Apuesta por el ferrocarril. Afganistán ha puesto en marcha su primera línea ferroviaria, que unirá la región de Mazar-I-Sharif, situada en el norte del país, con el vecino Uzbekistán, un servicio creado en el marco de un ambicioso plan de redes ferroviarias para potenciar el comercio regional a pesar de las actividades de la insurgencia. El Gobierno lleva meses intentando atraer a compañías extranjeras para participar en la exploración y extracción de los cerca de 3.000 millones de dólares en reservas de minerales todavía no descubiertas y uno de los problemas principales es la ausencia de una red de transporte ferroviario que permita trasladar las mercancías por el país.
La falta de una red ferroviaria ha provocado que Afganistán haya tenido que confiar a su vecino Pakistán el transporte de suministros esenciales, como alimentos y petróleo, lo que ha permitido que las relaciones bilaterales se estrechen. La nueva red ferroviaria también permitirá reforzar las rutas de suministros de las tropas internacionales con la llegada de materiales desde la zona norte del país, lo que permitiría reducir la dependencia de Pakistán, que ha decido suspender estas rutas tras el último ataque erróneo de la misión de la OTAN, que acabó con la vida de 24 militares paquistaníes.
El viceministro de Obras Públicas de Afganistán, Noor Gul Mandal, ha informado de que el primer tren sin carga realizó el miércoles un trayecto de 75 kilómetros desde Mazar-I-Sharif hasta Hairatan, en la frontera con Uzbekistán. Este trayecto ha permitido comprobar el buen estado de las vías y la señalización, con lo que la línea ha quedado ya preparada para que sea oficialmente inaugurada por el presidente, Hamid Karzai. «Es una cuestión de orgullo para nosotros y es un tema muy importante para Afganistán», ha destacado Mangal.
A diferencia de otros países del centro de Asia, en los que potencias coloniales como Reino Unido y Rusia construyeron extensas redes ferroviarias, los líderes afganos han mantenido durante años su rechazo a la llegada del ferrocarril . De hecho, la primera línea ferroviaria, la que conecta el norte del país con Uzbekistán, fue completada a finales del año pasado.
Mangal ha explicado que tiene previsto reunirse con las autoridades de Turkmenistán este jueves para aclarar la segunda fase del proyecto ferroviario, que contempla la conexión de Mazar-I-Sharif con Andjoi, en la frontera turcomana, lo que permitiría abrir en los próximos dos años una línea que llegue a conectar con el mar Caspio.
La primera línea ferroviaria afgana que recorrerá las zonas montañosas y desérticas del norte del país representa una apuesta por situar a Afganistán como principal punto de conexión regional para países que operan con China e India. Sin embargo, el empeoramiento de la seguridad antes de que se complete la retirada de las fuerzas internacionales en 2014 hace que el éxito del proyecto ferroviario aún se complete como una meta muy distante.