Una idea fija. Un proyecto de continuidad. Una apuesta de futuro. Como ya sucediera en la época en la que Magdalena Álvarez estuvo al frente del Ministerio de Fomento, el ferrocarril será también la primera prioridad de José Blanco. Con un matiz, que el nuevo ministro responsable de las infraestructuras quiere que las empresas privadas se incorporen a la financiación de la nueva red ferroviaria, a través de proyectos de colaboración público privada, hasta ahora reservados a los trabajos en carreteras.
A esto se suma que Blanco apuesta de forma decidida por el transporte de mercancías por tren, un negocio que ha caído en picado en los últimos lustros y que ahora sólo cuenta con una cuota de mercado del 3% respecto al total del transporte. El ministro quiere dar la vuelta al mapa logístico para que los trenes sean una alternativa real al movimiento de mercancías por carretera o avión. Para ello, va a convocar a las comunidades autónomas a definir nodos de conexión coherentes con el tráfico real y que puedan servir de vía de salida a las plataformas logísticas. Y además cuenta con el respaldo de la UE que en su última reunión ha dado un fuerte espaldarazo al transporte de mercancías por tren y a la red ferroviaria europea
Nada más llegar a Fomento, Blanco ha desatascado dos importantes proyectos también relacionados con el tren, los desarrollos de Cercanías de Madrid y Bacelona, para los que se prevé una inversión global cercana a los 10.000 millones de euros. De nuevo aquí la presencia de empresas privadas será esencial. Una puerta que el Gobierno ha dejado abierta para las obras en estas dos grandes ciudades y en el resto de capitales que hoy cuentan con trenes de Cercanías.
(Fuente El Correo)





