El presidente estadounidense Dwight Eisenhower(1890-1969) diseñó en los años cincuenta la columna vertebral de Estados Unidos: su red interestatal de autopistas. El actual inquilino en la Casa Blanca, Barack Obama, quiere emularle con el plan de infraestructuras «más ambicioso» desde entonces. Su modelo, el tren de Alta Velocidad español (AVE).
El presidente de EEUU, acompañado por el vicepresidente Joe Biden -«fan número uno del ferrocarril»-, ha anunciado que su Gobierno realizará un gran esfuerzo para desarrollar la alta velocidad a través de «una histórica inversión», 8.000 millones de dólares ahora y otros 5.000 millones en los próximos cinco años. El plan del Gobierno de EEUU identifica diez posibles corredores de alta velocidad que podrían recibir fondos federales, ubicados la mayor parte en el lado este del país y en la costa del Pacífico.
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