Auténticas joyas ferroviarias. El proyecto del tren minero turístico del valle del Samuño ha permitido recuperar algunas de las piezas históricas que fueron utilizadas para el transporte del mineral. A la espera de la llegada de la República Checa de las dos locomotoras y los cinco vagones que compondrán los dos convoyes que trasladarán a los visitantes por la galería minera subterránea, una de las naves del ecomuseo ya tiene en cuestodia la locomotora FM 307. Otras máquinas (‘Pedro Duro I’, ‘Pedro Duro II’, las número 305, 307 y 308 de Fábrica de Mieres y la 607 de Duro Felguera) y la grúa ‘Leona’ también han sido rehabilitadas (Construcciones Metálicas Alba, empresa ubicada en el polígono de Meriñán ha dirigido el proyecto) y serán en breve trasladadas a las nuevas dependencias donde se exhibirán.
La locomotora FM 307 fue fabricada en 1891 por la firma escocesa Dübs y adquirida por minas La Parcocha en el País Vasco. Pasó posteriormente a manos de Ferrocarriles del Norte como unidad de maniobras y fue utilizada en varias zonas, incluida Asturias. Perteneció a Fábrica de Mieres y a Ensidesa. En los últimos meses tanto esta máquina como otras que conformarán parte de la exposición de Samuño han pasado por un complicado proceso de restauración ya que muchas de ellas se encontraban en muy mal estado entre otras cuestiones por los continuos robos que han sufrido en estos años de abandono.
Pero no todo el material del valle minero ha corrido la misma suerte. Mientras la FM 307 se ponía a punto, la ‘Juanco’, una locomotora centenaria que durante décadas prestó servicio en el ferrocarril minero de Carbones de La Nueva, en el valle del Samuño, acabó sus días en un desguace del polígono industrial de Riaño II. La ‘Juanco’ fue construida en Munich en 1909 por la empresa Krauss & Co. La máquina tenía el número de serie 6128 trabajó a destajo en las vías del ferrocarril de Carbones La Nueva, empresa fundada en 1901 y adquirida por la Real Compañía Asturiana de Minas en 1925. Carbones de La Nueva disponía en el valle del Samuño de un trazado férreo con un ancho de vía de 650 mm. y una longitud de casi cuatro kilómetros que había sido impulsado anteriormente por la Sociedad Hermanos Felgueroso y que estaba dividido en dos tramos unidos por un plano inclinado. Las vías comunicaban el área de producción minera de La Nueva, con el pozo San Luis como referente, con el lavadero de carbones de Camellera, en Ciaño. «Las únicas locomotoras que sin duda pertenecieron a Carbones de La Nueva fueron las denominadas ‘Pepe’ y ‘Juanco’. Solo quedan 65 locomotoras en Asturias (la mitad de ellas a salvo en el Museo del Ferrocarril de Gijón y en el Museo de la Minería de El Entrego).
Mientras, desde el Ayuntamiento de Langreo se sigue trabajando para que el ecomuseo pueda entrar en funcionamiento el próximo año. Técnicos de Hunosa y de Tragsa, la empresa que ejecuta las obras del proyecto turístico langreano, viajaron recientemente a la República Checa para comprobar la marcha de los trabajos de fabricación de las locomotoras modelo DLP 50F y de los cinco vagones. Estos convoyes trasladarán a un máximo de 58 personas. Cuatro de los vagones transportarán a 12 pasajeros y el quinto, habilitado para personas con discapacidad, a 10. Está previsto que cuando Langreo reciba el tren comiencen los trabajos de colocación de las vías en el trazado que concluye en el pozo San Luis.
Las dos locomotoras podrán circular a una velocidad máxima de 20 kilómetros por hora, pero en el recorrido del ecomuseo del valle del Samuño lo harán a 6 kilómetros por hora. Esta circunstancia hará que el viaje por el interior de la galería dure unos 20 minutos.
La alcaldesa de Langreo, Esther Díaz, resaltó, en su visita a las instalaciones del pozo San Luis, la importancia de estas actuaciones de recuperación de piezas históricas que forman parte de «proyectos importantes generadores de empleo» como el del ecomuseo. El gerente de Construcciones Mecánicas Alba, José Manuel Alba, destacó el mal estado en el que estaban las máquinas al haber permanecido a la intemperie y sufrir actos vandálicos.