Barcelona, sin metro las noches fin de semana


El Metro de Barcelona no abrirá las noches de fin de semana a pesar de la finalización del estado de alarma y mantendrá el horario vigente, de las 5 a las 0 horas, según ha avanzado Betevé y han confirmado fuentes de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM). Tras valorar la opción durante las últimas horas, el ATM ha decidido no recuperar de momento el horario de noche porque no prevé un aumento de la demanda, dado que las actividades de ocio nocturno permanecerán cerradas y la restauración ofrecerá servicio solamente hasta las 23 horas.

«En el caso de que veamos que hay alguna diferencia como hasta ahora sí que haremos cambios en el horario», han explicado las mismas fuentes. El horario nocturno de fin de semana del Metro se suspendió el 20 de marzo del 2020, cuando se suprimió el servicio ampliado de los viernes hasta las 2 horas y el servicio ininterrumpido de sábado a domingo. Después, el horario se retomó parcialmente –hasta las 2 horas–, pero se anuló nuevamente en julio por el aumento de brotes.

Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) trabaja en una mejora de frecuencias en la red de metro. «Hay que hacer que las líneas actuales tengan mejores frecuencias. Ya tienen buenas frecuencias, pero creemos que se pueden reducir», dice el consejero delegado de TMB, Gerardo Lertxundi. El objetivo es situar el paso de los convoyes cada dos minutos. » La L1 y la L5 son dos claros ejemplos. Estamos en dos proyectos en ambas líneas, pero para ello necesitamos nuevos trenes y necesitamos mejorar en tecnología, hacer un esfuerzo tecnológico, para poder lograrlo». Según Lertxundi, hay previstas mejoras de frecuencias en las líneas L1, L5, L2, L4 y L3, subraya en una entrevista sin concretar fechas.

«En algunas líneas nos gustaría llegar a una frecuencia de 120 segundos, dos minutos. Éste es el gran objetivo, progresivamente iremos llegando», añade Lertxundi. Si lo conseguimos, daremos un salto cualitativo muy importante. Nos permitiría tener una de las mejores redes de metro de Europa«. En la citada entrevista, que se publicará entera esta semana, Lertxundi tamibén avanzó las obras que habrá en la red de metro en verano, concretamente en las líneas L4 y L11.

Tras una caída de la mitad de pasaje el año pasado por las restricciones de movilidad, como consecuencia de la pandemia, actualmente la ocupación del suburbano va creciendo, aunque de forma lenta. «Ahora es del 60%«. La recuperación es más visible los días laborables que los fines de semana». Los sábados, el servicio sigue sin funcionar toda la noche por el decreto de estado de alarma, que impone un toque de queda desde las 22.00 a las 06.00 horas, y por ahora no hay ninguna fecha para recuperar la oferta de metro non-stop de los fines de semana.

De cara a 2030, el gran proyecto del metro de Barcelona es que se complete la L9, con la apertura de las estaciones del tramo central. «La L9 va ser una línea que va a vertebrar el AMB por los municipios a los que afecta. Va a dar servicio a zonas que ahora no tienen metro, como barrios de la parte alta de Barcelona. Pero si por algo va tener importancia va a ser por toda la intermodalidad que va a suponer con otras líneas ferroviarias y de metro. Va a ser un eje que va a permitir conectar muchos elementos de la red de transporte entre sí. Éste va ser el gran cambio, junto a dar servicio a zonas que no tienen metro. Va a ser un salto en el sentido de facilitar los desplazamientos a personas que ahora tienen problemas para moverse de forma eficiente», cuenta Lertxundi.

El proyecto de la L9 ya está desencallado. «Ya se están haciendo cosas. Y ahora vamos a ver en cuánto tiempo se puede hacer. Nosotros estamos empujando para que se haga cuanto antes. No llegará un día en el que la L9 esté en funcionamiento, sino que será progresivo, por zonas. Espero que en pocos años se pueda ver esta realidad». La L9, con un coste de 6.000 millones de euros, «unirá muchos puntos de intermodalidad, zonas universitarias, zonas sanitarias y zonas con mucha ciudadanía».

Además de la L9, en los próximos años se va a mejorar la L4, «con varios kilómetros más de red y tres estaciones». La L4 llegará a la Sagrera, que para Lertxundi tiene que «ser un verdadero punto de intermodalidad». También está previsto que se amplíe la L1 por la parte de Badalona y la L3 por la parte de Esplugues. A más corto plazo, los ciudadanos verán como abren -esta primavera- las tres paradas de la L10 de Zona Franca y la estación de Ernest Lluch, en Collblanc, que se pondrá en marcha muy posiblemente antes del verano.

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