El lehendakari del Gobierno vasco afirma, que el metropolitano bilbaíno es «referente internacional en diseño, arquitectura, funcionalidad y limpieza» y su servicio es «un ejemplo para todo el mundo». Iñigo Urkullu se congratula «de que el esfuerzo compartido y la colaboración entre todas las instituciones están dando un magnífico resultado». «Hoy hablamos de la Línea 3, un nuevo paso adelante de un moderno y eficaz servicio de transporte público y sostenible para Bilbao y Bizkaia», explica el lehenedakari, quien apunta que «nuestro servicio es un ejemplo para todo el mundo. Entre las ciudades europeas, Bilbao adquiere día a día un prestigio y relevancia evidentes».
Los trabajos de excavación que se desarrollan desde mediados del pasado mes han obligado al cierre del acceso a la estación de las líneas 1 y 2 por la Plaza de San Nicolás. Desde entonces, los usuarios de Metro Bilbao acceden a la estación de Casco Viejo a través del cañón de la Plaza Unamuno y los ascensores de Mallona. Esta situación se mantendrá hasta el final de la obra y puesta en servicio de la futura línea 3, momento en el que se volverá a reabrir el acceso de San Nicolás, que será común para las tres líneas de metro. La Línea 3 estará en marcha, «si no hay imprevistos, en el primer trimestre de 2017«.
En la actualidad, se desmonta la cubierta del edificio que alberga el acceso a las línea 1 y 2, el resto de la estructura colindante con los edificios adyacentes y diversos equipamientos ferroviarios de la antigua línea del Txorierri. Asimismo, en la parte próxima al frontón de la Esperanza, se están ejecutando las cimentaciones de la nueva estación de Casco Viejo de la Línea 3.
Desde el inicio de las obras en mayo de 2015, se ha demolido parcialmente el frontón de La Esperanza y la antigua estación de San Nicolás y se ha excavado el solar que albergará la futura estación habilitándose un túnel de 120 metros. La futura estación del Casco Viejo será una intermodal de las líneas 1, 2 y 3 del Metro de Bilbao. Asimismo, ejercerá de catalizadora al permitir la conexión ferroviaria del Txorierri a través del nuevo túnel de Artxanda, y facilitará la conexión con el centro de Bilbao a las personas procedentes de Bermeo, Gernika, Durango o Eibar.
En el resto de la Línea 3 la obra civil está prácticamente finalizada salvo en Casco Viejo. Desde hace meses se acomete la instalación de ascensores, escaleras mecánicas y pasarelas rodantes, y se avanza en los contratos de señalización, comunicaciones, energía, acabados y montaje de vía, entre otros. La línea 3 ofrecerá conexiones ferroviarias cada 7,5 minutos entre Etxebarri y Matiko y atenderá a una población de más de 70.000 personas, que dispondrán de una estación del ferrocarril metropolitano a menos de 10 minutos de sus domicilios. El trazado de la línea 3 tiene una longitud de 5.885 metros y contará con siete estaciones: San Antonio de Etxebarri, Otxarkoaga, Txurdinaga, Zurbaranbarri, Casco Viejo, Uribarri y Matiko. Todas ellas de la misma tipología (a excepción de Etxebarri y Casco Viejo) que las diseñadas por Norman Foster para las líneas 1 y 2 de metro.
Euskal Trenbide Sarea, ente público dependiente del Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno vasco, ha culminado el último cale, o unión de dos frentes de túnel, de la Línea 3 del Metro de Bilbao. De esta manera, ya se pueden recorrer por debajo de la tierra los seis kilómetros y siete estaciones que conformarán la nueva línea del suburbano en la capital vizcaína. El lehendakari, junto al diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria; el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto; y la consejera de Medio Ambiente y Política Territorial, Ana Oregi, han visitado los túneles y el hueco que se ha excavado en la antigua estación de San Nicolás, que albergará en aproximadamente un año la futura intermodal de Casco Viejo. A la visita a las obras de la Línea 3, que supondrán un coste de 279 millones financiados por Gobierno vasco y Diputación de Bizkaia, también ha acudido el Viceconsejero de Transportes, Antonio Aiz; el diputado foral de Transportes, Vicente Reyes; el director General de ETS, José Luis Sabas, y su homólogo de Euskotren, operadora de la línea, Imanol Leza. Tras una explicación sobre un panel del desarrollo de la obra, los asistentes han recorrido a pie el túnel hasta el hueco abierto en la antigua estación de San Nicolás, que acogerá la intermodal de Casco Viejo.
Unai Rementeria señala que la Línea 3 de Metro «está cada vez más cerca» y compara «la revolución del metro en Bizkaia con la revolución que ha supuesto el móvil para nuestras vidas». «Ya no podemos andar sin móvil, y el metro también nos ha cambiado la vida a todos los vizcaínos y lo ha hecho a mejor, nos ha ayudado a construir una Bizkaia mucho más moderna, más vertebrada y al servicio de las personas, que es lo importante», destacado el diputado general. Tras recordar que la Diputación ha invertido en las líneas de metro 1.320 millones desde 1988, agradece la colaboración del Gobierno vasco y asegura que «el pacto entre Ejecutivo y la Diputación, en este caso también, es un aliado más al servicio de Bizkaia y de sus habitantes». «Este pacto no es que sume, es que siempre multiplica y multiplica por mucho, mientras que, no muy lejos de aquí, hay algunos que no son capaces de llegar a ningún acuerdo para hacer nada, pero aquí las instituciones vascas funcionan y, en este caso, volverán a abrir una línea de metro en próximas fechas».
El alcalde de Bilbao dice que «esta gran oportunidad que se brinda a Bilbao de tener una nueva línea de metro es posible solamente gracias al esfuerzo del Gobierno vasco y la Diputación Foral de Bizkaia», y destaca la importancia de la colaboración institucional porque «solamente así llegaremos a grandes proyectos y a poner a disposición de la ciudadanía proyectos que de verdad les hagan mejorar su calidad de vida, y esta línea 3 es uno de esos proyectos».
(Imagen Borja Agudo)