El consejero de Transportes e Infraestructuras, Pablo Cavero, ha animado a los madrileños a visitar el Museo de Metro que se encuentra en la conocida ‘estación fantasma’ de Chamberí y que ha recibido 170.000 visitas desde 2008. Cavero ha recorrido este nuevo «espacio cultural» de la capital que ofrece a los visitantes la posibilidad de conocer cómo era el suburbano en sus orígenes y, en parte, «viajar en el tiempo».
A juicio del consejero, el Museo de Metro ya es parte de la historia de Madrid y su carácter gratuito hace que esté pensado y diseñado «para ser patrimonio de todos».
Diseñada por el arquitecto Antonio Palacios, e inaugurada el 17 de octubre de 1919, era una de las ocho estaciones que conformaban originariamente la red de ferrocarril metropolitano de la capital de España. No obstante, su cercanía con las estaciones de Bilbao e Iglesia conllevó su clausura, el 21 de mayo de 1966, y ello debido a una remodelación de la Línea 1 de Metro: los andenes se ampliaron de 60 a 90 metros con la finalidad de permitir la circulación de trenes de hasta seis coches, y la cercanía con ambas estaciones propició que la parada los convoyes en Chamberí dejase de ser rentable. La estación permaneció inutilizada durante más de cuarenta años, reduciendo los trenes su velocidad cuando atravesaban sus instalaciones, a las que se recortaron los andenes para facilitar la circulación.
Desde su cierre y a pesar del silencio sepulcral que la acompañaba habitualmente, cientos de leyendas y mitologías urbanas acompañaron a esta misteriosa estación de culto paralizada en el tiempo. Jóvenes grafiteros se adentraron en ella para dejar su firma e incluso sirvió de escenario para algunas escenas de la película Barrio. En 2008 fue reabierta como museo y desde entonces las visitas superan las 170.000.
Junto a la Nave de Motores -próximamente será declarada Bien de Interés Cultural por la Comunidad-, la estación de Chamberí forma el centro de interpretación del suburbano conocido como Andén 0, que muestra la historia de Metro.