¿No hay una fórmula más adecuada a los tiempos que corren? Renfe pagó 232.159 euros de canon en 2012 a la SGAE por su gestión de los derechos de autor, 30.096 euros a la Asociación de Gestión de Derechos Intelectuales (AGEDI) y 28.916 euros a artistas, intérpretes o ejecutantes. El pago se efectúa por el canon que se debe pagar por la audición de música sujeta a derechos de autor de los que nadie está exento, a tenor de las cifras que recaudan estos organismos.
La operadora ferroviaria ofrece a los pasajeros la posibilidad de escuchar música en sus trenes Alaris, Altaria, AVE, Alvia, Euromed, Arco y Talgo, igual que muchas otras compañías europeas, desde la SNFC francesa a la RZhD rusa. Pero la audición de las melodías en los convoyes ferroviarios no están exentas del pago a artistas, intérpretes o ejecutantes.
El audio al que se puede acceder a bordo de los trenes tiene cuatro canales: musical (clásicos asequibles como Bach, Mozart, óperas conocidas, bandas sonoras de películas, jazz, blues, pop/rock clásico), temático (se describen los parajes de nuestra geografía nacional), selección de relatos cortos y poesía, y agenda de cultura y ocio actualizada mensualmente.
Además del hilo musical de sus trenes, la operadora anunció en 2011 el lanzamiento de ‘Renfe Radio’ para ofrecer música e información a los más de tres millones de visitantes de su web. Sin embargo, el enlace ha desaparecido de su portal.
No obstante, parte de la música ofrecida por Renfe es de dominio público, es decir que no está sujeta al pago de este canon. La Ley de Propiedad Intelectual española establece que los derechos de explotación de una obra duran toda la vida del autor y 70 años después de su muerte, si falleció después de 1987, u 80 años si murió antes.
La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) es una sociedad privada española reconocida legalmente como de gestión colectiva, dedicada a la gestión de los derechos de autor de sus socios, entre los que se cuentan toda clase de artistas y empresarios del negocio de la cultura. Es una organización que gestiona el cobro y la distribución de los derechos de los autores y a la vez vela por los intereses de los editores.
Desde finales de la década de 1980 la SGAE empezó a obtener ingresos a través del llamado canon compensatorio por cintas de audio y vídeo, por equipos de música y televisores en locales públicos; la digitalización de los soportes musicales y audiovisuales llevó consigo la extensión del canon a los nuevos formatos (CD/DVD, memorias portátiles, etc). Ambos fenómenos paralelos son los que han provocado en los últimos años un incremento de los ingresos de la SGAE.
(Imagen Crónica Ferroviaria)