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Técnicos de Adif siguen trabajando en los vagones descarrilados para reanudar el tráfico en Canfranc

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Siguen los trabajos. La vía permanece cortada desde el pasado viernes por el descarrilamiento de ocho de los vagones de un tren de cereales entre las estaciones de Jaca y Canfranc. Y lo que es peor aún el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) desconoce cuándo se podrá restablecer la línea férrea. Las dificultades para encarrilar los vehículos afectados, que permanecen en el interior del túnel, han provocado que los trabajos hayan progresado peor de lo inicialmente previsto. Los técnicos desplazados al lugar del accidente ya han conseguido retirar cuatro de los vagones del convoy, y sopesan cómo trabajar en el interior de la galería.

Adif baraja incluso vaciar los vagones de la carga que transportaban antes de intentar volver a situarlos sobre las vías y apartarlos de la zona del descarrilamiento. El angosto túnel en el que se encuentran estos vagones impiden, además, la utilización de grúas para poder levantarlos, por lo que la opción de vaciar previamente la carga es la que se valora como más probable.

En la zona afectada permanecen un tren taller y otros vehículos a fin de poder retirar los vagones y proceder a la reparación del tramo de línea afectado por el descarrilamiento, que se saldó sin causar daños personales. Durante la mañana de ayer, los técnicos conseguían apartar de este punto el cuarto de los vagones descarrilados y comenzaban a valorar de que manera continuar con los trabajos.

Las fuentes citadas han insistido en que las dificultades que plantea el trabajar en el interior del estrecho túnel impiden que haya una previsión respecto al tiempo en que la línea entre Jaca y Canfranc deba de permanecer cerrada. Aunque por el momento no existen indicaciones sobre el restablecimiento del servicio, Renfe mantiene como alternativa el transporte por carretera entre las poblaciones de Canfranc y Sabiñánigo.

El accidentes e produjo sobre las 11.36 del viernes, en el punto kilométrico 4,700 del tramo comprendido entre Jaca y Castiello de Jaca sin que se produjeran daños personales. Las causas de la salida de vía se desconocen, según fuentes de Adif. Este descarrilamiento es el quinto en los últimos tres años. A juicio del sector queda patente que es necesario invertir y mejorar las infraestructuras ferroviarias entre Huesca y Canfranc, ya que hasta el momento las únicas reparaciones que se han llevado a cabo han sido consecuencia de este tipo de accidentes. Además, supone un nuevo varapalo a las comunicaciones, ya que llega tan solo 15 días después de que se reabriera al tráfico el túnel de Somport, después de un mes cerrado; y de que se restituyera la circulación de vehículos pesados por la carretera francesa RN 134 tras cuatro meses, que tantos perjuicios han causado en Aragón.

(Imagen Laura Zamboraín. Cortesía Heraldo de Aragón)

Preguntas, quejas, malestar y dolor al cumplirse un año de la tragedia ferroviaria de Angrois

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Un año. Y siguen las preguntas. Y se mantienen las quejas. No hay aún respuestas para conciliar a las víctimas. Hoy es un día para el recuerdo. Con dolor y rabia. La plaza del Obradoiro concentrará a los miembros de la Plataforma Víctimas Alvia 04155, una de las dos asociaciones de afectados por el accidente de Angrois. La cita será a las 11.30 horas. El colectivo se siente «obligado» a realizar dicha concentración, después de 12 meses de «mentiras» y sin que «ningún responsable haya dimitido».

«No queremos que instrumentalicen el dolor los mismos que se niegan a hacer una comisión de investigación y no colaboran para que se sepa la verdad y se depuren responsabilidades de todo tipo», asevera el colectivo que se opone a la entrega de condecoraciones en esta fecha y a recibir una, «porque -subraya- las víctimas lo único que hicimos fue subir a un tren que no cumplía las mínimas condiciones de seguridad«.

Al cumplirse un año del descarrilamiento del Alvia que cubría la ruta Madrid-Ferrol continúan sin conocerse los motivos del accidente que costó la vida a 79 personas y dejó a 146 heridas. La investigación se ralentizará aún más ya que Andrés Lago, el juez instructor del caso desde que su predecesor Luis Aláez pidiera el traslado el pasado junio a un tribunal de lo penal, ha solicitado una moratoria para estudiar el expediente del caso. Sobre la mesa tiene un sumario que ya alcanza los 47 tomos y más de 20.000 folios.

Trece personas permanecen imputadas. El principal encausado es el maquinista, Francisco José Garzón Amo, al que se acusa de 79 delitos de homicidio imprudente. El propio Garzón reconoció en su declaración pocos días después de la tragedia «el despiste» que le llevó a circular a 179 kilómetros por hora en una zona limitada a tan solo 80. También admitió que hablaba por teléfono unos instantes antes del accidente.

Pero la investigación judicial mantiene la hipótesis de que Garzón no es el único responsable. Además del maquinista, ha imputado a doce exdirectivos de Adif por un delito contra la seguridad colectiva y como presuntos partícipes en los de homicidio y lesiones. Aláez les atribuye la negligencia de que en el tramo de Angrois donde se produjo el accidente no estuviera activo el sistema de conducción ERTMS, que hubiera frenado el convoy ante el exceso de velocidad del conductor.

En contra de la opinión de las acusaciones, la Plataforma Víctimas Alvia 04155 defiende la culpabilidad de los exdirectivos de Adif. Su abogado, Manuel Alonso, apunta a la empresa pública e insiste en que con el ERTMS el tren no se habría salido de la vía, opinión que han corroborado varios peritos. Por su parte, el letrado de Garzón, Manuel Prieto, también es partidario de mantener la imputación de los exdirectivos.

La Plataforma Víctimas Alvia 04155 ha anunciado que no acudirá a los actos de homenaje que se celebrarán este jueves en la Catedral de Santiago y en Angrois, el barrio donde se produjo el siniestro. En su lugar se concentrarán en el monte Gaiás, en Santiago, a modo de protesta contra la Xunta de Galicia. El otro colectivo de víctimas, la Asociación de Perjudicados por el Accidente Ferroviario del Alvia de Santiago (Apafas) muestra una postura menos beligerante y sí acudirá a los actos de homenaje. Aunque ha expresado su voluntad de que los cargos públicos «no monopolicen» la ceremonia y que se tenga a los afectados en «la consideración que merecen».

El descarrilamiento del metro de Moscú provoca al menos la muerte de veinte pasajeros y 160 heridos

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Es uno de los accidentes más grave de su historia. Por razones que aún se desconocen, un tren del metro de Moscú descarriló en la mañana de ayer y provocó la muerte de al menos veinte pasajeros y otros 160 resultaron heridos, de los que más de la mitad necesitaron tratamiento hopitalario.

El accidente se produjo en plena hora punta, sobre las 8.40 horas (dos horas menos en España) entre las estaciones de Park Park Pobedi y Slavianski Bulvar, en la parte oeste de la capital rusa. Tres coches se salieron de la vía y uno de ellos quedó seriamente deformado hasta el punto de que emplear equipamiento hidráulico para rescatar a los pasajeros atrapados.

El tráfico en la avenida Kutuzovski fue cortado para facilitar el acceso de las ambulancias, lo que agravó los habituales atascos. Fueron también empleados ocho helicópteros para evacuar a los heridos más graves.

Según el responsable de Transporte del Ayuntamiento moscovita, Maxim Liksutov, se barajan tres causas probables del siniestro: una caída brusca del fluido eléctrico, lo que desestabilizó la marcha del convoy, la utilización por parte de alguien del sistema de parada de emergencia o algún objeto tirado a la vía.

Debido al intenso tráfico que registra la capital rusa desde hace años, el metro es el medio de transporte más utilizado por los moscovitas. Cada día lo utilizan siete millones de personas, sobre una población total de doce millones. Tiene una red de más de 300 kilómetros y 188 estaciones, gran parte de las cuales son verdaderos monumentos por la magnificencia de su decoración en mármol. El suburbano de Moscú es por eso una de sus principales atracciones turísticas.

El accidente es uno de los más graves de los últimos años sufridos por el metro moscovita. Hace dos años, un incendio entre las céntricas estaciones de Biblioteka Lenin y Ojotni Riad obligó a evacuar a casi 5.000 pasajeros, pero afortunadamente no hubo que lamentar víctimas mortales.

Todas las líneas de investigación están abiertas, aseguran las autoridades, que explican que en el momento del descarrilamiento, que se produjo a unos centenares de metros de la estación de Slavianski Bulvar, el tren circulaba a 70 kilómetros por hora.

La mayoría de las víctimas mortales son moscovitas que se dirigían al trabajo, indicaron fuentes municipales a la agencia Interfax. El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, decretó día de duelo en la capital, prometió una investigación exhaustiva para establecer las causas del accidente y advirtió de que se aplicará todo el rigor de la ley a quienes resulten responsables.

Un mercancías de la extinta Feve arrolla tres vacas en un tramo entre Karrantza y Traslaviña

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Suena a antiguo, pero el suceso ocurrió a primeras horas de ayer. Justo a la salida de una curva que se abría a un descampado, en un tramo de vía única entre los municipios vizcaínos de Karrantza y Traslaviña, un convoy de mercancías de la extinta Feve (ahora Renfe métrica) se llevó por delante tres vacas. El impacto contra los animales provocó que se saliera de la vía los bogies de la locomotora de cabeza, lo que impidió reanudar la marcha a la unidad ferroviaria.

El accidente, que solo provocó daños materiales aunque acabó con la vida de las reses, tuvo lugar sobre las 9.35 horas. El mercancías, encabezado por dos locomotoras, que con origen en Santander se había unido a un convoy en Aranguren (Bizkaia), cuando se topó con un rebaño de vacas que transitaba por la vía. El incidente se produjo en el valle de Karrantza, al paso por el barrio de La Cerca y al pie de El Suceso, como si el mismo nombre jugara con la suerte ferroviaria.

El suceso se produjo en un tramo de vía única. La línea quedó interrumpida y Renfe organizó transbordos por carretera para que no se interrumpieria el traslado habitual de pasajeros entre Bizkaia y Cantabria. Tres servicios se vieron afectados por lo ocurrido: el tren de las 8.00 de la mañana, con salida de Bilbao; el de las 13.00 horas, también desde la capital vizcaína; y el convoy que tenía previsto salir de Santander a las 14.00 horas.

Devolver el tren descarrilado a las vías no fue tarea fácil. Renfe trasladó hasta la zona un tren taller para encarrilar la locomotora descarrilada tras la embestida.La maniobra se completó a media tarde de ayer,

Según portavoces de Adif la velocidad en esa zona no supera los 50 kilómetros por hora. Aunque es normal el arrollamiento de algunos animales –jabalíes sobre todo– lo normal es que el tren prosiga el camino sin mayores problemas, aunque no ha sido el caso. La locomotora no presentaba signos de haber sido dañada. En febrero de 2008, otro tren de la compañía, absorbida en enero por Renfe, descarriló al paso por Arcentales tras arrollar a cuatro vacas que habían invadido la vía. Tampoco hubo heridos entre los pasajeros.

Este tipo de incidentes era habitual en los primeros años del ferrocarril cuando animales y hombres asistían asombrados al paso del coloso de hierro. de hecho, las locomotoras llevaban (y aún en día siguen haciéndolo) topes en los extremos para absorber los impactos menores y proporcionar soporte para los esfuerzos de empuje. En Norteamética, donde era habitual la presencia de ganado y bisonte, se dispuso en el extremo frontal una estructura metálica inclinada, destinada a desviar los posibles obstáculos que pudieran encontrarse delante del tren. Como cuenta la Wikipedia, originalmente fue bastante grande y tenía el propósito de arrojar fuera de la vía a cualquier res de ganado, por lo que fue apodada ‘apartavacas’. Todo el diseño y estudio del caso fue realizado por Charles Babbage.

(Imagen Luis Calabor)

El descarrilamiento de un tren en Congo podría haber causado la muerte a más de 200 pasajeros

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Las cifras siguen subiendo. El descarrilamiento de un tren de mercancías ocurrido la semana pasada en la República Democrática del Congo (RDC) podría sobrepasar los 200 pasajeros muertos, aunque la cifra que baraja el Gobierno se mantienen en 74. Sin embargo, la Cruz Roja Internacional en Kinshasa asegura que en el mismo lugar del accidente se han enterrado entres 100 y 200 cuerpos.

El destino previsto era Mwene-Ditu, en la provincia minera de diamantes de Kasai-Oriental. Testigos aseguran que, a pesar de tratarse de un tren de mercancías, en el convoy viajaban cientos de pasajeros, tanto en el interior de los vagones como en la parte superior de los carruajes. Muchos habían pagado una tarifa reducida ilegal para montar en los vehículos, donde no existe posibilidad de adquirir legalmente billete. De ahí que exista esa diferencia a la hora de determinar las víctimas.

Las labores de búsqueda de posibles víctimas continúan una semana después del accidente, lo que confirmaría las explicaciones de Cruz Roja y podría aumentar la cifra de fallecidos. Muchos pasajeros quedaron atrapados durante días entre los restos destrozados del tren de mercancías que literalmente voló fuera de los carriles en una región pantanosa. Esa circunstancia alimenta la hipótesis del exceso de velocidad como principal causa del siniestro como sostiene la Sociedad Nacional de Ferrocarril del Congo (SNCC). No obstante el ministro congoleño de Transportes, Justin Kalunga, ha ordenado la apertura de una investigación para determinar todas las causas del siniestro.

«No había otra opción», justificó Thibuabua Esperanza, delegada de Cruz Roja en referencia al enterramiento de los cuerpos, que han sido depositados en fosas comunes.

El descarrilamiento ocurrió el pasado día 22 cerca del puente de Katongola, a unos cincuenta kilómetros de la localidad de Kamina, en la provincia de Katanga. La mayoría de las víctimas son comerciantes congoleños y viajeros ilegales, entre ellos varios niños.

Los accidentes de trenes son frecuentes en la RDC, cuya red ferroviaria fue creada por los colonizadores belgas en 1960. La elevada siniestralidad se debe a la antigüedad de los trenes, el estado de las vías y la escasez de inspecciones. En febrero pasado, diez personas murieron al descarrilar dos convoyes de la SNCC en sendos accidentes ocurridos en la provincia de Katanga. Más de 100 personas murieron en otro accidente en 2007, en circunstancias muy similares al siniestro de la pasada semana, con cientos de personas que viajan a bordo de un tren de mercancías en la provincia de Kasai Occidential. La falta de renovación de las infraestructuras hace que las vías se deterioren o sean invadidas por viviendas construidas sobre los raíles, como en el caso de la capital, Kinshasa.

Técnicos de Metro Madrid investigan un incidente en la Línea 10 que se achaca a un descarrilamiento

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Nueva incidencia. Técnicos de Metro de Madrid investigan las causas de la avería que sufrió ayer un tren en la Línea 10 obligando a suspender el servicio durante casi cuatro horas y que CCOO asegura que se ha debido a «un descarrilamiento». Un portavoz de Metro ha explicado que el personal de la compañía trata de determinar los motivos por los que un convoy se quedó «inmovilizado» en la estación de Fuencarral, provocando la suspensión del servicio desde prácticamente su apertura, a las 6.05 horas, hasta las 9.40 horas en que fue restablecido. La suspensión afectó a los dos sentidos de la Línea 10 en las estaciones de Tres Olivos, Fuencarral, Begoña, Chamartín y Plaza de Castilla.

Desde CCOO, su secretario en Metro, Ignacio Arribas, ha asegurado que la incidencia se ha debido al «descarrilamiento del último tren de viajeros» que, con destino a Fuencarral, debía haber partido de la estación de Tres Olivos a las 1.33 horas. Según ha explicado, «el programa de horario nocturno falló por algún motivo» y la señal que indica al conductor que puede iniciar la marcha del tren «se abrió minutos antes de lo que debía», lo que provocó que varios viajeros perdieran «el último» metro .

En el puesto de mando -ha continuado- «se dieron cuenta de lo que había ocurrido» y pidieron al conductor que en la estación de Fuencarral regresara a la de Tres Olivos para recoger a los usuarios que, habiendo llegado en hora, no habían podido subir al tren. Es en el momento de hacer la maniobra de retorno «cuando el tren descarrila sobre la diagonal de Fuencarral», asegura el secretario de CCOO, que no tiene constancia de que los viajeros sufrieran algún daño.

El también secretario del comité de empresa de Metro ha afirmado que durante la madrugada «no fue posible encarrilar» el tren, lo que impidió que el servicio entrara en funcionamiento a primera hora de la mañana entre Tres Olivos y Plaza de Castilla. Según declaraciones a la Cadena SER del portavoz de UGT, Teo Piñuelas, el tren transportaba viajeros cuando ha sufrido el descarrilamiento. Los usuarios han tenido que ser evacuados, aunque no se han registrado heridos. Además, el tren accidentado ha sido ya enviado a las cocheras de la compañía.

Los viajeros han hecho notar su protesta en la página de facebook del metro de Madrid. La mayor parte de ñps pasajeros arremete contra las unidades 7000 que cubren el servicio de esta línea y se quejan de los constantes problemas que ocurren en la misma. Las unidades están fabricadas por la italiana AnsaldoBreda, aunque la mayor parte del parque móvil de Metro de Madrid está fabricada por CAF.

La Empresa Municipal de Transportes (EMT) reforzó con siete autobuses la Línea 66 que circula entre Cuatro Caminos y Fuencarral, cubriendo así el tramo afectado por la suspensión del servicio del suburbano, ha explicado un portavoz de la empresa.

Un tren turístico de los Alpes franceses choca con una enorme roca y mueren dos pasajeros

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Dos personas murieron y ocho están heridas, una de ellas de gravedad, después de que un tren turístico de montaña descarrilara este sábado en los Alpes franceses tras chocar con una gran roca que se desprendió de la montaña. Una pasajera tuvo que ser rescatada de entre los restos del tren, que quedó suspendido en una pendiente de la montaña, indicaron los responsables de primeros auxilios, que señalaron que no se teme por la vida del herido grave.

Las mismas fuentes precisaron que uno de los fallecidos es una turista rusa nacida en 1965, mientras que la otra es de nacionalidad francesa y nacida en 1932. Los dos fallecidos se encontraban en el coche delantero del tren, que cubre la línea entre la ciudad costera de Niza y la alpina de Digne-les-Bains.

El tren de Pignes es operado por la Autoridad regional de transportes de Alpes-Costa Azul. No pertenece a la red nacional de ferrocarriles, sino a la red regional PACA, según informaron fuentes de la SNCF. El tren cubre una distancia de medio centenar de kilómetros en más de tres horas por escarpadas laderas, por lo que en ningún momento puede alcanzar altas velocidades. Según los investigadores, en el momento del accidente circulaba a 30 kilómetros por hora.

Poco antes del mediodía, una roca del tamaño de un coche (luego se supo que pesaba 20 toneladas)se desprendió de la montaña y rodó, de suerte que golpeó al tren en el momento en el que pasaba por el lugar, lo que provocó el descarrilamiento. En el tren viajaban 34 personas, la mayoría de las cuales pudieron abandonar el tren por sus propios medios. El temporal que azota a esa zona del país en los últimos días puede estar en el origen del desprendimiento de la gran roca.

Un gran número de medios de rescate, incluidos dos helicópteros, fueron enviados al lugar, una zona escarpada de difícil acceso. Los efectivos sobrepasaban las treintena de vehículos y el centenar de hombres. Uno de ellos pertenece a la gendarmería de Alpes-de-Haute-Provence y otro es de la Seguridad Civil de Alpes Marítimos.

El tren de Pignes, conocido también como ferrocarril de la Provenza, es uno de los atractivos más conocidos de la Costa Azul y de la región provenzal, que enlaza Niza con Digne-les Bains, la capital del departamento de Alpes-Alta Provenza. Esta línea de ancho métrico es la única que queda de una red de ferrocarriles secundarios de vía estrecha que hasta los años 50 funcionaban en toda la región.

El itinerario del “Train des Pignes” (Tren de las Piñas), de 151 kilómetros, ascidende más de 900 metros desde la costa al interior y es muy escabroso. De la dificultad del trazado puede dar una idea el número de puentes y viaductos (31) y el de túneles (25), siendo uno de ellos, el de Colle-Saint Michel, uno de los de mayor longitud de vía estrecha de Europa (3.857 metros). Las principales estaciones de la línea son, además de las de Niza y Digne-les Bains, las de Colomars, Plan du Var, Puget Theniers, Entrevaux y Annot, aunque hay también numerosos apeaderos donde paran casi todos los trenes de la línea.

(Imagen Liberation)

Expertos ven fallos de mantenimiento en las vías en el accidente de un tren en julio cerca de París

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La investigación administrativa del accidente mortal de un tren cerca de París en julio de 2013 reveló fallos en el mantenimiento de las vías, según los expertos del Organismo de Investigación de Accidentes (BEA). De acuerdo con el BEA, dependiente del Ministerio de Transportes), las rondas de vigilancia para comprobar el buen estado de las vías del tren no detectaron los defectos que provocaron el accidente del 12 de julio en la estación de Bretigny, a una treintena de kilómetros de la capital, que causó 7 muertos y 32 heridos.

El BEA, que tras el informe tiene previsto presentar en otoño sus conclusiones finales, coincidió con la compañía ferroviaria francesa SNCF en que el tren París-Limoges descarriló por la presencia en la vía de una eclisa (una pieza que une los rieles) que se había soltado. Para los investigadores, la eclisa se soltó porque tres de los cuatro pernos que la fijaban habían cedido: uno de ellos antes de la última ronda de vigilancia de ese tramo de vía, el 4 de julio, y los otros tres entre esa fecha y la del descarrilamiento.

La última inspección de la vía, ocho días antes del siniestro, se realizó con «un nivel de diligencia y atención normal», pero como en los protocolos de mantenimiento esa incidencia no se consideraba crítica, los trabajadores que hicieron la ronda no se fijaron en que un tornillo ya se había soltado. En el informe, el BEA cuestiona también «la calidad del montaje y el mantenimiento de los ensamblajes», e insta a la SNCF y al gestor de infraestructuras RFF a mejorar su robustez y adaptar las revisiones de las vías a las particularidades de sus diferentes elementos.

La SNCF y RFF aseguraron en un comunicado conjunto que pondrán en práctica estas recomendaciones, sin esperar los resultados de la investigación judicial que se lleva a cabo en paralelo y que con gran probabilidad conducirá a la imputación de ambas. Recordaron que en octubre lanzaron un programa para reforzar la seguridad de los cambios de agujas y modernizar el mantenimiento, en el que invertirán 410 millones de euros durante cuatro años.

Este programa acelerará la renovación de los cambios de agujas, incorporará nuevos métodos de vigilancia (como el control de los raíles por vídeo y el registro digital de las observaciones efectuadas por los técnicos) y revisará la formación del personal.

El descarrilamiento de un tren en Nueva York provoca al menos 4 muertos y más de 60 heridos

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Cuatro muertos y más de 60 heridos es el balance provisional del descarrilamiento de un tren de pasajeros en el Bronx, en Nueva York, cerca del río Hudson. En las primeras imágenes divulgadas del accidente, que se produjo a las 7.20 hora local, al menos cinco coches aparecen volcados al lado del río Hudson, cerca de la estación de Spuyten Duyvil. Las autoridades han detallado que hay 11 heridos graves, 6 de consideración, y 46 con lesiones leves. Por el momento, no se han precisado las causas del descarrilamiento del tren, que estaba compuesto por siete coches.

El accidente se produjo en una curva muy pronunciada, y el tren iba propulsado por una locomotora en su parte trasera, no en la delantera como es habitual, según indicó el canal de televisión local NY1. Algunos testigos señalaron que el convoy podría circular a una velocidad superior a la habitual. El tren se dirigía desde Poughkeepsie, en el norte del estado, hacia la Grand Central Station de Nueva York, y según las autoridades viajaban entre sesenta y setenta personas.

El descarrilamiento tuvo lugar muy cerca de un accidente similar que afectó en julio pasado a un tren de carga, aunque en aquella ocasión no hubo víctimas. La MTA ha confirmado que la línea de ferrocarril de cercanías entre Grand Central y Croton Harmon se encuentra suspendida.

El conductor del tren siniestrado ha explicado al personal que investiga lo ocurrido que los frenos del convoy no funcionaron, según informa la CNN citando fuentes de la propia investigación. Asegura que accionó los frenos, pero que no se redujo la velocidad como era de esperar. El maquinista está entre los heridos.

Las primeras imágenes de televisión mostraron a los servicios de emergencia de la Policía y Bomberos tratando de sacar a los pasajeros atrapados aún dentro de los coches. Buceadores y embarcaciones de los servicios de emergencia también rastrearon el río por si algunos pasajeros pudieran haber caído a las aguas.

El gobernador del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo, ha visitado ya la zona del accidente para conocer de primera mano la situación. Cuomo dijo en una improvisada conferencia de prensa que se van a investigar de forma inmediata las causas del accidente, y que de momento no van a divulgar las identidades de las víctimas hasta notificar a sus familiares.

El presidente Autoridad de Transporte Metropolitano de Nueva York (MTA), Thomas Prendergast, señaló en la misma rueda de prensa que ese la velocidad «es uno de los factores» que se están investigando, y recalcó que todas las curvas tienen un límite de velocidad.

El comisionado de policía de Nueva York, Raymond Kelly, explicó que había inquietud por si algún ocupante del tren podría haber sido proyectado hacia el río, pero añadió que la búsqueda con buceadores, embarcaciones, helicópteros y perros ha arrojado resultados negativos.

Kelly indicó que la oficina del forense está ocupándose de los cuerpos de los fallecidos y que se está recogiendo toda la información posible para determinar las causas del accidente. El maquinista del tren está hospitalizado y está consciente, aunque Kelly no avanzó el contenido de sus declaraciones a los investigadores. También se ha establecido una línea de emergencias para los familiares de los pasajeros.

Este accidente culmina una larga serie de incidentes menores y averías de consideración en los trenes de cercanías de la MTA durante los últimos meses.

(Imagen News.com.au)

La SNCF conocía defectos en la vía al sur de París donde en julio descarriló un tren y causó 7 muertos

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Polémica en Francia. La operadora francesa, sus técnicos y la Prensa parisina discuten abiertamente sobre las causas del accidente del pasado 12 de julio al sur de París. Los inspectores de la compañía ferroviaria francesa SNCF habían constatado desde febrero defectos en el tramo de la vía donde se produjo el descarrilamiento de un tren en el que hubo siete muertos y decenas de heridos, pero no se corrigieron, revela ‘Le Figaro’. El diario indica que en varios informes de inspección de las vías en la estación de Bretigny sur Orge se daba cuenta de fisuras y de la ausencia de un tornillo en una pieza metálica que ensambla los raíles y que, tras soltarse, se encastró en un cambio de agujas y provocó el descarrilamiento.

La Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF) rechazó, en un comunicado, las principales alegaciones de ‘Le Figaro’, en particular la naturaleza de las anomalías que habían detectado sus inspectores en los meses anteriores al accidente.

Según el periódico, en uno de esos documentos, fechado el 21 de febrero, los inspectores habían anotado la falta de uno de los cuatro tornillos que sujetaban esa eclisa a los raíles, un problema que no se reparó y que podría haber originado el siniestro del tren París-Limoges. Pero la compañía ferroviaria aseguró que la anotación alude a que se había echado en falta un tornillo no en la eclisa, sino en otra pieza de ensamblaje de los raíles, y que además se procedió a una revisión y al apretado de los tornillos en marzo.

El 4 de abril, en otra de las revisiones regulares a que era sometida la vía, los empleados de la SNCF indicaron que había fisuras en uno de los raíles de los que saltó la eclisa, de acuerdo con ‘Le Figaro’. Sin embargo, la SNCF explicó que en el acta de intervención de los revisores a lo que se hacía alusión era a un cable roto en el cambio de agujas y que eso no amenazaba la firmeza del equipo. Trabajadores de la compañía, que pidieron el anonimato, dijeron a ‘Le Figaro’ que, si esas averías se hubieran arreglado, el accidente no se habría producido.

Esta polémica se reaviva tras la publicación el pasado lunes de un informe interno de la SNCF, en el que se apuntaba a fallos en el mantenimiento de la vía para explicar el descarrilamiento mortal. Los técnicos de la empresa ferroviaria realizan exámenes de las vías con una frecuencia que depende de la utilización de cada tramo.

Los expertos de la SNCF también dieron cuenta de un problema de nivelación en el sistema de agujas donde se produjo el descarrilamiento que se conocía desde hacía años y que quedaba en evidencia cuando se hacían controles con máquinas de supervisión de las vías. Esas agujas, que estaban sometidas a un fuerte trasiego por estar en una zona con fuerte tráfico de trenes, muchos de los cuales pasaban a velocidad elevada, databan de 1991 y, según las reglas en vigor, debían ser renovadas al cabo de unos 25 años, es decir, hacia 2016.

En el caso de la estación de Bretigny sur Orge, a una treintena de kilómetros al sur de París, por donde circulan unos 400 trenes diarios -entre ellos los de una de las líneas de cercanías de la capital francesa- se había hecho la última revisión del cambio de agujas incriminado el 4 de julio, ocho días antes del siniestro. El convoy accidentado estaba compuesto de siete coches en los que viajaban 385 pasajeros. Tenía una longitud de 202 metros de largo y pesaba 419 toneladas.