Como estaba anunciado. Feve ha decidido eliminar los trenes que conectan Bilbao con Santander a las ocho de la mañana a partir del próximo 1 de octubre. Todo por «ahorrar costes». La baja demanda del servicio ha provocado esta decisión. Según portavoces de la empresa, la media de viajeros que utilizan el servicio en cualquiera de las dos direcciones, que oscila habitualmente entre los 15 y 20 por trayecto, «es baja, y por lo tanto, se trata del recorte que está más justificado». La empresa ferroviaria sólo logra llenar un 17% de las 90 plazas disponibles en los trayectos de este horario, y la mayoría de los asientos se cubren con pasajeros que utilizan el tren interregional como un cercanías.
Se trata del primer recorte de servicios que ha decidido aplicar Feve después de que el Ministerio de Fomento llevara a cabo un estudio en el que se valoraba la oferta y la demanda de varias conexiones que atraviesan la geografía española.
Son varios los motivos del declive que experimenta en los últimos años esta conexión. El tiempo -la conexión emplea no menos de dos horas y cuarenta minutos en salvar los 119 kilómetros que separan ambas capitales, y en carretera se puede realizar en hora y cuarto- y el precio -el billete ida y vuelta cuesta 15,30 euros, mientras en autobús es de 11,84-.
Aunque el número de usuarios de los trenes que viajan en los otros dos horarios de la línea –mediodía y atardecer –no es muy superior al de la mañana, el ajuste no afectará a la supervivencia de la línea, que los responsables de la compañía se comprometen a mantener a medio plazo. La línea también sirve como cercanías tanto a vizcaínos como a cántabros que utilizan el transporte para trayectos cortos. En el caso del territorio vizcaíno presta servicio a localidades como Zaramillo, Sodupe y Aranguren, entre otras.
La sociedad pierde en la actualidad 147 millones de euros, pero la deuda que arrastra se sitúa en torno a los 530 millones. «Cada viajero por trayecto paga menos de tres euros, cuando el coste real del mismo es de cuarenta», explican desde laperadora de vía métrica.
(Imagen Luis Angel Gómez. Fuente El Correo)