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Londres celebra el 150 aniversario de su metro, el primero del mundo, el popular ‘The Tube’,

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Londres celebra el sesquicentenario de su popular ‘The Tube’, el metro más antiguo del mundo. El suburbano londinense abrió una nueva era en el transporte urbano con aquellos seis primeros kilómetros bajo tierra que separaban las estaciones de Paddington y Farringdon. Un siglo y medio después el metro cuenta con 408 kilómetros de vías (es el tercero más extenso a escala mundial), 274 estaciones en sus doce líneas operativas y algo más de 3,5 millones de pasajeros diarios. Es uno de los pocos transportes que supera la barrera de los mil millones de viajeros por año.

El metro de Londres cumple hoy 150 años y para celebrarlo la empresa pública Transport for London (TfL) recordará cómo fueron los primeros viajes por el subsuelo de la ciudad. Probablemente los londinenses revivirán un proceso histórico y serán testigos privilegiados de lo que significaba viajar en uno de aquellos trenes de vapor que inauguraron el transporte bajo tierra. Este domingo la ’Met Locomotive No.1’ (es la única locomotora de vapor que, construida en 1898, sirvió en la Metropolitan Railway -luego Metropolitan Line- y ha sobrevivido hasta nuestros días) recorrerá algunas de las vías de aquel primer trayecto. Curiosamente, algunos de sus primeros trenes fueron construidos por la firma inglesa Beyer Peacook que poco antes había fabricado para el ferrocarril Tudela-Bilbao las máquinas de vapor que constituyeron su parque inicial y del que solo se conserva actualmente la locomotora bautizada como la Izarra.

El 9 de enero de 1863 viajaron en aquellos primeros trenes cerca de 40.000 personas (la ciudad tenía poco más de 3,2 millones de habitantes) con una frecuencia ininterrumpida de quince minutos entre las 8.00 de la mañana y las 20.00 horas, aunque realmente fue el al día siguiente cuando se abrió al servicio público aquella primera línea de la Metropolitan Railway que conectaba las tres estaciones del norte (Paddington, Euston y King’s Cross) con el centro, en Farringdon. La apertura del metro supuso un hito, ya que hacía posible transportar a miles de personas bajo tierra, a través de las modernas cavernas tubulares (de ahí el popular nombre ‘The Tube’), sin que se viera afectado por la congestión del tráfico de la superficie. Y en poco tiempo el modelo se expandió por todo el mundo y se convirtió en icono planetario. Derivado de este hecho tan metropolitano, a los trenes se les denominó metro o subterráneos.

Las primeras locomotoras utilizadas para arrastrar los vehículos eran de vapor, por lo que se hizo preciso disponer de numerosos huecos de ventilación para la salida de los gases. Uno de los ejemplos más curiosos de espacio de ventilación se encuentra en el 23 y 24 de Leinster Gardens. Esas casas fueron demolidas para la construcción de la línea District entre Paddington y Bayswater, dejando ese espacio a cielo abierto para ventilación. Para evitar romper la estética de la calle se levantó una fachada de hormigón que imitara el diseño del resto de las fachadas de la calle.

El desarrollo de locomotoras eléctricas permitió la construcción de túneles a mayor profundidad de la que permitía la técnica del muro pantalla, utilizada hasta ese momento. Además, se mejoraron las técnicas para la construcción de túneles a gran profundidad. La primera línea de este tipo (llamadas deep-level) y operada con locomotoras eléctricas fue la City & South London Railway (actualmente parte de la Northern Line), inaugurada en 1890.

El metro de Londres también aportó al mundo el famoso plano esquemático, que Harry Beck puso en funcionamiento en 1931. Era la primera vez que un plano distorsionaba la geografía para lograr un mapa esquematizado de forma tan clara y precisa que hacía posible identificar las distintas rutas y estaciones a través de líneas que eran identificadas con un color diferente para cada uno de los trayectos. El dibujo fue copiado por la mayoría de los transportes subterráneos del mundo y se convirtió en otro de los iconos londinenses.

La aportación del subterráneo londinense no acabó ahí. El mundo volvía a rendirse ante la iniciativa británica y copiaba nuevamente otro icono que hace fácilmente reconocible la ciudad del Támesis. Edward Johnston ideaba en 1913 el logotipo característico. Conocido como ‘roundel’, dibujó un círculo en color rojo, cruzado por una franja azul y la palabra ‘Underground’, o el nombre de la estación inscrita en ella. De nuevo la copia traspasó las fronteras de la isla e inspiró a decenas de artistas.

El metro londinense ha dejado una huella indeleble en la sociedad británica en dos momentos cruciales. El suburbano cumplió un papel crucial como refugio de miles de personas durante el ‘Blitz’, los bombardeos del ejército alemán que asolaron la ciudad de Londres. Desde el 7 de septiembre de 1940 hasta el 21 de mayo de 1941, el metro de Londres guareció a una media de entre 100.000 y 150.000 personas, el 4% de la población. Sesenta y cinco años después sus trenes fueron el objetivo de los atentados terroristas más sangrientos ocurridos en el Reino Unido. El 7 de julio de 2005, a las 8.50 de la mañana, tres bombas estallaron en sendas líneas de metro y provocaron 42 muertos. El día anterior, Londres había sido elegida sede de los Juegos Olímpicos celebrados el pasado verano.

Actualmente, el metro está gestionado por Transport for London (TfL), aunque el servicio de mantenimiento está privatizado. Es uno de los suburbanos más caros del planeta, ya que un billete sencillo de zona 1 (centro de Londres) cuesta 4,50 libras (5,5 euros). Un nuevo hito mundial. Transport for London tira estos días la casa por la ventana con decenas de actos conmemorativos.

El metro de Londres truncó aquella calificación que a su apertura le dedicó el diario ‘The Times’, que rechazó la idea de su construcción y la tachó de «insulto al buen sentido común». Los hechos y la historia han demostrado el diagnóstico tan profundamente equivocado del popular tabloide (hoy en día) londinense.


(Imagen Wikipedia)

El metro de Londres suma nuevo récord y supera los 4,5 millones de pasajeros en los Juegos

Son tiempos olímpicos; momento para romper las marcas históricas. Pero en este caso, el protagonismo se lo lleva el metro y no los atletas. El suburbano londinense también se sumado al acontecimiento olímpico y ha batido su plusmarca. El pasado jueves transportó 4,52 millones de personas. Toda una marca. Transport for London (TfL, siglas en inglés), responsable de la red de transporte de la capital británica, explica que, desde el comienzo de los Juegos hasta el pasado jueves, 51,47 millones de usuarios usaron este transporte público, 12,29 millones más que durante ese mismo periodo en 2011.

En el penúltimo día de competición, también el servicio de trenes, gestionado por National Rail, aumentó en 800.000 asientos su capacidad, con coches y conductores adicionales en reserva para afrontar las horas punta.

Según la compañía londinses, durante estas últimas jornadas wl transporte transcurre con normalidad y el metroe funciona con relativa puntualidad, a pesar de haber detectado «extraordinaria actividad» en zonas de Constitution Hill, Buckingham Palace y The Mall, zonas por donde pasaron los competidores de las pruebas de marcha. Por ese motivo se advierte a los usuarios con entradas para los eventos deportivos que preparen sus viajes con suficiente tiempo de antelación.

El buen tiempo que reina en estas últimas horas en Londres hace esperar que miles de visitantes se acerquen a las zonas donde se organizan eventos al aire libre, como en Hyde Park o en Victoria Park. «El espíritu olímpico ha contagiado a millones de personas que usan la red (de transporte), con pasajeros relajados y alegres, incluso durante las horas punta. La red ha permanecido pacífica y nuestros agentes solo han tenido que intervenir en incidentes menores», explicó el máximo responsable policial del Transporte Británico, Andy Trotter, que celebra que la tareas de vigilancia del cuerpo en las líneas de ferrocarril y de metro «han transcurrido fenomenalmente bien».

(Getty Images)

El ‘andén 9¾’ de Harry Potter se hará otra vez visible con la remodelación de Kings Cross

La incógnita se ha resuelto. La remodelación de la estación de Kings Cross ha provocado la desaparición del famoso ‘andén 9¾’, que miles de turistas han fotografiado desde su primera aparición en la pantalla, desde donde partía el ‘Hogwarts express’, el tren mágico que traslada hacia la escuela de magia a Harry Potter en un viaje entre Londres y Hogsmeade. Pero por poco tiempo, el mítico andén volverá a hacerse nuevamente visible el pròximo 19 de marzo, una vez hayan terminado las obras que se llevan a cabo en ese punto de la terminal londinense.

La estación de Kings Cross está ubicada en el distrito de Islington, al nordeste de la capital. Se encuentra al lado de otra estación de ferrocarril, la de St. Pancras, que también aparece en una de las cintas porque posee una fachada gótica mucho más llamativa que la terminal elegida por Rowling para sus obras. Kings Cross fue ideada y construida en un principio como centro de operaciones de la compañía Great Northern Railway (gran ferrocarril del norte) y como terminal de la Línea Principal de la Costa Este. Fue diseñada por Lewis Cubitt y su construcción se llevó a cabo en dos años, entre 1851 y 1852, en el emplazamiento de un antiguo hospital de fiebres y viruela. La parte principal de la estación, que en la actualidad incluye los andenes del 1 al 8, fue abierta al público el 14 de octubre de 1852

Los andenes han sido reestructurados varias veces. Originalmente había sólo un andén de salidas y otro de llegadas (los actuales andenes 1 y 8). En años posteriores, con el crecimiento del tráfico ferroviario, se construyeron nuevos andenes, reduciendo el tamaño y la fastuosidad de los originales. El edificio secundario que alberga actualmente los andenes 9, 10 y 11 se remonta a esa época.

Tras la popularidad que la serie de Harry Potter ha dado a Kings Cross, se instaló una señal en hierro forjado del ‘andén 9¾’ sobre una pared del edificio secundario en el que se encuentran los andenes auténticos 9 y 10. También hay un carrito portaequipaje que parece que está a medio atravesar la pared, en un intencionado guiño hacia la obra que le ha dado tanta fama.

Los responsables de King Cross volverán a colocar, entre los andenes 9 y 10, el cartel ‘Platform 9 ¾’ que miles de personas han inmortalizado con sus cámaras en estos últimos años, desde que saltó al primer plano cinematográfico la saga de la escritora J.K. Rowling. En los últimos siete años, la terminal londinense ha sido objeto de una profunda remodelación en la que se han invertido 600 millones de euros. Esta reforma ha incidido durante estas últimas semanas en el mítico andén, reclamo de turistas y pesadilla para los empleados de la estación. La New Western Departures Concourse hará felices a los amantes de las aventuras de Harry Pottery y volverá a hacer realidad la presencia del mítico ‘andén 9¾’, que se montará probablemente debajo del nuevo acceso en acero y vidrio que se ha levantado en sustitución de la construcción original de 1852.

Con la ampliación se ha perdido otra mágica reliquia de Kings Cross venerada por sus fans. El puente de hierro que sale en las películas de la saga –conocido últimamente como el puente Harry Potter– ha sido retirado y trasladado a una estación de trenes de vapor del norte de Inglaterra.

John McAslan + Partners ha jugado un papel clave en los profundos cambios de la infraestructura que está a punto de culminar. El plan incluye el restablecimiento de la original fachada principal victoriana, y una nueva explanada occidental con una espectacular forma de onda del dosel, así como el retorno de los espacios internos que habían caído en desuso.

El proyecto implica una significativa reforma de las instalaciones para los pasajeros, racionalizar las actividades operativas y aumentar significativamente los pequeños comercios en la estación. La importante remodelación en la terminal optimizará el funcionamiento de los trenes, mejorará las conexiones con el metro y simplificará las conexiones de autobús y taxi.

La impresionante nueva explanada occidental, y la restauración incorpora sustanciales mejoras. Se mejorará los servicios de intercambio con la estación St Pancras y Thameslink. Cuando se abra al público en los próximos días, la estación transformada y su memorable Concourse occidentales asumirán el papel de nueva puerta de entrada a la ciudad, icono arquitectónico londinense que da la bienvenida a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

(Imagen Voyager en Wikimeia Commons)

Flamenco para los viajeros londinenses en la estación de metro y tren de St. Pancras

Desde el corazón londinense, con palmas, zapateados y rasguidos de guitarra flamenca. Flamenco del puro, en el mismísimo Londres. La Compañía Antonio Gades sorprendió a los londinenses en la estación de tren y metro de St. Pancras con una actuación y un taller de danza que ofreció a los transeúntes la oportunidad de aprender a bailar flamenco. Dentro del ciclo de actividades del Flamenco Festival de Londres, la compañía del fallecido bailarín y coreógrafo español decidió acercar esta danza a los londinenses en plena hora punta de la tarde en una de las estaciones más transitadas de la capital británica.

La estación ferroviaria de St Pancras, inaugurada en 1876 en el norte de Londres, muy cerca de la nueva Biblioteca Británica, es el punto de partida de los modernos trenes Eurostar, además de ser la casa de los ferrocarriles CTRL, que une la capital británica con el Eurotúnel.

La cultura respira en St Pancras. El edificio, con una imponente fachada de estilo victoriano, estuvo a punto de ser derribado en los años 60, pero las protestas ciudadanas lo impidieron. Entre los “salvadores” más activos se encontraban el escritor John Betjeman, al que se honra en la estación con una estatua, y el arquitecto Alastair Lansley, que junto a colegas de la talla de Norman Foster, Philippe Starck o Martin Jennings, fue el principal responsable de la remodelación que en 2007 y con un presupuesto de más de 800 millones de libras, transformó el interior de la estación en un gigantesco recinto vanguardista que convirtió a St Pancras en una de las grandes referencias de la modernidad británica.

La presente edición de Flamenco Festival en Londres se ha marcado un claro objetivo a cumplir: acercar el arte del flamenco a nuevos públicos londinenses. Para ello, entre sus actividades paralelas, ha llevado a cabo un proyecto de colaboración con el Sadler ´s Wells y St. Pancras International, donde se propone aproximar el mundo de la danza a los visitantes de dicha estación, la más importante de Londres, con más de un millón de viajeros a la semana.

Y como centro naguardista cultural fue el escenario elegido para que las voces rasgadas, los punteados de guitarra y los zapateados se impusieran a los anuncios de la megafonía y al ajetreo habitual del transporte público londinense, atrayendo la atención de decenas de personas que acabaron acompañando a los artistas con ‘olés, palmas y aplausos. «La cultura debe ser libre y para todos. Por esto, poder acercar nuestro arte a la gente y que pueda participar de una manera tan bonita y en un lugar tan extraño como este es muy agradecido», explicó la actriz María Esteve, hija del coreógrafo y presidenta de la Fundación Antonio Gades.

El taller de baile impartido por los artistas de la compañía, contó con casi una decena de alumnos, que olvidaron el miedo escénico y se atrevieron a hacer sus pinitos en el flamenco en plena estación. El acto sirvió también como aperitivo del espectáculo Fuenteovejuna que la Compañía Antonio Gades representará mañana en el teatro Sadler Wells de Londres.

La misión de esta edición de Flamenco Festival no es sólo promocionar el flamenco y sus artistas fuera de nuestras fronteras, sino además acercar el flamenco a nuevos públicos, captando de esta manera la audiencia más amplia posible. Por ello, además de tomar unos de los teatros más prestigiosos del panorama internacional, como son el Sadler ´s Wells o el Lilian Baylis Theater, Flamenco Festival Londres sale a la calle y programa una serie de actividades paralelas que tratarán de dar a conocer de manera cercana y directa la realidad del flamenco en la actualidad de la mano de los grandes artistas contemporáneos.

CAF compite con otras cuatro empresas para suministrar los trenes del Crossrail de Londres

Construcciones y Auxiliar de Ferrocarril (CAF) figura entre los cinco fabricantes ferroviarios que han sido invitados a presentar ofertas para competir por el contrato de suministro de los trenes que prestarán servicio en el Crossrail, el nuevo enlace ferroviario subterráneo que se construye en Londres. Se trata de un contrato de suministro valorado en unos 1.000 millones de libras (unos 1.130 millones de euros), con lo que puede convertirse en uno de los mayores contratos ferroviarios de los últimos años. El contrato contempla el suministro de sesenta trenes de alta capacidad (para un máximo de 1.500 pasajeros cada uno).

Según la entidad británica que gestiona la construcción del proyecto, Londres prevé licitar el concurso de compra de trenes a finales de 2011 con el fin de tenerlo adjudicado en 2013. En caso de que CAF lograra el pedido se elevaría la presencia española en el proyecto del Crossrail, en el que ya están presentes las constructoras ACS, Ferrovial y FCC.

Alstom, Bombardier, Siemens e Hitachi Rail Europe son los otro cuatro fabricantes invitados a participar en el proyecto, según informó la entidad pública británica promotora del proyecto, tal como adelanta el diario ‘Negocio’. Las tres primeras multinacionales tienen también presencia en España, con lo que sus plantas podrían también beneficiarse con la eventual consecución del suministro.

El Crossrail recorrerá 118 kilómetros de Londres, desde Maidenhead y Heathrow en el Oeste, hasta Shenfield y Abbey Wood en el Este, a través de 21 kilómetros de nuevos túneles gemelos bajo el centro de Londres.

Este enlace permitirá a 1,5 millones de personas más llegar a las principales áreas de negocios de Londres en 45 minutos. Además, incrementará la capacidad de transporte ferroviario de Londres en un 10%, permitiendo la regeneración de la capital, ayudando a garantizar la posición de Londres como centro financiero mundial y acortando los tiempos de viaje en la ciudad.

En la actualidad, Londres acomete las obras de construcción de los túneles. El pasado mes de diciembre ACS, Ferrovial y FCC se adjudicaron obras de construcción de este túnel ferroviario por un importe total de 1.125 millones de libras (unos 1.400 millones de euros al cambio actual).

El metro de Londres se plantea recuperar algunas de sus estaciones fantasma y convertirlas en pubs

Grandes ideas para tiempos de crisis. Las estaciones fantasmas del metro de Londres (todos los metros que se precien tienen este tipo de instalaciones) y que permanecen en el olvido bajo las calles de la capital inglesa pueden volver a la vida. Pero ahora sin que sirvan para para lo que fueron concebidas, sino recuperadas como pubs, bares, salas de concierto e, incluso, atracciones turísticas.

El metro de Londres tiene algo menos de trescientas estaciones en funcionamiento. Pero bajo las calles londinenses densamente pobladas permanecen casi en el olvido una cincuentena que con el tiempo han caído en desuso en la más que centenaria historia del metropolitano. Algunas dejaron el servicio en 1933, con la creación de la Sociedad de Transportes de Londres que fusionó las distintas empresas que daban servicio en el metropolitano; muchas instalaciones permanecían a tan poca distancia que las hacía inviables para la buena marcha del metro. Y se cerraron. O no eran rentables (British Museum, Aldwych y Lord’s, entre otras) o estaban mal diseñadas (como King William Street que inauguró como príncipe de Gales el que fuera Eduardo VII) o cayeron en desuso porque apenas eran utilizadas (Brompton Road o Passing Brompton Road).

Muchas de ellas se utilizaron como refugio durante la II Guerra Mundial, para evitar los efectos de los bombardeos de la Luftwaffe. El ‘blitz’, como se denominó a esta forma de hacer la guerra, provocó alrededor de 43.000 muertes, y destruyó más de un millón de viviendas, pero fracasó en alcanzar los objetivos estratégicos de sacar a Inglaterra de la guerra o dejarla incapaz de resistir una invasión.

La mayor parte de ellas permanecen hoy inaccesibles, aunque si uno permanece atento puede vislumbrar en algunos de los trayectos sus fantasmagóricas formas. Sin ir más lejos, en la Northern Line, puede verse Bull and Bush, aunque jamás estuvo abierta al público.

El alcalde de Londres ha dado la bendición al proyecto, aunque con la condición de que no se gaste ni un solo centavo del erario público con esta iniciativa ideada por un avispado empresario. Ajit Chambers cree que las estaciones y redes de túneles ocultos se pueden revitalizar y permitir la inversión de capital privado. Y parace que su idea ha encontrado adeptos. Algunos podrían hacer uso del valor patrimonial de las estaciones, mientras que para otras simplemente se piensa en utilizar ese espacio tan inusual.

Aldwych es una de las estaciones en desuso más conocidas. A 28 metros bajo tierra, por una escalera de caracol de 160 peldaños, sirvió de refugio durante el ‘blitz’. Se cerró en 1994, pero se utiliza con frecuencia como un set de filmación. En Euston, hay zonas que han sido cerradas al público, pero también suena como una de las más apetecidas para esos nuevos usos. O York Road, cerca de la reurbanización de King’s Cross, que se encuentra en una ubicación privilegiada para que sirva de lugar de ocio, con una inversión calculada cercana a los 20 millones de libras.

Y lo mismo que Aldwych ya se habla de Kentish Town, que se cerró en 1924, y que ahora alberga un salón de sauna y masaje; Brompton Road, cerca de Harrods, y Down Street, puesto de mando subterráneo de Churchill antes de que se trasladara a los Bunkers del gobierno en Whitehall, que todavía conserva el cuarto de baño que utilizaba el primer ministro durante la guerra.

La idea ha sido bien acogida, en especial en la City, pero los responsables del metro ponen cierta cautela. «La mayoría de las estaciones en desuso no se han utilizado durante muchos años y casi todas están junto a las vías aún en funcionamiento, lo que presenta un desafío para la seguridad importante. “Hemos mantenido una extensa correspondencia y varias reuniones con los promotores de esta iniciativa a los que les hemos hecho ver lo poco práctico de sus propuestas». La cuestión sigue en el aire, mientras los polìticos calculan los riesgos y los beneficios.

Un robo de cables sume en el caos el metro de Londres

Confusión y desconcierto en el transporte de Londres. Lo que podía ser una anécdota comienza a causar serios quebraderos de cabeza a las autoridades británicas. Miles de usuarios del metro londinense sufrieron ayer una jornada de caos y retrasos debido al robo de cables de cobre. El suceso se produjo la noche anterior en la ‘Central Line’ (Línea central), una de las más concurridas de la capital británica.

Como consecuencia de los daños causados por el robo, el tráfico en varios tramos de esta línea quedó suspendido en la zona oeste de la ciudad durante parte la mañana, según informa el diario local ‘Evening Standard’.

El número de robos de cables en la red nacional de ferrocarriles británica ha aumentado de manera drástica en los últimos cuatro años, coincidiendo con el incremento del precio del cobre, señala el periódico. Paul Crowther, el responsable adjunto de la Policía del Transporte del Reino Unido, describió el problema como «uno de los mayores retos» a los que se enfrentan los gestores del transporte público «después del terrorismo».

Hasta la fecha, la mayoría de los robos de cobre habían tenido lugar fuera de Londres, pero la Policía teme que la actividad de los ladrones en el centro de la capital se incremente en los próximos meses.

Además de los ya habituales robos de grandes bobinas almacenadas en depósitos, los ladrones comenzaron ya hace tiempo a «arriesgar su vida» para hacerse con el cobre de los cables que recorren las vías de ferrocarril , explica el rotativo.

«Hemos advertido en repetidas ocasiones de que los recortes de personal y, sobre todo, de las patrullas nocturnas, comprometería la seguridad en el metro y lo convertiría en un escenario perfecto para la delincuencia», ha señalado Bob Crow, representante del sindicato RMT (Unión Nacional de Ferrocarriles, en sus siglas en inglés).

Diez mil trabajadores del metro de Londres irán a la huelga la próxima semana

Habrá huelga. No hubo acuerdo. Los empleados del metro de Londres irán a la huelga la próxima semana, tal y como estaba programado, al fracasar las negociaciones que trataban de evitar el paro, convocado en protesta por la decisión de la empresa de reducir la plantilla, informaron los líderes sindicales. El sindicato que agrupa a los empleados de las redes ferroviarias y de metro (RMT) acusó a la empresa London Underground (LU) de «sabotear» las conversaciones en la sede del Servicio de Conciliación Acas, que actúa de mediadora en conflictos laborales. Al no llegar a un acuerdo, unos 10.000 trabajadores del metro de Londres irán a una huelga de 24 horas a partir del próximo lunes por la tarde para mostrar su oposición al plan de la empresa de despedir a 800 empleados.

El secretario general del RMT, Bob Crow, explica que el personal gestor del LU «sabía muy bien que unas conversaciones positivas no podrían salir adelante mientras la amenaza de recortes planeara sobre la cabeza de nuestros miembros. Su fracaso para retirar esa amenaza saboteó cualquier proyecto de realizar progresos». Crow indicó que los negociadores de los sindicatos «demolieron completamente la línea del LU, que sostiene que los recortes afectarán simplemente a la nueva tecnología y a la tarjeta ‘ostra’ (de recarga de crédito para financiar los viajes en metro)».

Según este responsable, los recortes planeados forman «parte de un agujero negro multimillonario al que se enfrenta el alcalde (de Londres, Boris Johnson), debido a los costes que ha tenido el fracaso de la privatización del metro». Agregó el responsable de RMT que «no sólo se encuentran amenazadas las oficinas de billetes de metro y los trabajos de esos empleados, sino también cientos de otros puestos». El secretario general del RMT recordó que «fue la presencia de esos empleados lo que evitó desastres potenciales en incidentes ocurridos recientemente, como incendios producidos en las estaciones de Euston y de Oxford Circus».

Al primero de los paros que comenzará en la tarde del 6 de septiembre, el mismo día en que el Parlamento reanuda sus sesiones tras el receso estival, están llamados los trabajadores encargados del mantenimiento y la reparación de los trenes.

Si no se llega antes a un acuerdo, los paros se repetirán los días 3 de octubre y 2 y 28 de noviembre y a éstos están convocados también los conductores, los encargados de señalización y el personal de estación, como controladores y taquilleros.

Los sindicatos convocantes calculan que unos 10.000 trabajadores participarán en las protestas, que de llevarse a cabo causarán el caos en una red que registra diariamente algo más de tres millones de viajes.

(Imagen Chris McKenna en Wikimedia Commons)

El metro de Londres convoca cuatro días de huelga

Dos sindicatos han convocado a sus trabajadores a una serie de huelgas de 24 horas en el Metro de Londres, entre los meses de septiembre y noviembre, en protesta contra la decisión de la empresa de reducir la plantilla. Al primero de los paros que comenzará en la tarde del 6 de septiembre, el mismo día en que el Parlamento reanuda sus sesiones tras el receso veraniego, están llamados los trabajadores encargados del mantenimiento y la reparación de los trenes.

Los paros, si no se llega antes a un acuerdo, se repetirán los días 3 de octubre y 2 y 28 de noviembre, y a estos están convocados también los maquinistas, los encargados de la señalización y el personal de estación, como controladores y taquilleros. Los sindicatos convocantes aseguraron que unos 10.000 trabajadores participarán en la protestas, que si se llevan a cabo causarán el caos en una red que registra diariamente algo más de tres millones de viajes.

El secretario general del sindicato RMT, Bob Crow, manifestó que la intención de la empresa, London Underground, y del alcalde de la ciudad, Boris Johnson, de despedir a 800 trabajadores, del personal de estación, es inaceptable. «El alcalde fue elegido con la promesa de mantener a salvo la plantilla y está haciendo lo contrario, planeando dejar las estaciones y los andenes peligrosamente infradotados de personal y amenazando con convertir la red en el paraíso de los ladrones», dijo el sindicalista.

Crow recordó «los potenciales desastres que se han evitado recientemente por estrecho margen», como los incendios en dos céntricas estaciones y la circulación de un tren sin conductor a lo largo de varias estaciones, y consideró que reducir aún más el personal «será un golpe potencialmente fatal para poder afrontar emergencias». El secretario general de TSSA, Gery Doherty, declaró: «Johnson puede estar preparado para organizar unos Juegos Olímpicos (en 2012) con un servicio de metro de segunda clase, con los ojos del mundo puestos en la ciudad, pero nosotros no». «Defenderemos un servicio público vital del que dependen millones de personas cada día para ir a sus trabajos. No permitiremos que se sacrifiquen empleos y servicios para pagar por los pecados de la City de Londres y de Wall Street».

(Imagen Andrewh en Wikimedia Commons)

Filosofía en el metro de Londres

Uno pensaba que lo importante a la hora de utilizar el metro o el tren era llegar hasta el lugar del destino. Y me entero que cuado uno saca el billete, monta en el coche que le ha tocdo en suerte y se sienta (o no) esta simple acción que repetimos a a diario en nuestra rutinaria existencia tiene un aquel de componente filosófico. Al fin y al cabo la filosofía (del griego antiguo, philosophia, «amante de la sabiduría») es el estudio de ciertos problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje.

Los gestores del metro de Londres han encargado al ganador del premio Turner de Arte Contemporáneo Jeremy Deller que recopile las mejores reflexiones filosóficas para «humanizar» el en ocasiones largo y agobiante trayecto en el subterráneo. De esta forma, los pasajeros del metro podrán encontrar consuelo cuando el servicio flaquee en frases célebres de pensadores como Jean-Paul Sartre, Mahatma Ghandi o Albert Einstein, que les recordarán que lo más importante en la vida no es llegar cuanto antes a la estación de destino.

Entre el «mind the gap» (el equivalente al ‘tenga cuidado con no introducir el pie entre coche y andén’ del suburbano de Madrid) y el resto de avisos de los conductores, se podrán escuchar por megafonía citas célebres como «La vida es algo más que aumentar la velocidad»), de Gandhi, o «Un tropiezo previene una caída», del escritor británico Thomas Fuller, entre otras. Serán los propios conductores de los trenes quienes hagan los anuncios y escojan la frase adecuada a la situación. Así, por ejemplo, Deller asegura que la frase de Jean-Paul Sartre «el infierno son los otros» no debe ser usada mientras el convoy está parado en un túnel, un momento en el que convendría recordar que «un tropiezo previene la caída».

En un primer momento, la idea de Deller era sustituir los tradicionales anuncios sobre el estado de las líneas y reemplazarlos por estas «clases de filosofía», pero fue rechazada por el Servicio de Transportes, que intercalará ambos tipos de avisos. Según la responsable del proyecto, Sally Shaw, el objetivo es «mejorar la interacción» entre los usuarios y «hacer fluir los pensamientos que cada uno desarrolla durante el viaje».

Me temo que la iniciativa no será exportada a nuestros transportes metropolitanos, aunque bien pensado a lo mejor es una ocurrencia más a las que suelen recurrir nuestros estresados publicitas cuando el mensaje no acaba de calar entre la clientela. Viajo, luego existo y padezco es un aviso demasiado contundente que nos sacudan por él desde la megafonía mientras acudimos al trabajo. Pero reconozcan que da que pensar que nos quieran manejar el cerebro con estos lemas cartesianos.