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Estaciones singulares: Huelva

En abrill de 2018, Huelva estrena la estación de ferrocarril, unas modernas instalaciones ubicadas a unos 800 metros al este de la antigua terminal, con una inversión de 46,2 millones de euros. Situada en la avenida Escultora Miss Whitney y la avenida de Cádiz por su lado norte, donde se localiza su fachada, “la nueva terminal se encuentra en una zona más céntrica y comunicada con algunas de las principales arterias y avenidas de la ciudad”, que mejora de forma considerable las prestaciones de la anterior, explica el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). En total, cuenta con una superficie de unos 1.200 metros cuadrados, entre el vestíbulo principal, locales comerciales y otras zonas de uso público y dos andenes, con cuatro vías en ancho ibérico, equipadas con traviesas de doble ancho para permitir su adaptación a la trocha internacional.

La apertura de la nueva estación implica el cierre de la antigua terminal, situada en la Avenida Italia de la capital, lo que abre un debate en la sociedad onubense sobre el futuro de este edificio, que forma parte del paisaje urbano de la ciudad desde finales del siglo XX y que se considera, además, una de las joyas del patrimonio andaluz. Conocida popularmente como ‘Estación de Sevilla’, la antigua Huelva-Término se levanta en 1888 en estilo neomudéjar. Su impulsor es el empresario alemán, afincado en Huelva, Guillermo Sundheim, que pretende ofrecer una conexión apropiada para el tráfico de personas y de mineral que llega a Huelva desde las minas de la provincia. No en vano, entre los muchos logros de Sundheim se encuentra la construcción del trazado y estaciones que ponen en contacto la ciudad onubense con Zafra y Sevilla.

La fiebre minera que se desarrolla en Huelva en los años finales del siglo XIX está en relación con el asentamiento de compañías mineras extranjeras en la provincia en plena Segunda Revolución Industrial. A mediados del XIX, Gran Bretaña agota sus minas de cobre y el azufre siciliano no es suficiente para cubrir sus necesidades. Por tanto, los empresarios británicos y europeos, en general, comienzan una búsqueda de nuevas fuentes de suministro y llegan a Huelva, donde abundan las piritas. Asimismo, el manganeso atrae por su utilidad en la industria del acero, y convierte a España en el primer productor mundial, gracias a las minas onubenses, entre 1853 y 1883. Así renace la cuenca minera, que está aletargada casi desde tiempos de los romanos, con el capital y las técnicas extranjeras. Y desde entonces la necesidad del transporte se hace una necesidad acuciante. Las grandes compañías, Rio Tinto, Tharsis y Buitrón, construyen ferrocarriles y muelles embarcaderos para comercializar los productos extraídos de las minas.

El ferrocarril llega a Huelva cuando la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (MZA) concluye las obras de la línea férrea que unía Sevilla con Huelva. La cómoda orografía permite que el trazado se construya sin mayores sobresaltos. MZA consigue la salida al mar y la vía más corta entre la capital onubense y el océano. Aunque hay multitud de retrasos, por el terreno pantanoso y salino y los obstáculos jurídicos y administrativos, en marzo de 1880 queda inaugurado el trayecto -tanto para el servicio de viajeros como para el de mercancías- y, en 1888, el edificio de viajeros. Pocos años después, en 1886 la Zafra-Huelva Company pone en funcionamiento el tramo Huelva-Valdelamusa, segunda línea férrea en llegar a la ciudad, en una nueva aventura empresaria de Guillermo Sundheim. La misma se prolonga hasta Zafra tres años después.

Sundheim encarga a los ingenieros Jaime Font y Pedro Soto el diseño del edificio de viajeros. El resultado es una soberbia y bella construcción que destaca por sus atractivos elementos reminiscentes de la arquitectura islámica, como arcos de entrada de herradura, fachada en ladrillo visto y almenas. En su estructura sobresalen dos torreones laterales mayores que la nave central. Dentro de la arquitectura ferroviaria, el inmueble es pionero en España del arte nacionalista-regionalista, ya que emplea un lenguaje neomudéjar, reconocido como uno de los estilos nacionales desde que lo utiliza Lorenzo Álvarez Capra en el Pabellón Español de la Exposición Universal de Viena en 1873.

«Los diversos modelos que proyecta Font para edificios, más o menos extensos, según la importancia de la estación respectiva, están concebidos partiendo de una base o elemento común, constituido por uno de lo vanos de planta baja con sus machos o entrepaños adyacentes. Establecida esta unidad, su repetición sirve para formar desde el magnífico edificio de Huelva hasta el más sencillo de las estaciones de último orden. Esta idea permite el desarrollo ulterior de las construcciones y aprovechar lo edificado en un principio”, destaca la profesora valenciana Inmaculada Civera. El esquema compositivo de la fachada de la estación de Huelva mantiene los parámetros y criterios típicos: dos pabellones laterales de dos plantas unidos por un cuerpo central donde resalta la monumental puerta de entrada. El ladrillo, principal material de la obra, utiliza distintos aparejos e imita las formas mudéjares, con los que crea tracerías, arcos y distintos motivos que se agrupan principalmente en la puerta principal, en los antepechos de vanos y en el remate de los pabellones extremos. Es una obra bien valorada y reseñada en las principales revistas especializadas del momento. Además de los trabajos ferroviarios, Font es autor del faro de Chipiona, «uno de los más notables de España y digno de figurar entre los mejores del extranjero», concluye la revista de Obras Públicas.

En Huelva, además de la aparición del hierro de la ingeniería portuario-industrial que es muestra de elementos de arquitectura únicos en el mundo, como lo son los Muelles de Tharsis y Riotinto, se produce también un acercamiento de esta arquitectura a los espacios urbanos y a arquitectura doméstica, al amparo de la efervescencia minera y su élite intelectual y de negocios. En fachadas se ponen de moda los miradores y elementos de forja, reinterpretación doméstica de las grandes obras de hierro y cristal, que remarcan la importancia de determinadas viviendas y sus ocupantes. Dado que desde finales del XIX se produce una importante remodelación del casco urbano onubense, son numerosos los ejemplos de miradores de fundición que desde entonces otorgan personalidad propia al centro histórico de Huelva.

La estación cuenta con una playa de cuatro vías y llega a tener una reserva de locomotoras, aunque depende directamente del depósito de San Jerónimo, en Sevilla. Asimismo, dispone de conexión ferroviaria con la estación de Huelva-Odiel, terminal de la línea Zafra-Huelva, y de otra conexión con el puerto de Huelva. El 22 de abril de 2018, tras 130 años de servicio, se cierra al tráfico por la apertura de la nueva estación ferroviaria de Huelva, produciéndose la llegada del último tren a esta estación la noche de ese mismo día, procedente de Sevilla.

La buena acogida que tiene el proyecto onubense parece ser la causa de que la antigua estación de ferrocarril de Plaza de Armas de Sevilla también adopte años más tarde un modelo de estilo mudéjar para su diseño. Inaugurada en 1901, según el proyecto del ingeniero portugués José Santos Silva, es conocida popularmente como la estación de Córdoba, si bien hoy en día es un centro comercial, a pesar de lo cual, su fachada neomudéjar permanece intacta. Y este tipo de proyectos de rehabilitación de las antiguas dependencias ferroviarias preocupan a los onubenses. Desnuda de sus atributos, uno de los principales debates que ocupan el tiempo de los onubenses es el futuro del inmueble neomudéjar. Son muchas las voces que apuestan por el aprovechamiento y puesta en valor de este edificio, que, además de su belleza e historia, se encuentra situado en pleno centro de la ciudad. Entre otras propuestas, se plantea convertirlo e un centro cultural o, bien, de ocio, que complemente la actual oferta de la ciudad. Una de las proposiciones ciudadanas más relevantes lleva la firma de la Asociación de Amigos del Ferrocarril Onubense, que desde hace más de un año solicita a las administraciones públicas que la antigua estación de Sevilla se transforme en un museo ferroviario.

Pero la actuación requiere cierta urgencia, puesto que se producen actuaciones vandálicas desde el mismo momento en que se cierra su actividad. A través de las acristaladas puertas de doble hoja de la fachada principal de la edificación, algunas de las cuales son forzadas y deben unirse con candados y cadenas, se puede apreciar la rotura de parte de la mampara del espacio de atención al cliente, cuyos cristales están en el suelo. En la parte posterior de la construcción, la que da al andén, hay señales verticales tiradas, así como bancos metálicos y cables arrancados y lámparas de puntos de luz rotas. También hay cristales rotos en algunas de las puertas, por las que acceden al interior de las instalaciones ferroviarias, e incluso una lámina metálica de una de las puertas está medio arrancada. Adif coloca chapas metálicas en 2019 para evitar que se produzcan nuevas agresiones en su patrimonio.

De momento, el Ayuntamiento solicita a Adif la cesión del edificio para que forme parte del patrimonio de la ciudad, medida aprobada, con el respaldo de todos los concejales, y la abstención de Mesa de la Ría, en un pleno celebrado en octubre de 2017. A principios de julio, los grupos municipales instaban a que el alcalde formalizara la propuesta ante el Gobierno central para proteger el edificio de los daños que producen los okupas que se encuentran en las instalaciones y tome más medidas ante el riesgo de que accedan al interior de esta infraestructura ferroviaria que está protegida y catalogada. «Huelva no puede permitirse seguir perdiendo los edificios históricos que tiene, que nos recuerdan nuestro pasado y nuestra historia”, insiste la oposición municipal.

(Imagen de la estación recién inaugurada. Archivo Histórico Provincial de Huelva).

(Fuentes. Huelva buenas noticias. Inmaculada Aguilar Civera, en «Estaciones históricas en Andalucía», Revista de Obras Públicas. Ana María Mojarro Bayo en «La impportancia de laminería y el ferrocarril en los inicios de la Junta de Obras del Puero de Huelva»)

Peligra la antigua estación de Huelva

Cerrada al público desde el 25 de abril, la antigua estación ferrocarril de Huelva se ve poco a poco desmantelada por la acción de buscadores de hierro y cobre y de desaprensivos que entran en las antiguas dependencias ferroviarias y campan a sus anchas. Así lo atestiguan ciudadanos de la capital que muestran en las redes sociales su preocupación y malestar por el estado de abandono en que se encuentra este edificio del siglo XIX que en su día promovió el empresario alemán Guillermo Sundheim. El ferrocarril llegó a Huelva el 15 de marzo 1880 cuando MZA concluyó las obras de la línea férrea que unía Sevilla con Huelva.

Esta construcción de 1888 fue un referente de la arquitectura nacionalista-regionalista española, inspirando incluso a la Estación de Plaza de Armas de Sevilla. Sundheim encargó a los arquitectos Jaime Font y Pedro Soto un edificio de estilo neomudéjar con importantes reminiscencias a la arquitectura islámica, como arcos de entrada de herradura, fachada en ladrillo visto y almenas. En él destacaban dos torreones en los laterales mayores que la nave central.

El 22 de abril de 2018 la estación cerró las puertas al público, tras el último tren procedente de Sevilla, debido al traslado a la nueva estación, unas modernas instalaciones ubicadas a unos 800 metros al este de la antigua terminal, que han supuesto una inversión cercana a los 46,2 millones de euros.

Distintos organismos y entidades políticas piden tanto al Gobierno central, del que depende Adif, como al Ayuntamiento de la ciudad, que adopten medidas concretas y urgentes que eviten que aumente el deterioro de esta construcción. El candidato de Independientes Huelva a las próximas elecciones municipales, Ramón López García, ha pedido al alcalde, Gabriel Cruz, que tome cartas en el asunto cuanto antes. López García ha visitado el edificio para comprobar su estado y, en un vídeo subido a Facebook, ha mostrado el mismo, al tiempo que no oculta su indignación ante esta situación.

La portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Huelva, Mónica Rossi, junto con el coordinador provincial de IU, Rafael Sánchez Rufo, proponen que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía declare este inmueble como Bien de Interés Cultural (BIC). «Ya tenemos en Huelva otro edificio abandonado más que empieza a caerse a pedazos, ante la pasividad de todas las administraciones», lamentan en un comunicado. Además, IU incluye en esta iniciativa que se le reclame tanto a Adif como al Ministerio de Fomento, responsables de este inmueble mientras se termina de tramitar la cesión al Ayuntamiento de Huelva, que «no lo deje abandonado» y tome «todas las medidas necesarias para protegerlo y conservarlo».

También presentarán una moción en el próximo Pleno de la Diputación Provincial para que el organismo supramunicipal inste a la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía a iniciar el expediente de Bien de Interés Cultural (BIC) para esta construcción del siglo XIX. ¿Hay tiempo para salvar este edificio?

Huelva inicia las obras para liberar los terrenos donse se construirá la nueva estación ferroviaria

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La demolición del viaducto de la avenida de Cádiz de Huelva permitirá liberar los terrenos donde el Ayuntamiento pretende ubicar la nueva estación de trenes. Inicialmente, los trabajos se centran en la zona desde el muro de Miss Whitney hacia a la ría, bajo el viaducto, que es justo donde se construirá el edificio. Hasta que concluyan las obras se cortará el tráfico de la Avenida de Cádiz.

Técnicos de Adif y del Ayuntamiento coordinan los trabajos y sus consecuencias sobre el tráfico en la zona y los problemas derivados sobre vecinos. Los asistentes municipales llevan a cabo los planes establecidos en la Modificación Puntual nº 3 del Plan Parcial del Ensanche Sur, aprobada en julio de 2014, para preparar la ciudad de cara a la desaparición del muro de la avenida Italia y la integración de la nueva estación con el Casco Urbano y el Ensanche Sur. También analiza la cornisa sur de la ciudad en todo su conjunto, abarcando todas las implicaciones viarias, peatonales y de tráfico rodado, así como los espacios libres, desde la barriada del Matadero hasta el Muelle del Tinto.

La avenida de Cádiz y Miss Whitney se convertirán en ejes vertebradores relacionados con el funcionamiento viario entre la nueva estación ferroviaria, el Ensanche Sur y la ciudad consolidada. La avenida de Cádiz contará con una amplia calzada de 12 metros de ancho, que desembocará en Miss Whitney a través de una rotonda con un diámetro interior mínimo de 20 metros, de la que a su vez partirá un vial de nueva creación que se convertirá en el acceso principal a la nueva estación.

La avenida Miss Whitney se ampliará más de 10 metros de ancho en cuanto a calzada y aparcamientos en batería a ambos lados, además del incremento de los acerados por ambos márgenes. Tanto la nueva rotonda, como el acondicionamiento de la avenida de Cádiz y Miss Whitney para garantizar la urbanización futura, son actuaciones incluidas en las obras a realizar por Adif dentro del proyecto de la nueva estación.

Detenidos cuatro individuos por el expolio de 78.000 kilos de material del tren minero de Ríotinto

Un mal que no cesa. Agentes del Equipo de Policía Judicial de Valverde del Camino, pertenecientes a la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, han detenido a cuatro hombres dentro de la operación denominada ‘Raíles’ para frenar el expolio al tren minero de Riotinto y ha recuperado 25.000 kilos de tramos metálicos pertenecientes al trazado objeto de protección histórica. Según ha informado el Instituto Armado en una nota, en el transcurso de la investigación que se ha llevado a cabo, los agentes de la Guardia Civil detectaron que se habían llegado a sustraer unos 78.000 kilos de hierro, material que posteriormente fue vendido al peso. De esta cantidad, han sido recuperados por los agentes 25.000 kilos, parte de ellos en una nave de almacenaje que los detenidos habían alquilado en La Palma del Condado, y que fue registrada con autorización del Juzgado de Instrucción.

El problema no es nuevo, sino todo lo contrario. El robo de material de este trazado histórico comenzó hace diez años, con la desaparición de veinte kilómetros de vía de este antiguo trazado minero, y periódicamente vuelve a producirse el expolio que sale a la luz pública con la detención de algunos de los acusados. Pero el daño es irreversible.

Los detenidos en esta ocasión son G.D., de 23 años de edad, vecino de Bollullos del Condado; G.C.A., de 30 años, vecino de Pilas (Sevilla); I.E.C., de 26 años, vecino de Almonte; y I.I., de 37 años, con último domicilio en Avila; todos ellos de nacionalidad rumana, como presuntos autores de un delito de hurto agravado, además de otros relacionados con la falsedad documental, estafa y asociación ilícita. En este operativo, también ha sido imputado J.M.M., de 36 años, vecino de Sevilla y de nacionalidad española, como presunto colaborador necesario para la perpetración de los delitos reseñados anteriormente.

Los agentes de la Guardia Civil iniciaron la denominada operación ‘Raíles’ después de que se tuvieran noticias sobre los continuos hurtos de vías del antiguo trazado del tren minero, declarado patrimonio histórico de Andalucía por la Administración autonómica. En las inspecciones oculares que se fueron realizando, los agentes comprobaron cómo estaban desapareciendo «de forma continua» los tramos de vías que aún subsisten en el trazado férreo. En el lugar se podía observar que «se estaba utilizando un soplete para cortar los raíles en tramos los suficientemente pequeños como para ser transportados».

El ciudadano español involucrado en los hechos, era quien alquilaba bajo su nombre los vehículos utilizados por los autores materiales para transportar la mercancía hasta la nave industrial y de aquí a la empresa tratadora de residuos. Dos furgonetas y un remolquen fueron intervenidos durante la práctica de este registro, además de las herramientas utilizadas para cortar el metal.

Los raíles sustraídos, eran introducidos en el mercado legal bajo documentos falsos elaborados por los ahora detenidos con el objeto de confundir a las empresas del sector de residuos que aceptaban el material como si fueran de lícita procedencia.

Sin ir más lejos, a principios de julio la Guardia Civil detectó una partida de 28 raíles apilados en un rincón de una chatarrería. El albarán de pago estaba a nombre de un vecino de Almonte, que había cobrado 600 euros. El individuo denunciado explicó que había ‘recogido’ los raíles de una vía abandonada cerca de La Palma del Condado. Los agentes del Seprona advirtieron que dicha mercancía es propiedad de la empresa minera Minas de Rio Tinto y que se encuentran catalogadas dentro de la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, al constituir una expresión y testimonio de sistemas vinculados a la producción técnica e industrial.

La Fundación Río Tinto ha recuperado doce kilómetros de la antigua línea comercial de Riotinto, y ha restaurado algunas locomotoras y vagones del parque móvil de la antigua compañía minera, con los que se realizan viajes turísticos por el trazado de la antigua compañía minera británica Río Tinto Company Limited, que explotó las minas entre 1873 hasta 1954. Durante este recorrido el visitante disfruta de paisajes impactantes como el antiguo polo industrial de la comarca y parajes naturales siempre acompañando el curso del Río Tinto.

Expolio de material en una antigua vía de la empresa Minas de Río Tinto en Huelva

Expolio al patrimonio ferroviario. La Guardia Civil ha cerrado una investigación que se ha saldado con ocho detenidos a los que se les acusa de expoliar parte de la antigua vía minera de ferrocarril propiedad de la empresa Minas de Río Tinto y catalogada dentro de la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía. A los detenidos, tres ciudadanos de nacionalidad rumana, uno de ellos menor de edad, y cinco españoles, se les ha imputado un presunto delito de robo de bienes que forman parte del Patrimonio Histórico Andaluz.

Las primeras actuaciones se realizaron el pasado día 17 de febrero, cuando agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) con base en Niebla (Huelva), realizaron una inspección en una chatarrería de Almonte (Huelva), dentro de los servicios habituales de control de residuos. En dicho establecimiento, los guardias civiles detectaron una partida de 28 raíles apilados en un rincón y solicitaron al encargado de la chatarrería que mostrase el albarán de pago, que estaba a nombre de M.V.M., de 58 años y vecino de Almonte, por un total de 600 euros.

M.V.M. manifestó a la Guardia Civil que los raíles los había cogido de una vía abandonada cerca de La Palma del Condado, aunque los agentes averiguaron que dicha mercancía es propiedad de Minas de Río Tinto y que se encuentran catalogadas dentro de la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía.

Los agentes hallaron en una parcela, propiedad de este hombre, un total de cien traviesas de madera que procedían del mismo trazado férreo de donde sustrajeron los raíles, por lo que fue detenido él y el propietario de la chatarrería por un delito de receptación.

Con estas detenciones, las diligencias fueron traspasadas al Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de La Palma del Condado, que detuvieron a otras seis personas como supuestos autores en la sustracción de los materiales hallados en la chatarrería.

Todo lo que pese mucho y sea de hiero es un botón codiciado para los ladrones. El abandono de material y el olvido de los trazados ferroviarios son un reclamo apeticible para los desaprensivos, aunque las denuncias apenas si llegan a presentar una imagen real de lo que está sucediendo en nuestro país. Raíles otrora poderosos, y ahora semiocultos por la maleza que se va adueñando del viejo camino de hierro, permanecen descuidados y al alcance de cualquier soplete. Elementos destinados al control del tráfico ferroviario van a parar al negocio de la chatarra y se van perdiendo infraestructuras, que se hacen irrecuperables.

Los empresarios mineros de Huelva reclaman la activación del ferrocarril para dar salida al mineral

El tren se reactiva. Y no solo en la alta velocidad. La Federación Onubense de Empresarios ha reclamado que se active el ferrocarril para dar salida al mineral que se produce en las instalaciones mineras activas y de las que, en un futuro, pretenden reabrirse. El secretario general de la FOE, Rafael Ávila, le ha trasladado su petición al delegado provincial de la Consejería de Obras Públicas y Vivienda de la Junta de Andalucía en Huelva, Miguel Angel Domínguez, durante un encuentro en el que ambos analizaron la necesidad de infraestructuras para la provincia.

La activación de una línea de mercancías para mineral debería de hacerse a través de un convenio entre el Adif y la Junta de Andalucía, de forma que el ferrocarril volviera a ser una alternativa de transporte real para estas instalaciones como ya lo fue en su día. Esa es el menos la propuesta de los empresarios mineros. Esto vendría a sumarse a la reciente activación de la línea Huelva Mercancías que ha posibilitado a Ence, por ejemplo, el transporte de pasta de papel hasta Tarragona, o de mercancía en general a Zaragoza.

La propuesta parece reactivar la importancia de la minería para la zona. Recientemente se ha creado la Asociación Provincial de Empresas Investigadoras, Extractoras, Transformadoras Minero-Metalúrgicas, Auxiliares y de Servicios de Huelva que integra a diferentes entidades del sector y que busca “retirar la idea en la sociedad de que la minería es una industria sucia”. Entre sus objetivos se encuentra que esta actividad del sector primario se “relacione con la calidad, sea moderna, con flujos de riqueza para la sociedad en la que se ubica”, entre otros aspectos.

El presidente de la nueva asociación, Francisco Moreno, explica que este sector fue uno de los más importantes en la provincia en épocas pasadas, y ahora “vuelve a ser de los incipientes”, después de que algunas empresas mineras hayan comenzado su actividad y otras estén a punto de hacerlo.

Forman parte de la misma la explotación Minas de Aguas Teñidas (Matsa), ubicada en Almonaster la Real, Insesa, Emed Tartessus y Ormonde Mining, además de otras pequeñas empresas. Según ha apuntado Moreno, tan solo Matsa aporta 500 empleos, y entre todas suman unos 800, aunque esperan llegar hasta los 1.400 con la apertura de nuevas explotaciones.