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China manda mascarillas por tren

Un tren de carga con mascarillas donadas y otros suministros contra el coronavirus partió el sábado de la ciudad de Yiwu, este de China, hacia Madrid. El donativo incluye 110.000 mascarillas quirúrgicas y 766 trajes protectores. Fue el primer tren de carga China-Europa en transportar suministros contra la epidemia hacia Europa, y llegará a Madrid en unas dos semanas, según informa la agencia China.org.cn

No habrá cobros de transporte para ninguna institución, grupo o individuo que haya donado suministros contra la epidemia a España. El tren de Yiwu a Madrid incrementará su frecuencia de un viaje a la semana a dos a la semana, dijo Feng Xubin, presidente de la empresa Yiwu Tianmeng Industrial Investment, una operadora privada del servicio de trenes. Desde noviembre de 2014 cuando el primer tren de carga operó de Yiwu a Madrid, unos 1.200 trenes han transportado más de 96.700 contenedores a Europa.

El Gobierno español aprobará la prorroga del estado de alarma el próximo martes y será ratificada el miércoles, día 25, en el pleno ya convocado en el Congreso. El presidente Sánchez indicó que «espera contar con el apoyo del conjunto de las fuerzas políticas». El jede del Ejecutivo es consciente que tener un mes confinada en sus casas a la ciudadanía española es una medida «muy dura» y que exige un gran esfuerzo, pero indicó que es el único camino para poder vencer al coronavirus. La epidemia deja 28.572 contagiados y 1.720 muertos.

Mientras tanto, la demanda de trenes en España desciende drásticamente. Los trenes de larga y media distancia de Renfe no superan un uso del 10% en ninguna zona del país, según iinforma el Ministerio de Transportes. En el área que une el centro con el Mediterráneo, el transporte férreo ha bajado hasta el 4%; en el corredor mediterráneo, el 6%; en el corredor cantábrico, un 8%. El transporte aéreo se ha reducido un 72% este sábado.

El tráfico de camiones de transporte de mercancías por la red de carreteras ha descendido una media del 22% desde que se decretó el estado de alarma, una reducción que, «dada la actual situación extraordinaria, hace pensar que no habrá problemas de abastecimiento«. Este dato de disminución contrasta con el desplome del 70% que registra el tráfico de vehículos particulares por las carreteras del país.

La Policía Nacional podrá requerir a los viajeros de las estaciones de tren los motivos de su viaje con el fin de comprobar que solo se desplazan por los motivos inaplazables o de fuerza mayor contemplados en el Decreto por el que el Gobierno aprobó el estado de alarma el pasado sábado. El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, informaba de esta medida pese a asegurar que se ha registrado un «descenso drástico» de la movilidad y que «la sociedad parece haber tomado conciencia de la necesidad de restringir los movimientos» para combatir el virus.

Esta es una de las últimas medidas tomadas por el Departamento que dirige Ábalos para precisamente restringir la movilidad de los ciudadanos tras el recorte de la oferta de todos los modos de transporte fijada en el Decreto del estado de alarma. También se destaca cómo los trenes de Cercanías circularon este sábado con una ocupación del 15% respecto la habitual, y los trenes de AVE y Larga y Media Distancia, al 2% de su capacidad. Según el ministro, viajaron en tren 2.514 viajeros, el 13% respecto a lo que lo hicieron el mismo día del pasado año.

Sóller suspende su tren, pero no el tranvía

El Ferrocarril de Sóller ha suspendido sus servicios entre Sóller y Palma como consecuencia de la crisis del coronavirus. La empresa mantiene, por contra, los servicios entre Sóller y el Port con el tranvía. El tren de Sóller es una empresa con vocación claramente turística, por lo que el cierre de los hoteles y la desaparición del flujo de visitantes han obligado a la dirección de la compañía a adoptar la medida de contención con la suspensión de todos los servicios diarios con la capital balear. El cierre del tren se mantendrá mientras dure el estado de alarma.

Al contrario de lo que sucede con los trenes, el Ferrocarril mantendrá el servicio de tranvías entre Sóller y el Port. De acuerdo con esta decisión, el tranvía realizará un total de siete expediciones en cada uno de los sentidos. El primer tranvía sale de Sóller a las 9 horas de la mañana y el último lo hace del Port a las 17:30 horas de la tarde. Esta medida pretende garantizar la movilidad de todas aquellas personas que pese al confinamiento general necesiten desplazarse entre los dos núcleos urbanos para realizar compras indispensables.

El tranvía tan solo posee dos estaciones, pero cuenta con catorce paradas a lo largo de su recorrido. El nombre de éstas suele provenir de la cultura popular, tomando su denominación de edificios o puntos de interés cercanos, como bares, restaurantes, hoteles, o monumentos. Empieza desde Sóller y acaba en su puerto, con la parada La Payesa. El recorrido se inicia en la estación del pueblo de Sóller. Recorre unos 800 metros aproximadamente atravesando el núcleo urbano, pasa por delante del mercado de la villa y de la iglesia. Poco después de pasar la parada Mercat abandona el núcleo urbano y se adentra en los huertos de cítricos y los jardines de Sóller, dejando atrás el asfalto de las calles. Tras haber cruzado el torrente Major mediante un puente y haber pasado la parada Monument, el tranvía transcurre paralelo a la carretera Ma-11 hasta llegar a la bahía.

El uso mensual de los usuarios del ferrocarril y del tranvía guarda un cierto paralelismo, con una tendencia al alza entre los pasajeros del tranvía entre los meses de mayo a septiembre coincidiendo con la temporada alta turística. En 2016, este servicio transportó 1.171.357 pasajeros.

Nació en 1913 como el hermano menor del tren que une Palma y Sóller y la filosofía inicial por la que se creó la primera línea de tranvía eléctrico de Mallorca fue el transporte pasajeros, amén de las mercancías en una época de penurias y dificultades en un valle que permanecía aislado del resto de la isla. El empuje de la burguesía local permitió que Sóller se abriera al mundo, poniendo en circulación un tren y un tranvía que rompieron la barrera de aquel aislamiento inmemorial.

Los vehículos utilizados tienen distinto origen. Los numerados del 1 al 3 son los automotores y los 5 y 6 sus respectivos coches, originales de 1913. Fueron construidos por la empresa zaragozana Carde y Escoriaza. En 1954 se adquirieron las jardineras de los tranvías eléctricos de Palma de Mallorca, ya que la ciudad había abandonado el tranvía como medio de transporte e introducido el autobús. El tranvía número 4 fue comprado como chatarra a Bilbao y posteriormente se transformó y restauró para su uso por el tranvía sollerense (en 1999, con el patrocinio de BBK y Euskaltel, se volvió a adquirir para su restauración y exhibición en el Museo Vasco del Ferrocarril). En años recientes, la compañía adquirió cinco automotores modelo Carris de los tranvías de Lisboa, que fueron numerados del 20 al 24. Fueron adaptados a un ancho de vía de 914 mm (yarda inglesa), poco común en la actualidad, y se les construyeron unas jardineras para el transporte estival de turistas hacia el puerto.

(Imagen Wikimedia Commons)

Cercanías, contra las aglomeraciones

El Ministerio de Transportes anuncia que reforzará algunas líneas de Cercanías, especialmente la C5, para evitar problemas como los ocurridos este lunes. Además, vigilantes y miembros del Ejército se desplegarán por las estaciones para evitar las aglomeraciones en andenes y vehículos. Nadie quiere volver a ver las imágenes de este lunes.

En el primer día laborable en estado de alarma por el coronavirus, se ha producido hacinamiento en algunas estaciones, como la de Atocha, en las primeras horas de la mañana. Fuentes municipales aseguran que ha sido un probema puntual y que esperan que no se vuelva a repetir una situación como la sufrida por algunos madrileños. También se tomarán medidas en otras capitales (Barcelona y Bilbao, por ejemplo) para evitar que haya aglomeraciones en las primeras horas, cuando la gente acude a sus trabajos.

Una portavoz de Renfe Cercanías ha admitido que “puntualmente se han podido producir una alta concentración de viajeros en determinadas estaciones”, sobre todo en Atocha, en la que confluyen todas las líneas que operan en la región, debido a una incidencia en la infraestructura de la estación de Príncipe Pío, que se produjo a las 7.30 y que se solventó en media hora. Afectó “a un par de trenes” de las líneas C1, C7 y C10, donde los convoyes circulaban por una sola vía y se acumularon retrasos de 10 a 12 minutos.

El necesario «distanciamiento social» que reiteran las autoridades desde que se declaró el pasado sábado el estado de alarma en toda España, «ha sido imposible de cumplir para los viajeros de la línea C5» que, por una incidicencia puntual, han tenido que viajar en coches repletos de pasajeros. Ante esta situación. «Renfe y Adif expresan sus disculpas a los usuarios que en hora punta han sufrido esta situación», explican en una misiva.

UGT «exige medidas urgentes» en Cercanías ante la «imposibilidad de cumplir con las recomendaciones de distanciamiento social». El sindicato cree necesaria una «limitación del aforo en andenes y unidades, mediante control de acceso a las estaciones; refuerzo del personal de seguridad privada para cumplir con la anterior recomendación; apoyo, si fuera necesario, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en las estaciones más transitadas y en intercambiadores de transporte; que se incremente el número de circulaciones y frecuencias», explican. «UGT insiste a las empresas que faciliten a sus trabajadores y trabajadoras la posibilidad de realizar su tarea profesional desde sus domicilios, siempre que ésta no sea un servicio esencial para la comunidad. De esta manera se evita el desplazamiento de personas y se limita la movilidad a través de los transportes».

El Gobierno regional de Madrid asegura que en hora punta el uso del metro ha sufrido un 75,27% menos de viajeros. En Cercanías, la caída ha sido del 80%. Según datos oficiales, durante la hora punta de este lunes, entre las seis y las nueve de la mañana, Metro ha contabilizado apenas 118.121 viajeros, lo que supone casi un 57% menos que el último día laborable, el pasado viernes, cuando 248.985 viajeros usaron el suburbano en el pico de la mañana. El domingo 15 de marzo se registraron durante todo el día 125.477 viajeros, un 88% menos que el mismo día de la semana anterior, y un 46% menos que el día anterior, sábado.

La Unidad Militar de Emergencia (UME), que comenzó este domingo a realizar «reconocimiento previos» en siete ciudades donde tienen instalados sus batallones —Madrid, Valencia, Sevilla, Zaragoza, León, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife— y este lunes ha extendido su despliegue a otras siete (Málaga, Burgos, Valladolid, Logroño, Huesca, Teruel y Guadalajara) realizan diversas actividades en las estaciones ferroviarias. En algunas de ellas, colaboran en la limpieza y desinfección de los lugares reservados al público. En este proceso de limpieza y «siguiendo las indicaciones dadas por las autoridades sanitarias, se han sustituido los productos de limpieza habituales biodegradables por los adecuados para la desinfección de estos elementos, aquellos que contienen hipoclorito sódico, que contrarresta mejor al coronavirus».

El Gobierno vasco ha decidido recuperar el 100% de los servicios en aquellos operadores que hayan registrado saturación este lunes. En el suburbano, por ejemplo, ha habido momentos con coches llenos, con las consiguientes quejas de los usuarios por la falta de una distancia mínima entre pasajeros. El Ejecutivo autonómico decidió en la noche del pasado sábado que los transportes sobre los que tiene competencia ofrecieran entre un 40 y un 60% de frecuencias, en previsión de que la demanda en el primer día laborable tras ser decretado el estado de alarma y sin colegios sufriera un descenso drástico. Según los datos de Metro Bilbao y también de Renfe Cercanías (de competencia estatal), el número de clientes ha caído en un 75% con respecto a una jornada normal.

Sin embargo y pese a ello, en el suburbano se han dado algunos episodios de saturación. Se ha sacado el 66% de los trenes a circulación, pero no ha sido suficiente. El Ejecutivo autonómico quiere evitar que a partir de ahora vuelva a suceder algo así. El objetivo es que los pasajeros puedan disponer de la distancia de seguridad que reduzca el riesgo de contagios. Y para eso es necesario sacar más trenes.

Cataluña busca soluciones al robo de cobre en las vías, alarmada ante el incremento de casos

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Alarma en el ferrocarril catalán. Los continuos robos de cable, para obtener el cobre de su interior, han puesto en una situación límite a los servicios que presta en la comunidad Rodalies y Regionals. Adif ve con impotencia cómo se repiten estos casos de hurto que en lo que va de año han aumentado un 30%. La Generalitat quiere atajar el problema y establecer con el administrador de infraestructuras un protocolo de seguridad.

El problema es evidente. Ante la imposibilidad de controlar los cientos de kilómetros de la red catalana, los ladrones se crecen y se hacen cada vez más osados.El último incidente se produjo el martes. En dos puntos diferentes de la red, se llevó (o inutilizó) un total de 340 metros de cable. Las fórmulas disuasorias -la última el hormigonado de las canalizaciones por donde van los cables- tampoco parecen disuadir a los ladrones; y además resultan caras. Cámaras y patrullas de seguridad tampoco les espantan. En pocos minutos han conseguido su objetico. Y con la sutracción de cable se acaban bloqueando los sistemas de seguridad y comunicaciones vitales para la circulación de los trenes.

Adif no quiere hacer público el impacto económico de los robos, tanto en la sustitución de material como en la repercusión que estas sustraciones tienen sobre el transporte que utilizan miles de pasajeros. Solo el pasado año, los Mossos d’Esquadra recibieron 673 denuncias. Suman ya el 15% de las incidencias de la red catalana, que se encuentra al límite de capacidad y necesita una inversión considerable, según reconocen los técnicos.

Los pasajeros no son los únios que sufren estos robos. Adif y Renfe tambièn se sienten víctimas de ste problema. Y lo que es peor no saben cómo atajarlo. La Generalitat, titular del servicio de Rodalies y Regionals, tampoco hace sangre cosnciente de la dificultad para controlar la red. Pero la alarma se ha disparado. A principios de mes, tras corroborar el auge de estos robos, el Departamento de Territorio solicitó un encuentro con Adif, Renfe y los Mossos d’Esquadra para establecer una línea de actuación. Todavía no hay fecha para la reunión.

El sabotaje a trenes del metro de Madrid tendrá consecuencias penales, según Esperanza Aguirre

Sabotaje en el metro de Madrid. Habrá sanciones. Y muy graves. Un grupo de personas ha desafiado la seguridad del metro madrileño al tirar a la vez de la alarma de seguridad en trece coches de nueve líneas en plena hora punta, como forma de protesta por la subida de tarifas una media del 11% desde el próximo 1 de mayo. Los responsables de Metro han puesto la denuncia correspondiente ante la Policía, que se ha hecho cargo de la investigación. La acción, al parecer desarrollada por el colectivo ‘Toma el metro’, ha desagradado especialmente a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que ha asegurado que sus autores «no se van a ir de rositas».

El sabotaje se ha registrado sobre las 8.30 en las estaciones de Cuatro Caminos (línea 1), Sevilla (2), Argüelles y Embajadores (3), Núñez de Balboa (5), Príncipe Pío, Sáinz de Baranda y Universidad (6), García Noblejas (7), Colombia (8), Príncipe de Vergara y Ventilla (9) y Nuevos Ministerios (10). El ‘modus operandi’ ha sido siempre el mismo: cuando el tren ha llegado a la estación y ha abierto sus puertas las personas involucradas en esta operación sincronizada han tirado de la alarma, lo que ha obligado a los maquinistas a bajarse, comprobar lo sucedido y «rearmar los timbres» antes de seguir la marcha. Esto ha supuesto unos minutos de retraso que han afectado a unos 8.000 viajeros de forma directa.

Mientras que los operarios de Metro trabajan en colaboración con efectivos policiales para identificar a los implicados con ayuda de las cámaras de vigilancia del suburbano, Aguirre reclama a la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, que esta acción no quede impune. Según Aguirre, poco después de los incidentes, tres de los participantes estaban ya prácticamente identificados, si bien a las 19.00 horas la Policía no había efectuado aún ninguna detención. Según fuentes de la Jefatura Superior, el Grupo XXI de la Brigada Provincial de Información está «analizando exhaustivamente» las imágenes captadas por las cámaras para averiguar quiénes son los protagonostas de una «acción coordinada y muy estudiada». En la investigación han descubierto que, además de las personas que accionaron los frenos, participaron otras que hacían funciones de vigilancia en el exterior de las estaciones.

La delegada del Gobierno ha explicado que la acción tendrá las «consecuencias legales» que se desprendan del Código Penal; ha calificado la iniciativa de «absolutamente reprobable» y ha dicho que ha causado «trastornos graves» a entre 8.000 y 10.000 personas. Para el responsable de Seguridad de Metro, Javier García Cardiñanos, «no se puede comparar un hecho aislado de un vándalo con un hecho coordinado entre al menos trece personas». «Cuando alguien lo hace como un acto aislado le ponemos la sanción administrativa que corresponde, pero en este caso ha sido una acción coordinada para parar un servicio público», ha explicado Cardiñanos.

«Nunca había pasado» nada similar en el metro madrileño y que «se vulnere un sistema de seguridad para parar la explotación de un servicio que utilizan dos millones de personas al día». Un mensajero anónimo, que ha informado de los hechos, explicaba que esta era una acción denominada ‘Toma el Metro’ con la que protestar por la subida de tarifas, y aseguraba también que es «sólo la primera».