Comer o no comer; he ahí el dilema en el metro de Nueva York. La Autoridad Metropolitana del Transporte (MTA) de Nueva York rechaza el proyecto de ley dirigido a prohibir la comida en el metro de la ciudad pese a que la costumbre atrae a las ratas. El presidente de la MTA, Joseph Lhota, sostiene que la propuesta perjudicaría a las minorías y a quienes no pueden tomar algún alimento en otro lugar, como muchos pobres de la Gran Manzana. Lhota se opone así al proyecto de ley ideado por el senador estatal Bill Perkins, que contempla multas de hasta 250 dólares por comer en el metro.
La polémica está servida. Hace pocos días un vídeo en youtube donde una mujer recriminaba a otra porque comía un plato de tallarines en uno de los coches del metro neoyorquino alcanzó un alto grado de popularidad. Partidarios y detractores de poder ingerir alimentos en el suburbano iniciabano una larga discusión en los comentarios del vídeo en Youtube. La grabación muestra cómo una mujer comienza a criticar a una joven que está comiendo un plato de espaguetis en el suburbano, quien responde a las críticas insultado a la pasajera. La discusión se va elevando de tono por momentos hasta que finalmente llegan a las manos y la joven termina por tirar el plato de comida sobre la mujer. La pelea ha provocado una ardua polémica en internet.
Muchos neoyorquinos se quejan de que la costumbre de comer en el subterráneo deja basura que atrae a los roedores, que penetran en los coches del metropolitano en busca de migas incluso cuando éstos están llenos de pasajeros. La presencia de ratas ha sido en ocasiones grabada en vídeos que motivan gran controversia cuando son publicados en internet, donde también se han colgado secuencias de disputas entre pasajeros por el asunto de la comida.
Según el grupo Straphangers Campaign, una de cada diez personas que viajan habitualmente en el metro de Nueva York han visto recientemente ratas correteando dentro de los coches y por las plataformas y las vías. La misma organización denuncia que los recortes presupuestarios en los servicios de limpieza del subterráneo están provocando una grave falta de higiene en las estaciones.
Los diarios neoyorquinos recordaban hace escasos días que la Autoridad Metropolitana del Transporte recoge cada día unas 90 toneladas de basura del metro de la Gran Manzana, famoso por su falta de higiene y las ratas que pueblan sus vías y andenes.
La presencia de roedores, además de antiestética, propicia la propagación de enfermedades e infecciones y además daños y problemas en el cableado de la infraestructura viaria, que produce pérdidas millonarias a las operadoras ferroviarias.