitarlo y que nunca más vuelva a ocurrir«.

Gonzalo Ferre (Adif) y Julio Gómez-Pomar (Renfe) comparecieron ante la Comisión de Fomento del Congreso para informar sobre los datos recabados por sus compañías sobre lo sucedido el 24 de julio cerca de la estación de Santiago de Compostela. No dieron su explicación de las causas del siniestro -creen que corresponde a las autoridades judiciales determinar lo sucedido-, pero sí dejaron entrever que todo se debió a un error humano. La técnica no falló.

El presidente de Renfe recordó que hasta ahora lo único confirmado, tal y como demostró la caja negra a la que aludió, es que el Alvia llegó a la curva de A Grandeira con una velocidad muy superior a la limitada. «No hay tren que pueda entrar en una curva con una aceleración cuatro veces superior a la permitida», destacó. Gómez-Pomar repasó el historial del maquinista, al que según el protocolo de Renfe se había sometido a aleatorios controles psicomotrices, de drogas y de alcohol, que siempre superó. También aludió a la normativa de las comunicaciones en cabina. En concreto, aseguró que el uso del teléfono móvil corporativo está limitado a ocasiones excepcionales, aunque no prohibido. Según los primeros indicios, la causa de la distracción del conductor habría sido la llamada que recibió del revisor que viajaba en el tren para consultar aspectos del trayecto.

El titular de Renfe justificó que, convoyes Alvia como el accidentado, han recorrido el trayecto Madrid-Ferrol en más de 1.000 ocasiones sin que nunca hasta ahora se produjera un accidente.

El presidente de Adif, Gonzalo Ferre, desgranó ante la comisión el proceso de construcción de la vía de alta velocidad entre Orense y Santiago. El proyecto se inició en 1997 con los informes previos y finalizó en 2011 con la inauguración de la línea. Según dijo, para la construcción de la entrada a Santiago se presentaron a concurso cinco proyectos, todos ellos con idéntico trazado a su paso por Angrois. Añadió que la opción finalmente elegida fue examinada por diferentes órganos de la Administración, especialistas y comunidades autónomas. Después, el trazado del tramo fue sometido a un periodo de alegaciones públicas y, destacó, ninguna de las 300 que se recibieron se refería a la pronunciada curva donde se produjo el descarrilamiento.

Sobre los sistemas de seguridad, Ferre explicó que el proyecto de construcción del tramo Orense-Santiago contempló en un primer momento que todo el trayecto se realizará con control ERTMS, el más moderno que existe en la navegación ferroviaria. Una posterior modificación aprobada por Fomento en 2010, con el PSOE en el Gobierno, eliminó la implantación de este sistema cuatro kilómetros antes del lugar donde se produjo el accidente. A partir de eso momento se decidió que los trenes fuesen guiados por el Asfa Digital, mecanismo que otorga mayor autonomía de conducción al maquinista y que no frena de modo automático un convoy salvo que supere los 200 kilómetros por hora.

Gómez-Pomar y Ferre aseguraron que son los técnicos y no los presidentes de Renfe y Adif los que eligen el mecanismo de control que se instala en caza tramo. También defendieron que el Asfa Digital es un sistema de una seguridad contrastada y que está presente en la mayor parte del mapa ferroviario español sin que haya presentado incidencias.

Los máximos responsables de Renfe y Adif reconocieron que, año y medio después de la inauguración del tramo entre Orense y Santiago, el ERTMS solo está funcionando en los trenes modelo Avant y no en los Alvia, donde existe un problema de ‘software’ que impide su normal funcionamiento. Por ello, se decidió que hasta que se solucionase este contratiempo los Alvia se guiasen por el Asfa Digital.

El Semaf, por su parte, cree que las dos declaraciones han sido perfectamente estudiadas y preparadas y un tanto planas. “Ambos han afirmado que al final, cuando se saquen las conclusiones, hay que ver las soluciones». Según su secretario general, Jesús García Fraile, se concluirá que el maquinista, Francisco José G.A., «ha tenido una responsabilidad directa», pero también que «es producto y fruto de haber dejado toda la responsabilidad sobre la espalda del maquinista». «Eso hay que decirlo también. Espero que no se quede al final en que hubo una persona que fue culpable el día 24 de julio de 2013».

Los diputados de la oposición consideraron inaceptable que la seguridad del tren dependiese únicamente del maquinista, quien fue imputado de 79 homicidios por imprudencia. «¿No creen que estamos ante un auténtico fallo técnico?», lanzó la nacionalista gallega Rosana Pérez. «Existe una gran controversia para saber por qué no está operativo el sistema de frenado automático ERMTS en la zona del accidente», agregó. Todos los grupos parlamentarios mostraron además su desacuerdo sobre «las prisas» con las que se ha cargado de responsabilidad al maquinista del Alvia.

La ministra de Fomento, Ana Pastor, debe intervenir ante los diputados este viernes para abordar las circunstancias del accidente y las medidas de seguridad de la red ferroviaria española, en un momento en que España compite por vender sus trenes de alta velocidad a Brasil.

La investigación judicial busca entender cómo el tren descarrilló a 179 kilómetros por hora en una curva muy pronunciada donde la velocidad estaba limitada a 80, justo después que el maquinista mantuviese una conversación telefónica con el interventor del tren .

Fomento crea una comisión técnica para analizar y proponer mejoras en la seguridad ferroviaria

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Consecuencias de la tragedia de Santiago. El Ministerio de Fomento ha creado una comisión técnico-científica para que le asesore en materia ferroviaria cuya primera sesión será hoy a las 13.00 horas. La delegación está integrada por un presidente, diez vocales y un secretario, «profesionales de reconocido prestigio en el sector ferroviario», que incluirá a ingenieros, catedráticos e investigadores. En seis meses, presentará un informe sobre cómo mejorar la seguridad del sector, informó este domingo el Gobierno, tras la muerte de 79 personas en el descarrilamiento de un Alvia en la curva de A Grandeira.

La comisión también hará un estudio de medidas para el refuerzo y la mejora de la seguridad y de posibles propuestas de mejora para que el Ministerio de Fomento actúe en consecuencia. Los técnicos analizarán la normativa existente en el país y propondrán «medidas para el refuerzo y la mejora de la seguridad».

La creación y reunión de esta delegación se produce antes de que la ministra de Fomento, Ana Pastor, comparezca el próximo viernes en el Congreso de los Diputados, a petición propia, para informar de las actuaciones del departamento que encabeza relacionadas con el accidente ferroviario de Santiago de Compostela. Un día antes acudirán a la Cámara Baja los presidentes de Renfe y Adif, Julio Gómez-Pomar y Gonzalo Ferre, respectivamente, por el mismo motivo .

Los primeros datos de la investigación apunta al exceso de velocidad como causa de la tragedia, que costó la vida a 79 personas. Según el análisis de las cajas negras, el convoy circulaba a 179 kilómetros por hora cuando descarriló y su maquinista, que hablaba por teléfono con el revisor del tren , accionó el freno demasiado tarde.

Tras el accidente surgieron las críticas al sistema de seguridad español utilizado en esta zona que, a diferencia del europeo ERTMS (European Rail Traffic Management System), no frena automáticamente si el tren supera la velocidad permitida.

Tras la tragedia la compañía pública Adif, que gestiona la red de ferrocarril, puso «en revisión todos sus protocolos de seguridad». Dio asimismo «instrucciones a sus técnicos para revisar aquellos tramos de la red que puedan presentar características similares, en especial aquellas zonas de transición a la red convencional y en los trayectos de integración en núcleos urbanos», agregó.

También la empresa de ferrocarriles Renfe «está revisando todos sus protocolos, entre otros los de comunicación entre la cabina de conducción y los centros de gestión, personal a bordo y demás comunicaciones de servicios», aseguró.

La Comisión de Accidentes recomienda implantar más balizas y Renfe y Adif modifican protocolos

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Tirón de orejas. La Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) ha pedido a los gestores de infraestructuras «gestionar la implantación progresiva de balizas ASFA que controlen la velocidad de los trenes de forma que se asegure su inmediato frenado en caso de rebasar la velocidad máxima». La CIAF, órgano dependiente de Fomento y formado por expertos, ha elaborado un informe previo sobre el estudio que se le ha encomendado para esclarecer los motivos del siniestro ferrociario de Santiago. En este primer reporte la comisión pone de manifiesto dos recomendaciones para mejorar la seguridad en el transporte ferroviario y que no estaban presentes en el descarrilamiento del Alvia.

La primera de ellas insta a la señalización física a lo largo del trazado de todas las reducciones de velocidad reflejadas en el libro de ruta que portan consigo los maquinistas. Un segundo apunte indica la necesidad de dotar a todos los trenes de un sistema automático de frenado en caso de que se supere la velocidad permitida por la vía que circule.

En el caso del Alvia de Santiago el sistema Asfa Digital estaba preparado para realizar la parada de emergencia en caso de que el convoy hubiera alcanzado los 200 kilómetros por hora, aunque el límite era de 80. La precaución resultó inútil ya que la máxima velocidad fue de 195. De haber viajado a cinco kilómetros por hora más el tren se hubiera frenado de forma automática.

En paralelo, el gestor ferroviario Adif ha puesto en revisión todos sus protocolos de seguridad tras el accidente de tren de Santiago, en especial en tramos de la red similares, mientras que Renfe revisa también sus procedimientos de comunicación entre la cabina y los centros de gestión, personal de a bordo y demás comunicaciones. Estas modificaciones van en línea con las recomendaciones aportadas por la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF), que sugiere que todas las reducciones de velocidad máxima programadas entre estaciones, a partir de un cierto rango, estén señalizadas en la vía férrea.

Desde las horas posteriores al descarrilamiento del tren Alvia el pasado 24 de julio, el Ministerio de Fomento ha asegurado que Adif ha puesto en revisión todos sus protocolos de seguridad, en especial aquellas zonas de transición a la red convencional y en los trayectos de integración en núcleos urbanos. De momento ya ha implantado las primeras medidas en la zona del accidente y está previsto que se extiendan a todos los tramos de características similares. En concreto, en el punto kilométrico 79/769 Adif instaló ayer una baliza ASFA y un cartel que limitan la velocidad a 160 kilómetros por hora, mientras que en el punto kilométrico 81/669 instaló el lunes una baliza y un cartel que limitan la velocidad a 30 kilómetros por hora. Estos avances los explicará el próximo 8 de agosto en su comparecencia en el Congreso de los Diputados el presidente de Adif, Gonzalo Ferre.

Ese mismo día está previsto que comparezca también el de Renfe, Julio Gómez-Pomar, para informar de la revisión de todos los protocolos, entre ellos los de comunicación entre la cabina de conducción y los centros de gestión, personal a bordo y demás comunicaciones de servicios. Renfe está revisando también los planes de formación y los cursos de actualización del personal, y analizando nuevas propuestas en relación con los exámenes psicofísicos del personal de conducción, así como los intervalos para su realización.

El 9 de agosto, la ministra de Fomento, Ana Pastor, comparecerá en la Cámara baja para aportar la información disponible en aras de esclarecer las causas que provocaron el descarrilamiento del tren , que ha costado la vida a 79 personas.

La catástrofe que costó la vida a 79 personas y dejó a más de 150 heridas se gestó y concretó en apenas dos minutos y diez segundos. Este fue el tiempo que transcurrió desde que el maquinista, Francisco José Garzón, recibió una llamada del revisor que viajaba a bordo del Alvia hasta que el amasijo de hierros a los que quedó reducido el convoy quedó frenado sobre la superficie de la curva de A Grandeira.

El juzgado que instruye la causa dio a conocer ayer la grabación de los instantes previos a la tragedia que realizó la caja negra de la cabina. Los sonidos registrados vienen a confirmar la principal hipótesis que se baraja sobre la causa del descarrilamiento: que una distracción del conductor le impidió reducir la velocidad del tren desde los más de 190 kilómetros hora a los que circulaba hasta los 80 que exigía el trazado donde se produjo el siniestro. Según los datos aportados por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, Garzón recibió la llamada del revisor a las 20.39 horas y 6 segundos, un diálogo que se prolongó durante un minuto y 40 segundos y finalizó solo 11 segundos antes de la salida de la vía.

La caja negra también revela que 32 segundos después de que el maquinista atendiera a la llamada se produjo un primer aviso acústico en la cabina con el que el sistema de conducción advirtió a Garzón de que debía reducir la velocidad de la marcha, pero que este no atendió al estar conversando por el móvil. El segundo mensaje recordando la necesidad de reducir la velocidad llegó diez segundos antes del descarrilamiento y con el tren aún a 195 kilómetros por hora. A este sí respondió el maquinista pero ya era demasiado tarde. Los intentos de Garzón por frenar el convoy, el último activando el sistema de emergencia cuando el descarrilamiento ya se había producido, fueron en vano. El último apunte del informe entregado al juez Luis Aláez sobre el contenido de la caja negra señala que a los 20.41 horas y 16 segundos finalizó el sonido de arrastre del tren .

En su declaración de ayer ante el juez instructor el revisor, Antonio Martín, reconoció ser el autor de la llamada que supuestamente originó la distracción del maquinista. Martín, que aseguró que en ningún momento se había sentido culpable de nada, indicó que la conversación que él inició finalizó antes del descarrilamiento como, dijo, avala el hecho de que no perdiera el móvil pese el impacto que su coche sufrió a causa del accidente porque le tenía guardado en el bolsillo. Sobre por qué no aludió a dicha llamada durante su declaración ante la Policía, el revisor justificó que en ese momento aún se encontraba afectado por las imágenes del accidente, que no podía recordar muchas de las cosas que acontecieron antes y después del mismo y, por último, que tampoco consideró que pudiera tratarse de un hecho trascendental.