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El tren ‘Gran Negro’ recorre una banda del estadio de fútbol del TJ Tatran Cierny Balog eslovaco

El TJ Tatran Cierny Balog de Eslovaquia ha saltado a la fama en estos últimos días, no tanto por sus acciones futbolísticas, ni por su césped inmaculado, ni por nada que esté vinculado al f´tbol. Sin embargo, piuede presumir de disponer de un equipamiento que ningún otro clube del mundo puede tener. En la banda inmediata a la única grada del estadio, hay una vía por la que pasa un tren a vapor. Y es habitual verlo en acción incluso en los días de partido, mientras el balón rueda por el césped.

Un vídeo en YouTube ha descubierto este tesoro eslovaco. No es habitual ver, en pleno partido y mientras los jugadores disputan el balón, un convoy que cruce el campo a todo vapor. La humareda impide, por momentos, que los espectadores puedan seguir el choque, pero el paso del tren causa el delirio de los aficionados. Sin embargo, los jugadores siguen indiferentes y corren para hacerse con el balón, mientras el maquinista saluda a la grada y hacer sonar el silbato de la locomotora.

El ‘Cierny Hron’, popularmente llamado el ‘Gran Negro’, transportaba desde 1898 a 1982 madera y a los empleados de los aserraderos de la comarca. Diez años después del cierre de la línea, en 1992, la presión popular obligó a declarar patrimonio cultural esta línea del ferrocarril. Se restauraron los 17 kilómetros del trazado que separa Chvatimech y Cierny Balog, para ofrecer un recorrido cultural a los visitantes de esta región montañosa al noreste de Bratislava.

Durante los años que la línea estuvo cerrada fue construido el estadio del TJ Tatran Cierny Balog. La rehabilitación de la vía no constituyó ningún problema ni para el club ni para la empresa ferroviaria. «Dicen que somos únicos en el mundo. En ninguna parte un tren cruza un campo de fútbol», reconoce al diario ‘Pluska’ la responsable del tren, María Bílkov. El tren , que pasa por el campo cuatro veces al día, «se ha convertido en toda una atracción turística», precisa Bílkov.

El maquinista del Alvia descarrilado en Angrois tenía «asumido» que sería «el pagano» del accidente

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El juez del caso del Alvia accidentado en Angrois el 24 de julio de 2013 cerrado la instrucción y señala al maquinista Franciscos Garzón Amo como único imputado. El magistrado le atribuye 80 delitos de homicidio por «imprudencia grave profesional» y 144 de lesiones. El conductor del fatídico tren tenía «asumido» hacía tiempo que sería «el pagano» del caso, cuyo cierre por parte del juez instructor recurrirá su abogado, Manuel Prieto.

El magistrado da un paso clave con vistas a que la Audiencia Provincial de A Coruña fije fecha para el juicio oral de uno de los siniestros ferroviarios más graves de la democracia española. Durante la primera etapa de la instrucción, el juez (distinto al que lleva ahora el caso) imputó hasta en dos ocasiones a exaltos cargos de Adif, el administrador de infraestructuras ferroviarias, encargado de velar por la seguridad en las vías. Sin embargo, la Audiencia Provincial levantó las imputaciones. Aunque es recurrible el auto judicial, ahora sólo el maquinista resulta definitivamente imputado.

La defensa va a recurrir el auto, para lo que dispone de un plazo de tres días a contar desde este jueves, pero no tiene «mucha confianza» en que el recurso prospere. «Era un auto anunciado de la misma forma que era un accidente anunciado», critica el letrado, que recuerda el aviso que dio en su día, después de la inauguración de la línea, un jefe de maquinistas, que alertó de la peligrosidad de la curva de A Grandeira, donde descarriló el tren, sin el sistema de ERTMS implantado y con la necesidad de reducir la velocidad con una señalización que este profesional consideraba insuficiente.

El abogado del maquinista censura la actuación del juez al no admitir las pruebas que pidieron tanto él como los representantes de las distintas víctimas y lamenta que tampoco se hayan considerado los informes periciales de parte. El letrado sigue queriendo que los dos peritajes que aportó a la causa sean ratificados, con el objeto de «aclarar» distintas cuestiones, aunque el magistrado lo ha rechazado en el auto que ha trasladado este miércoles a las partes.

Prieto insiste en la relevancia de que acudan a declarar en los juzgados expertos en el área, de forma que traten de evidenciar su tesis. «Que vengan y lo declaren», recalca. También considera que también eran «procedentes» otras diligencias como la comparecencia en calidad de testigo del director de seguridad de Renfe. Sin embargo, en el auto se alega que «el hecho de que hubiere declarado ante una comisión parlamentaria no es razón que haga necesaria su declaración en este ámbito judicial, pues los objetivos de la presente instrucción no guardan relación alguna con los de una comisión parlamentaria».

La defensa del maquinista lamenta, asimismo, que el juez sostenga que las diligencias reclamadas no van «en pro de la defensa, sino en la de imputar a nuevas personas». «Las dos cosas están entrelazadas», asegura Prieto quien subrayar que, «aunque fuera así», lo que le interesa al juez es «averiguar toda la verdad«, y estas actuaciones también las piden las acusaciones.

El letrado explica que su cliente «sabía que todo el mundo del poder iba a hacer que él fuese el pagano. Lo tiene asumido, desde el momento en el que lo metieron en los calabozos con las costillas rotas mientras el ministro hacía una rueda de prensa».

El magistrado sostiene en reiteradas ocasiones en su autor que «la causa directa, inmediata, y que decididamente ha desencadenado el desgraciado accidente» fue «el exceso de velocidad«. Además resta importancia a los posibles defectos de señalización de la vía, a la llamada que pudo provocar el despiste del maquinista y a la desconexión del ERTMS en fechas precedetes al accidente.

Renfe se compromete con sus sindicatos a incorporar 156 plazas, 81 de maquinistas

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Más empleo. Los sindicatos del comité de empresa de Renfe han alcanzado un acuerdo con la operadora para que la compañía ferroviaria incorpore 156 nuevos trabajadores a su plantilla en los próximos meses, de los que 81 serán maquinistas. Es la primera gran oferta de empleo que la firma pública pone en marcha en los últimos cuatro años. Además de los 81 maquinistas, Renfe contratará otros 75 profesionales que destinará a su división de talleres, al departamento comercial y cuadros técnicos, como apoyo a la gestión.

El acuerdo laboral en Renfe llega mientras la empresa pública afronta un continuo aumento de la demanda de viajeros de su servicio AVE, la puesta en marcha este año de nuevas conexiones de Alta Velocidad a varias ciudades, y la próxima apertura a la competencia del transporte de pasajeros en tren. La operación se produce, además, después de que los sindicatos de la compañía hayan denunciado en distintas ocasiones un «déficit» de personal en la compañía.

La oferta pública para contratar a este grupo de trabajadores no conductores se realizará en dos fases. La primera, para unos 50 empleos, arrancará antes de que concluya el próximo mes de julio y la segunda, con las 25 plazas restantes, en el último trimestre del año. Los nuevos maquinistas se seleccionarán de la ‘bolsa de reserva’ de candidatos con que cuenta la compañía desde el pasado año.

Renfe y sus sindicatos firman este pacto en materia laboral después de que el pasado año acordaran aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE) voluntario y universal con el que salieron de la empresa 500 trabajadores. La operadora cuenta ahora con una plantilla de 14.234 trabajadores, de los que el 89,7% son hombres y el 10,3% restante mujeres. El personal de la empresa ferroviaria presenta una edad media de unos 51 años.

El sector ferroviario de CCOO considera un «importante punto de inflexión» el acuerdo sobre nuevas contrataciones, que ve «positivas», aunque estima que «aún no son suficientes para solventar el problema estructural y de plantilla que presenta la empresa».

El Gobierno argentino sospecha que el choque de trenes ocurrido el domingo es un sabotaje político

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«Hay una mafia en el gremio ferroviario». El gobierno de Cristina Kirchner sospecha que detrás del choque ocurrido el domingo en la estación Temperley está el sabotaje político. El incidente, con un saldo de 40 heridos leves, se produjo sobre las 21.30 horas en la estación Temperley, cuando una formación de pasajeros embistió a una locomotora en la línea Roca, que une la capital federal con la poblada periferia sur de Buenos Aires. «No tenga ninguna duda», respondió Florencio Randazzo al ser consultado sobre si pensaba que se trataba de un sabotaje. El ministro de Interior y Transporte es precandidato a la presidencia, de cara a las elecciones generales del 25 de octubre.

También fue contundente el jefe del gabinete, Aníbal Fernández, que atribuyó el accidente en su habitual rueda de prensa matutina a una «mafia» dentro del gremio ferroviario. «Acá hay situaciones que conspiran precisamente contra un gobierno que ha trabajado fuertemente en el cambio de los servicios ferroviarios y del material rodante para el beneficio de los ciudadanos», dijo Fernández.

El choque se produce además en vísperas de un paro de transportes que comenzó esta medianoche pasadas, y que se prevé mantener durante 24 horas, convocado por sindicatos opositores que reclaman mejoras salariales. El paro es el quinto de su tipo durante el gobierno de Cristina Kirchner, que finaliza en diciembre su segundo mandato. El choque dejó 40 heridos leves. El de mayor consideración fue un policía que sufrió fractura de cadera. «Pudo haber sido un desastre, una tragedia«, advirtió el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.

Randazzo cree que su precandidatura a presidente del Frente para la Victoria (FPV, oficialismo) es el detonante de este sabotaje. «No creo en brujas, pero que las hay, las hay», apuntó en una rueda de prensa en la que presentó pruebas fotográficas y de audio con advertencias al maquinista para detener la marcha cuando se aproximaba a la luz roja. Según el gobierno, el maquinista hizo caso omiso de las señales en rojo y de las indicaciones de la torre de control que le ordenaban detenerse. Randazzo afirmó que tanto el conductor como su ayudante habían pasado el examen psicofísico de rigor y el de alcolhemia que se les realiza antes de tomar el turno de trabajo.

Se da la casualidad de que el ministro de Interior y Transporte debía presentar este lunes la puesta en funcionamiento de nuevos vagones en el marco de un plan de renovación de 300 coches en la estación de Temperley. «No creo en las casualidades. Hagan lo que hagan, no van a poder parar este proceso de transformación», advirtió Randazzo. El ministro compite con el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, como precandidato a presidente por el oficialismo, candidatura que se definirá el 9 de agosto en las primarias abiertas nacionales.

El jefe de ministros sostiene que hay «una mafia detrás de todo este tema, donde son más empresarios que sindicalistas en algunos casos, que trabajan específicamente para su propio beneficio». Los servicios ferroviarios reestatizados por el gobierno de Cristina Kirchner en 2013, denominados Mitre, San Martín, Roca y Belgrano Sur transportan un promedio de 22 millones de personas al mes.

El peor accidente de la última década se produjo en febrero de 2012 cuando un tren colmado se estrelló contra las toperas de la estación terminal Once (oeste), con saldo de 52 muertos y unos 700 heridos. La llamada Tragedia de Once y otros accidentes menores con víctimas persuadieron al gobierno de renovar todo el parque ferroviario y reestatizarlo luego de las privatizaciones masivas de la década de los años 1990.

La olla ferroviaria aun con el calor

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Es un plato de invierno, excesivo en calorías. Como que no va con los calores cercanos al verano. Pero todo sea por recuperar las tradiciones. San Adrián de Juarros (Burgos) ha reunido a una treinta de especialistas en olla ferroviaria, un antiguo plato culinario vinculado, sobre todo, a los trabajadores del tren hullero de la Robla. Los participantes son originarios de cuatro comunidades autónomas.

El Ayuntamiento de San Adrián de Juarros, con la colaboración de la Diputación de Burgos y varias empresas de la zona, quiere recuperar estaa tradición culinaria a través del I Concurso de Ollas Ferroviarias. En esta primera edición se han inscrito 33 cocineros de Castilla y León, Cantabria, País Vasco y Castilla-La Mancha, en concreto uno de Illescas (Toledo). El teniente de alcalde José María Gil Luis asegura que se han elegido como materia prima productos de la zona «para ponerlos en valor y que todos tengan las mismas condiciones». Todas las ollas se cocinan con alubias de Ibeas y embutidos de Sotopalacios, morcilla, chorizo, costilla y panceta. Durante toda la mañana se han prepardo las ollas y a las dos de la tarde se ha organizado una degustación pública con más de doscientos inscritos.

La olla ferroviaria fue un invento de los antiguos maquinistas, fogoneros y guardafreneros del ferrocarril en los años treinta para preparar sus comidas y cenas cuando pasaban horas parados en algunas estaciones. Por lo general, la comida consistía en un cocido de legumbres con su correspondiente carne, tocino, chorizo y morcilla, mientras para la cena se dejaba carne con patatas. El trabajo en esos trenes duraba horas y la espera de reemplazo en las estaciones podía durar entre seis y quince días, tiempo en el que los trabajadores no podían regresar a sus casas y las denominadas ‘ollas ferroviarias’ eran una «forma económica de comer caliente».

La olla feroviaria (la putxera) no deja de ser fruto de la sabiduría e ingenio popular. Un utensilio que se ‘enchufaba’ a una espita de la caldera cuando los trenes eran de vapor y que utilizaban maquinistas y fogoneros para preparar sus comidas. También las había de carbón, tal y como hoy las conocemos, que usaban los galgueros que iban en los últimos vagones del tren a modo de hornillo ya que no podían acceder al vapor de la máquina. El aprovechamiento del vapor de la máquina estaba generalizado, hasta el punto de figurar la espita (donde el fogonero enchufaba ‘la putxera’) en los planos que proyectaban la caldera. En el artilugio introducían alubias, tocino, chorizo, morcilla y otros productos porcinos, que conformaban un plato único, potente y muy contundente, de mucho poder calorífico.

El uso de estos utensilios es común en varias zonas de la Península, puesto que en Portugal también se llegaron a utilizar por los fogoneros y maquinistas de los trenes de vapor y, en general, en los ambientes más ferroviarios. Pero todo el mundo conviene en respetar (nadie ha dicho lo contrario) que Balmaseda se lleva la palma en cuanto concierne a las ‘putxeras’ ferroviarias.

Las ‘putxera’ tiene en Balmaseda el punto neurálgico de este utensilio que los ferroviarios de finales del XIX, principios y mediados del XX utilizaban para preparar sus comidas a bordo del tren. Aunque no parece una exclusividad de los ferrocarriles del Norte, es en los trenes de La Robla donde ‘la putxera’ se hace más popular. Localidades burgaleses y leonesas, por donde discurre también el trazado del viejo hullero, rinden también culto al artilugio, si bien existe un reconocimiento hacia quien lo ha universalizado con sus concursos de alubias: la villa encartada de Balmaseda, donde la olla se vuelve arte y la cocina se sacraliza hasta extremos insospechados.

El teniente de alcalde de San Adrián reconoce que el Ayuntamiento se ha visto «sobrepasado» por el interés despertado por este evento que, en su primera edición ha superado todas las espectativas de participación y público «con apenas difusión». Por eso José María Gil Luis piensa ya en la organización de sucesivas ediciones y que este concurso se pueda convertir en una actividad estable dentro de la programación de este municipio burgalés.

La nueva e indefinida huelga de los maquinistas de los ferrocarriles alemanes enfurece al país

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Alemania está harta. Los maquinistas de trenes protagonizan una nueva huelga, la novena en once meses, que ha paralizado buena parte del transporte ferroviario del país. Los paros, que afectan a innumerables industrias y millones de pasajeros, enfurecen a los alemanes. El Gobierno de Angela Merkel guarda silencio, pero hay quien sostiene que la presidenta está indignada.

La paciencia alemana se agota. La huelga comenzó el martes en las líneas de mercancías y se extendió en la madrugada del miércoles a los trenes de pasajeros. Las críticas se cuentan por miles en el sindicato de maquinistas (GDL). Incluso la Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB) muestra su hartazgo e incomprensión hacia las reivindicaciones de un colectivo que protagonizó su último paro hace sólo diez días.

El GDL no quiere llamarla huelga indefinida. Se compromete, eso sí, a anunciar el fin del conflicto con 48 horas de antelación. Pero la gran mayoría de clientes dan por sentado que afectará al puente de Pentecostés, cuya festividad se celebra el próximo lunes. Mientras, el Gobierno guarda silencio y se limita a desear un pronto acuerdo entre la Deutsche Bahn (DB) (la compañía de ferrocarril) y el sindicato de maquinistas (GDL). Ambos continuan las conversaciones en Fráncfort (oeste), fuera del foco de los medios y sin informar de la evolución de las negociaciones.

El principal punto de enfrentamiento sigue siendo la reivindicación del sindicato de poder negociar el convenido también para otros colectivos de la compañía, como revisores o personal de los vagones restaurante; si no se acepta esa condición, rechaza la posibilidad de un arbitraje. El presidente de la Confederación de Sindicatos Alemanes, (DGB), Reiner Hoffmann, critica que el trasfondo de la protesta no sea una disputa sobre condiciones laborales, sino «una lucha de poder» a costa de los viajeros. «Cuando no se alcanza la meta tras nueve huelgas, uno se pregunta si la dirección de las negociaciones, que recae en el señor Weselsky, es la adecuada para alcanzar un compromiso constructivo», señala Hoffmann.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Empresarios (BDA), Ingo Kramer, sistiene que la actitud del sindicato de maquinistas es «un atentado» contra la autonomía de negociación de los agentes sociales en Alemania, ya que persigue «intereses de poder» y no cerrar un convenido colectivo.

La Federación del Comercio Mayorista, Exportadores y Sector Servicios de Alemania (BGA) denuncia la «nueva dimensión» de estas huelgas y considera que, a largo plazo, la industria se verá obligada a buscar nuevos canales de distribución al perder la confianza en el ferrocarril .

Los ferrocarriles alemanes son una empresa de gestión privada, aunque todas las acciones permanecen en manos del Estado, que planea sacar a bolsa parte de la compañía en 2008, pero canceló la operación ante la crisis financiera. El sindicato de maquinistas ha elevado de 75 a 100 euros la compensación diaria que entrega a los huelguistas para compensar la reducción del salario por los días no trabajados. Eso es al menos lo que sostienen algunos medios alemanes.

Este último paro de los maquinistas tiene lugar mientras continúa en todo el país la huelga indefinida de los educadores y los trabajadores sociales de las guarderías públicas, que comenzó hace ya diez días. Según un reciente estudio del Instituto de la Economía Alemana (IW), en apenas cinco meses se han acumulado ya más de 350.000 días de huelga en Alemania, más del doble que en el conjunto del año pasado.

¿Qué pasó en el tren de Filadelfia antes de que descarrilara el pasado martes?

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¿Hay algo misterioso en el accidente de Filadelfia? ¿Qué significado tiene la marca circular aparecida en la locomotora? ¿Pudo alguien provocar el descarrilamiento? ¿Por qué el maquinista circulaba al doble de la velocidad permitida? Demasiadas preguntas para las pocas respuestas que hay de momento. Incógnitas que intentará resolver el FBI, alque la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de Estados Unidos pide una investigación exhaustiva.

Las primeras investigaciones determinan que el tren que descarriló el martes en Filadelfia, con un saldo de ocho muertos y más de 200 heridos, sufrió antes el impacto de un objeto. El portavoz de la NTSB, Robert Sumwalt, explicó que se ha hallado la marca circular de un impacto en la parte izquierda del parabrisas de la cabina de la locomotora, por lo que se pidió al FBI que la analice.

Sumwalt indicó que una empleada de la empresa ferroviaria que viajaba en el tren oyó una comunicación por radio entre el conductor y otro operario en la que el primero le decía que el tren había recibido el impacto de un objeto. Los investigadores de la NTSB entrevistaron al conductor del tren, Brandon Bostian, quien fue «extremadamente cooperativo», pero incapaz de dar ninguna respuesta sobre el accidente, ya que, según su abogado, sufrió una conmoción cerebral y no es capaz de recordar nada de lo ocurrido.

Un vídeo que han examinado los expertos de la NTSB muestra que, apenas un minuto antes del accidente, el tren iba a más de 112 kilómetros por hora y continuaba acelerando. El tren llegó a ir a más de 160 kilómetros por hora, en un tramo en el que la velocidad máxima permitida es de 80 kilómetros por hora y que no cuenta con sistemas de frenado automático. Lo que los investigadores tratan de averiguar ahora es si el maquinista aceleró el tren de forma intencionada.

Además de los ocho muertos, más de 200 personas resultaron heridas a causa del accidente del tren, en el que viajaban un total de 238 personas y cinco miembros de la tripulación desde Washington a Nueva York.

Este accidente ferroviario es el más grave sucedido en Estados Unidos en lo que va de año, seguido por el ocurrido en Valhalla, al norte de Nueva York, el pasado 3 de febrero en el que perdieron la vida siete personas y doce resultaron heridas.

En 1943, un tren de pasajeros en el que viajaban muchos militares que estaban de permiso descarriló en la misma zona en la que tuvo lugar este accidente, y murieron 79 personas y más de un centenar resultaron heridas.

Los maquinistas alemanes se declaran dispuestos a convocar nuevos paros si no reciben ofertas sólidas

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Las espadas siguen en alto. Las heridas siguen sin cerrarse en el ferrocarril alemán que ha sufrido el caos de seis días de huelga de los maquinistas, la más larga en la historia de ese colectivo. Los paros comenzaron el lunes con la paralización de uno de cada dos trenes de mercancías y se extendió el martes a los de pasajeros, que paralizó dos tercios de los ferrocarriles previstos. Y parece que el conflicto no se ha cerrado. El sindicato de los maquinistas de tren (GDL) advirte de que está dispuesto a convocar nuevos paros si la dirección de la compañía ferroviaria Deutsche Bahn (DB) no presenta ofertas sólidas para resolver su conflicto laboral.

«El sindicato sigue dispuesto a la huelga», indica su líder, Claus Weselsky, en declaraciones que publica el diario «Saarbrücker Zeitung», donde además califica de «gran éxito» los paros desarrollados esta semana. El ritmo de paros se ha mantenido como estaba previsto, con especial incidencia en el este del país, y previsiblemente terminará hoy a las 09.00 (hora local). Weselsky, cuyo sindicato representa a 30.000 maquinistas entre una plantilla integrada por los 300.000 empleados de DB, rechazó a mediados de la semana la propuesta de la patronal de hacer intervenir como mediador del exprimer ministro del ‘Land’ de Brandeburgo, el socialdemócrata Matthias Platzeck.

Desde la compañía ferroviaria se ha advertido de que durante todo el domingo seguirán las alteraciones de servicio, hasta que se logre restablecer la normalidad en el tráfico ferroviario. Cada jornada de paro ha provocado a la compañía pérdidas de unos 100 millones de euros; el número de pasajeros afectados supera los 30 millones, entre las cancelaciones en cercanías o trenes de largo recorrido.

Los paros han dañado especialmente al transporte de mercancías, sobre todo en los sectores más dependientes de los suministros de componentes, como la automoción, y ha colapsado la red de autopistas alemanas, ya que la carretera se ha convertido en la alternativa más usual para los desplazamientos privados o industriales.

La GDL ha rechazado propuestas de arbitraje, pese a las crecientes presiones del ámbito político para poner fin a la huelga o aceptar algún tipo de mediación.

Estos paros suponen la octava ronda de huelgas del colectivo; es la más larga en la historia de la compañía, en medio del pulso entre el sindicato y la dirección, que se considera una prueba de fuerza de los maquinistas. Los maquinistas reclaman un incremento salarial del 5%, la reducción de su semana laboral a 38 horas -una menos de las actuales 39-, así como la limitación de las horas extras.

El gran punto de fricción no son estos incrementos, sino el hecho de que la GDL pretende ampliar su convenio a los revisores y resto de personal de a bordo, con sueldos notablemente inferiores. Con ello se propone ganar afiliados y evitar la pérdida de poder que conllevará, de materializarse, un proyecto de ley del Gobierno de Angela Merkel que limitará la capacidad de los sindicatos pequeños para establecer sus propios convenios.

Una nueva huelga de maquinistas de seis días -ocho en seis meses- exaspera a las autoridades de Berlín

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Más acciones de los maquinistas alemanes. El Gobierno alemán critica abiertamente la nueva huelga de maquinistas, que arrancó en la tarde del lunes y que paralizará durante seis días el transporte de pasajeros y mercancías por ferrocarril en la mayor economía de Europa. La anterior huelga tuvo lugar a finales de abril, con paros en el transporte ferroviario de tres días que afectaron tanto a las líneas de mercancías como a los trenes de pasajeros. Este es el octavo paro de protesta en seis meses.

El sindicato de maquinistas de tren (GDL) anunció este domingo, en el marco de las negociaciones para la firma de un nuevo convenio colectivo, una huelga de seis días que comienza este lunes a las 15.00 hora local (13.00 GMT) para el transporte de mercancías y a la que se sumará el de pasajeros a partir de la medianoche. El sindicato rechazó el pasado jueves la nueva oferta presentada por la dirección de la Deutsche Bahn y anunció una nueva ronda de huelgas.

«La negociación del convenio en la Deutsche Bahn (la mayor compañía ferroviaria del país) resulta apenas comprensible», afirma el ministro de Economía y Energía, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, en unas declaraciones al diario ‘Bild’. Gabriel advierte de que la mayor huelga de maquinistas de la historia de Alemania «afectará duramente a trabajadores y viajeros, pero también a la Deutsche Bahn y al conjunto de la economía alemana».

El ministro duda de que una huelga de seis días sea un «comportamiento razonable», teniendo en cuenta los perjuicios que va a causar, y exige «negociaciones serias» a ambas partes. El ministro de Transportes, el conservador bávaro Alexander Dobrindt, muetras además su «comprensión» ante el enfado de «muchos ciudadanos» ante «la extensión de la huelga».

La compañía ofrece un aumento salarial de forma gradual a partir del 1 de julio de hasta un 4,7%, así como un pago único de mil euros hasta el 30 de junio. Los maquinistas, por su parte, reclaman un aumento salarial del 5%, una jornada laboral de 38 horas semanales, frente a las 39 actuales, y una limitación de las horas extras.

Los maquinistas de tren en Alemania convocan una huelga que se mantendrá hasta la noche del jueves

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Los maquinistas de tren de Alemania convocan una huelga de 43 horas en el transporte de ferrocarril de viajeros desde las dos de la mañana del miércoles hasta las 21.00 horas del jueves, que se une al paro ya convocado en el transporte de carga. El desacuerdo entre las partes ha provocado que el sindicato de maquinistas Gewerkschaft Deutscher Lokomotivführer (GDL en sus siglas en alemán) convoque los paros.

Los maquinistas piden reducciones de jornadas laborales de una hora por semana, mejores horarios y días de descanso, además de aumentos del salario. El sindicato señala que no ha habido avances y que tan sólo ha habido un pago único de 510 euros en la segunda mitad de 2014. El sindicato GDL lamenta «las costosas huelgas» pero señala que «sin voluntad negociadora no hay manera» de alcanzar un acuerdo en referencia a la respuesta oficial del Gobierno alemán. Además, piden que los convenios colectivos, cuya vigencia acabó el verano del año pasado, vuelvan a estar operativos de pleno, ya que desde entonces ha sido discutido y se han sucedido seis huelgas. Se trata de la séptima ronda de paros que convoca el sindicato de maquinistas GDL en el marco de las negociaciones para la firma del nuevo convenio colectivo, que comenzaron hace nueve meses.

La Federación de la Industria Alemana (BDI) y la Confederación Alemana de Comercio Exterior (BGA) alertan del impacto de la huelga en sectores como el químico, el del metal o el automovilístico, con dificultades para sustituir el transporte por tren en la cadena logística. Según la BDI, el paro se traducirá previsiblemente en caídas de producción y las pérdidas «podrían llegar a los 100 millones de euros diarios».

Los maquinistas de la Deutsche Bahn, la compañía alemana de ferrocarriles, comenzaron este martes a las 13.00 horas GMT su huelga en las líneas de mercancías que se extenderá el miércoles y el jueves a los trenes de pasajeros de todo el país.

Según las previsiones de la empresa, se suspenderán la mitad de los trenes de mercancías programados y, en el caso del transporte de pasajeros, se prevé que circule sólo un tercio de los trenes de larga distancia y entre el 50% y el 60% de los regionales. El director de personal de Deutsche Bahn, Ulrich Weber, rechazó las críticas del sindicato y le invitó a cancelar la huelga y regresar a la mesa de negociaciones.

En un comunicado dirigido a los miles de pasajeros que se verán afectados por su acción, GDL responsabiliza de la huelga a la dirección de Deutsche Bahn, a la que insta a abandonar sus «pérfidas prácticas dilatorias» y a sentarse a negociar con seriedad sobre las condiciones laborales de los trabajadores de los ferrocarriles.

Las empresas exportadoras lamentan que «un grupo pequeño» intente «imponer sus intereses particulares» a los intereses públicos de la economía y de la sociedad alemana y advirten de que la huelga mina la confianza de la industria en el tren para el transporte de mercancías.