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El Reino Unido expone la locomotora ‘Winston Churchill’ en el 50º aniversario de su muerte

The funeral train "Winston Churchill" that carried Britain's wartime leader Winston Churchill on his final journey from Waterloo to Oxfordshire is displayed at the National Railway Museum in York

Se acaban de cumplir 50 años de la muerte de Winston Churchill. El estadista más grande de la historia del Reino Unido fallecía a los 90 años (24 de enero de 1965), sobre las 8 de la mañana, en su residencia de Hyde Park Gate de Londres. La reina Isabel II le concedió el honor de despedirle con un funeral de estado, donde el tren tuvo un protagonismo especial. Una locomotora bautizada con su nombre se encargó de su transporte. La máquina se expone durante estos, completamente restaurada, en el Museo del Ferrocarril de York.

Se dice que fue el mismo Churchill quien pidió en vida que el tren que iba a llevar sus restos mortales a Oxfordshire saliera desde la estación de Waterloo. Los trenes hacia allí no suelen salir desde esa estación, pero el gran político quería asegurarse de que Charles de Gaulle -al que detestaba- fuera a Waterloo, para tener un recordatorio de la derrota francesa a manos de los ingleses en la batalla de Waterloo.

Los británicos recuerdan durante estos días al primer ministro que, en plena II Guerra Mundial, se negó a considerar la rendición o siquiera la negociación de un tratado de paz con Alemania. Su actitud desafiante, unida a sus brillantes discursos, inspiró al pueblo británico a soportar los duros ataques de la avión alemana y a resistir los embates del Ejército de Hitler jasta que, finalmente, logró la derrota nazi y devolvió la paz. La barca que llevó sus restos por el Támesis recorría este viernes de nuevo el río en el 50º aniversario de su funeral. El paseo de la barca ‘Havengore’ es el acto central de una serie de tributos, en los que participan los bisnietos del estadista muerto a los 90 años y enterrado el día 30.

El primer ministro David Cameron depositó una corona de flores en la estatua de su antecesor en la Cámara de los Comunes y rindió homenaje a «un gran líder y un gran británico». «Sabía que el Reino Unido no era simplemente un lugar en el mapa sino una fuerza en el mundo, con el destino de moldear acontecimientos y el deber de alzarse por la libertad», dijo ante la estatua de bronce, que reproduce a Churchill en su clásica pose encorvada. «Churchill confiaba en que la libertad y la democracia se impondrían al final a la barbarie y la tiranía, y así fue», sentenció el primer ministro.

El atractivo de Churchill seduce todavía, por su amor impúdico a la bebida, los habanos y la buena vida. Durante décadas los diputados tuvieron por costumbre tocar el pie de la estatua del estadista para tener suerte en los debates.

El puente de la Torre de Londres se alzó y el ‘HMS Belfast’, el buque de guerra anclado permanentemente en las inmediaciones, disparó salvas de homenaje. Randolph Churchill dijo que su bisabuelo hubiera estado «sorprendido pero encantado» con los tributos. Por la tarde, la abadía de Wesminster, en Londres, fue escenario de una ceremonia religios.

Churchill, ‘el León’, como se le apodaba, está enterrado en el pueblo de Bladon, cerca de Oxford, a unos 100 kilómetros de Londres. Su cuerpo fue trasladado en un tren tirado por una locomotora de la compañía Southern Railway que acabó siendo bautizada con su nombre. La máquina de vapor que rremolcaba el tren pertenecía a la clase ‘Battle of Britain’ (110 unidades), cuya denominación rememora la batalla que en la Segunda Guerra Mundial tuvo como protagonista a Sir Winston Churchill en su cargo de Primer Ministro. Esa locomotora -la nº 34051- fue rebautizada con el nombre del famoso estadista británico.

El coche que transportó sus restos fue restaurado en County Durham para poder ser exhibido con dignidad durante los actos del 50 aniversario. El vagón para equipaje nº2464 de Southern Railway permaneceió en el Museo del Ferrocarril de Shildon hasta enero, antes de su traslado al Museo del Ferrocarril de York como parte de una exposición conmemorativa del 50º aniversario del funeral de Churchill. Este coche para equipajes fue construido en 1931 y se usó durante la Segunda Guerra Mundial como tren de evacuación. Después, en enero de 1965 fue usado para transportar los restos de Winston Churchill desde Londres a Oxfordshire. Durante este trayecto, miles de personas se reunieron junto a las vías para mostrar sus respetos a esta figura de la historia moderna británica. Un año después se trasladó el vagón a Los Ángeles, donde permaneció hasta 2007. Desde entonces pertenece a la Colección Ferroviaria Swanage, de Reino Unido, que lo cede a diferentes exposiciones y museos. Ahora se exhibe el tren completo que llevó a Churchill y a sus familiares y amigos hasta el lugar en el que yace.

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Un cliente de Virgin Trains se queja en twitter de la falta de papel higiénico y la empresa se lo lleva

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Hay firmas que se ganan merecidamente su fama. El último informe de Focus, el organismo de control ferroviario del Reino Unido, reconocía hace escasos meses a Virgin Trains como uno de los operadores ferroviarios de mayor confianza en todo el país. La verdad es que la empresa se gana a pulso esta clasificación, como es evidente por el suceso que ha protagonizado estos días.

Un joven británico que viajaba en uno de los trenes de la compañía que preside Sir Richard Branson puede certificar con pruebas sobradas por qué los viajeros pueden fiarse de esta firma. El muchacho de 16 años, Adam Greenwood, sintió un apretón durante uno de sus habituales traslados en tren. El chico se fue al excusado y alivió su cuerpo. Pero descubrió que en el water no había papel higiénico. ¿Qué podía hacer?

Greenwood no perdió un instante. Cogió su teléfono y envió un tuit en el que reclamaba la atención de sus seguidores y el auxilio para salir airoso de esa situación tan apurada. En realidad, lo único que pretendía con su mensaje era divertir a sus conocidos y ‘followers’.

A los pocos segundos, en el ‘time line’ del apurado viajero entraba un mensaje de la cuenta oficial de Virgin Trains que le reclamaba información sobre su situación exacta y le pedía el número de coche en el que viajaba. En cuanto el tren llegó a la siguiente parada, un empleado del operador ferroviario entraba en el departamento donde viajaba Adam Greenwood para entregarle un rollo de papel higiénico. Eso sí que es un buen servicio. Esta historia se ha convertido en una de las conversaciones virales más impactantes de los últimos días en Reino Unido.

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El servicio de trenes británico, en manos de British Rail hasta 1995, está operado por diferentes empresas que cubren las rutas entre diferentes ciudades y aeropuertos del país. La compañía Virgin Trains interviene en rutas de larga distancia como la que une Edimburgo con la capital británica. La característica principal del grupo propiedad de sir Richard Branson es la utilización de la marca Virgin para comercializar todos sus productos, portando una imagen estandarizada para todas.

Virgin Trains encabeza el último ranking publicado por Focus cuanto a ‘Confianza’ de los clientes, que valoran con una buena puntuación la integridad y reputación de la empresa, superando al resto de operadores. El estudio analiza anualmente la relación de los clientes con las compañías de tren, explora si tienen confianza en la prestación de servicios, la comunicación con los pasajeros y las motivaciones de esas empresas en hacer lo correcto.

«Para nosotros, que operamos una compañía de trenes, se trata de mucho más que conseguir pasajeros que viajan de A a B. Se trata de asegurar que el cliente tenga la mejor experiencia posible, que esté bien atendido y obtenga toda la información que necesita», explicaba hace unos meses Phil Whittingham, ejecutivo principal de Virgin Trains. «Hemos utilizado la tecnología para impulsar nuevas formas de comunicarse con los pasajeros, pero estos resultados provienen, sobre todo, del gran trabajo de nuestra gente en la construcción de relaciones con los clientes, superando sus expectativas de atención al cliente día a día». No es palabería hueca y vacía. Y la prueba más que evidente se ha producido estos días con el caso del papel higiénico.

Los primeros trenes de la sociedad Virgin Trains entraron en servicio en el año 2002, y fueron construidos en las factorías italianas de Fiat Ferroviaria y en las fábricas que GEC Alsthom tiene en Birmingham. En cuanto a las redes del centro del país, que también gestiona Virgin, fueron renovadas con unidades fabricadas por la firma canadiense Bombardier. Virgin Rail tiene una nueva prórroga para ejecutar la línea principal de la costa oeste del país hasta mediados de 2016.

Ferrovial se adjudica las construcción de un túnel de 6 kilómetros y 2 estaciones del metro londinense

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Negocios británicos. Ferrovial se ha adjudicado el contrato de obras de ampliación de una línea del metro de Londres por un importe de 500 millones de libras (unos 628 millones de euros). El contrato logrado ahora con London Underground consiste en ejecutar, en consorcio con la local Laing O’Rourke, la ampliación de la línea Northern Line desde la estación de Kennington, en el Sur de la ciudad. Con este proyecto, la compañía que preside Rafael del Pino refuerza la destacada presencia con que cuenta en Reino Unido, que ya constituye el primer mercado de la empresa por ingresos, por delante de España.

Con esta nueva infraestructura, el suburbano londinense cubrirá una zona donde trabajarán 25.000 personas y residirán 16.000 familias, acortando a menos de quince minutos el trayecto hasta el West End y la zona de negocios de la city londinense. La obra abarca la excavación de un túnel de 6 kilómetros de longitud y de dos estaciones, y su finalización está prevista para el año 2020.

Con este nuevo proyecto, además de potenciar su negocio en Reino Unido, Ferrovial refuerza su experiencia en construcción de sistemas subterráneos de transporte y se consolida en el sector ferroviario británico. En la actualidad, el grupo, también en consorcio, participa en la construcción del Crossrail, una conexión ferroviaria que circulará bajo el centro de la capital, en la que ejecuta dos túneles, una estación y los accesos y cavernas de otras dos. La estación de Farringdon será una de las más transitadas del país, dado que permitirá enlazar el nuevo suburbano con el metro y el ‘Thameslink’ de la capital, y tendrá conexión directa con los aeropuertos de Heathrow, Gatwick y Luton.

La firma de Rafel del Pino recientemente se hizo con la operación y el mantenimiento durante seis años y medio del tren ligero de Londres, el Docklands Light Railway, por unos 700 millones de libras (unos 870 millones de euros) y en los últimos meses ha logrado varios contratos de mantenimiento de infraestructuras ferroviarias. Con todo ello, Ferrovial se refuerza en Reino Unido, país en el que tiene también destacada presencia con el negocio de servicios y el de concesiones (participa en el aeropuerto londinense de Heathrow), y que actualmente genera el 42% de su facturación total de la empresa.

Eurostar consigue una cifra récord de viajeros con 10 millones de billetes vendidos al cierre de 2013

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El tren de alta velocidad Eurostar que conecta Londres y París transportó 10 millones de pasajeros en 2013, una cifra récord, lo que lleva a 140 millones el total de pasajeros desde su creación hace veinte años. «Los recientes signos de recuperación económica en Gran Bretaña y la apertura de nuevas rutas y destinos» hacia los Alpes suizos y la Provenza francesa fueron las principales razones del buen rendimiento, indicó un comunicado de Eurostar, propiedad de la compañía de trenes francesa (SNCF), británica (LCR) y belga (SNCB). La facturación aumentó un 10% en el tercer trimestre de 2013, con un incremento del tráfico del 5%.

El gobierno británico anunció a principios de diciembre su decisión de vender su participación del 40% en la empresa (a través de LCR) coincidiendo con la próxima apertura a la competencia del túnel que cruza el canal de la Mancha. Los primeros trenes de Deutsche Bahn alemana empezarán a circular por el eurotúnel en 2016 para los trayectos Londres-Fráncfort (vía Bruselas y Colonia) y Londres-Amsterdam (vía Rotterdam).

Reino Unido espera conseguir cientos de millones de libras con la venta de su parte en Eurostar. El dinero sería “reinvertido en las infraestructuras del país”, explicó el viceministro británico del Tesoro, Danny Alexander, pero aún no se ha tomado ninguna decisión y la venta de Eurostar “no ocurriría necesariamente este año o el que viene”, pero sí antes de 2020. Eurostar, que también une Londres con Bruselas, es propiedad de la compañía ferroviaria estatal francesa SNCF (55%), el Estado británico a través de la empresa pública London & Continental Railways (40%) y la ferroviaria belga SNCB (5%).

Danny Alexander no quiso hablar de potenciales compradores –SNCF y/o SNCB o inversores privados–, pero dijo que el Estado debe desprenderse de aquellos activos “que estarían mejor gestionados por el sector privado”.Para el periodista y autor francés especialista en transportes Marc Fressoz, “Eurostar ha llegado a su madurez en el mercado. La compañía ha expulsado al avión de las rutas París-Londres y Bruselas-Londres”. “Es el buen momento para vender” y “la SNCF, o la SNCB, o las dos, podrían sentir la tentación de aumentar su parte”, estimó.

El anuncio del gobierno se produce cerca de veinte años después de que la ‘Dama de hierro’, la primera ministra británica Margaret Thatcher, y el presidente francés François Mitterand inauguraran el túnel bajo el Canal de la Mancha, el 6 de mayo de 1994, y de que el primer tren Eurostar lo recorriera, el 14 de noviembre de ese mismo año. Eurostar vive un momento crucial con la próxima llegada de la competencia al túnel del Canal de la Mancha.

Eurostar es el nombre comercial de los servicios ferroviarios de alta velocidad prestados por Eurostar Group y que comunican en 2 horas y 15 minutos la ciudad de Londres (Reino Unido) con París (Francia) y Bruselas (Bélgica) a través del túnel del Canal de la Mancha. Los trenes circulan a una velocidad de 300 kilómetros hora, excepto en el túnel que atraviesa el Canal de la Mancha, también conocido como Eurotúnel, donde lo hacen a 140 kilómetros a la hora. En realidad hay varios túneles para trenes de unos 50 kilómetros de largo, que se tardan en cruzar unos 20 minutos. Los convoyes, con unos 18 coches, salen y entran de las estaciones Paris du Nord y St. Pancras y hay unas catorce conexiones entre ambas capitales. A Bruselas llega a la Gare du Midi (también conocida como Brussels South o Zuidstation en flamenco) por la que pasan unos mil trenes diarios, internacionales y nacionales.

(Imagen Daniel Sparing en Wikimedia Commons)

Reino Unido avanza en su proyecto ‘High Speed 2’ con un nuevo tramo hacia el norte de Inglaterra

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Discrepancias ante el proyecto de alta velocidad británico. El gobierno británico reveló este lunes la segunda fase de su oneroso y polémico proyecto de construcción de una línea de tren de alta velocidad entre Londres y el norte de Inglaterra, destinado según el primer ministro David Cameron a estimular la economía británica. La primera fase de este nuevo programa bautizado «HS2» (High Speed 2), que tiene un coste total estimado en 32.700 millones de libras (51.500 millones de dólares, 38.200 millones de euros), había sido anunciada hace un año.

Esta segunda fase, de un total de 340 kilómetros, extenderá el tramo previsto para 2026 entre Londres y Birmingham (centro), en dos nuevas líneas hacia Manchester y Leeds, más al norte, lo que permitirá reducir la duración de los trayectos a la mitad cuando estén terminadas en 2032. El gobierno señala que el proyecto, que el pasado veranó se rumoreó que podía ser abandonado, debería crear al menos 100.000 empleos.

«El tren de alta velocidad es un motor de crecimiento que ayudará a impulsar la regeneración regional y fortalecer las economías regionales», declaró Cameron. «Es vital que nos apuntemos a la revolución de la alta velocidad», agregó, afirmando que esta línea contribuirá a «asegurar prosperidad económica, reequilibrar la economía y respaldar decenas de miles de puestos de trabajo.

El proyecto está siendo desarrollado por High Speed ​​Two Ltd, una empresa creada por el gobierno del Reino Unido. La ruta tomaría una forma compleja de una ‘Y’, con un tronco entre Londres y Birmingham, y luego dividirse en dos espolones, uno sigue Manchester, Leeds y otro a través de East Midlands. La línea se construirá en fases con el tramo comprendido entre Londres y Birmingham, siendo la primera fase. No habrá ninguna parada entre Londres y West Midlands.

El plan, cuyo trazado definitivo será determinado tras una consulta pública, tiene también numerosos detractores, y no sólo entre los ecologistas, puesto que choca también con la oposición de residentes y diputados cuyas circunscripciones están afectadas por la nueva línea sin los beneficios de tener una estación.

«El gobierno habla de empleo y de regenerar el norte de inglaterra, pero en realidad proyectos de alta velocidad en otros lados han aspirado puestos de trabajo de las regiones hacia la capital», declaró Penny Gaines, presidenta de la campaña «Stop HS2».

El gobierno anunció igualmente que aplazó la decisión de conectar el aeropuerto londinense de Heathrow a Europa continental a través de la única línea de alta velocidad existente en el país, que cubre desde mediados de 2007 los 108 kilómetros que separan Londres con el extremo británico del túnel construido bajo el canal de la Mancha.

Comparado con sus socios europeos, el Reino Unido lleva retraso en materia de desarrollo de la alta velocidad. Francia inauguró su primera línea de TGV, París-Lyon, en septiembre de 1981, y España, que abrió en 1992 el AVE Madrid-Sevilla, tiene actualmente la red más extensa de Europa con 3.000 kilómetros en servicio. El ferrocarril británico ha optado por una modernización y actualización constante de la red existente, segregando en algunos casos los tráficos de mercancías, incrementando la capacidad de los corredores originales en las zonas más saturadas por los tráficos locales y regionales, eliminando pasos de nivel y ejecutando algunas rectificaciones de trazado.

(Imagen rcarpe2 en Creative Commons)

Renfe queda fuera de la puja del Reino Unido abierta para gestionar tres líneas ferroviarias británicas

Renfe ha quedado descartada de la puja abierta en Reino Unido para adjudicar la explotación de tres líneas ferroviarias del país. La operadora española no figura en el listado de empresas a las que este Departamento invita a presentar ofertas para hacerse con alguna de las líneas a concurso. Se trata del servicio de Cercanías del Sur de Londres, el denominado Thameslink; de la Great Western, una conexión para cercanías y medias distancias entre la capital y el Sur de Gales, y de la Essex Thameside, una línea entre Londres y el Sur de Essex.

La compañía que preside Julio Gómez-Pomar presentó a comienzos del pasado mes de febrero al Ministerio de Transportes británico su solicitud y la documentación necesaria para poder pujar con estas conexiones. No obstante, la operadora no aparece en listado de las firmas seleccionadas por el Gobierno del país, en el que, por contra, sí aparece National Express, el grupo de transporte británico propietario de Alsa y participado por la familia Cosmen, que podrá presentar oferta a las dos primeras líneas. Entre el resto de grupos de transporte invitados a competir por estas conexiones ferroviarias figuran First Group, Arriva, Stagecoach, MTR y NV Nederlandse Spoorwegen.

Renfe se presentó a esta puja en el marco de la estrategia de internacionalización que desarrolla la compañía ferroviaria, que contrató a Deloitte, Everis y Capgemini como firmas asesoras en la elaboración de la documentación necesaria para este proceso. En caso de hubiera logrado la explotación de alguna de estas líneas de tren británicas, Renfe habría dado el primer paso de su apertura al mercado exterior. No obstante, la compañía ya tiene encomendada la explotación del futuro AVE La Meca-Medina, dado que forma parte del consorcio de empresas españolas que el pasado mes se adjudicó la construcción y posterior explotación de esta línea.

La internacionalización constituye uno de los principales puntos del plan estratégico de la operadora, con el que busca convertirse en una empresa de transporte ferroviario de dimensión internacional. Renfe prevé aprovechar la próxima apertura a la competencia del transporte de viajeros en la UE para trasladar su experiencia en prestación de servicios públicos.

Francia y Alemania son, además de Reino Unido, los otros mercados en los que Renfe estudia entrar. Además, sopesa también ‘saltar’ al otro lado del Atlántico, dado que también analiza el mercado ferroviario de Estados Unidos para explotar algún tipo de servicio de transporte en tren en ese país.

Renfe puja para hacerse con la explotación de tres líneas ferroviarias del Reino Unido

Internacionalización española. Renfe ha comenzado la puja por hacerse con la explotación de tres líneas ferroviarias en Reino Unido, en el marco de la estrategia de internacionalización que lleva a cabo la operadora ferroviaria española. Se trata de la Thameslink, un servicio de Cercanías al Sur de Londres; la Great Western, una conexión para cercanías y medias distancias entre la capital y el Sur de Gales, y Essex Thameside, una línea entre Londres y el Sur de Essex, tal como adelanta el diario ‘Expansión’. La compañía que preside Julio Gómez-Pomar ha presentado al Ministerio de Transportes británico la documentación necesaria para poder después presentar las respectivas ofertas.

Renfe cuenta con Deloitte, Everis y Capgemini como firmas asesoras en la elaboración de la documentación que tendrá que presentar en estos procesos que Reino Unido ha abierto para contratar operadores de transporte ferroviario. En caso de lograr la explotación de alguna línea de tren británica, Renfe daría así el primer paso de su apertura al mercado exterior.

No obstante, la compañía ya tiene encomendada la explotación del futuro AVE La Meca-Medina, dado que forma parte del consorcio de empresas españolas que el pasado mes se adjudicó la construcción y posterior explotación de esta línea.

La internacionalización constituye uno de los principales puntos del plan estratégico de la operadora, con que busca convertirse en una empresa de transporte ferroviario de dimensión internacional. Para ello, Renfe prevé aprovechar la próxima apertura a la competencia del transporte de viajeros en la UE para trasladar su experiencia en prestación de servicios públicos.

Francia y Alemania son, además de Reino Unido, los otros mercados en los que Renfe estudia entrar. Además, sopesa también ‘saltar’ al otro lado del Atlántico, dado que también analiza el mercado ferroviario de Estados Unidos para explotar algún tipo de servicio de transporte en tren en ese país.

CAF consigue un contrato para fabricar diecinueve tranvías para el transporte público de Birmingham

¿Crisis¿ ¿Quién dijo crisis? La empresa guipuzcoana Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) fabricará diecinueve tranvías para la compañía de transportes públicos de Birmingham (Reino Unido), a los que podrían sumarse otros seis si se realizan algunas extensiones en la red, ahora en estudio. CAF ha sido seleccionada en un concurso público al que se han presentado los principales fabricantes europeos del sector, entre los que fueron precalificados cinco.

La compañía de Beasain firmará el contrato para el suministro de estas unidades, de la gama Urbos III, con West Midlands Passenger Transport Executive, que opera el sistema de tranvías de esa ciudad bajo el nombre comercial de Centro. Birmingham, la segunda ciudad en población del Reino Unido, se sumará así a otras para las que CAF ha fabricado o está fabricando vehículos, como Londres, Leeds, Belfast y Edimburgo.

Este proyecto «confirma la presencia continuada» de la firma vasca en el mercado del Reino Unido, que «se reafirma» con la filial CAF UK, dedicada al mantenimiento de vehículos y actividades comerciales, con sedes en Belfast, Edimburgo y Coventry.

Los tranvías que se suministrarán son similares a los que se pusieron en servicio el año pasado en Zaragoza, con una longitud de 30 metros y una anchura de 2,65, que pueden alcanzar los 70 kilómetros por hora.

El proyecto está cofinanciado por el Department for Transport, autoridad ministerial a cargo de los transportes públicos en Inglaterra.

Birmingham está considerada la segunda ciudad del Reino Unido. La reputación de la ciudad se forjó como la ‘locomotora’ de la Revolución industrial en Gran Bretaña, siendo conocida como «la fábrica del mundo» o la «ciudad de los mil negocios. El tranvía se incorporó a la ciudad en 1872, con tracción animal; y eléctrica en 1904. Durante la década de los veinte y los treinta del pasado siglo, llegó a tener la cuarta red más grande de tranvía del Reino Unido después Londres, Glasgow y Manchester. La compañía del tranvía gestionó en su moento más álgido un total de 843 vehículos (con un máximo de 825 en servicio a cualquier momento), 20 depósitos, 45 rutas principales y una longitud total de la ruta de 129.6 kilómetros. El tranvía despareción de las calles en julio de 1953. En 2009 regresaron a las calles de la población británica.

Sindicato británico ferroviario repetirá la consulta sobre la huelga tras un revés judicial

El sindicato británico del Transporte repetirá un referéndum de huelga entre sus afiliados después de que el primero que realizó fuera considerado «ilegal» por un tribunal londinense que desautorizó el paro laboral. El secretario general del sindicato de Transportes, Marítimo y Ferroviario (RMT), Bob Crow, afirmó que la decisión judicial, que respondía a un recurso de la empresa Network Rail -gestora de las infraestructuras de ferrocarril en el Reino Unido- es «un ataque contra todo el movimiento sindical».

Un juez del Tribunal Superior de Londres desautorizó el jueves la huelga nacional de cuatro días convocada por los empleados de la red de trenes al concluir que había habido defectos de procedimiento y coincidir con la empresa en que ocasionaría «un inmenso daño a la economía». El paro, anunciado el 25 de marzo en protesta por la supresión de 1.500 empleos y el incremento de los trabajos de mantenimiento en noches y fines de semana, debía empezar el próximo 6 de abril.

Aunque Network Rail sólo recurrió el referéndum hecho entre los empleados que operan las señalizaciones -sin los cuáles los trenes no pueden funcionar- y no el de los de mantenimiento y, en general, asalariados, las asociaciones que representan a éstos últimos han decidido repetir sus consultas en solidaridad con sus colegas.

Los representantes sindicales de los operarios de señales justifican los errores de procedimiento porque sólo reciben a última hora la información sobre cambios en la estructura de la plantilla -como ascensos, muertes o jubilaciones- que necesitan para organizar la consulta previa a la convocatoria de huelga.

La oleada de huelgas planteadas en el Reino Unido se ha convertido en un arma política entre los partidos de cara a las próximas elecciones generales -previstas para el 6 de mayo-, y tienden a apoyar el argumento esgrimido por las empresas -como sucedió también en el caso de la disputa en la aerolínea British Airways- de que los paros perjudican gravemente la economía.

Un juez considera ilegal el paro de los ferrocarriles ingleses

Un juez del Alto Tribunal de Londres desautorizó hoy la huelga nacional de cuatro días convocada por los empleados de la red de ferrocarril del Reino Unido por considerarla «ilegal» y tras argumentar que ocasionaría «un inmenso daño a la economía». Estos trabajadores anunciaron el pasado 25 de marzo un paro laboral, cuyo comienzo estaba previsto para el próximo 6 de abril, en protesta por la eliminación de empleos anunciada por Network Rail (NR), la empresa pública que gestiona la infraestructura ferroviaria de este país. Un juez británico consideró hoy la medida de fuerza «ilegal» y argumentó que ocasionaría «un inmenso daño a la economía» de Reino Unido.

En respuesta al mandato judicial, el secretario general del sindicato de transportes RMT, Bob Crow, manifestó que la decisión constituía «un ataque a todo el movimiento sindical» y observó que «tergiversa las leyes antisindicales todavía más en favor de los empresarios». «Los trabajadores que luchan por una red ferrovial segura han visto cómo todo el peso de la ley se volvía en su contra», enfatizó. Pese a este contratiempo legal, Crow aseguró que la lucha de los sindicatos por lograr «prácticas laborales seguras» en los ferrocarriles británicos «continuará».

Por su parte, el secretario general de la confederación sindical británica Trade Union Congress (TUC), Brenden Barber, lamentó la «creciente facilidad» que tienen los empresarios para recurrir a los tribunales e «intervenir y anular» una votación democrática para ir a la huelga. Por contra, el ministro de Transporte británico, Andrew Adonis, afirmó que esta resolución del Alto Tribunal supondrá «un enorme alivio para todos aquellos que estén planeando viajar en tren la próxima semana». «Ahora es vital que las dos partes de este conflicto vuelvan a sentarse tan pronto como sea posible a negociar un acuerdo y les insto a que lo hagan», dijo el titular.

De haberse llevado a cabo, la huelga habría supuesto la mayor interrupción del servicio de ferrocarril del Reino Unido de los últimos 16 años. En esa convocatoria se iban a unir trabajadores de mantenimiento, supervisores y encargados de operar en las señales ferroviarias.

Estaba previsto que los paros, convocados por el sindicato de transportes RMT, duraran desde las 05.00 horas GMT del 6 de abril hasta las 22.59 horas GMT del día 9 como protesta contra los 1.500 despidos anunciados por Network Rail.

Representantes de RMT y NR se reunieron la pasada semana para tratar de llegar a un acuerdo acerca de los recortes laborales y de los planes de la empresa, que contemplan que sus trabajadores realicen más turnos de tarde y fines de semana.

El sindicato negociaba con la empresa para proteger la seguridad en el transporte ferroviario, la estabilidad laboral de los trabajadores y los acuerdos contractuales de los empleados de mantenimiento y señalización del servicio ferroviario británico