Teófilo Serrano (Tudela, 1950), que tomó posesión el lunes como nuevo presidente de Renfe, se encontró en su primer día en el cargo con una huelga de dos días convocada por unanimidad por el Comité General de Empresa del operador ferroviario. Los sindicatos han advertido de que «pararán por completo la empresa» los días 9 y 10 de junio, víspera de la festividad del Corpus Christi. Los trabajadores protestan así por la forma en la que el Ministerio de Trabajo y la Generalitat de Catalunya han planteado el traspaso del servicio de Cercanías al gobierno autónomo.
El modelo planteado deja abierta la puerta a la privatización total o parcial del servicio a partir de 2011 si el ejecutivo catalán opta por esta vía. Una posibilidad que ha levantado en pie de guerra a los trabajadores, que ven cómo el ‘caso catalán’ es sólo «un primer episodio de lo que puede suceder después en otras comunidades autónomas que reclamen Cercanías», según fuentes del comité de empresa.
Los trabajadores advierten que la huelga es sólo «un primer paso dentro de futuras movilizaciones» si no se garantiza la «unidad» de Renfe, así como los derechos sociales y laborales de la plantilla. Un portavoz del comité de empresa advierte que Cercanías ya está «bajo mínimos» y que «lo realmente necesario es realizar las inversiones que sean necesarias y que en los últimos años se han ido en exclusiva para el AVE».
Serrano se enfrenta ahora a la tarea de calmar los ánimos de los sindicatos, que exigen garantías para el proceso en Cataluña y en los que se puedan abrir después. Se da la circunstancia de que los recién reformados estatutos de autonomía de Andalucía y la Comunidad Valenciana también contemplan la posibilidad de asumir el servicio de Cercanías. UGT cree, además, que «una vez abierto el melón, el resto de regiones se lanzará también a reclamar lo mismo».
(Fuente El Correo)